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Clearest Blue por DanaLang

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Notas del capitulo:

Imprtante: Este capítulo contiene material adulto. 

Moviendo cajas de un lado a otro y con un dolor de espalda que solo dicho trabajo era capaz de provocar, Dick se repitió una vez más que las pequeñas incomodidades físicas valían la pena al pensar en lo que los esperaba a la noche. 

Todo había comenzado un domingo por la mañana en su departamento. Terminaba de lavar un par de tazas cuando sintió a Jason abrazarlo por la espalda y su confortable calor entró en contacto con su piel. Dick sonrió, ladeando su cabeza levemente y recibiendo un dulce beso en su mejilla.

- Dick, hay algo que quiero preguntarte. – Le susurró el menor, y su tono de voz fue suficiente para despertar la curiosidad de Dick.

De inmediato se separó de sus brazos para voltearse y mirarlo a la cara. - ¿De qué se trata?

Jason pasó una mano por su cabello, alborotándolo más de lo que ya estaba. Dick había aprendido a identificar aquello como un gesto nervioso, y Jason no era un hombre que se sentía inquieto con tanta facilidad así que debía ser algo importante, que realmente le importaba.

En definitiva, si Jason estaba nervioso entonces él también comenzaba a preocuparse.

- Sabes que he estado mirando algunos departamentos para mudarme— Ya me decidí por uno y quería proponerte que… Fueras a vivir conmigo.

Vaya. Vaya. Irse a vivir juntos era un gran paso, pero la felicidad ante esa oportunidad era imposible de ocultar en el rostro de Dick.

- Yo— No me lo esperaba, pero… Me encantaría, Jason. - Sonriendo se le acercó para darle un fuerte abrazo. - Hablémoslo con más calma al almuerzo, ¿sí?

•••

- Descansa un momento, Dickie. Si sigues así vas a estar muy agotado como para recibir a los invitados— Y no pienso lidiar con Roy y Wally por mi cuenta.

Habían decidido, o más bien, sus amigos decidieron dar una fiesta de inauguración en su departamento una vez se mudaran, lo que pareció una gran idea en su momento pero ninguno de los dos dueños de hogar contaba con que tendrían que desempacar y ordenar tantas cosas, por lo que corrían contra el tiempo.

Dick enderezó su columna y estiró sus brazos para después acercarse a Jason. - Vamos a tomar una siesta juntos, tú también deberías recostarte un rato.

- Si nos metemos en esa cama no saldremos de ahí.

- Es una posibilidad. - Respondió, sonriendo y encaminándose hacia la habitación.

Sin más, el mayor se lanzó sobre la cama y al acomodarse le lanzó una mirada a Jason que lo invitaba a acompañarlo.

Era imposible darle un “no” como respuesta.

 

Jason despertó con el familiar calor del cuerpo de Dick aferrándose a él. Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver a su novio dormir con tanta paz en el lugar que ahora podía llamar su hogar. Sin embargo, dicha tranquilidad no duró demasiado puesto que pronto Jason notó que ya había oscurecido.

Se levantó de golpe y alarmado miró la hora en su celular: eran pasadas las 7:30 de la tarde y los invitados no tardarían en llegar.

- ¿Jay? ¿Qué ocurre?

- Nos quedamos dormidos. Mira la hora.

- Mierda.

Rápidamente Dick se levantó y se dirigió al baño mientras Jason se encaminaba hacia el salón para intentar ordenar antes de que sus amigos llegaran. Pronto Dick se le unió para ayudarlo, pero no pudieron hacer mucho hasta que el timbre indicó que era demasiado tarde.

Ambos se miraron antes de abrir, y Dick le ofreció una sonrisa. - Nuestra primera visita.

- No te pongas emocional sobre esto.

- ¿Por qué no? ¡Es importante! - Agregó, acercándose a la puerta y abriéndola.

Frente a ellos Barbara Gordon y Helena Bertinelli sostenían una caja de pizza y una botella de vino respectivamente.

- ¡Bienvenidas!

- ¡Jason!

Barbara se adelantó, pasándole la caja de pizza sin mucha delicadeza a Dick.

- Hey Barbie, es bueno verte otra vez.

Oh, claro. Jason se lo había comentado hace un tiempo: Su actual novio y ex-novia se conocieron cuando Jason cursaba la secundaria, Barbara le hacía una tutoría de cálculo y se veían a menudo cuando la pelirroja trabajaba en la Biblioteca de Gotham.

- ¡Mira cuanto has crecido!

Ambos rieron ante la poco impresionada mirada de Helena. Pronto Barbara volvió a dirigirse a Dick, aun sonriendo.

- Hey, lindo apartamento. - Dijo, dándole un rápido vistazo al lugar. - Logré convencer a Helena de venir, me debes una.

Dick rio un poco mientras dejaba la pizza sobre una mesa.

- Me alegra que vinieras, Helena, gracias.

- No lo agradezcas, Dick. Tenía que ver esto con mis propios ojos.

- Jason, te presento a Helena Bertinelli, una amiga. Helena, este es Jason Todd, mi novio.

Aquello aún se sentía exquisito de decir. Podría gritarlo a los cuatro vientos de lo feliz que lo hacía.

La presentación no pudo durar mucho cuando el timbre los interrumpió. No era necesario abrirla para saber quién estaba tras ella, puesto que se podía distinguir claramente la voz de Roy lanzando unas cuantas bromas acompañado de otras dos voces femeninas.

- ¡Jaybird! ¡Dick! Gracias por recibirnos en su nido de amor.

Roy hizo entrada al lugar con aquel comentario y tras él, Donna suspiraba y Kori reía. Al hacer ingreso a su hogar, Donna le entregó a Dick otra caja de pizza más.

Pronto el departamento ya parecía lleno, los últimos en llegar fueron Kyle y Wally a quienes un retraso los detuvo— Tenían que comprar una pizza con piña.

 

- Desempacamos todo el día y aun así no terminamos, subestimé la cantidad de herramientas de mecánico y libros que Jason trajo con él— Fue lo único que hicimos y por eso no pudimos preparar mejor el departamento… Gracias por traer las pizzas.

Sentados en el sillón, Dick, Barbara, Roy y Wally comían mientras el alcohol y otras bebidas comenzaba a abrirse bajo la entusiasmada mirada de Kyle y Jason.

- No hay problema, Dick. Para eso están los amigos. - Respondió Roy. - Además, es bueno saber que no tuvieron tiempo de hacer algo más, así nos aseguramos de que aún no lo han hecho en este sillón.

- ¡Ew, Roy!

- Eso fue innecesario.

Sonrojándose levemente, Dick terminó su pedazo de pizza y se puso de pie. - Iré a ver si Donna y Kori necesitan algo, las vi entrar a la cocina…

 

Tras asegurarse de que sus amigas no necesitaban ayuda (al contrario, estaban preparando una bebida que Kori había probado en Brasil) Dick volvió al salón, en donde Kyle, Wally y Roy ya habían dado rienda suelta al karaoke mientras Barbara disfrutaba del espectáculo grabándolo desde el sillón. En cosa de segundos Kori se les unió, mientras Dick tomaba asiento junto a la pelirroja.

- ¿Dónde está Jason?

- Fumándose un cigarro en el balcón con Helena. Sabía que se llevarían bien. - Barbara le acercó una copa llena de vino y se la ofreció, para luego tomar un sorbo de la suya. - Por cierto, Jason es probablemente mi favorito de todos los novios que has tenido.

- ¿”Todos”? Lo haces sonar como si hubiera tenido muchos.

La pelirroja arqueó una ceja. - ¿Quieres que empiece a contar? Supuse que no.

- ¿Esto significa que tengo tu bendición?

- Por supuesto. Siempre la has tenido.

Dick sonrió. - Gracias, Babs. Sabes que eso significa mucho para mí…

- Hey, ambos tienen todo mi apoyo. Y— Oh dios, ¿están bailando Single Ladies?

 

La sesión de karaoke se prolongó por un buen rato más y los únicos que no salieron a participar de ella fueron Helena y Jason, muy fieles a su estilo. (Aunque Barbara le comentó a Dick que ella y Dinah podían conseguir que Helena se uniera al karaoke, secretos de chicas, suponía.)

Ahora el grupo volvía a divertirse convirtiendo el salón de los dueños de casa en una pista de baile.

Con un suspiro Jason se dejó caer en el sillón y bebió un sorbo de su cerveza, su mirada permaneció atenta al grupo que a juzgar por sus pasos de bailes ya estaban algo ebrios.

- Entonces… - Roy se le unió en el sillón, pasando un brazo por sobre su hombro. - Jaybird finalmente salió del nido. Ya veo que la tía Renee adopta un gato, ya sabes, por lo del “síndrome del nido vacío” y todo eso.

Jason rió un poco, aunque no podía negar que extrañaría la rutina junto a sus madres. - Seguramente ya están haciendo su propia fiesta celebrando que al fin las deje solas.

Las llamaría por la mañana, Kate le dijo que lo hiciera y aunque ya no vivieran en la misma casa no podía desobedecer a mamá.

Mientras Roy le hablaba observó a Dick acercándose a ellos. Sonrió y se hizo a un lado para darle espacio a su novio, quien lucía algo cansado.

- No creí que intentar bailar salsa me cansaría tanto. Creo que me hago viejo. - Dick se desplomó a su lado y le quitó la botella de cerveza para beber un poco.

El menor alzó la mirada y se encontró al grupo siendo guiado por Kori en un intento de baile de salsa.

- Por cierto, Roy. - Continúo Dick, mirando al pelirrojo. - Donna acaba de quedar sin pareja así que…

- No es necesario que digas más.

Ambos rieron y tan solo en ese momento Dick se le acercó un poco más, reposando su cabeza en su hombro. Jason abrazó su cintura y lo acercó a su cuerpo, sin importarle que sus amigos vieran lo cariñoso que podía ser cuando el mayor lo incitaba.

Dick cerró los ojos por un momento. Sentir el calor del fuerte cuerpo de Jason envolviéndolo mientras la animada música y las risas de sus amigos sonaban de fondo lo hacían sentirse profundamente agradecido.

Hubo una época en la que no creyó que se le sería posible sentar cabeza junto a alguien más. Con cierta desilusión se había resignado a una vida de pasajeros amoríos y la posibilidad de establecerse con una pareja de forma “permanente” parecía cada vez más lejana, algo por lo que una vez más se culpaba así mismo.

Pero con Jason todo había sido distinto. Sus personalidades podían llegar a ser extremadamente opuestas pero aun así se complementaban como lo habían logrado con pocas parejas.

Por supuesto, no todo había sido perfecto. Aquellos contrastes en sus personalidades podían llegar a generar intensos conflictos entre ambos si no tenían cuidado. Jason jamás olvidaría como acabó su primera y única gran pelea con Dick: No se vieron ni hablaron por cinco días, suficiente para que Renee y Kate se dieran cuenta de lo que sucedía y, dándole un sermón como si volviera a ser un adolescente, Kate lo convenció de ir a pedirle disculpas en persona a Dick.

Llegó a las puertas de la Mansión Wayne empapado y no alcanzó a balbucear ni una sola palabra cuando tenía los labios de Dick sobre los suyos.

Dejar a un lado su orgullo de esa forma no era algo que Jason hacía por cualquiera, y Dick estaba al tanto de ello. En su corazón no había duda alguna: Era el indicado. Complacido, alzó el rostro y Jason le ofreció una sonrisa antes de depositar un beso en sus labios.

Por sobre todas las cosas, Dick se sentía feliz.

•••

La madrugada había caído y se llevó a cada uno de los invitados y cualquier rastro de que una fiesta tuvo lugar en aquel departamento. Sus amigos, al menos los que no padecían en exceso de los efectos del alcohol (o sea, solo Wally) se encargaron de limpiar el lugar antes de partir. Tras apagar las luces Jason se lanzó a la cama como si no la hubiera disfrutado en años. Compartir con amigos por tanto tiempo podía llegar a ser un poco agotador, pero al menos se había divertido y el orgullo y dicha que le causaba tener su propio departamento junto a su novio suplía cualquier cansancio físico.

- Primera fiesta en el departamento y no recibimos ningún reclamo, ni siquiera cuando Kyle tomó el micrófono del karaoke. - Dick se acercó a la cama tras salir del baño y subió a recostarse sobre el cuerpo de Jason. - Lo considero un rotundo éxito.

Cerrando los ojos, Jason acarició la espalda de Dick de esa forma que sabía que encantaba al mayor. - Aun así no quiero recibir invitados en un buen par de meses.

- Que mal, pues aún tenemos que esperar las visitas de mi familia y la tuya.

- No me lo recuerdes…

- Ssh, huraño. - Dick se levantó para sentarse sobre el regazo de su novio. - ¿Te divertiste?

Jason asintió.

- … ¿Estás cansado?

Una sonrisa volvió a dibujarse en los labios del menor y acariciando la cadera de Dick por debajo de su camiseta, respondió: - Nunca estoy muy cansado como para tener un poco de tiempo de calidad contigo.

Dick sonrió para luego descender y atrapar sus labios en un beso. Jason respondió complacido, feliz de tenerlo solo para él nuevamente.

- Que caballeroso, señor Todd.

- Lo sé. Te encanta.

Se besaron nuevamente, esta vez con más intensidad y calor, Jason deslizó sus manos por el cuerpo de Dick para detenerse en su trasero mientras sentía como la lengua del mayor lamía su labio e ingresaba en su boca.

El agarre en los glúteos de Dick se hizo un poco más fuerte, lo que le ganó un pequeño sonido de placer entre el beso. Al separar sus bocas Dick mantuvo su rostro cerca del suyo y susurró: - Me encanta. - Jason sintió como sus manos subían por lentitud por su torso, mientras su azul mirada permanecía fija en él. - Tú me encantas.

Dick solía decir cosas como esas. Lo asaltaba con halagos, palabras llenas de cariño y afecto, y pese a todo el tiempo que llevaban juntos siempre tomaba a Jason por sorpresa. Lo hacía sonrojar como si fuera la primera vez que alguien le dedicaba gestos de ese tipo. Ese era el efecto que Dick Grayson tenía él, y el mayor lo sabía.

Dichas cariñosas palabras eran como gasolina para Jason. Se levantó para quedar sentado en la cama y besó rápidamente a Dick antes de quitarle la camiseta y esparcir besos por su desnudo cuello y pecho, como si fuera la única forma que tenía de decir “te amo” de vuelta.

Aquello no era un problema para Dick, al contrario, la pasión en cada caricia, beso y embestida que Jason le brindaba le aseguraban que era suyo por completo. Cerraba los ojos y se dejaba llevar por el placer que en ese mismo momento los húmedos besos de Jason sobre su cuello le provocaban, al tiempo en que sus manos se movían con posesividad por su cuerpo.

Sintió la lengua de Jason lamiendo uno de sus pezones y ahogó un gemido, plenamente consciente de que dichos pequeños sonidos eran capaces de volver loco al menor. Pronto posó su boca sobre el otro pezón, lamiendo y mordiendo levemente— Dick comenzó a mover sus caderas con lentitud, buscando despertar aún más la excitación en Jason. El menor respondió situando sus manos sobre sus glúteos e incitó el tentador vaivén entre ambos.

- Mmh, Jay… - Lo obligó a separarse de él para quitarle la camiseta y recostarlo en la cama nuevamente. También quería mimarlo un poco.

Se encaramó sobre su cuerpo y lo besó por un momento antes de dejar que sus labios descendieran por sus mejillas, quijada y cuello, zona en la que se esmeró por dejar un par de marcas como las que Jason dejaba en él. A medida que bajaba por su pecho y torso, sus manos acariciaban su piel y pudo sentir como la respiración del menor se agitaba levemente.

Al llegar a su entrepierna, Dick alzó la mirada y sonrió, acariciando la erección de Jason por sobre el pantalón. – Parece que alguien está emocionado.

- Idiota. - Jason llevó una mano a su rostro, intentando ocultar la risa que Dick le había provocado. - ¿Por qué no mejor usas esa boca para otra cosa?

Sin apuro, el mayor comenzó a desabrochar su cinturón y bajó su pantalón. – Que manera de seducir, Jay.

Otra risotada escapó de su boca, pero esta se desvaneció en cuanto sintió como Dick besaba su miembro por sobre la tela de su ropa interior. Alzó la vista, nuevamente esa azul mirada caía sobre él. - ¿Quieres mi boca?

- Mierda— .

- Di las palabras mágicas.

- Por favor...Ahora deja de ser un maldito provocador.

Odiaba la facilidad con la que lo hacía perder la cabeza.

- Hm, qué maleducado. Tienes suerte de que me gusta hacer esto.

Sin más, Dick lo despojó de su ropa interior y sostuvo su miembro para dejar un húmedo beso en la punta y luego darle una lamida.

Tras recorrer su erección con una serie de besos, finalmente insertó el miembro en su boca, con lentitud y con su mirada atenta en Jason, quien acarició su cabello buscando que fuera más rápido.

Dick entendió de inmediato la petición y comenzó a chupar con un poco más de rapidez, emitiendo pequeños sonidos que sabía que harían gemir al menor igualmente.

- Mierda, Dickie— Lo haces tan bien. - Exclamó, jadeando. - Sigue así, vamos.

Debía admitir que aquellas palabras de aliento efectivamente lograban excitarlo más, su propia erección comenzaba a incomodar en sus pantalones y tenía deseos de tener a Jason entre sus piernas, pero quería hacerlo terminar primero.

Su boca se movió con más rapidez y con la misma maestría que le había demostrado tantas veces durante su relación y en los distintos lugares en los que se había puesto de rodillas para su novio. (Y rememorando las deliciosas veces en que Jason hizo lo mismo por él).

- Dick— Dick, estoy cerca…

Dejo que Jason agarrara su cabello y guiara sus movimientos hasta sentir como el orgasmo recorría el cuerpo del menor y se corría dentro de su boca. Tragó y se incorporó, recobrando el ritmo de su respiración y mirando con satisfacción lo acabado que se veía su novio.

Pero no por mucho, aún tenía que encargarse de su problema en sus pantalones.

Jason lo acercó a él para besarlo, dejando que su lengua saboreara su propia semilla dentro de la boca del mayor. Se besaron con lentitud por un momento hasta que Jason lo obligó a recostarse en la cama y sin perder el tiempo le sacó los pantalones y su ropa interior— Al fin acariciando su erección.

- ¿Lubricante?

Dick dirigió su mirada hacia el pequeño velador que habían instalado junto a la cama. - Agradece que recordé dejarlo cerca.

Jason rio antes de inclinarse a buscar la botella, mientras Dick se acomodaba entre las almohadas y abría sus piernas listo para recibir el frío ungüento sobre los cálidos dedos de su novio.

Una vez posicionado sobre Dick, Jason acarició su rodilla y susurró: - ¿Listo?

Dick asintió y cerró los ojos, sintiendo como un dedo acariciaba aquella sensible zona hasta hacer ingreso en él. Jason masajeó con delicadeza pero con el movimiento indicado para dejar a su novio al límite de la desesperación, deshecho y anhelando sentirlo por completo en su interior.

Al verlo de esa forma lo único que deseaba era poseerlo de inmediato, pero debía ser prudente y prepararlo correctamente.

- Ven aquí, Jay…

Por lo general su cautela acababa tan pronto escuchaba a Dick suplicar por su tacto. Descendió, sacando los dedos y besando al mayor, ahogando su sutil quejido al sentirse vacío. Se miraron a los ojos, sin necesidad de palabras para comprender que ambos ya habían tenido suficiente de jugueteos y provocaciones.

Con cuidado Jason tomó los muslos de Dick y el mayor inmediatamente enroscó sus piernas en la cadera contraria, para luego dejar que Jason lo penetrara con una agonizante lentitud. Apretando los labios reprimió un gemido y cerró los ojos, una vez pasada la inicial incomodidad su cuerpo se estremeció con la familiar pero siempre placentera sensación de tener el miembro de Jason dentro de él y al volver a abrir los ojos encontró al menor con una hambrienta mirada cubriendo sus verdosos ojos. Dick sonrió y enroscó sus brazos alrededor de su cuello para atraerlo y besarlo con una ardiente pasión mientras sentía como empezaba a embestir suavemente.

Habían hecho lo mismo en incontables ocasiones, pero cada una de ellas se sentía como si fuera la primera vez: Esa inolvidable noche en el departamento de Dick donde riendo y saboreando la champaña en los labios del otro se dejaron embriagar por el mutuo deseo y el profundo amor que había nacido entre ambos.

- Se siente tan bien, tan bien estar dentro de ti— - Jason besó su cuello, lamiendo las marcas que había dejado sobre su piel y mordiendo con suavidad su hombro. No se le era habitual hablar durante el sexo, pero las múltiples veces en las que se había acostado con Dick lo acostumbraron a vocalizar su placer.

Complacido ante las palabras de su novio, Dick enterró sus uñas en la espalda del menor y se dejó llevar por el ardiente placer que le brindaba.

El ritmo era tortuosamente lento, querían disfrutar cada segundo de aquel primer encuentro en su cama, inundar aquellas cuatro paredes con los lascivos sonidos de su amorío y darle la merecida bienvenida a lo que sería su nueva vida.

Dick movió sus manos hasta dejarlas en el cabello de     Jason, enredando sus dedos entre sus oscuras hebras.

- Jay, Jason-

El menor levantó el rostro para mirarlo a los ojos, entendiendo de inmediato aquello que la azul mirada de Dick le estaba pidiendo. Sonrió, antes de besar una vez más sus labios y detener el movimiento de sus caderas.

Hecho esto, Dick volteó el peso de sus cuerpos dejando a Jason recostado en la cama. Permitió que el miembro de Jason se frotara contra sus glúteos, tentándolo como él lo había hecho minutos atrás. - ¿Lo quieres, Jay?

- Vamos, Dick—

Complacido ante los ruegos de su novio, Dick finalmente comenzó a descender para que Jason entrara en él nuevamente. Mordió su labio, aguantándose un quejido al volver a sentir dicha intromisión.

Pronto comenzó a moverse sobre él, su cadera subía y bajaba en un tortuoso ritmo que, junto a su arqueada columna, hacían a Dick una escena del más puro placer.

Jason alzó sus manos para acariciar aquellos tonificados muslos y cerró los ojos por un momento, simplemente disfrutando sentir como se hundía en la calidez y humedad del cuerpo de su novio. Levantándose, se aferró a las caderas de Dick y llevó sus labios a la igual de hambrienta boca del mayor, besándolo y permitiendo que sus lenguas se encontraran. Con su respiración agitada descendió por su quijada y cuello, besando aquella morena piel mientras se deleitaba con los dulces sonidos que Dick emitía.

- Mmh, Jay—Mierda…

El ritmo comenzó a volverse más rápido e intenso, sus ardientes cuerpos se rendían una vez más ante la promesa de un exquisito éxtasis que los uniría, y así se lo hizo saber Dick con el movimiento de sus caderas que se tornó errático, a lo que Jason respondió apretando sus glúteos y embistiendo igualmente.

Aquellos movimientos lograron alcanzar aquel punto en el que Dick se sumía por completo al placer. El mayor enterró sus uñas en la espalda de Jason y gemido tras gemido alcanzó una y otra vez dicha maravillosa sensación.

Los besos y lamidas en el cuello de Dick también se volvieron más lascivos a medida que Jason sentía como su propio orgasmo se acercaba. Escuchar los jadeos del mayor lo llevó a cambiar sus posiciones nuevamente, lo recostó sin ninguna delicadeza en la cama para comenzar a embestir con fuerza y rapidez, y dirigió su mano  hacia el miembro de Dick intentando masturbarlo al mismo ritmo de sus estocadas.

Dick enroscó sus piernas alrededor de la cadera de Jason y se aferró a él como si su vida dependiera de ello, mientras le hacía saber lo cerca que se encontraba de acabar.

- Jay— Jason… - Jadeó. - Te amo, dios— Te amo, te amo…

- Dick—

No era la primera vez que Dick se lo decía. Al contrario, se había vuelto usual durante sus últimos encuentros y en cada uno de ellos aquellas palabras llenas de amor eran suficientes para hacer que Jason alcanzara su orgasmo.

- Yo también te amo.

Jadeando, Jason lo miró a los ojos y bastaron una, dos, tres embestidas más para que el éxtasis recorriera su cuerpo y nublara cada uno de sus sentidos. Con un gemido ahogado por su propio orgasmo, Dick se corrió en su mano mientras Jason terminaba en su interior, derramando su semilla en su cálido cuerpo.

Segundos después yacía recostado en la cama con su más que satisfecho novio acurrucado junto a él. Siempre se impresionaba ante lo etéreo que lucía Dick tras un orgasmo.

Pero luego recordaba que a sus ojos, Dick siempre lucía así de hermoso.

Se mantuvieron en silencio por unos cuantos segundos, normalizando el ritmo de su respiración y simplemente disfrutando del mutuo calor.

- Esto...Esto es todo lo que siempre quise, Jay.

- ¿Si? – Jason acarició el cabello de Dick y los tapó a ambos con las sábanas. Era cierto que estaba cansado, pero siempre se interesaba en las charlas post-coitales de su novio. - ¿A qué te refieres?

- Pues— La independencia, pero compartida con alguien. - El mayor se acomodó sobre su cuerpo antes de continuar. - Por mucho tiempo quise abandonar el nido, salir de casa, dejar atrás todo lo que ello implicaba y comenzar una vida propia. Bruce es un gran padre, le estoy eternamente agradecido, pero…Ser el hijo mayor de Bruce Wayne se vuelve agobiante muy pronto, y no es la vida que quería, no estoy hecho para ella tampoco. Quizás Tim lo está. Incluso Damian, pero yo siempre supe que mi camino era otro.

Jason lo escuchó atentamente, sin despegar ni un momento su mirada de él.

- Conseguí mi independencia, y todo lo que obtuve, mi departamento, mi lugar en el GCPD fue con mi propio trabajo, no podía dejar que Bruce interviniera y eso me hizo sentir aún más orgulloso al darme cuenta de que había conseguido lo que buscaba. O al menos eso creía… Pero no me parecía suficiente, debía compartirlo con alguien, la soledad es buena de vez en cuando pero no estoy acostumbrado a ella— Y pues, ya sabes que tuve varios fracasos amorosos antes de llegar a ti. - Admitió, riendo. Luego alzó su azul mirada y le ofreció a Jason una de esas sonrisas que podían quitarle la respiración. - Me has hecho increíblemente feliz, Jason Todd. Y te amo.

Pocas cosas podían llenarlo de felicidad como tales simples palabras pronunciadas por el hombre indicado. Sus labios volvieron a encontrarse, y en un momento aparentemente fugaz pero que se perpetuaría en la memoria de ambos, Jason se sintió como el hombre más afortunado del planeta.

- Muchísimo. - Murmuró Dick antes de besarlo una vez más, con más de intensidad en el gesto.

- Yo— No soy bueno con las palabras y lo sabes. - El mayor asintió, riendo un poco. - No sé lo que hice para merecerte pero… Eres una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.

Se le hacía difícil decirlo y Dick estaba al tanto de ello. Por lo que escucharlo convertía a aquellos momentos en algo mucho más especial. Sonriendo, volvió a besarlo mientras sentía como el menor lo acercaba con un poco más de fuerza a su cuerpo.

- Jay, cuando dices cosas como esas hasta me dan ganas de que tengamos otra ronda. - Ambos rieron, y el mayor simuló un puchero. - Pero me dejaste bastante adolorido.

- Dejémoslo para mañana, entonces. - Respondió Jason, volviendo a acomodarse entre las almohadas aún abrazado al cuerpo de Dick.

- Muy bien. Después de todo, seguiremos aquí por la mañana.

 

Y eso era todo lo que necesitaban saber para irse a dormir con una sonrisa. 

Notas finales:

Y aquí estamos, el final, sobs. Primero que todo, pedir disculpas por tardarme en actualizar ;; y pues, muchisimas gracias a todos por seguir esta historia, agregarla a favoritos y comentar, me hizo muy feliz saber que la estaban disfrutando, de verdad ;u; <3. Es un poco triste llegar al final pero al menos me siento orgullosa de al fin poder terminar un fic de más de tres capítulos, yay (?).


Puede que escriba otros one-shots basados en este AU (hay unas cuantas cosas que deje afuera a la hora de editar) pero ya veremos gjkdf. Una vez más, ¡muchas gracias a todos! Nos seguimos leyendo por aquí y otras plataformas, abrazos para todos. <3


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