La mañana del lunes, Kibum estaba esperando alguna llamada que le confirmara que había conseguido un empleo o al menos una entrevista, pues dejó muchas solicitudes el día sábado, claro que sólo habían pasado dos días y no esperaba recibir noticias tan pronto pero al ser su primer trabajo se encontraba un poco ansioso. Se despertó un poco más tarde de lo usual y se dio cuenta que sus padres ya no estaban en casa, su madre apenas le dirigió la palabra en todo el fin de semana, mientras que su padre trataba de abogar un poco en su favor así que tenía una esperanza de que él la convenciera pronto y lo trate como antes.
Fue hasta la cocina y se sirvió un vaso con agua, mientras lo bebía escuchó su teléfono sonar y fue rápido a contestar la llamada.
- ¿Hola?
- Buenos días, ¿es este el número de Kim Kibum?
- Si, con él habla, ¿de parte de quién?
- Le hablo de Galaxy Coffee, ha sido seleccionado para entrar al período de prueba, lo esperamos el día de mañana a las 10 am.
- Si, ahí estaré, ¡muchas gracias! – respondió contento y colgó el teléfono, ¡acababa de conseguir empleo! Lo primero que hizo fue enviarle un mensaje a Minho, diciéndole que empezaría a trabajar desde mañana, estaba seguro que era gracias a Luna, el hecho de que la vería más seguido lo ponía un poco incómodo, sentía que le debía esta oportunidad y aunque no quería jugar con sus sentimientos pensaba que esto era más correcto que andar pensando en otro chico.
Pero con la reciente noticia se sentía más que feliz, estaba un paso más cerca de alcanzar sus metas, sería más independiente, aprendería más y ganaría experiencia, y al fin podría comprar el piano que extrañó tanto todos estos años, sería la primera cosa que compre con su primer sueldo.
Estaba nervioso por comenzar un nuevo camino pero confiaba en que le iría bien, tenía que recordarse constantemente de que estaba haciendo lo correcto, que su felicidad era lo más importante y que debía seguir su pasión a toda costa. Y trabajaría duro por ello.
***
Mientras tanto en la universidad, Jonghyun estaba decidido a encontrar al dueño del iPod, así que en la hora de almuerzo mientras caminaba hacia el comedor se aseguraba de observar muy bien a su alrededor, por si encontraba a alguno de los chicos que aparecían en las fotos, iba con su amigo Jung Joon Young, a quien le había contado todo acerca del iPod y del chico, una vez sentados y ya con sus bandejas de comida en la mesa notó que entraban algunas personas más al comedor y enseguida reconoció a uno de ellos, así que revisó de nuevo las fotos que tenía y se dio cuenta de que era el mismo chico: alto, guapo, bronceado y de cabello oscuro, rápidamente se levantó de su asiento y fue hasta él ante la atenta mirada de su amigo.
- Hola, disculpa ¿puedo hablarte un segundo? – le tocó el hombro para llamar su atención y el alto lo miró sorprendido.
- ¿Te conozco? – le preguntó mirándolo algo raro, así que decidió ir directo al asunto.
- No, ahm, yo tengo esto – sacó el iPod de su bolsillo y se lo mostró, el chico abrió sus ojos sorprendido e hizo un ademán de tomarlo pero fue más rápido y lo bajó de inmediato.
- Eso es de mi amigo, ¿Por qué lo tienes tú?... – el alto se quedó pensando por un rato – ¿tú fuiste quién lo tomó de la parada de autobuses? – se sorprendió al saber que estaba al tanto de la situación, pensó en que quizá le podría ayudar a reunirse con él.
- Así es, tu amigo lo olvidó porque se quedó dormido, yo sólo quiero devolvérselo, ¿sabes dónde lo puedo encontrar? ¿En qué facultad estudia? – preguntó tratando de no sonar muy sospechoso.
- Si me lo das, yo puedo entregárselo no hay problema – le respondió amablemente pero frunció el ceño ante esto, quería entregárselo personalmente, quería conocerlo.
- No, me gustaría entregárselo personalmente, no quisiera que haya un malentendido haha – rio nervioso, no quería parecer muy obvio.
Minho sólo lo miró extrañado, no era mucha coincidencia que sea el mismo quien haya encontrado el iPod de Kibum, pues éste le contó que fue él quien lo ayudó; pero lo raro era que quería dárselo el mismo, probablemente la mayoría de las personas se lo hubieran quedado o lo hubieran vendido, en el mejor de los casos tratarían de devolvérselo, pero supuso que se conformarían con ponerlo en objetos perdidos pero este chico se estaba tomando muchas molestias por dárselo en persona, sonrió sin darse cuenta, eso significaba que quería reunirse con él, por alguna extraña razón sintió que debía ayudarlo, algo le decía que había algo más en esa historia que debía resolverse, por suerte Kibum le dijo acerca de su nuevo trabajo y con gusto le diría al castaño donde encontrarlo. Se convertiría en su cupido por esta ocasión.
- Antes que nada dime ¿Cómo te llamas? Yo soy Choi Minho.
- Soy Kim Jonghyun, un gusto… y el dueño de esto – levantó el iPod - ¿Cuál es su nombre?
- Es Kim Kibum, mira Jonghyun por razones que no te puedo decir, él no está estudiando más en esta universidad pero si quieres encontrarlo, trabaja en una cafetería llamada Galaxy Coffee que queda en el centro, puedes encontrarlo allí desde mañana, espero que se lo devuelvas entonces – se dio media vuelta para ir por su almuerzo pero le vino una duda y miró al castaño de nuevo – espera un segundo, ¿Cómo diste conmigo? – preguntó sospechoso.
- Ah, yo sólo… quería saber cómo devolvérselo así que busqué alguna información de contacto pero no encontré nada así que miré algunas fotos para saber a quién buscar.
- ¿Revisaste sus cosas?
- No, sólo vi algunas fotos, no te preocupes, no soy esa clase de persona – rio algo incómodo ante su acusación – pero entiendo, de todos modos, gracias por decirme dónde encontrarlo, nos vemos luego.
- Si, adiós – respondió desconcertado, había algo raro aquí, tenía una extraña sensación respecto a este chico pero también quería saber cómo reaccionaría Kibum al tener un encuentro directo con él.
- ¡Espera! – Llamó Jonghyun de nuevo – me has hablado informalmente ¿Cuántos años tienes? – preguntó hasta un poco ofendido por el trato indiferente del chico.
- Tengo 20 – contestó el alto.
- Soy tu Hyung entonces. – sonrió amplio y le palmeó la espalda exagerando solo un poquito su fuerza. – nos vemos Minho. – asintió y se regresó a su mesa.
Minho frunció el ceño y luego soltó una pequeña risa, sin duda sería interesante. Ahora se preguntaba si todos los rumores que escuchó de este chico eran verdad o sólo una pantalla, definitivamente lo mantendría vigilado, no permitiría que lastime a su mejor amigo.
***
Galaxy coffee… Galaxy coffee…
- Queda cerca de mi edificio – pensó en voz alta contento, a lo que su amigo lo miró extrañado – Si no me equivoco solo queda a dos cuadras pasando el parque, wow que suertudo soy – mostraba su típica amplia sonrisa hacia su amigo quien todavía lo miraba raro sin comprender.
- Creo que me perdí de algo – respondió Joonyoung, ¿quién era ese? ¿Y porque presumes tu suerte? ¿Tú? ¿Buena suerte? ¿Hablas en serio? – preguntó en tono burlón.
- Muy gracioso Joonyoung, pero esta vez creo que si estoy de suerte, tengo un buen presentimiento…
Al día siguiente, Jonghyun realmente se sentía con suerte, tenía clases muy temprano en la mañana pero le avisaron que fue cancelada debido a una conferencia de los profesores, eso le dejaba sólo dos clases más en la tarde y así podría ir muy casualmente a la cafetería donde trabaja Kibum, devolverle su iPod y tratar de conversar un poco con él, esperaba que no malinterpretara la situación, porque hasta él aceptaba que se veía muy extraño que un completo desconocido se acerque diciendo que te conoce y quiere devolverte algo, no quería parecer un acosador.
Aunque lo que más le preocupaba era el hecho de que se sentía atraído a él pero no lo conocía en lo absoluto, nunca antes había estado en una situación así, se sentía extraño y cada vez que pensaba que no debía encontrarse con él, que no era así como dos personas se enamoraban, que debían conocerse naturalmente, tal vez en la facultad o por amigos mutuos como todo el mundo, no prácticamente acosándolo en sus redes sociales y viendo sus fotos, algo le decía que se atreviera, que tal vez pueda valer la pena y al final sería feliz y tendría una divertida historia de amor que contar cuando la gente les pregunte como se conocieron, pero de nuevo todo estaba en su cabeza. Jonghyun tenía el mal hábito de imaginarse todo un futuro juntos cuando le gustaba una persona, y eso nunca resultaba bien, se ilusionaba y luego le rompían el corazón, ha sido así desde su adolescencia, aunque por supuesto no todas sus experiencias fueron malas y tampoco es como si haya tenido tantos novios pero si podía decir que existían personas a las que recordaba con cariño y otras a las que no quería ver más.
Por lo mismo no quería que pasara lo mismo esta vez, ya como un adulto no podía permitirse ilusionarse de nuevo, Kibum le gustaba, le intrigaba pero decidió no dejarse llevar esta vez e ir poco a poco conociéndolo, comprobando su compatibilidad. Es más el chico parecía tener novia, esa chica con la que siempre posaba sonriente en las fotos, se encontró mirándolas de nuevo la noche anterior y se sintió estúpido al flecharse de un completo desconocido, pero sin embargo ahí estaba, frente a la puerta de la cafetería, dispuesto a romper sus expectativas de una vez por todas.
***
La mañana del martes Kibum se levantó temprano, se sentía ansioso pues hoy sería su primer día de trabajo, se aseguró de decirles a sus padres pero ellos no tomaron la noticia tan felizmente como lo hizo él mismo, aun así con el paso de los días parecían acostumbrarse más y más a su manera de querer hacer las cosas y vivir su vida.
Hoy vestía unos pantalones negros con una simple camisa blanca, unos zapatos negros y una chaqueta del mismo color por el frío que ya comenzaba a hacer en Seúl, pues era otoño, una de sus estaciones favoritas.
Una vez en la cafetería, se presentó con el gerente Jung Soo y su compañera Min, que estarían de turno con él, el gerente se aseguró de mostrarle lo que estaría haciendo el día de hoy, por ser el primer día trabajaría sólo de mesero, ya al cerrar podría mostrarle cómo usar la caja, sin más Kibum comenzó limpiando las mesas y tomando las órdenes de los clientes para luego llevar sus pedidos hasta donde se encontraban, como aún era temprano no habían muchos clientes así que decidió sentarse un momento a descansar y revisar su teléfono.
Unos minutos más tarde se escuchó la campanilla de la puerta, alzó su mirada y casi deja caer su teléfono por la impresión, era él, con el que tropezó ya más de una vez y que pensó no volvería a ver; aquel que poseía esa voz tan dulce y melodiosa que hizo a su corazón omitir uno o dos latidos y puso su piel de gallina, ¿cómo podía ser que coincida tanto con él últimamente? ¿Acaso los dioses disfrutaban de su sufrimiento? ¿Acaso no sabían el tremendo conflicto interno que tenía por su culpa? Porque cada vez que lo veía sentía mariposas en el estómago y por más que quería creer que no había nada de malo con ello, siempre terminaba cuestionándose y negando sus sentimientos.
Después de unos minutos reaccionó a la voz de su superior diciéndole que vaya a atender al nuevo cliente, Kibum respiró profundo una sola vez antes de caminar hacia él y veía como lo recibía con una sonrisa, claro, como si no le afectara a sus nervios.
- Buenos días, Bienvenido a Galaxy Coffee ¿qué desea ordenar? – preguntó mientras sostenía su libreta y pluma.
- Quiero un Caramel Macchiato Helado por favor – le respondió con una sonrisa de nuevo, pero esta vez, soltó una pequeña risita que lo hizo sentirse un idiota, ¿Lo reconocía como el idiota que se quedó dormido en la parada de buses? ¿Se estaría burlando de él? ¿Era así de obvio? No sabía lo que era pero se sentía incómodo ante su presencia.
- En seguida se lo traigo – respondió y se fue detrás de la barra a preparar su pedido, volteó un momento y cuando se dio cuenta que lo miraba fijamente regresó rápidamente la mirada y sin querer el calor subía a sus mejillas, dándoles un color rojizo.
Min se acercó a él un momento para ayudarlo con la preparación, aunque al inicio le dieron todas las recetas, diciéndole que debía aprendérselas de memoria para hacer el trabajo más rápido, por ahora se ayudaría con las recetas y por suerte eran fáciles de seguir. El que le guste cocinar le resultaba una ventaja.
Le dio el toque final de salsa de caramelo e intentó calmarse nuevamente, fue hasta él con su bebida, lo dejó en la mesa y cuando estaba a punto de irse escuchó que lo llamó.
- ¡Espera! ¿Kibum verdad? Necesito hablar contigo un momento…
Se quedó helado en ese instante, ¿cómo rayos sabía su nombre? Aún no tenía el gafete con su nombre pero volteó a ver su camisa de todos modos, nada. ¿Y de qué tendrían que hablar si no se conocían?
- Mi nombre es Kim Jonghyun, estudiamos en la misma universidad. – se paró e hizo una pequeña reverencia.
Kim Jonghyun…
- Umm, ¿Cómo sabes mi nombre? ¿De qué quieres hablar conmigo? – preguntó todavía incrédulo de la situación.
- Primero siéntate por favor, necesito darte algo que es tuyo – Kibum dudaba pero al final se sentó al frente suyo y Jonghyun podía notar su cara de desconcierto, que le parecía adorable por cierto, pero cuando sacó el iPod de su mochila y se lo mostró, el pequeño “o” que se formó en sus labios lo hizo verse aún más adorable, él solo sonrió ante ello mientras Kibum tomaba el aparato en sus manos.
- ¿C-cómo tienes esto?... ¿Aquel día tu…? – preguntó sorprendido pero a la vez feliz por haberlo recuperado.
- Si, cuando corriste para tomar el bus lo dejaste en la banca y cuando me di cuenta y quise devolvértelo el bus ya se había ido. Le pedí ayuda a tu amigo Minho para encontrarte y devolvértelo personalmente – sonrió de nuevo.
- ¿Conoces a Minho? no lo sabía.
Ese idiota…
- No precisamente, yo no sabía cómo contactarte así que busqué un poco de información en el iPod pero sólo pude ver algunas fotos – rio un poco al recordar la foto del melón – y ahí me di cuenta de que estudias en la misma universidad que yo y ayer por casualidad vi a tu amigo y aproveché para preguntarle sobre ti.
Oh, pero espera… dijo que vio mis fotos!? Sólo espero que no haya visto esas vergonzosas…
- Muchas gracias por recogerlo y devolvérmelo, es valioso para mí. Pero pudiste solo habérselo dado a Minho para que me lo diera, no tenías que venir hasta acá, gracias. – sonrió apenado.
- Lo sé, pero quería dártelo personalmente… - se percató del cambio en su expresión – yo quería conocerte.
En ese momento Jonghyun quizá no sabía lo que sus palabras ocasionaban en Kibum, esa sensación en su pecho volvía a manifestarse y no estaba seguro de que le agradara, ¿cómo debía reaccionar a eso? Se sentía abrumado, esto era nuevo para él por lo que trató de contestar de la manera más natural posible.
- ¿Conocerme…? ¿Puedo preguntar por qué?
- Yo solo… la verdad es que por casualidad vi tu música también y pues me sorprendí de que tuviéramos gustos similares, en especial de que también escucharas a mi banda favorita, no es muy conocida y son realmente buenos; verás yo estudio música así que siempre me gusta conocer a personas con mis mismos gustos, es más estoy en una banda en la universidad, ¿no sé si has escuchado de NEON? Soy el vocalista y bajista del grupo. Pero ocasionalmente también toco la guitarra y el piano.
Parece que está presumiendo pero…
- Oh, ya veo, ¿pero cuál es tu banda favorita? Que dices tenemos en común – no estaba seguro de creer esa historia pero le daría el beneficio de la duda.
- Se llaman Blue Beats, vi que tienes mucha de su música también.
- ¡Oh! Claro ¡me encantan! Es verdad que no son muy conocidos, ahora todo el mundo prefiere el pop o hip-hop escandaloso, de verdad son muy buenos, ese género de música no es demasiado popular aquí en Corea. No creí que tendríamos eso en común haha. – respondía algo tímido.
Su mirada cambió cuando dijo eso, pudo ver en sus felinos ojos un brillo especial. Jonghyun se sentía en las nubes en ese momento.
- Si quieres puedes venir a nuestras prácticas, hemos hecho algunos covers de ellos también – notó su confusa expresión y habló rápido antes de que pudiera malinterpretarlo – es decir, ahm, seamos amigos Kibum, tenemos mucho en común y creo que podríamos llevarnos bien, con mis amigos de mi banda también – le sonrió con confianza.
No estaba de más decir que toda la situación era bastante extraña, le acababa de pedir que fueran amigos… Ok, no había nada de malo con ello, podía entender que era una persona apasionada por la música, pero de ahí a ir con un completo extraño sólo por un grupo? Eso no pasaba en la vida real, lo ponía a pensar y según su razonamiento tenía que haber algo que quisiera a cambio ¿verdad? Porque parecía mostrar un cierto interés en él pero…
Talvez él… no, no Kibum no pienses cosas inútiles, hasta Minho dijo que era un mujeriego y tenía mala fama… No estoy seguro de esto…
- ¿Te incomoda? – preguntó Jonghyun al verlo tan callado y perdido en pensamientos – disculpa si es un poco raro, lo sé, es sólo que creo que eres una persona interesante y talvez podríamos llevarnos bien, ¿te gusta la música verdad? ¿Sabes tocar algún instrumento?
- No, no es eso, no me incomoda… del todo, ahm, pues siempre me ha gustado el piano. Aprendí a tocar cuando era más joven pero no seguí adelante con ello.
- ¡Oh! ¿Entonces qué dices si yo te enseño? Puede ser después de clases, no tengo problema.
- ¿Enseñarme? No lo sé…
- ¿Tienes en dónde practicar?, si no podemos ir al salón de música de la universidad, lo usamos seguido para ensayos.
Qué situación más extraña, Jonghyun se acababa de ofrecer a darle clases de piano, así de la nada. Si decía que sí significaría verlo más seguido, lo cual no era una buena idea si consideraba su salud mental. Pero por otro lado, quería hacerlo, volver a tocar el piano, estaría ganando algo aunque no sabía a cambio de que.
- Si digo que sí, ¿Cuánto costarían las clases? – preguntó asumiendo que tendría que pagarle, no podía simplemente recibir clases gratis de un extraño.
Sin embargo no había manera en la que Jonghyun le cobraría dinero alguno, simplemente porque era una excusa para verlo más y conocerlo mejor, se sentiría demasiado mal si lo hiciera, pero tampoco podía decirle eso, se vería más raro aún que le ofreciera clases gratis pero ya pensaría en algo, mientras, tenía una oportunidad perfecta para acercarse a él.
- Hmm, ya pensaré en eso luego no te preocupes, si no te sientes cómodo con la idea no tienes que hacerlo pero podríamos hacer una clase de prueba, ya sabes, para pasar el rato.
Ok ahora sueno desesperado…
- Solo dime cuando tienes un tiempo libre para coordinar con mi horario.
- Pues… salgo del trabajo a las 6…
- Sabes, por suerte vivo muy cerca de aquí así que si no tienes inconveniente podríamos ir a mi casa.
No, definitivamente no.
- ¿Por qué mejor no nos vemos en la u? ¿El sábado? – Estaba seguro de estar cavando su propia tumba.
- Está bien, entonces nos vemos en frente de la facultad de música a las 3 de la tarde ¿te parece bien? – respondió contento.
- Si, está bien.
Hubo un pequeño momento en el que se quedaron en silencio y Kibum quería morir por la vergüenza en ese instante.
- Si, siento haberte molestado cuando estas ocupado, aquí tienes – le entregó su tarjeta para pagar por su café.
- No te preocupes no estamos tan ocupados aún – tomó la tarjeta y se levantó para ir a la caja, Jonghyun fue detrás suyo. Pasó la tarjeta y se la devolvió, vio como la guardaba de nuevo en su billetera y le sonreía como si nada, le sonrió de vuelta y se despidió de él, se giró para limpiar el mostrador pero vio a Jonghyun entrar de nuevo en la tienda, sus cejas se juntaron en confusión mientras lo veía acercarse nuevamente.
- ¿Olvidaste algo? – le preguntó saliendo de la barra.
- Si, tu número. – dijo riendo nuevamente.
- ¿Mi número?
Soy un idiota.
- Claro, si no ¿cómo voy a contactarte? Haha, anótalo aquí – le pasó su teléfono celular, tenía una foto de él con una chica de pelo café oscuro y corto, sonriendo y haciendo el signo de paz con los dedos como fondo de pantalla, se veían bastante tiernos, pensó. Sin decir más lo tomó y anotó su número, aun no sabía si era una buena idea del todo pero algo le decía que podía arriesgarse y confiar en él. Después de todo el vocalista se tomó la molestia de ir a buscarlo personalmente, al menos lo haría para agradecerle de manera apropiada.
Jonghyun tomó su teléfono de vuelta, se despidió y salió del lugar, dejando a un inquieto y a la vez feliz Kibum atrás…