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Hey don't know about us por Resonance

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Notas del fanfic:

¡Hola a todos! ¿Cómo están? Muchas gracias por haber llegado a esta historia llena de amor, en serio. Daré lo mejor de mi para mejorarla cada vez más.

Normalmente los chicos y chicas de ingreso nuevo eran quienes babeaban por Kim Taehyung, Jung Ho seok, Min Yoongi y NamJoon, sin embargo, esta vez fueron ellos quienes quedaron perplejos al ver a los de nuevo ingreso. Cada cierto tiempo pasaba eso, ingresaban nuevos, los usaban y luego los mandaban a la mismísima mierda, no tenían muy buena reputación, claro, eran “populares” pero no por su buena personalidad. Sino que ellos eran todo lo contrario a esas novelas cliché que tanto veían las chicas.  Siempre era de esperarse que tuvieran tanto a chicas, como a chicos babeando por ellos, por que vaya que eran muy guapos. Lamentablemente jamás cumplirían las expectativas de esas personas. Los rumores que corrían por toda la universidad eran ciertos, Tae un maldito esquizofrénico, Hoseok un mujeriego de primera, Yoongi uno de los chicos más frívolos y sobre todo amargados de ese lugar, y que decir de Nam, un estúpido adicto a las drogas, pero los cuatro compartían algo en especial, adoraban ver sufrir a la gente, un noventa y ocho por ciento de los estudiantes eran sus víctimas, nadie se salvaría de sus abusos.

 

Hoseok, alias J-hope, estaba analizando a las jóvenes para decidir quién sería la nueva conquista. Yoongi, Suga, leía uno de sus tantos libros de literatura vieja, TaeHyung, V, no dejaba de molestar al lector. NamJoon solo quería largarse de ahí y fumar un cigarrillo, no lo había hecho desde la mañana, y estaba ansioso por ello. Todo iba transcurriendo con calma, tan solo el silencio y paz reinaban ahí, claro, eso solo duró unos cuantos minutos por que Tae decidió abrir la boca, cosa que ya había demorado mucho.

 

— ¿Qué es lo que lees, Hyung? –Suga, no dijo nada, ignorándolo por completo. Detestaba que le hablaran cuando leía, cosa que le entraba y salía por un oído al castaño, quien se movía con insistencia para ver el titulo del corto libro.— ¿El corazón delator? ¿Es bueno? ¿Puedo leerlo contigo? ¿De qué trata?

—  ¿¡Puedes dejarme leer tranquilo!? ¡Debería coserte la maldita boca de una vez por todas!

 

Ahí fue donde empezó todo, el estruendoso grito del gruñón provocó que la mayoría de los nuevos voltearan, observándolos con algo de temor, algunos con diversión por los pucheros y pequeños berrinches que el menor de los cuatro hacía por “severo” regaño. Yoongi y NamJoon bufaron, solamente estaban ahí por Hoseok, quién quería un buen polvo con una de las preciosas chicas, según él, claro. Repasaba a todas y a cada una con la mirada, de pies a cabeza, deteniéndose algunas veces en los muslos, pecho y labios, de alguna manera esos eran los aspectos importantes para él.

—Eh, Nam, ¿No te interesa alg… —Hoseok no alcanzó a terminar la pregunta, gracias a un par de labios tan hermosos y llamativos, tan carnosos, que se veían en exceso deseables y jodidamente mordibles a la vista. Con tan solo observarlos podía imaginar de todo, esos labios, subiendo y bajando lento… Si ese chico seguía pensando así, seguramente terminaría con una erección, no podía tener más suerte, o si, pensándolo bien tendría más suerte. Nadie se negaba a los encantos del guapísimo Hoseok. — ¿Qué tenemos ahí? ¿Ya vieron? Que labios se carga ese…

— Oh no, aquí vamos de nuevo. Hope, te hemos dicho que te controles.

— Vamos, Nam, tan solo miralos, tan…ricos

— Eres un maldito enfermo…

Esas palabras quedaron en el aire, siendo ignoradas por el de cabellos anaranjados, que con todo el atrevimiento del mundo se acercó al desconocido chico. El siguiente acto de él nadie lo espero, mucho menos ese de los labios bonitos y hombros anchos,  que al instante se defendió, escuchándose en todo el lugar un fuerte impacto de su mano contra la mejilla derecha de Hoseok, quién trató de de besarlo, pero que falló en el intento, por supuesto. Uno de los mejores espectáculos que Hope montó, y uno de los más vergonzosos para él, tanto que la estruendosa risa del rubio gruñón se escuchó y seguidamente de ella varios susurros, ese maldito no se saldría con las suyas. Inmediatamente las risas cesaron por un grito, que sacó de su trance a todos, Jung Hoseok estaba furioso.

— ¿¡Sabes lo qué hiciste!?

— Ajá, ¿Acaso me veo tan retrasado para no saber lo que hago?

— ¿¡Sabes con quién te metiste, bastardo!?  Dime, ¿Te gustaría morir en tu primer día?

— Yo…

— No es necesario saberlo, Hobi.

Por un momento creyó que estaba soñando, que era una broma o que si, tal vez recibiría una buena paliza en su primer día de clases, genial ¿No? En verdad él era la persona con la suerte más mala de todo el mundo, o eso creían sus amigos, no, pensándolo bien los tres eran de muy mala suerte. Su mente estaba tan ocupada que en ningún minuto, hasta ese momento, se dio cuenta de la presencia de tres chicos más que lo miraban, uno blanco como el azúcar, otro con cara de idiota tierno y por ultimo uno de tez morena, demasiado guapo. Juraba por el amor de Dios que con verlo se olvido de cómo respirar o de cómo hablar, por ello no era capaz de responderle al cara de caballo, maldita sea, detestaba que Jeon y Park fuera tan lentos en llegar, de seguro ellos reían y él ahí, en uno de los aprietos más grandes hasta ahora.

— Es normal que se defienda, ¿No? – Cuestionó Nam Joon, observándolo con una ceja arqueada y una clara mueca de molestia, Jin tan solo asintió, dándole la razón al moreno, aunque no prestaba atención del todo a lo que este decía, al contrario, se concentraba más en su rostro, voz y cuerpo. ¿Acaso era un mismísimo ángel caído del cielo? No, ¿Alguna clase de Dios griego? ¿Una de las maravillas del mundo?
A decir verdad, Jin no era del tipo de personas que creían en el amor a primera vista, pero esta vez dudó de ello, el amor a primera vista era más real que la existencia de los alienígenas. Que por cierto, justo ahí se encontraba uno muy raro de cabello castaño, que lo observaba con una aterradora sonrisa y un claro sonrojo, para ser más exactos miraba detrás del castaño.

 

                                                             l21; k16; l20; 

 — ¿Se puede saber por qué llegaron tarde? ¡Me metí en un lío por su culpa! – Reclamó un molesto Jin a los dos más jóvenes que él, esos quienes le dejaron morir por su maldita irresponsabilidad de no llegar puntuales, como siempre.

 

Jimin, antes de responderle volteó a todos los lados posibles, Jin se enteraría tarde o temprano de la vergonzosa situación de Jungkook, quien claramente no estaba de muy buen humor.

 

— Es que…

— ¿Es que qué, Park?

— Un perro, fue eso.

— ¿Qué?

Entonces la voz de Jeon se interpuso en su plática, ganándose la atención de ambos chicos; uno dudoso y otro que se moría por reír con ganas.— Un perro me ha meado encima.

Escandalosas risas mejoraron la tensión del patio donde se encontraban, llamando la atención de las pocas personas que rondaban por ahí, algunas resolviendo dudas, después de todo ya era hora de ir a casa. —¡Kookie! ¡No por nada olía mal desde que llegaste!   

— ¡Llegamos tarde por que regrese a casa para ducharme y cambiarme, estúpido!

Lo bueno de ellos era que no se podían enfadar entre ellos por bromas como esas, que seguramente seguirían hasta que olvidaran el hecho del perro meón. El trío entre bromas, quejas y risas caminaron hasta el casillero correspondiente de Jungkook, donde yacían algunos libros que ocuparía para sus primeras tareas. Sus ojos se quedaron estáticos en un llamativo papel rojo, que cayó de entre los libros, ¿Cuándo llegó eso ahí? Más bien, ¿Por qué justo a él? ¿Era alguna clase de advertencia? ¿Alguna chica loca que quería su número?

Con mucha precaución decidió leer aquella nota con detenimiento, dejándolo esta helado, ansioso y con temor, ¿Qué quería esa persona? ¿Qué vió en él?

— Kookie, ¿Estás bien?

— ¿Eh? Ah… ¡Sí, Jinie! ¿Nos vamos ya? Tengo demasiada hambre, vamos a comer. Ya, ahora.

— ¡Hamburguesas, vamos por hamburguesas!

 Soltó Jimin con tanta emoción que los tres salieron corriendo del gran       lugar, si, como zombies desesperados en busca de humanos para comer y saciar el hambre, solo que ellos comerían papas fritas y hamburguesas como cerdos. Solo los tres, sin nadie más que los molestara, sin embargo, algo no cuadraba ahí, Jeon estaba muy inquieto desde que salieron, en definitiva ese hombre no tenía ni la más mínima  idea de disimular su preocupación, que claro, en este caso muchos sentimientos se mezclaron. En algún momento la verdad saldría a la luz, solo era cuestión de esperar, y restándole importancia trascurrieron las horas, hasta que el momento de ir a casa llegó.

 

Preguntas y más preguntas rondaban en su confundida mente, no encontraba sentido en aquella nota, él no era un ángel, tampoco una maravilla, pero, sobre todo ¿Quién era ese tal V?


“ ‹ Lo que necesita este corazón profundo como un abismo,

Eres tú, alma poderosa en el crimen,

Sueño de Esquilo abierto al clima de los austros ›

Jamás vi a tan bello ángel, la mejor maravilla de todas. Sé que no sabes quién soy, pero yo, yo sé quién eres, Jeon Jungkook.

— V.

 

 

 

 

Notas finales:

Si llegaron hasta acá se merecen un gran aplauso y mucho amor de mi parte. ¡Muchas, muchas gracias! Si les gusto no duden en dejarme review, me animará a seguir más. Hice esto con demasiado amor.

Habra demasiado shippeo, dulzura, misterio, y secretos secretosos.

 

¡Nos leemos luego!


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