Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MI DECISION (JongKey) por LittlevLocket

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ^-^ Sé que estoy subiendo esto tarde xD pero prometo subir uno hoy mismo también para compensar v.v

Después de haberse tranquilizado un poco más, ambos volvieron al comedor a recoger sus cosas, se despidieron con una sonrisa y el castaño se dirigió a su facultad mientras que Kibum fue a buscar un baño; se lavó la cara y se observó al espejo, los ojos rojos y un poco hinchados por el llanto, odiaba verse así y lo que era peor, Jonghyun lo vio así y lo ha visto llorar ya algunas veces.

 

Se sentía patético.

 

Pero junto con esa opresión de angustia en su pecho, sentía paz de cierto modo, como si sus miedos se fueran despejando poco a poco. Como si la oscuridad dentro de sí se esfumara cada vez un poco más.

 

Se preguntaba si era eso lo que significaba amar a alguien… tener miedo de perderlo pero al mismo tiempo saber que estando a su lado no tenía nada que temer.

 

Se arregló un poco frente al espejo y salió del lugar, sin un destino en particular. No quería ir a casa aún y tampoco quería pasar por Galaxy, después de todo era su día libre; sus amigos seguramente estaban ocupados con clases y tareas y a decir verdad tampoco quería estar con nadie, quería estar solo con sus pensamientos y reflexionar sobre la dirección que estaba tomando su vida.

 

Así que caminó, caminó largo por las calles pobladas de Seúl, el clima estaba fresco y agradable y el cielo despejado y de un brillante color azul.

 

En su camino se encontró parado frente a una iglesia, se quedó admirándola por fuera dudando si entrar o no, dudando incluso si orar lo ayudaría siquiera. Su familia era religiosa pero no llevaban su práctica al extremo. Mientras se encontraba allí pensaba en si sus padres usarían la religión en su contra si les llegara a contar que sale con un hombre, se preguntaba si realmente Dios lo rechazaría también por amar a una persona de su mismo sexo, por amar… ser castigado por amar… mientras más lo pensaba más ridícula era la idea. Ridícula, desalentadora y decepcionante.

 

No se explicaba cómo catalogaban el amar a alguien como un pecado, al mismo nivel que el pecado de quitarle la vida a una persona, totalmente ilógico ¿cierto? Pero ¿por qué? ¿Por qué tanto odio? ¿Acaso no podía la gente sólo vivir y dejar vivir? A pesar de todo no era como si quisiera alejarse de la religión, porque se consideraba un creyente, pero si de todos modos iba a ser abandonado, se cuestionaba si servía de algo el creer.

 

Pero quizá no es Dios quien está mal, si no las personas que dicen hablar por él, las que usan su nombre para repartir odio; aún podía tener fe sin seguir a esas personas que comunican un mensaje falso, aún podía refugiarse en aquella entidad, porque después de todo representa amor, esperanza y consuelo. Y eso era lo que necesitaba en ese momento.

 

Continuó caminando por las calles de la ciudad, observando de todo, imaginando las diferentes historias que todas esas personas que veía podrían contar, imaginando diferentes realidades y pensando cómo si en su pasado hubiera cambiado alguna cosa su vida podría haber sido muy diferente a como lo es ahora. Rio cuando esos pensamientos cruzaron por su mente, estaba pensando demasiado de nuevo, pero le sirvió para darse cuenta de que no había nada malo consigo, de que enamorarse era perfectamente normal y que sea cual sea el camino que hubiera tomado debía confiar en que su decisión era la correcta, porque cuando se elige con el corazón se elige la felicidad y en este mundo no hay nada más sublime y valioso como el ser feliz y traer felicidad a los que amas.

 

Llegó finalmente a una pequeña plaza que hay cerca de su edificio, unas señoras mayores haciendo ejercicio y otras cuantas parejas lo acompañaban allí también. Se acercó al área de juegos, se sentó en un columpio desocupado y comenzó a mecerse, sacó su iPod, se colocó los audífonos y encendió el reproductor, curiosamente en una lista de reproducción que tenía por título “Healing” que significa curación, porque sentía que lo necesitaba en ese momento.

 

Entonces, después de meditar tanto se podría decir que había aceptado por fin una parte de su identidad? Pues si y no, después de todo lo que había pasado desde que conoció al castaño, después de observar y pensar tanto concluyó que efectivamente quería apostar a favor de esa relación que estaba naciendo, como lo había dicho precisamente el castaño; pero el aceptarlo abiertamente le tomaría más tiempo, se le hacía mucho más difícil abrir sus verdaderos sentimientos con los demás y por ahora no necesitaba a nadie más que Jonghyun.

 

Subió por fin hasta su departamento, se sentía física y mentalmente exhausto, cuando llegó no encontró a nadie en casa, hecho que agradeció silenciosamente, aun no quería lidiar con nadie, ni siquiera con sus padres. Aunque le extrañaba que su madre no estuviera en casa pues había dicho que era su día libre, se preguntaba dónde podría estar.

 

Pensando en ella le marcó a su celular, sonó un par de veces pero nadie contestó, volvió a insistir y esta vez una voz cansada le respondió.

 

- ¿Kibum, está todo bien hijo? – preguntó con voz adormilada.

 

- Si, solo quería saber dónde estabas… - dijo taciturno.

 

- Oh, querido, quise tomarme un descanso pero terminaron llamándome de nuevo al hospital, hoy haré el turno nocturno, estaré temprano por la mañana en casa no te preocupes.

 

- Pero ¿de nuevo? ¿No tienen más personal para atender a los pacientes? Siento que te estás sobre esforzando mamá… - declaró preocupado.

 

- Hubo una emergencia con un parto, estaba programada una cesárea para este sábado pero la madre tuvo complicaciones y el bebé nació hoy de forma natural, tuve que venir a asistir al doctor. Y no te preocupes demasiado hijo, me compensarán mis días libres la próxima semana. Quizá podamos salir de compras esta vez.

 

- Entiendo, está bien mamá, cuídate por favor. – sonrió al otro lado de la línea.

 

- No te olvides de cenar, nos vemos mañana Kibeomi. – se despidió y colgó el teléfono.

 

Soltó un suspiro, su madre siempre había trabajado tanto que no podía evitar preocuparse por su salud, temía de una nueva recaída de su problema cardíaco; el mismo que tuvo poco después de dar a luz, razón por la cual en su niñez fue criado por su abuela.

 

Al acordarse también de ella pensó en que había pasado mucho tiempo desde la última vez que la fue a visitar… cómo la extrañaba. Tomó el teléfono de inmediato y marcó su número, esperando hablar con ella y sentirse de alguna manera reconfortado.

 

- Hola? ¿Abue? Soy yo, Kibum. – saludó emocionado.

 

- ¡Mi Kibeomi! ¿Cómo has estado mi niño? – respondía su abuela, feliz también de escucharlo pero su voz ya no sonaba tan vivaz como antes.

 

- Yo estoy bien ¿cómo estás tú? Te oyes cansada… - preguntó con un tono de preocupación.

 

- Es la edad hijo, ya no puedo hacer las cosas como antes, no te preocupes. – Aseguró – Cuéntame cómo te va, tu madre me contó lo que pasó con la universidad… me resentí un poco porque no me lo dijiste antes, pensé que me tenías confianza.

 

- Confío en ti abuela pero eso es algo… no quería preocuparte… o más bien, decepcionarte a ti también. Perdón.

 

- Nada de eso, me alegra que estés viviendo conforme a tus sueños, mi más grande deseo es que seas feliz. No te sientas culpable por escoger tu propio destino, siéntete orgulloso de tener esa libertad.

 

- Gracias abuela… – comentó con una sonrisa, sus palabras siempre le ayudaban a sentirse mejor, siempre amables y precisas. – Sabes, tendré un pequeño concierto mañana, estoy algo nervioso por presentarme frente al público, me hubiera gustado que estuvieras aquí también para verme…

 

- ¡Eso es maravilloso hijo! seguro todo saldrá impecable, confía en tu talento un poco más. Aun me acuerdo cuando eras pequeño e ibas cantando y bailando por toda la casa, espero verte la próxima vez entonces. Guarda un asiento en primera fila para mí. – rio contenta.

 

- Claro que si abue. Prometo ir a visitarte pronto ¿está bien? Te quiero mucho.

 

- Esta bien Kibeomi, también te quiero mucho hijo, cuídate. Adiós.

 

- Tu igual… adiós. – finalizó la llamada con una sonrisa nostálgica, definitivamente se haría tiempo para ir a visitarla, tendría que hablar con sus padres para planear el viaje juntos. Estaba seguro que necesitaban un descanso también y extrañaban Daegu tanto como él.

 

Salió hasta el pequeño balcón atravesando la sala y observó el cielo, buscando paz nuevamente. Miró el atardecer y cómo el sol se ponía cubriendo a la ciudad en un hermoso brillo anaranjado.

 

Cerró los ojos y se dejó envolver en esa quietud, el viento frío soplando suavemente en su rostro, despeinando sus cabellos y sacándole una sonrisa. Es verdad, no tenía nada que temer. Podía estar seguro de contar con mucha gente que lo apoyaba incondicionalmente, sus amigos, su abuela… incluso si a sus padres les tomaba más tiempo no se rendiría, porque también merecía buscar su propia felicidad.

 

 

Despertó gracias al sonido de su celular, frunciendo el ceño aun con los ojos cerrados estiró su brazo hacia su mesita de noche palpando sobre ella para tomar su teléfono; cuando lo acercó y vio quien llamaba se levantó en seguida para contestar, aclarando su voz para no parecer tan adormilado.

 

- Buenos días~ – escuchó decir a Jonghyun, al parecer estaba de buen humor.

 

- Hola… - respondió sencillamente, aún estaba medio dormido como hablar mucho.

 

- ¿Te desperté? Hehe

 

- Más o menos, estaba a punto de levantarme de todos modos. – rio y escuchó al mayor imitarlo también.

 

- Solo quería avisarte que tenemos un código de vestimenta, no creí que fuera importante pero al parecer estamos dando una imagen de la universidad así que es necesario.

 

- Ya veo… ¿cuál es?

 

- Es básicamente una camisa blanca y pantalones negros con un saco encima, no muy formal, dijeron que el saco puede ser de cualquier color.

 

- Bien… - parecido a su uniforme en el café pero con saco. – gracias por avisarme.

 

- Y amm ¿Cómo estás? ¿Nervioso?

 

- Un poco pero creo que estaré bien, ayer hablé con mi abuela y me hizo sentir mejor. –recordó con una sonrisa su charla.

 

- Me alegro, entonces nos vemos más tarde para la prueba de sonido.

 

- Ok, bye hyung.

 

- Bye… - escuchó una ligera risa al otro lado de la línea, rio también y colgó la llamada.

 

Se alegraba de poder hablar más naturalmente con él por teléfono, al principio todo era tan incómodo aunque seguía prefiriendo los mensajes de texto el poder escuchar su voz le agradaba también.

 

Y por supuesto no había olvidado su invitación a aquel bar que mencionó el mayor después del evento en la universidad. A decir verdad no quería ir, realmente no le gustaba el ambiente de los bares pero quería apoyar a Jonghyun y Neon, estaba seguro de que podría haber algún o algunos productores interesados en su música.

 

El último ensayo había sido programado para la una de la tarde, empezando el programa a las 6 pm para así hacerse cargo de cualquier imprevisto que se pueda presentar. Como el día anterior fue su día libre esta vez tuvo que pedir un cambio de horario con una de sus compañeras y reponerlo la próxima semana, así que podía tomarse el día con tranquilidad pero igualmente tenía trabajo el día siguiente.

 

Después de darse una ducha fue hasta su closet para escoger su atuendo, sólo debía decidirse por un blazer, estaba entre uno azul marino o uno gris, algo no tan llamativo pero que le dé presencia y seguridad sobre el escenario; se decidió por el azul y separó su atuendo completo.

 

Pensó en comer algo ya que tendría que estar prácticamente todo el día fuera. Salió hasta la cocina y vio algunas sobras de la cena anterior, es verdad, su madre estuvo de turno nocturno y parecía que no llegaba aún a casa. Pensó en llamarle porque eran más de las 9 pero justo cuando iba a ir por su celular escuchó la puerta abrirse y fue a recibir a su madre a la entrada.

 

- Hola mamá, estaba por llamarte. – la saludo y tomó su bolso, dejándolo sobre el mueble de la sala y acompañándola a su habitación. Estaba notablemente cansada, de verdad esperaba que le repongan esos días libres o le den al menos algunos días de vacaciones.

 

- Buenos días hijo, gracias – respondió con una sonrisa mientras se dejaba guiar hasta su cuarto.

 

- Estaba por hacerme desayuno, ¿quieres comer algo?

 

- Comí en el hospital, no te preocupes. Voy a darme un baño y a descansar un par de horas. – dijo deshaciéndose de su bufanda y suéter, colgándolos en su closet.

 

- Está bien, duerme bien. – estaba saliendo de la habitación pero su madre le llamó de nuevo.

 

- Kibum, por cierto ¿A qué hora dijiste empieza tu presentación? – preguntó con una cálida sonrisa. Se alegró también por su interés.

 

- A las 6 de la tarde. ¿Vendrás?

 

- Por supuesto hijo. – se acercó a darle un abrazo y le correspondió.

 

- ¿Papá vendrá? – preguntó temeroso.

 

- Lo voy a convencer, ahí estaremos para ti. – apretó sus mejillas como si fuera un niño pequeño y rio ante el gesto.

 

- Gracias mamá. – contestó enternecido y salió de nuevo hacia la cocina.

 

Después de comer lo que quedó de la cena de ayer, se antojó de un poco de ramen; abrió uno de los gabinetes arriba del mesón y sacó un paquete para luego cocinar los fideos en una olla con agua hirviendo, en lo que terminó de comer y hasta dejar limpia la cocina dieron casi las 11.

 

Tenía una hora al menos para salir de casa. Estaba indeciso si ir temprano y tratar de encontrar a Minho o Jinki o si sólo quedarse haciendo un poco más de tiempo. Se decidió por la segunda opción y fue hasta su dormitorio, tomó su computadora portátil y se puso a ver algunos videos que tenía guardados de presentaciones de musicales.

 

Últimamente en sus tiempos libres se había dedicado a ver musicales, nacionales y extranjeros; realmente le gustaba la versatilidad de los actores al ser capaz de desempeñarse en los roles de un cantante y actor al mismo tiempo, la idea le fascinaba y no descartaba la posibilidad de dedicarse a ello en el futuro. Claro que por ahora lo veía tan lejano como un sueño pero se proyectaba que una vez dentro de la facultad de música y arte haría todo lo posible para hacerlo realidad.

 

...

 

Poco después se vistió con la ropa que separó previamente y se peinó hacia atrás para darse un aspecto un poco más serio, tomó su teléfono y billetera y salió del departamento intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a su madre.

 

Una vez dentro de la universidad fue hasta la facultad en donde estaría esperándolo Jonghyun y los demás chicos, entró al salón y se sorprendió al ver al castaño con el torso descubierto abotonándose la camisa blanca, su sonrojo se hacía más notorio y miró hacia el lado contrario de la morena y tonificada piel del mayor, tratando de no ser muy obvio para Joonyoung quien también estaba allí.

 

- Hola chicos. – habló luego caminando hacia el piano e ignorando al bajista que no parecía despegar su mirada del él.

 

- Hola – respondió el guitarrista mirando intercaladamente a Kibum y Jonghyun y tratando de contener la risa por como actuaban alrededor del otro. – Te ves bien. – agregó y el azabache le hizo un gesto de agradecimiento.

 

- Gracias es que me peiné haha. – respondía riendo nervioso. El más alto de los tres estallando en risas de inmediato seguido de un Jonghyun que lo miraba enternecido.

 

- Creo que hoy será divertido. – comentó por fin el castaño poniéndose ya su saco negro sobre su blanca camisa que tenía desabrochados los primeros botones dejando ver un poco de su pecho. 

Notas finales:

Esta es la imagen de referencia para Jonghyun~ aqui~

Como siempre gracias por su apoyo y por seguir aqui leyendo este fic. ^-^

La verdad esque me deprimí mucho estos días y me dieron ganas de dejar esta historia de lado T-T pero pensando como lectora pues no me gustaría, y en realidad hay algunas ocasiones en que eso ha sucedido y pues no, no voy a hacer eso v.v

Sé lo que la gente busca en amor yaoi (limones~ limones~ xD) y sé que soy de la monoría de la minoría :v pero aún así disfruto mucho haciendo esto y quiero hacerlo hasta el final y quiero hacerlo bien. Así que de verdad gracias por seguir aquí a pesar de que hay tantas buenas y mejores historias allá afuera. Gracias por darme un poco de su tiempo y no pensar en que es un desperdicio.

Si les soy sincera he puesto muchas cosas personales en este fic y creo que especialmente en este capítulo he dejado ir muchas cosas y de cierta manera me desahogué y me dio fuerzas para continuar, espero que si alguno de ustedes se siente identificado pueda hallar algún tipo de consuelo tamién. :)

 

Bien, no les canso más. Nos vemos en unas horas!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).