Capitulo 1: ``Por Obras del Destino´´
Pov. Jesse:
-¡Chicos!, creo que encontré algo.-sonrió feliz mi amigo pelirojo.
-Deja de vagar Ryan, no ves que tenemos que enterrar esto- dijo Annie mostrando la caja que tanto nos había costado armar.
-Cierren la boca- dije ya molesto- tengo ganas de ir a dormir, pero no puedo si ustedes no me ayudan a cavar.
-Está bien, está bien- dijo Annie y volteo para encarar a Ryan- ya déjate de estupideces y ayúdanos.
-Claro, pero enserio, he encontrado algo increíble- dijo emocionado tratando de desenterrar un... ¿cofre?...
-¿Que rayos hace enterrado un cofre en mi jardín?
-No lo sé, pero te aseguro que es muy antiguo y está muy profundo, ayúdenme- me pico un poco la curiosidad y no me quedo de otra que dejar la pala a un lado y ayudar a Ryan a sacar el cofre.
-Ahg, no puedo con estos guantes- dije sacándomelos de las manos con rapidez.
-Te vas a hacer daño- me reprendió Ryan con un tono severo.
- ¿Quieres mi ayuda o no?- pregunté con un tono fastidiado, me miró, pero después de ello, no volvió a cuestionarme nada, por lo cual sonreí.
- Bien.- pero en el momento en que toque un extremo del cofre me sobrecogió un sentimiento tan intenso que no pude respirar por algunos segundos.
-¿Estas bien?- me preguntó Ryan algo ansioso.
-S-si… no te preocupes- y empecé a cavar con más rapidez, algo me decía que tenía que ver el interior de la caja, fuera lo que fuera.-Dios esto me va a matar- dije mirando mis manos, pero aun así no podía detenerme.
-Ahh...- suspiro Annie e igualmente vino a ayudarnos- hombres tenían que ser- se quejó y ahí estuvimos tratando de sacar el cofre por un buen rato.
Finalmente lo conseguimos, y en mi albergaba sentimientos que no podía entender, algo como la añoranza y demás sensaciones a los cuales no podía dar explicación, todo de golpe y sin entender nada, preferí interpretarlo como curiosidad, simple curiosidad plasmada en ansiedad por saber que era lo que había dentro de aquel pequeño cofre enterrado en mi jardín.
-Ahora sí, ayúdenme a enterrar esta caja, y toma fotos para la explicación Audrey, sabes cómo se pone el maldito de Smith, sino hacemos la tarea- dije tratando de concentrarme en algo más.
-Está bien- dijeron al unísono.
Ambos me ayudaron a enterrar la caja, prepararla había sido más difícil de lo que esperaba, solo teníamos que poner recuerdos, notas explicando cómo es nuestro mundo en la actualidad para el futuro, y aun así, era complicado... ¡Y tan aburrido! ¡Te maldigo Mr. Smith! ¡Y a todo aquel que te corresponda!
-¿Jesse?-escuche a mi costado.
-¿Ha? ¿Qué paso?-pregunté confundido saliendo de mi ensoñación.
-Te quedaste inmóvil, anda, ten.
-Y esto es...
-No puedo creer que lo olvidaras, es el cofre que desenterramos hoy, guárdalo, lo veremos en la mañana, tengo que irme.
-¿Qué? No, llévatelo tu – no me sentía cómodo con esa cosa cerca.
-No puedo, saldré con Rosemary, no puedo llegar tarde.
-Demonios, está bien, pero recógelo mañana.
-No hay problema, ¡Adiós! - dijo mientras se alejaba.
-Espera, tengo que decirte algo importante.
-¿Qué cosa?- me miro extrañado.
-Usa protección- le dije con la expresión más seria que pude usar, su cara paso de la incertidumbre al fastidio tan bruscamente que no pude evitar reír a carcajadas.
-Eres un idiota-dijo Ryan y se fue corriendo rumbo a quien sabe dónde.
Estaba viendo partir a Ryan y escuche un ruido en la cocina que me extraño un poco, y fui a revisar, al principio no fue nada, hasta que vi una sombra pasar y entonces me puse nervioso de que sea un ladrón, no había nadie en casa más que yo.
-¿Quien esta ahí? - dije repitiendo la frase cliché de todas las películas de terror, antes de que el tipo muriera- no es gracioso Annie, sé que eres tú.
-¿Con quién hablas?- escuche a Annie mientras bajaba de la escalera.
-¿No eras tú?- palidecí- creo que alguien entró, escóndete- de repente sentí que algo caía a mis espaldas y casi me muero del miedo y la sorpresa.
- ¡Momo!- grito Annie y solo así me di cuenta que no había ningún ladrón, solo el puto gato.
-¡Maldita bola de pelos! ¡casi me matas del susto!- entonces Annie comenzó a reír sin poder detenerse
-Claro, muy gracioso- dije molesto y fui escaleras arriba- me iré a dormir-avise frustrado.
-Bien, Adiós- se despidió Annie y segundos después escuche el sonido de la puerta.
Pov.Jason
-¡Jason!- gritó mi madre despertándome de un susto.
-¡Dios!-grité saltando de la cama
-¡¿Qué quieres mujer?!
-¿Que quiero? ¡Tu perro está destrozando mi jardín! Es tu responsabilidad arreglar mis flores.
-Pero, mamá...
-Nada de peros, cámbiate, que tienes mucho trabajo, no tendrás desayuno ni podrás salir hasta que termines.
- Está bien- resignado me levante de la cama, me puse una camiseta y busqué a mí perro antes de que mamá lo matara, esa mujer es capaz de todo por sus flores.
- ¡Sasha!- grité por toda la casa hasta que lo encontré
- Mamá te va a matar Sasha, lo presiento- le dije asustado.
Me acerqué lentamente mientras observaba qué es lo que había encontrado, para mi sorpresa, Sasha rascaba una superficie de madera que parecía estar profundamente enterrada.
- Hey, Sasha, ¿Qué es lo que has encontrado? - no me sorprendía en lo más mínimo el que haya encontrado algo, después de todo era un labrador, era algo típico de su raza.
Me acerqué lentamente para intentar ver qué es lo que estaba escarbando, pero lo único que veía era una superficie de madera con un diseño bastante bonito de unas flores que no supe reconocer. Después de un rato de ver a Sasha escarbar, me decidí a ayudarlo, después de todo, me había picado la curiosidad.
-Dame espacio, te ayudare a sacar esta cosa- le dije a mi confiable perro y para mi gusto y quizá sorpresa de algunos otros, este me hizo caso, aunque no antes de lanzarme una mirada fulminante que parecía decirme algo como `` Ni se te ocurra querer llevarte mi tesoro, que te arrancaré la garganta y esa fea cara que tienes...", exacto, algo típico de mi fiel amigo.
Me puse unos guantes para no arruinar mis manos y empecé a escarbar con ellas.
-Demonios, esto esta difícil.
Después de un rato de tratar de sacar el cofre con un evidente, recalco "evidente" fracaso, no me quedo de otra que llamar a alguien que me podría ayudar
- Espero que contestes desgraciado.
Después de una primera llamada perdida, por fin contestaron al otro lado de la línea.
- A la hora que te dignas a contestar- dije burlón.
- Diablos tío, que te he hecho para que me llames tan temprano- renegaron desde la otra línea, que si no fuera mi amigo de toda la vida, podría considerar su molestia como verdadera.
-No jodas Dan, ya son las 10.
-¡¿Son las 10?!, pero si yo creí que era recién medio día- gruño con molestia.
-No tienes remedio tío, pero ya, dejando de lado lo obvio- le dije burlón- te necesito aquí ahora.
-¿Tu madre volvió a dejarte sin desayuno?- pues sí, no era la primera vez que me amenazaban con ello ni que mi madre cumplía sus amenazas.
-No esta ves- reí- pero necesito tu fuerza aquí y ahora.
-¿No puede ser más tarde? - me dijo sin ganas.
-Nope, además vives al frente, puedes venir con pijama si quieres, además, no seas un flojo, te espero en 20, ¡Bye!- dije rápidamente sin darle oportunidad de oponerse ni despedirse
-Bien, aquí vamos de nuevo- y me puse manos a la obra.