The End (Final)
Drabble
Genero: Tragedia, Psycho, Horror
Rating: PG-13
Advertencias: Suicidio, Muerte de un personaje.
Descripción. El todavía no podía aceptar que Kai estaba muerto –que Kai se había quitado la vida por él.
Autora. nadzingers
Nota necesaria: Queridxs lectores, sólo hago esta pequeña notita para poder publicar el drabble con tranquilidad, ya que nuestra querida página no me permite hacerlo si no pasa de los 500 caracteres –rolleyes.jpg-. Sólo con esto espero que disfruten de este drabble (tanto como yo lo hice, porque soy bien masoquista) que tiene tantitos años encerrado entre la carpeta de fics que no he podido y tampoco me he dignado a traducir por X o Y razón (aka la flojera) así que trataré de dar lo mejor de mí en estos días que no tengo mucho trabajo, y tal. (?)
Uff, realmente desearía que AY tuviera esa opción de publicar drabbles sin tener que estar haciendo este tipo de cosas, le quita emoción y seriedad al asunto, pero ya creo que es suficiente.
Ahora, disfruten de este pequeño drabble asesino. (???)
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La noche era profunda y la gran luna brillaba en la tierra oscura con una inusual luz rojiza como si fuera la premonición de una noche sangrienta. Las calles estaban silenciosas con excepción de las cortezas y aullidos de animales que vagaban por las calles bajo el cielo nocturno. Uruha corría sin rumbo fijo por las oscuras calles de residencias familiares, sus pasos clamaban y producían ecos en toda la durmiente área. Su garganta quemaba, su pecho dolía con tan solo respirar pero él siguió corriendo lejos de la pesadilla que él creó. La sombra se cernía sobre él siniestramente, la oscuridad casi lo envolvía a pesar de su pálida piel. El todavía no podía aceptar que Kai estaba muerto, que Kai se había quitado la vida por él. Kai fue todo lo que cualquiera podría desear. Su traición era inexcusable pero el todavía no podía echarle la culpa a todos sobre sus hombros.
— “No fue mi culpa”—
Repitió las palabras para convencerse de que él no era responsable de la muerte de su amado. Fue una cobardía, sabía que lo era. Pero él no quería sangre en sus manos. No fue la mano que sin piedad batió la muñeca de Kai cortando la arteria que con violencia brotó la sangre hasta que el baterista se desangró hasta morir.
Su rechazo lo condenó. Imágenes de Kai lo perseguían haciéndole recordar, ahogándose con lo que Kai solía ser. Recordó su primer encuentro, la primera vez que vio su impresionante sonrisa, su risa, su voz, sus besos, su flácido cuerpo incoloro… todo.
La mirada en el rostro inerte de Kai lo perseguía. Cerró sus ojos y se dejó caer a un acantilado aterrizando en un matorral muy espinoso. Con sus últimas fuerzas murmuró muy suave. — “No fui yo…” —Antes de que su corazón dejara de latir y su mundo se volviera negro.
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