Jonghyun por otro lado, no sabía si gritar o ponerse a llorar de alegría en ese momento, pero por el bien de su imagen se contuvo hasta llegar a su departamento de nuevo y ahí sí, fue con su hermana para contarle la repentina acción del menor, que conociendo su historia era realmente un gran avance.
Eso lo emocionaba y le daba más esperanzas de ser correspondido. Su hermana como siempre, feliz por él y su nueva ilusión, ofreciéndole palabras de apoyo y alentándolo a seguir adelante con este chico. Podía ver que entre los dos había un sentimiento mutuo, por lo que su hermano le había comentado mayormente, y hoy al verlo, la manera en la que reaccionó a sus palabras, solo necesitaba salir de su capullo… o del closet. Esperaba realmente que todo salga bien con esta pareja, se preguntaba también si su madre se había ya dado cuenta. Algo que Jonghyun ignoraba era que su madre estaba al tanto de su preferencia y lo apoyaba totalmente, sólo que decidió no mencionar nada sobre el tema hasta que el mismo Jonghyun lo haga. Respetando la decisión de su hijo. Aunque ella estaba segura de que su hermano tenía algunas pistas en cuanto a la noción de su madre respecto a su sexualidad.
- Estoy feliz por ti Jonghyunnie. – dijo Sodam, sosteniendo su mano.
- Creo que por fin, puede ser que… no quiero ser dramático ni nada por el estilo pero, tengo este sentimiento, este presentimiento… es él, Sodam. – dijo sintiendo un nudo en su garganta. – he vuelto a tener estos sueños, estoy seguro, debe ser él. – compartió esta vez dejando salir algunas lágrimas. Su hermana lo acogió en un fuerte abrazo, alzando la mirada para evitar derramar sus propias lágrimas. Aquellas palabras, aquel sueño, en aquella época que ninguno quería revivir.
- Si eso es lo que sientes, entonces me alegro mucho más por ti, cuenta conmigo para todo lo que necesites. – se apartaron y limpió el rastro del llanto de las mejillas de su hermano menor.
***
En esa semana, faltando ya solo un par de días para la presentación, Jonghyun se encontraba ensayando con su banda las nuevas canciones que compuso, como dándole los últimos toques y los arreglos que creía necesarios para estar listas para liberarlas al público.
- No puedo creer que hayas llegado tan lejos por este chico. – comentaba Chanyeol algo escéptico sobre el futuro de esa relación. – sabes que podría rechazarte ¿verdad? y tú ya le has compuesto dos canciones.
- El amor es así, imprevisto y misterioso. – agregó Joonyoung tocando algunos arpegios en la guitarra. – además ya sabes que Jonghyun es un romántico.
- Pero ¿no crees que es algo apresurado? Es decir, ha pasado… cerca de un mes? ¿Quizá algunas semanas más? No lo sé hyung, yo no tendría tantas esperanzas.
- Lo sé, sé que es arriesgado y si sale mal probablemente seré miserable pero aun así, estoy dispuesto a romperme el corazón, intentando ganar el suyo… - recordó ese pensamiento y sonrió al vacío, sus amigos intercambiaron miradas compartiendo su preocupación.
- ¿Se han visto estos días siquiera? – preguntó el menor de los tres.
- Claro~ en el café en el que trabaja, o en mi casa, o en el parque.
- ¿En tu casa? ¿Y eso? – volvió a preguntar Chanyeol.
- Para practicar con mi piano, él no tiene uno. Cada vez me sorprende más, pero es muy tímido; en el ensayo está todo bien pero me preocupa como lo hará sobre el escenario. Se pone nervioso con facilidad.
- Eso puede ser un problema, esperemos que se haga más a la idea en el ensayo general el viernes. – agregó Joonyoung.
- Eso espero…
- O podríamos hacer lo que hicimos conmigo, la primera vez que tocamos frente a un público grande. – dijo el menor.
- ¿Estás loco? No pod… pensándolo bien si podríamos. – respondió el guitarrista.
- No lo sé, no he hablado de eso con él, no estoy seguro como lo tome. – comentó Jonghyun.
- Oh vamos, es un confiable shot de tequila, para quitarle los nervios, siempre funciona. Podemos camuflarlo en alguna otra bebida, por más flojo que sea para el alcohol dudo mucho que eso lo embriague. – agregó el baterista.
- Bueno, tú lograste actuar bien, así que… no creo que sea tan mala idea… - comentó de nuevo el vocalista, aún inseguro.
- Bien entonces, yo traeré el tequila. – ofreció Joonyoung. – Jonghyun sería bueno que ensayáramos todos de nuevo antes de que venga la profesora Kim así que trata de que tu príncipe venga mañana.
- haha príncipe… claro.
***
Esa tarde en Galaxy Coffee, Kibum y Min estaban recibiendo el “mensaje motivacional del día” si es que se podía llamar así, por parte del gerente. Aunque ya no era tan estricto con él como cuando empezó a trabajar hace casi ya dos meses, aún sentía que tenía cierta distancia consigo comparado con las chicas, aunque quizá era eso precisamente, que no contrataron otra chica más sino a un hombre. En ese caso no había nada que pudiera hacer más que soportarlo.
Cuando terminaron ambos regresaron a sus puestos de trabajo y se encontraron con más clientes haciendo fila frente al mostrador, enseguida fue a atenderlos mientras su compañera iba a limpiar las mesas desocupadas.
El timbre de la puerta sonó de nuevo, dejando pasar a una joven de cabello largo y castaño, se le hacía familiar pero no lograba recordarla. La vio acercarse a Min, quien se había sentado un momento a descansar, y la saludó con un gran abrazo. Como si no se hubieran visto en un largo tiempo. Intentó ignorarlo y seguir con su trabajo pero la idea de que se le hacía conocida permanecía en su mente, una nueva clienta lo llamó, ordenando una rebanada de pastel de pollo, fue a cortarla y mientras lo hacía algo se le vino a la mente.
Pastel de pollo, pollo, pollo… Jinki! Ahh!
Enseguida volteó donde se encontraban las dos chicas hablando animadamente y reconoció a la castaña, era aquella joven con la que tropezó Jinki días atrás. A la que el mayor fue muy tímido como para pedirle su número. ¿Debería pedírselo por su amigo? Si tan solo él pasara por allí ahora, sería una mejor señal del destino que hacer de su cupido. Bueno al menos ahora sabía que era amiga de Min, podría sacar provecho de eso.
El timbre volvió a sonar, esta vez y para su suerte era Minho. Sorprendido de verlo allí se acercó a él y luego de llevarle otra bebida cara, se sentó un momento con él, asegurándose de que el gerente no lo sorprendiera.
- Que te trae por aquí Choi. – preguntó con ganas de molestarlo.
- Vengo a ver cómo le está yendo a mi mejor amigo por supuesto, ah y gracias por el milkshake, mi favorito. – dijo con sarcasmo y con una forzada pero graciosa sonrisa.
- Cuando quieras. – rio victorioso.
- Veo que estás de turno con Min. – dijo sorbiendo su bebida y mirando alrededor.
- Ahh, ya sé lo que quieres. – se cruzó de brazos – que pena, viniste el día equivocado, debes saber que usualmente en mis días libres trabaja Sooyoung. No está aquí hoy Choi.
- Rayos, bien cuando es ese día. – preguntó sin recelo alguno.
- Mañana. Pero, ¿seguro que quieres hacer esto? Recuerda que ella sabe que somos cercanos, y no quiero que arruines nuestra amistad siendo un idiota.
- Eso no pasará, Kim. Y no te preocupes que no necesito tu ayuda… por el momento… creo. – lo miró extrañado alzando las cejas.
- Me estás asustando Minho. – dijo divertido por la afligida expresión del alto.
- Aish, mejor me voy, no sé para qué vine. – se puso de pie y caminó hacia la salida empujando la puerta, pero no se dio cuenta de que había una persona tratando de abrir esa misma puerta y sin querer lo tumbó al piso, seguramente lastimándolo. El accidente ocasionó que todos dentro del lugar voltearan a ver a los dos jóvenes protagonistas del mismo.
Al darse cuenta quien era, Kibum corrió fuera del lugar a ayudar a su amigo. Jinki, quien presionaba su sangrante nariz mientras yacía en el piso junto a la puerta y a un desconcertado Minho a su lado.
- Minho, que haces es Jinki! ¡Ayúdame rápido! – fue de inmediato a sostenerlo de su brazo izquierdo mientras el alto lo sostenía del derecho y lo ayudaban a entrar a la cafetería. Lo sentaron en una mesa cercana y Min fue enseguida a conseguir el botiquín de primeros auxilios, el gerente trataba de calmar a la gente que continuaba dentro, pidiéndoles que vuelvan a sus actividades y que la conmoción había pasado.
- No entiendo cómo trabaja el destino. – mencionó Kibum, estando aún asombrado por lo ocurrido.
- ¿Estás bien hyung? P-perdóname, no fue mi intención, no me fijé que había alguien detrás de la puerta. – se disculpó Minho sintiéndose totalmente culpable, al ver a su siempre risueño amigo lastimado y por su causa.
- Estoy… bien… - se escuchó apenas pues la sangre corría aún. Min llegó con el botiquín y entre ella y Kibum comenzaron a limpiar la sangre con un pañuelo y gazas, echaron la cabeza del mayor hacia atrás para impedir que sangrara más.
- Creo que lo mejor es que vaya al hospital… - se acercó Seungyeon, que observaba preocupada la situación – si están ocupados yo puedo llevarlo. – dijo la castaña ante la atenta mirada de todos, incluyendo la de Jinki.
- Ah, no es necesario, solo necesito ver si está rota… - dijo el estudiante de medicina, llevándose una mano a la nariz, tocando el hueso y tratando de moverlo. Los presentes mirando atemorizados. – no está rota, seguramente solo se rompió un vaso, no se preocupen no es grave. El sangrado ya está parando.
- ¿Estás seguro? – preguntó la chica, acercándose más.
- Si, Seungyeon no te preocupes. – trató de sonreír pero se quejó del dolor en seguida.
- ¿Está todo bien señor? – se acercó el gerente a verificar la situación, después de todo el accidente ocurrió en su establecimiento, por lo que podría traerle represalias, era mejor prevenir que lamentar. - ¿Hay alguna manera en la que lo pueda compensar?
- Oh, no no, ha sido culpa mía por no mirar bien, descuide. – insistió Jinki para evitar que el incidente se haga más grande, ya estaba bastante avergonzado con que todos dentro del local lo vieran, incluso estaba Seungyeon.
- Oh por favor, insisto, como muestra de disculpa acepte una bebida gratis, ¿qué le parece?
- En ese caso, un té helado estaría bien, gracias. – respondió casi sin ganas.
- Muy bien. Kim, ve a prepararlo. – gritó el hombre y Kibum fue detrás del mostrador, volviendo poco después con su pedido.
- Aquí tienes hyung. – le ofreció el vaso y lo tomó. El sangrado ya había parado y no se notaba inflamado de ninguna manera, suspiró aliviado de que no fuera más grave.
- Insisto en que deberías ver a un médico. – habló de nuevo Seungyeon, quien no se había despegado del lado del mayor.
- Si así te quedas más tranquila entonces vamos. – respondió amablemente Jinki, agradeciendo el gesto de la muchacha. Él sabía que no tenía nada de qué preocuparse pero le enternecía verla angustiada por su causa.
La pareja salió del lugar asegurándose de agradecerle la ayuda a todos y el mayor repitiéndole por décima vez a un arrepentido Minho que no se preocupe.
- Aún me siento mal… hyung~ lo siento~ - lloriqueó Minho para sí.
- Ya Choi, tranquilo, no pasó nada grave, agradece eso. Jinki es demasiado buena gente.
- Lo es.
- Pero mira el lado bueno, se fue con Seungyeon. – comentó feliz.
- ¿Quién es ella por cierto? ¿Ya se conocían?
- Algo así, digamos que ella le causó otro accidente a Jinki-hyung.
- No me digas.
- Y fue amor a primera vista. – rio por lo último y por la expresión sorprendida de su amigo.
- No te creo, oh Dios. ¡Jinki! – dramatizó de más y se tapó la boca con ambas manos haciendo reír a Kibum.
- Ya era hora no crees – preguntó el azabache.
- Pues claro, espero todo salga bien entre los dos. – respondió Minho con una sonrisa.
- Bueno y sobre Sooyoung… ¿te interesa de verdad? – preguntó el mayor.
- Pues… si, pero no estoy seguro de intentarlo. – respondió un tanto apagado.
- Tú fuiste el que me dijo que lo intentara con… ya sabes, así que ¿por qué no habrías de hacerlo tú también?
- Lo sé, pero nunca me va bien cuando me fijo en alguien primero. – se quedó pensativo un momento. – No, ¿sabes qué? La invitaré a salir y si me rechaza entonces que así sea, no pierdo nada después de todo. – habló el alto, decidido.
- Me parece bien. – respondió algo inseguro, no por el hecho de que Sooyoung sea su amiga sino porque seguía pensando en que al final lastimaría a Taemin. Pero lo irremediable tenía que suceder.
- Oh, la presentación es este viernes, ¿Cómo vas con los ensayos? Y con Jjong-hyung~ - se burló al último y Kibum soltó otro pesado respiro para luego sonreír más calmado, tomando por sorpresa al alto.
- Creo que ahora puedo decir que todo va mejor, mucho mejor. – terminó con una sonrisa y Minho pudo darse cuenta de que era sincero, percibiendo esa paz en sus palabras y sintiéndose increíblemente feliz por el azabache. Al punto de acercarse a él y envolverlo en un fuerte abrazo. El mayor protestó al principio, pues seguía en su lugar de trabajo y las miradas curiosas se hacían más presentes pero terminó cediendo, no por nada era su mejor amigo y le agradecía inmensamente todo su apoyo.