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Clearest Blue por DanaLang

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Por un par de tensos minutos el único sonido en la espaciosa sala era el de los cubiertos sonando contra los platos servidos. Tras darle las respectivas felicitaciones a Alfred por sus habilidades culinarias, los invitados y huéspedes habían caído en un profundo silencio que se volvió incómodo para algunos de los presentes.


Uno de ellos era Dick, quien aclaró su garganta dispuesto a hacer un banal comentario para acabar con la quietud imperante, sin embargo, su padre lo interrumpió antes de que pudiera abrir la boca.


- Jason.


La voz de Bruce era firme y a la vez cordial, parecida a la que usaba durante eventos y otras situaciones sociales. De todas formas logró alertar al aludido, puesto que Jason estaba convencido de que a Bruce Wayne no le complacería saber que había iniciado una relación con su hijo mayor después de “raptarlo” de su baile de caridad.


Si tenía suerte, el multimillonario no había pronunciado su nombre por ese motivo.


- ¿Si?


- Renee y Kate me comentaban que estás trabajando como profesor sustituto en la Academia de Artes.


- Así es.


El silencio seguía siendo imperante en el salón exceptuando por ambas fuertes voces. Jason tenía la sensación de que todos los presentes estaban atentos como nunca a su intercambio.


- Una de las fundaciones de Wayne Enterprises es la sostenedora de la Academia. Si te interesa el trabajo puedo recomendarte. Y si demuestras que lo haces bien, por supuesto.


- Yo— Se lo agradecería—


- También me comentaron que tú y Dick están en una relación.


Apenas había comenzado a procesar el regocijo que le causó la oportunidad ofrecida por Bruce cuando su siguiente comentario le cayó como un balde de agua fría.


- ¿Cuánto tiempo llevan saliendo?


Dick intentó ayudarlo. - Uh, Bruce—


Tim murmuró: - … ¿Es en serio, Bruce?


También pudo escuchar a Damian chasquear la lengua, a Renee reír un poco y a Kate suspirar.


Mientras tanto, Cassandra no le quitaba los ojos de encima y aquella oscura mirada incluso lo ponía más inquieto que la imponente presencia de Bruce Wayne.


Jason le dirigió la mirada a Dick antes de responder, casi como si le estuviera pidiendo auxilio.


- … ¿Desde la semana pasada, creo?


- Es un nuevo récord para Grayson.


- ¡Damian!


Bruce solo lo miró por unos segundos con una expresión indescifrable en su rostro, para luego asentir y volver la atención a su plato.


Algo le decía que aún no pasaba la prueba por completo y que tendría que recorrer un largo camino antes de ganarse la confianza de Bruce Wayne. Su aprobación no era algo que le quitaba el sueño, pero podía imaginar que si era importante para Dick que ambos se llevaran bien.


Y estaba dispuesto a mucho por su idiota.


 


- ¿Ves? No fue tan malo. Hubieras visto como se puso el día en que Tim le presentó a su novio.


Mientras Kate y Renee charlaban un rato más junto a Alfred y Bruce antes de marcharse, Dick llevó a Jason a un lugar más solitario para “intercambiar impresiones” respecto a la cena. Quería asegurarle que su padre no tenía nada en su contra, aunque bien sabía que Bruce probablemente no se hacía muchas esperanzas respecto a su nueva relación.


- En ese entonces Conner llegó con su chaqueta de cuero, igual que tú, pero con un estilo…Ya sabes, más de adolescente. No generó la mejor primera impresión en Bruce pero eso ya se arregló. - Acariciando su mano mientras la sostenía, Dick le sonrió. - Hasta ofreció ayudarte con el trabajo. Dale tiempo, le vas a agradar.


- Está bien, Dick. ¿Te veo el lunes al almuerzo?


El mayor asintió con entusiasmo antes de dejarle un rápido y suave beso en los labios. - Te estaré esperando.


 


• • •


 


Los días pasaron y el trabajo se volvió más intenso para ambos. Usualmente se veían durante los fines de semana en el departamento de Dick si es que el mayor no debía alojarse en la Mansión Wayne.


- Con Jason todo va bien—Mejor que bien, es maravilloso, en serio. Es solo que…Me gustaría tener más tiempo para verlo. – Dick suspiró antes de llevar la taza de café a sus labios. – Creo que ni siquiera hemos tenido una cita como corresponde.


Donna, devuelta en Gotham por unos días, había decidido darle una visita en la Estación de policía para después invitarlo a beberse un café. Procuraría hacer lo mismo con Jason, a quien no había visto desde la fiesta en el departamento de Dick.


- Entiendo. Quizás es momento de que pidas vacaciones, haz trabajado muy duro y no solo le haría bien a tu relación, sino también a tu propio bienestar—Sin ofender, Dick, pero el cansancio comienza a pasarte la cuenta y se nota.


Otro suspiro escapó de sus labios. Era cierto, el trabajo de policía era arduo de por sí, pero Dick efectivamente comenzaba a percibir como todo le estaba costando más debido al cansancio. – Tienes razón, lo hablaré con el Comisionado.


Donna sonrió. – Así me gusta, será bueno para ti y estoy segura que Jason estará encantado de tenerte para él solo unas cuantas semanas.


Ambos se largaron a reír, aunque Dick se sintió sonrojar pensando en las posibilidades. - No, también debo pasar más tiempo con mis hermanos y todos en la Mansión…Quizás pueda convencer a Jason de que me acompañe y pase unos días allá.


- Vaya, te gusta demasiado como para estar dispuesto a llevarlo a la Mansión a dormir.


¿Gustarle? Dick se sentía enamorado. – Y si yo le gusto lo suficiente estará dispuesto a aguantar a Damian por mí. – Agregó, riendo.


Su amiga guardó silencio por un momento, simplemente sonriendo. Donna sabía leer muy bien a la gente y Dick estaba seguro de que ya había notado que sus sentimientos por Jason iban mucho más allá de una simple atracción. – Estoy tan feliz por ustedes… De hecho, es hasta un poco divertido porque a Jason le gustas desde que tiene trece, ¿lo sabías?


Aquella información lo tomó absolutamente por sorpresa. - … ¿Qué? – Atónito, espero a que su amiga ahondara más respecto a tal revelación.


- ¡Es cierto! Me contó que te conoció en un evento y quedó flechado de inmediato, luego te convertiste en su amor platónico durante la secundaria, nunca lo miraste, por supuesto—Pero eso tampoco lo acomplejaba, solo era un admirador más. – Sin más, tomó otro sorbo de su café. – Quien diría que acabarían así. Es de ensueño.


Dick comenzó a rememorar aquellos años de secundaria: claro que sabía que el hijo de Kate Kane asistía a la misma escuela, pero nunca supo nada más de él, debía admitir que había pasado la adolescencia demasiado preocupado de la gimnasia, sus calificaciones, cuidar a sus hermanos, y lidiar con los líos amorosos entre Kory y Barbara.


Quizás lo mejor que le pudo pasar a ambos fue no conocerse en ese entonces, sino en el presente en el que ya tenían la suficiente madurez como para trabajar en una relación y tomársela en serio.


Sin embargo, saber que había sido el amor platónico de Jason durante tanto tiempo era absolutamente adorable. – Vaya—Nunca me lo contó, ni tampoco me lo esperaba…


- Lo supuse, estoy segura de que le avergüenza. Um…No le digas que te lo dije, ¿sí?


La taza de café que llevaba a sus labios ocultó su sonrisa. – Tranquila, Donna. Si se llega a enterar siempre podemos culpar a Roy.


 


• • •


 


El sueño comenzaba a apagar sus sentidos poco a poco, invitándolo a sumirse en el tan tentador y merecido descanso. Pero pronto la vibración de su celular lo removió de su letargo; había olvidado dejar en silencio el aparato como solía hacerlo al irse a dormir, sin embargo aquello resultó ser un descuido afortunado: la llamada provenía de Dick.


- ¿Dick? ¿Ya saliste del trabajo?


- Si, al fin. – La voz del mayor advertía de su cansancio, Jason sabía que el trabajo en el GCPD le exigía dar todo de sí, pero en los últimos días las cortas conversaciones y su apagada voz le indicaban que su oficio comenzaba a desgastarlo, lo que preocupaba a Jason enormemente. - ¿Te desperté? Hay algo de lo que quiero hablarte.


Su interés se avivó de inmediato ante esas palabras. Procedió a sentarse en la cama, acomodándose antes de responder. - Uh, no, no me despertaste.  


- No me mientas, Jay. Me contestaste con esa ronca voz que te delata.


- Dime de una vez de lo que me querías hablar.


- Tranquilo, no es nada para ponerse nervioso. Solo estaba pensando en tomarme unas vacaciones, contigo.


- Pésima idea. Tú quieres ir a Hawaii y yo a Nueva York.


- Hm, estoy seguro que podría convencerte de ir a Hawaii.


- ¿Si? Me encantaría verte intentarlo.


- No me pongas a prueba, Jaybird.


Ambos rieron, aunque Jason sabía perfectamente que Dick estaba en lo cierto.


- Pero en serio, ¿vas a pedir vacaciones, ahora?


- Lo estaba pensando, pero quiero tomarlas contigo—Ya sabes, no hemos pasado mucho tiempo a solas, juntos y…Te extraño.


Algo sorprendido, Jason contestó. – Uh—Me encantaría, Dick. Pero he estado ahorrando para cambiarme de casa y no sé si podría costear unas vacaciones muy—


- Jay, yo podría pagar—


- Nada de eso, Dick. No dejaré que pagues todo. Pero escucha…Me parece una gran idea, hagámoslo.


- ¡Genial! Hablaré con el Comisionado y luego lo acordamos. Por ahora te dejaré dormir.


- Te dije que no estaba durmiendo—


- Deberías, es tarde. ¡Buenas noches, Jay! Sueña conmigo—Aunque ya sé que lo harás, ¡adiós!


Antes de poder contestar, Dick ya había colgado. Jason se dio unas cuantas vueltas en la cama buscando acomodarse y extrañando el calor del cuerpo de su novio a su lado. En momentos de añoranza como aquel la idea de pasar las vacaciones juntos parecía más tentadora que nunca, incluso aunque tuviera que someterse a los caribeños deseos de Dick.


Suspiró. Efectivamente Dick podía convencerlo sin mucho esfuerzo.


Aquello tan solo lo hacía darse cuenta de lo irremediablemente enamorado que estaba de él, además de lo ansioso que se encontraba por demostrárselo, aunque sin saber muy bien cómo. Las palabras llenas de romance no eran lo suyo, tampoco los gestos cliché que parecían sacados de alguna película de Hollywood.


Quizás esas preciadas vacaciones serían la oportunidad perfecta para manifestarle su profundo enamoramiento, y de una forma especial.


 


• • •


 


El atardecer teñía el cielo de un tenue rosa. El único sonido que resaltaba en el abierto paisaje de las cercanías al lago era el rugido de una motocicleta, en la cual sus ocupantes mantenían un cómodo silencio.


Al encontrar un lugar ideal para estacionar, Jason detuvo el vehículo y descendió, siendo inmediatamente seguido por Dick. El mayor estiró sus extremidades e inspiró hondo. A lo lejos podía escuchar el cantar de los pájaros y las hojas de los árboles siendo suavemente sacudidas por la fresca brisa que los recibía. A su lado, Jason desempacaba unos cuantos aperitivos y todo lo necesario para un simple picnic.


Ciertamente se sentía como si hubiera llegado al paraíso.


- Es el lugar ideal para nuestra primera cita. Pero sigo creyendo que la idea del skydiving era buena. – Dick se acomodó en el pasto, y pronto Jason se le unió, cuando la comida ya estaba servida frente a ellos.


- ¿Qué clase de primera cita es lanzarse desde un avión? Creí que te gustaba el romance. – Respondió Jason, dándole un mordisco a su croissant. – Por eso elegí este lugar…Al menos es lo que hay mientras ahorro para mudarme.


Finalmente consiguieron sus anheladas vacaciones, sin embargo no pudieron permitirse algo muy lujoso puesto que Jason había comenzado a ahorrar dinero para salir de la casa de sus madres y se negaba a que Dick pagara por todo, no importaba lo rico que fuera su padre.


- Jay, créeme, esto es perfecto— Pero hey, el skydiving también es romántico. Creí que ya sabías lo mucho que me gusta caer y volar. – Sonriendo, Dick tocó la punta de la nariz de Jason con su dedo índice.


Pero el menor no devolvió el gesto, sabía de dónde provenía aquella inusual afición. - ¿Alguna vez…Volviste a subirte al trapecio?


Un atisbe de tristeza cubrió el rostro de Dick y Jason se arrepintió inmediatamente de realizar aquella pregunta, sabía que era un tema delicado y estaba a punto de pedir disculpas cuando el mayor le respondió:


- Si, un par de veces. ¿Y honestamente? Se sintió igual de increíble y fantástico como cuando lo hacía con mis padres…Me encantaría que algún día me vieras.


La sonrisa volvió a dibujarse en los labios del mayor, aliviando a Jason. – Estoy seguro que luces fantástico allá arriba, chico maravilla.


Dick dejó escapar una risa y por un momento Jason sintió como su mundo se detenía debido a la belleza de quien tenía la oportunidad de llamar su novio. Levantó una mano para acariciar su mejilla y Dick se inclinó ante el gesto, atrapando sus labios en un beso y juguetonamente recostando a Jason en el pasto, quedando sobre su cuerpo.


- Volemos juntos, Jaybird. – Susurró.


Con un beso Jason sucumbió ante los deseos de Dick, aferrándose a su cadera y dejándose llevar por el calor de los labios del mayor.


- No me llames así cuando tratas de seducirme.


- ¿Por qué no? Creo que está funcionando.


Se besaron por un buen rato más y se mantuvieron abrazados, no había necesidad de palabras, solo sentir el calor de sus cuerpos y la fresca brisa que los acunaba. Dick acarició su cabello y acercó sus labios al oído de Jason para murmurar:


- Me contaron que fui tu amor platónico durante la secundaria.


Al escuchar que su secreto ya había dejado de serlo para Dick, Jason se sintió sonrojar inmediatamente y alejó su rostro del contrario, estupefacto.


- ¿Quién-? Fue Donna, ¿cierto?


- Eso no importa, Jay—


- Por supuesto que fue Donna. Kyle también lo sabía pero… ¿Por qué Kyle te lo diría? No es como si ustedes tuvieran mucho en común para contarse ese tipo de cosas-


Posando su dedo sobre los labios de Jason, el mayor lo detuvo. – Hey, si tengo cosas en común con Kyle, cosas bastante importantes. – Respondió, moviendo sus cejas sugestivamente pero buscando hacer reír a Jason, y como siempre, lo consiguió. – Pero está bien, Jay. Me sorprendió, pero es adorable. Tú eres adorable.


Los labios de Dick pasaron por la encendida piel enrojecida de Jason, logrando que se relajara. – No soy adorable— Pero es cierto… Me gustas desde que tengo trece y— Mierda, decirlo es incluso más vergonzoso. Pero… - Tomando el rostro de Dick entre sus manos e incapaz de despegar su mirada de aquellos azules ojos, prosiguió: - Ahora que se volvió una realidad…No creo que pueda ponerse mejor.


Dick sonrió. – Al contrario, Jay. Si tú estás conmigo y mientras estemos juntos…Esto solo se puede poner mejor.

Notas finales:

Primero que todo: ¡perdonen por la enorme tardanza! ;; la vida (?) no me dejaba mucho tiempo para escribir y editar, además de que tuve unos cuantos problemas con este capítulo y no quería subirlo hasta estar a lo menos satisfecha con él, ustedes, mis queridos lectores, se merecen siempre algo de calidad. <3


¡Espero que les haya gustado! Este es algo así como el final, pretendo subir un epílogo pero en definitiva la historia concluye aquí, ¡muchas gracias por leer! Los espero en las reviews, y espero poder subir el epílogo pronto, besos para todos. <3


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