- Escúchame, Wally. La piña no puede ir en la pizza, es una barbarie.
- Creo que simplemente no sabes cómo disfrutar la vida, Roy.
Era imposible no reírse a carcajadas con la discusión que se propiciaba entre sus amigos. Para ese entonces Jason y Kyle aún no volvían de la cocina, pero gracias a lo bien que la estaba pasando con sus amigos, Dick lo había olvidado por un momento.
- Donna, apóyame en esto. - Agregó Roy, dejando su botella en la mesa con un contundente sonido y expectante a la respuesta de la joven.
- No lo sé. Quizás deberías abrir tu mente a nuevos sabores.
Aparentemente destrozado, Roy llevó sus manos a su rostro. - Primero Dick, luego Wally, ¿y también tú? Me rompes el corazón, Donna. - Todos en esa mesa sabían que aquella no sería la primera vez, pero tanto Donna como Roy rieron de todas formas. - Estoy seguro que Jaybird no me fallará. - Inclinó su silla hacia atrás, intentando mirar hacia la cocina. - Siguen ahí. - Dicho esto, esbozó una sonrisa que no podía significar nada bueno (para Dick) y susurró: - Entonces...Esos dos, ¿creen que vuelvan?
Una desagradable sensación invadió su pecho al oír esa pregunta y pensar en las posibilidades de que se volviera una realidad. Sintió la mirada de Donna sobre él rápidamente, hasta que la mayor le respondió al pelirrojo. - No lo creo. Lo suyo ya pasó.
- ¿Estás segura? Digo, los vi llegar juntos en la motocicleta de Jason y ahora esto. Dick no te alarmes si en algún momento de la noche los encuentras besándose en tu baño.
Al ser directamente aludido Dick solo intentó reír. Si algo jugaba a su favor era su capacidad de ocultar lo que ocurría dentro de él con una de sus cuantas carismáticas sonrisas, pero se le era difícil sonreír cuando podía imaginar con absoluta claridad la situación descrita por Roy.
- Hey, hey. Deténganse, ¿el chico rudo fue novio de Kyle? - Al menos Wally también había sido sorprendido por tal información.
- Algo así. Por un tiempo. Pero eso ya acabó.
- Yo no pierdo la fe en ellos. Mírenlos, a Kyle parece gustarle ese tipo de hombres, y ambos están metidos en todo un ambiente artístico y esa mierda. Se pueden entender.
Donna suspiró. Sus intentos por restarle importancia a una eventual reconciliación entre Kyle y Jason hicieron pensar a Dick que ya había descubierto su pequeño secreto. Más tarde debía darle las gracias por prestarle aquel tan necesitado apoyo emocional.
- Jason ahora es más maduro, también Kyle, buscan otras cosas…
- ¿En serio, Donna? A ti te encantaba verlos juntos— Además, confíen en mí, Jason le ha coqueteado desde que los vi llegar.
- Roy, tú más que nadie debe saber que Jason coquetea con todos y sin que eso signifique algo más, simplemente es…Parte de su personalidad.
Oh.
Eso explicaba la actitud que Jason tenía con él en ocasiones. No tenía otras intenciones, solo estaba siendo amigable. Dick también hacía eso a veces pero— Maldición, había dolido, un poco.
Interrumpiendo el chismoteo, Jason y Kyle hicieron ingreso a la sala con el esperado salteado de verduras y pollo. La presencia de ambos acabó con toda plática sobre su relación, pero los ánimos de Dick no se tranquilizaron.
…
- Entonces, ¿cómo es que un tipo como tú termina siendo profesor de literatura para niños de primaria?
Jason arqueó una ceja ante la pregunta de Wally, aunque podía entender de dónde venía su curiosidad. Suponía que pese a todo siempre se vería un poco como un criminal— “Puedes sacar al chico de la calle, pero nunca vas a sacar la calle del chico”, era algo similar a lo que unos cuantos matones le habían dicho en sus años de escuela.
No es como si su forma de vestir y andar lo ayudaran, de todas formas. Pero las apariencias solían engañar. - Estudié ahí, y siempre me han gustado los libros. - Al menos desde que Renee lo adoptó y le inculcó el hábito de la lectura y gracias a las tardes en la casa de los Kane en donde se refugiaba en su enorme biblioteca. - Y no soy malo con los niños, en serio.
Wally asintió, aparentemente satisfecho con su respuesta. - No puedo dudar de ti si el buen Kyle te recomendó.
- No dejes que la chaqueta de cuero te engañe. - Agregó Kyle. - Puede aparentar ser rudo pero en el fondo es blando como un malvavisco.
- Un malvavisco que se quedó mucho tiempo en el fuego.
El comentario de Roy despertó las risas entre todos, incluso Dick, quien aún no podía sacarse de la cabeza los comentarios hechos por sus amigos minutos antes.
- Bien, este malvavisco necesita un poco más de fuego. - La mirada de Jason se dirigió hacia Dick, sorprendiéndolo con una segunda botella de cerveza cerca de sus labios. - Dick, ¿me prestas tu balcón? - Preguntó, jugando con un cigarrillo entre sus dedos.
- Claro, adelante.
La conversación se resumió entre Wally, Kyle y Roy. Por su parte, Donna se inclinó hacia Dick para susurrar: - Tú y yo tenemos que hablar.
- ¿Mañana? O más tarde, cuando todos se hayan ido. – Respondió, esperando la comprensión de su amiga. – Pasémosla bien por ahora, ¿sí?
- Muy bien, mañana vamos a tomar desayuno juntos, con o sin resaca.
…
- Lo único que quería era cantar karaoke pero ustedes tienen que volver todo en algo pervertido.
A Dick le hubiera gustado estar de acuerdo con Wally, pero mientras tomaba asiento junto a él en el círculo que armaron en el piso pensó que cosas bastante interesantes podían salir de aquel juego. La idea nació luego de que Roy, husmeando en su cocina, encontrara un par de botellas de fino whisky que Alfred le había regalado en una ocasión. El juego consistía en sentarse en un círculo y hacerle una pregunta al oído a la persona que tuvieran al lado, la cual tenía que ser respondida con el nombre de alguno de los presentes, si el aludido quería saber cuál había sido la pregunta, debía tomar un sorbo de su bebida.
La fórmula perfecta para el caos.
- Tranquilo, Wally. No tienen por qué ser preguntas pervertidas. – Respondió Roy, sentándose en medio de Kyle y Jason.
El círculo terminó por completarse y Dick se encontró entre Donna y Wally, frente a Jason. Sus miradas volvieron a encontrarse y el mayor pensó que quizás acceder a jugar no había sido una muy buena idea.
- En ese caso, yo comenzaré. – Dijo Wally, para luego dirigirse a Dick y susurrar en su oído.
La pregunta lo hizo reír, pero no tardó en responder: - Roy.
Al ser nombrado, el pelirrojo se alarmó: - ¿Qué? ¿Cuál era la pregunta?
- Un sorbo primero, amigo. – Tras tragarse un sorbo de whisky, Roy podía obtener su respuesta: - La pregunta era “quién tiene el peor sentido de la moda”.
- Traidor.
La ronda siguió con preguntas de la misma índole, y hasta ese momento los que más habían bebido eran Wally y Roy, cosa que comenzaba a notarse. Wally tuvo que responder quien tenía el mejor trasero y burlándose de la obviedad de la respuesta nombró a Dick, guiñándole un ojo. El mayor no sintió necesidad de saber cuál era la pregunta y riendo le dio las gracias. La única que se mantenía invicta era Donna, que no bebió en ningún momento en que su nombre fue mencionado, ni siquiera cuando Roy lo hizo al responder con quien se iría a una isla desierta. Kyle bebió cuando Wally respondió que probablemente él lloraría viendo Shrek, y cuando Jason dijo que sería el más probable de hacer un twerk al ritmo de Nicki Minaj (el hecho de que Jason no lo hubiera considerado para esa respuesta ofendió increíblemente a Dick).
Ya llevaban bastante tiempo en el juego cuando el alcohol comenzó a pasarles la cuenta.
- Muy bien, es mi turno. – Con una tonta sonrisa en el rostro, Roy se acercó a Kyle para susurrarle algo en el oído. Dick conocía demasiado a su amigo como para saber que esa expresión indicaba que no se traía nada bueno entre manos.
El rostro de Kyle enrojeció y le dirigió una mirada llena de incredulidad al pelirrojo. - ¿Es en serio?
- Estamos esperando, Kyle.
El aludido suspiró antes de responder. – Muy bien, uh…Jason.
Jason parecía bastante compuesto, pero la reacción que provocó la pregunta en Kyle le causó demasiada curiosidad como para no atreverse a conocerla. Dick también lo notó, y comenzó a sentirse físicamente mal al ver como Jason llevaba un vaso de whisky a sus labios.
- ¿La pregunta era…?
Kyle dudó un momento antes de hablar, pero Roy se impacientaba.
- Tranquilo, Kyle, lo haré más fácil para ti: le pregunté con quien se acostaría.
- ¡ROY!
- ¡Lo sabía!
Jason tomó un sorbo más de whisky y casi se ahogó. Dick gritó internamente.
...
Después de aquella pregunta decidieron aceptar la idea de Wally de hacer un karaoke antes de que el juego se les saliera de las manos. Dick observaba divertido como Wally daba todo de sí en una interpretación de “I Will Always Love You” mientras Kyle se emocionaba con las imágenes de Titanic que salían en la pantalla. Era evidente que ninguno de los dos podía aguantar demasiado bien el alcohol.
Tras aplaudir la apasionada puesta en escena de su amigo, Dick se dirigió al balcón en donde Jason fumaba su segundo cigarrillo de la noche. Era la única oportunidad que tenía de estar a solas un rato con él y aclarar de una buena vez si las palabras de Roy respecto a su reconciliación con Kyle tenían algo de veracidad.
- No necesitas venir a fumar para escaparte de las bromas de Roy. Te va a encontrar tarde o temprano.
- Si, en cuanto termine de mirar como un tonto a Donna.
Ambos rieron, y Dick decidió que debía ser un poco más directo.
- Verte junto a Kyle lo entusiasmo bastante.
- Eso parece. Pero ya sé que solo bromea— Y tampoco me molesta. Kyle y yo estamos en buenos términos, además… - Jason mantenía su vista fija en el paisaje frente a ellos y la oscuridad de la noche no le permitía a Dick descifrar las sutiles expresiones que su rostro dejaba entrever. – Que alguien diga que se quiere acostar contigo es un halago, ¿no?
Jason comenzó a reír y esta vez Dick no lo acompañó. ¿Seguía bromeando? ¿Acaso eso significaba que tenía la disposición para reiniciar las cosas con Kyle? Dick no estaba lo suficientemente ebrio como para seguir indagando y conocer la respuesta.
- …Si, supongo. – Intentó sonreír y se alejó. – Voy a volver con el resto.
Sin más, el mayor volvió a entrar sin notar que Jason se había volteado para detenerlo, esperando poder quedarse con él solo un rato más.
Una vez caída la madrugada sus amigos comenzaron a retirarse. Wally se quedaría en su departamento por la noche, y ya se había retirado a dormir. Donna partió junto a Roy, pero antes de partir le recordó que lo visitaría por la mañana, tenían una conversación pendiente. Los únicos que faltaban por irse eran, para su mala fortuna en lo que parecía ser la enésima vez durante la noche, Jason y Kyle.
- ¿Dick? ¿Me haces un favor? – Aún sin saber de qué se trataba se le hacía difícil decirle que no a Jason. – Kyle y yo vamos a pedir un taxi… ¿Puedo dejar mi motocicleta en tu estacionamiento?
Solo se iban juntos en taxi. ¿Qué es lo peor que podría pasar en un taxi? …Era mejor no pensar en ello.Poniendo su mejor cara, Dick respondió: - Seguro, Jay. No hay problema.
…
Estaba inquieto, pero debía tratar de dormir un poco si es que planeaba recibir a Donna por la mañana. Se dio unas cuantas vueltas en su cama incapaz de encontrar la posición ideal para dormir y de conciliar el sueño. Miró su celular por un par de minutos y su dedo se paseó tentativamente por la ventana de su conversación con Jason— El alcohol en las venas lo incitaba a hablarle, a preguntarle si seguía interesado en Kyle como Roy había sugerido o si le gustaría intentar algo con él, quería decirle como su voz de mañana lo hacía sonreír cada vez que lo llamaba, que sus mensajes en medio de su jornada laboral alegraban su día, que el tenue tono verdoso de sus ojos era una de las cosas más bonitas que había visto, y lo mucho que lo emocionaba la idea de que conociera a su familia.
Dios mío. Estaba tan jodido.