"Querido Goku, soy yo, la escoria que nunca debio de aparecer en tu vida.
Quiza sea digno de un cobarde el no mirarte a la cara mientras digo estas palabras, pero ¿Que mas puedo hacer si solo soy eso? Un cobarde que nunca tuvo el valor para poder mirarte a la cara y decirte lo mucho que te amaba, lo mucho que te necesitaba, lo mucho que me hacias bien... Asi como lo mucho que me lastimabas y los sucios pensamientos que provocabas en mi, nublando mi juicio, obligandome a dejar de lado mis valores morales, asi como tambien mi cordura.
¿Cuando fue el momento en que te convertiste en algo tan indispensable en mi vida? No lo se. Intento recordarlo, pero todo lo que llega a mi mente, son esos hermosos momentos los cuales comparti contigo. Caminando por la plaza, mientras jugabamos a nombrar cualquier objeto de distinto color; Tormentas llenas de escandalosos truenos que, mas de una vez, te hicieron gritar mi nombre, alertandome de que debia de ir a protegerte, dandote un abrazo y un beso que, siempre, me correspondias con un dulce sonrojo y una tierna risita; Idas a la escuela, en donde nos tomabamos de las manos, ignorando las miradas extrañas que siempre recibiamos por nuestro extraño comportamiento y nuestras muestras de amor; Regaños, de los cuales yo te protegia, colocandote detras de mi, obligandome a mi mismo a no llorar por los golpes que papa me daba, mostrandome valiente en frente de ti, tapando cada rastro de debilidad en mi, todo para seguir siendo tu heroe... Todos esos recuerdos, y mas, me ahogan lentamente. Me matan. Asi como tambien hacen mi corazon latir contento.
Eres el amor de mi vida, eres el tormento que nunca quise quitar de mi futuro, eres la lluvia que simpre interrumpe mis pensamientos, eres la luz que ilumina mis noches... Simplemente, eres mi todo. Un dia sin ti, significa el peor de los tormentos, una noche sin abrazarte ni darte tu beso de las buenas noches, es una tortura que tuve que sufrir, en mas de una vez...
Lo siento si no he cumplido mi papel como el buen hermano mayor que deberia ser, pero es tu culpa, tu eres la razon de que yo sea asi. Por ti, hago lo que hago, importandome una mierda lo que me suceda, volviendote mi prioridad, volviendo mi deber el mantenerte feliz. Manteniendo tu sonrisa intacta, siempre brillante... Siempre para mi.
Yo, solo quiero decirte algo, antes de dar por terminada esta corta y cobarde carta: Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Eres el destello que yo nunca encontrare en nadie mas. Eres mi hermano, mi mejor amigo y, sobre todo, mi amado corazon. Nunca me olvidare de tu rostro, de sus hermosas expresiones de niño bueno que, hasta la fecha, conservas. No permitire que mi mente te olvide, asi me castigue todos los dias al solo verte en sueños o como una alusinacion en mi cabeza, asi me sienta morir al extrañar besarte y abrazarte, asi este a punto de cometer alguna tonteria por el dolor, nunca, NUNCA, le permitire a mi cuerpo ni a mi cabeza olvidarte. Te mantendre siempre en mis pensamientos.
Pero tu, no tienes que torturarte, ni vivir una vida llena de un innecesario dolor. Tu puedes, o mas bien, debes olvidarme. No puedo permitir que tu tierna sonrisa desaparesca por el recuerdo de mi persona ni por el frio que mi ausencia cause en ti. Asi que, por favor, no recuerdes que alguna vez vivi a tu lado. Vive el resto de tus dias como si fuesen los ultimos, consigue una pareja que te ame y te respete. Mas que suplicartelo, te lo ordeno. Por el bien tuyo y el de tu futuro.
Sin embargo, solo hay algo que espero que siempre tengas en mente... Mi amor por ti, durara hasta que mi mente no tenga la fuerza suficiente para continuar trabajando, cuando mi cuerpo ya no pueda levantarse siquiera, cuando mis ojos ya no vean la belleza en tu rostro..."
La punta del lapiz, se habia roto por la gran presion que habia ejercido sobre esta, provocando que a la hoja de papel, se le hiciera un hoyo, al cual le siguieron miles de lagrimas que, una a una, iban manchando aun mas la blanca superficie de papel.
Con una fuerza, casi mostruosa, se mordio la mano, en un intento de que no se escucharan sus sollosos. Era demasiado tarde, ya todos se hallaban durmiendo en sus habitaciones y no queria despertarlos... En especial, a su tierno hermanito Goku, quien estaba acostado en su cama, justo a su lado, dandole una vista perfecta de su amado amante. Aunque, le parecia bastante triste verlo dormir con esos gruesos surcos que decoraban sus mejillas.
Con una terrible presion en su pecho, se le acerco, tocando levemente su piel con la punta de sus dedos, sintiendose morir al escucharlo susurrar su nombre entre sueños...
Toda esa situacion, lo estaba matando lentamente. La presion se estaba volviendo cada vez mas destructiva y sus emociones se hallaban al filo de matarlo. Su corazon, cada vez mas marchito, solo le repetia una y otra vez que no se fuera, que permaneciera al lado de su hermano, que lo protegiera. Porque, ese era su trabajo, protegerlo de todo mal, de todo el mundo e, incluso, de el mismo.
Sin embargo, su mente, unicamente podia decir la misma frase una y otra vez; ¿Ya que caso tiene? Largarte antes de empeorar aun mas la vida de tu hermano es la unica opcion que te queda.
Y, aunque le doliese aceptarlo, su cerebro tenia razon. No podia continuar asi, no podia seguir con aquel romance que, mas que prohibido, era corrosivo. Algo destructivo. Una peligrosa arma que, ignorando todas las adevertencias que se le dieron, decidio tomar entre sus manos, solo para apreciarla como lo mas especial que tenia.
Dando un largo suspiro, dejando de sollozar, convirtiendo su llanto en uno completamente silencioso, giro su vista hacia la carta, notando las grandes gotas que la decoraban, asi como tambien su letra temblorosa, producto de sus manos que se movian sin fuerza, sin motivo, y sin razon.
La tomo entre sus manos y la doblo a la mitad, para despues colocarla sobre la mesita de noche, en donde posaba un reloj que marcaba las 3 de la mañana. Se mantuvo unos cuantos segundos mirando como las manesillas de aquel aparato se movian, indicandole que el tiempo seguia corriendo. Recordandole que era poco el tiempo con el que contaba. Y que, mientras mas se tardara, el coraje se le iria rapidamente, dejandolo sin fuerzas para irse, ni con le valentia suficiente para dejar la carta a la vista de su hermano.
"Esto es lo que decidi. Por el bien de el, por el de su presente y por el de su futuro" Se dijo a si mismo, dandose las fuerzas suficientes para no ver atras, para no arrepentirse, ni tampoco para ir a matar a su padre y quedarse con Goku para siempre.
Con los ojos apretados en una mueca de dolor, dejo la carta acomodada en frente del reloj. Para despues darse la vuelta y caminar hacia la salida de la habitacion que habia sido testigo de sus noches de amor con su hermano, asi como tambien de sus constantes develos que sufria a causa de los miles de trabajos que se veia obligado a hacer, todo para mantener sus calificaciones perfectas y, asi, siempre ser el centro del orgullo de su hermano.
Con una traicionera lagrima, que bajaba sin su permiso por su mejilla, abrio la puerta con sumo cuidado, procurando no hacer ruido y no despertar a Goku. Porque, si el se despertaba en ese momento, sabia que haria hasta lo imposible por mantenerlo a su lado, y sabia de sobra que el, en un momento de debilidad, no se negaria a sus peticiones. Terminando besandolo, y haciendole el amor hasta que sus cuerpos se desmayaran del placer.
_Te amo, y te odio... Odio amarte tanto... Y me odio a mi mismo por tener la necesidad de tenerte a mi lado para siempre_Susurro en un debil hilo de voz, al mismo tiempo que salia de ahi, sin mirar hacia atras, sin detenerse, sin pensar en nada, solamente caminando hasta el final de las escaleras, encontrandose con una gran maleta llena de, seguramente, muchas de sus pertenencias.
La observo con el entrecejo completamente arrugado, en una expresion de coraje y dolor. Aunque, a esas alturas, ¿Que mas podia hacer? Ya no tenia opciones, ya no le quedaba nada mas que irse de ahi y permitirle a si hermanito tener una vida normal, con sus padres y con alguien mas adecuado para el... Y, no importaba lo enojado que lo hiciera sentir la posibilidad de que su hermano pudiera tener alguna cita despues de su ida, el no debia de intervenir ya. Demasiado habia hecho ya.
Con pesar, tomo la maleta con una de sus manos y se acerco a la puerta de la entrada principal. Abrio esta, pero se detuvo a medio camino, mirando de manera distraida los detalles en la madera de la puerta, notando lo demacrada que estaba y lo bien que le caeria una capa mas de pintura.
Sin embargo, no era el momento de admirar la puerta que tantas veces habia abierto ya. El sonido de los pasos de alguien lo hizo girar, casi de manera institiva, esperando encontrarse con si tierno hermanito, tallandose los ojos con su mano mientras le preguntaba, con una adormilada voz, que hacia donde se dirigia. Pero, a quien encontro, fue a la persona que menos hubiera querido encontrarse en ese momento.
Su mirada, de inmediato, se afilo, mostrando lo enojado que se encontraba y lo peligroso que podia llegar a ser si lo provocaban. Aunque, ya no habria necesidad de eso, ya se sentia lo suficientemente enojado como para tirarle los dientes a el. Importandole perfectamente una mierda si se trataba de su padre u otra persona.
No estaba de humor, definitivamente, no lo estaba.
Aunque, el estado de humor en el que se encontraba y la mirada de completo coraje que tenia en su rostro, no fueron algo de temer ni una advertencia para el hombre que estaba en frente suyo, con un cigarrillo en su mano y usando unicamente un boxer pegado a su cuerpo.
Ambas miradas chocaron entre si.
_Veo que ya te vas_Apagando el cigarrillo con la punta de su pie, se le fue acercando con unos pasos desesperantemente lentos. Provocando que el coraje fuese casi insoportable. Sino lo golpeaba en ese mismo instante, estaba seguro de que explotaria en cualquier otro momento, solo que con mas brutalidad y con una violencia, casi, destructiva.
_Vaya, sabes pensar y no estas completamente ciego, que novedad_Con un tono completamente sarcastico, se giro para ver a su padre. Encarandolo con la mayor de las valentias, ignorando el hecho de que, al ser su padre al que estaba insultando, podria terminar con un ojo morado, un par de dientes tirados y, quiza, unos cuantos huesos rotos.
Ante sus palabras, pudo observar como el rostro del hombre que le dio la vida se arrigaba aun mas, en una mueca de enojo muy mal contenido. _Maldito chiquillo arrogante, sera mejor que te largues antes de que te mate a puros golpes_Con una gruesa capa de veneno cubriendo cada una de sus amenazas, se dio la vuelta, ignorando su existencia, al mismo tiempo que, otro cigarrillo, era encendido.
Con un gran coraje, y con su autocontrol a punto de hacer cortocircuito, abrio de nuevo la puerta, tomando su pesada maleta y dando el primer paso hacia el exterior de la casa. Estaba listo para irse, pero antes de siquiera continuar, se giro para ver con desprecio a su padre. _Solo te pedire una cosa y espero que al menos lo hagas por Goku y no por mi_Se volvio a dar la vuelta, observando como la Luna iluminaba la calle dentral y, tambien, su rostro. Era ahora o nunca. _Protegelo de cualuiqer mal, escuchalo cuando veas sus ojos bañados en lagrimas, no te atrevas a tratarlo como si fuese cualquier cosa y, lo mas importante... Amalo, por favor, es lo unico que te pido_
Y, dicho esto, salio de la casa. Dejando detras el eco de sus palabras, dandoles el permiso de que perforaran el silencio de la casa, llegando a su mente unicamente para hacerle sentir dolor. Unicamente para recordarle que, ahora, su hermano aun tenia una oportunidad para vivir una vida de un chico normal.
Con los primeros pasos dados hacia el interior de la calle, miro hacia el cielo. Pensando en cual seria la reaccion de Goku al leer la carta, que clase de mirada tendria o si lloraria...
No. No queria pensar mas en eso. No queria sentir que aun estaba cerca de el. No queria darse cuenta de que podia arrepentirse, y regresar al lado de su hermanito. Simplemente ya no queria... No, ya no podia continuar mas.
Dando un largo suspiro, comenzo a caminar, ignorando los pensamientos que uno a uno comenzaban a acumularse en su mente. Simplemente miro al frente, mirando un vacio camino oscuro que lo llevaria a un destino que el desconocia. Llevandolo lejos de la razon de su odio y amor. De su hermano... Su unico amor.
"Te amo, te amo demasiado, mi torpe hermanito menor"