Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL ACTOR Y EL CONDE [CHENMIN] por solokik

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capitulo tempranito para que empiecen bien el día.

Quedarse esa noche más tarde de lo normal, significó para Minseok estar dormido durante el desayuno, Hyuna trato de despertarlo, pero él se había metido más en las mantas y se volvió a dormir, ignorando su descontento chasqueo de lengua, decidió que Sohee estaría de nuevo indispuesta hasta la hora de la comida y sería Minseok quien se uniera a los Do en el último día de su estancia, pero Sohee comería con ellos por la noche.

El tiempo era cálido y encontró a Jongdae jugando a los bolos con Chulho mientras Kyungsoo estaba sentado debajo de un árbol un poco más lejos, leyendo. —Buenos días. ¿Puedo sentarme?

Kyungsoo miró hacia él y Minseok vio un momento de desaprobación en su rostro antes de sonreír, pero la sonrisa no era sin duda tan cálida como la que había compartido la noche anterior. —Por supuesto.

Se dejó caer y se sentó junto a él. —Debería haber tomado tu consejo de ir a la cama como tú y tu padre hicieron, me temo que no soy una persona madrugadora después de una larga noche.

—¿Conocía al Conde Kim antes del matrimonio de su hermana?

No esperaba la pregunta, o la brusquedad del tono de Kyungsoo. —No.

Kyungsoo cerró con fuerza su libro. —Voy a hablar con franqueza señor Ahn, me parece despreciable que un hombre deba comprometer a su cuñado en actos carnales, aún más cuando su hermana cae enferma.

—Te equivocas.

—No lo creo, regresé a la biblioteca para recoger algo que había olvidado y no hay manera en la que pueda haber confundido lo que presencié con mis propios ojos, donde antes pensé que podríamos ser buenos amigos, ahora temo que he cometido un gran error en juzgar la naturaleza de su carácter.

—No es lo que piensas —dijo con rapidez, con los ojos como dardos en el césped de bolos.

—No me haga parecer un idiota, sé lo que vi y por lo que a mí concierne, en general no me importa con quién se acueste un hombre, pero no puedo aprobar que un hermano no respete a su hermana así.

Minseok estaba desgarrado, le agradaba Kyungsoo y había tenido la esperanza de tener alguien a quien llamar amigo durante su estancia en la mansión pero corregir el error de Kyungsoo significaba decirle la verdad, sabía que los Do eran estrechos aliados de los Kim y la necesidad de compañía más allá de Jongdae y Hyuna inclinó su decisión.

—No niego lo que viste Kyungsoo, pero hay más que eso, te voy a explicar y te aseguro que te va a tranquilizar la situación pero debes jurar mantener lo que diga en secreto, tanto por mi bien como por el de Jongdae.

Kyungsoo no parecía muy convencido, pero asintió. —Juro por mi honor que nada de lo que vas a decir será contado, pero no puedo pensar que haya nada que pueda justificar tu comportamiento.

Minseok respiró para darse coraje. —Mi hermana no está aquí, ella no se casó con el Conde Kim Jongdae, era yo haciéndome pasar por ella, la verdadera Ahn Sohee vive en Incheon, donde se fugó con otro hombre cuando mi familia le dijo que su matrimonio con Jongdae había sido arreglado.

—¿Qué?

—Es verdad, lo juro.

—Pero ¿cómo te las has arreglado con una cosa así?

Sonrió débilmente. —Mi hermana no es una mujer particularmente femenina y he pasado los últimos años como actor interpretando principalmente papeles femeninos, por el bien de mi familia accedí a regañadientes pretender ser mi hermana, no era la intención llegar tan lejos, habíamos pensado que podría ser Sohee en la boda y luego sucumbir a una enfermedad misteriosa, desafortunadamente, Jongdae me reconoció de mi última obra y por sus propias razones quiso seguir con la farsa.

—¿Y lo de anoche fue...? —la expresión de Kyungsoo se oscureció—. ¿Él te obliga?

—No, estoy dispuesto, más que dispuesto, Jongdae es un hombre guapo y dada la situación en la que me encuentro, no puedo ir a buscar compañía en otros lugares.

Minseok no se había dado cuenta de cuán cerca estaban sentados hasta que una sombra cayó sobre ellos, se alejó de Kyungsoo casi culpable cuando levantó la vista y vio a Jongdae de pie a su lado.

—Minseok. —La voz de Jongdae era fría y tenía una expresión dura en el rostro—. Me gustaría hablar contigo, si tienes un momento.

—Por supuesto.

Se puso de pie, Jongdae lo agarró por el brazo con fuerza y lo arrastró hacia el pasillo, no habló hasta que estuvieron detrás de la puerta cerrada de su estudio.

—¡Explícate!

No sabía de lo que estaba hablando, pero por el desdén en el rostro de éste y sus ojos entrecerrados, estaba enojado por algo. —¿Explicar qué?

—Me he dado cuenta de que no podías ser tan ingenuo como dijiste. ¿Con cuántos más me has sido infiel?

—¿Qué? No lo entiendo.

—No finjas Minseok.

—No he hecho nada para merecer esta acusación.

—Estabas casi en el regazo de Kyungsoo, ¡hablando de la necesidad de encontrar compañía! ¿Cuánto tiempo habrías estado así antes de desaparecer entre los arbustos y dejar que te tomara?

—¡No! No fue así, es mi amigo, nada más. —No podía creer los celos de Jongdae, no podía creer el descaro que tenía de acusarlo—. Tú menos nadie tienes algún derecho a decir esas cosas. ¡Coqueteas por igual con hombres y mujeres frente a mí!

—Debes recordar tu lugar, podrías tener tu cabeza en un bloque antes de que pudieras siquiera parpadear.

El golpe no fue uno físico, pero Minseok se tambaleó hacia atrás, las palabras eran tan feroces, repitiendo los temores que Jongdae había desechado meses atrás, ahora eran tan reales como nunca, su visión se volvió borrosa pero no iba a llorar asi que respiró profundamente para calmar sus nervios.

—¿Quieres saber la verdad? ¿Quieres saber acerca de qué estaba hablando con Kyungsoo? —no respondió, por lo que Minseok continuó—. Nos vio anoche en la biblioteca, tuve que decirle lo que estaba pasando, me preguntó si me estabas obligando a meterme en tu cama, todo lo que oíste fue a mí defendiéndote diciendo que quería tu compañía.

Jongdae estuvo sobre él en un instante y Minseok se vio arrastrado a sus brazos luchando en un intento de escapar. —Lo siento, por favor, por favor, perdóname, soy un tonto posesivo y celoso.

Se ahogó entre sollozos. —No te he mentido sobre mi pasado.

—Lo sé y lo siento. —Sus palabras de sonaban sinceras, pero el estómago de Minseok se anudaba dolorosamente, una vez más se acordó de la débil posición en la que se había permitido entrar además de cuánto poder tenía Jongdae sobre su vida y potencial muerte.

Se apartó de sus brazos. —¿Lo sientes? ¿Sientes haberme amenazado con hacerme decapitar?

Jongdae trató de agarrarlo de nuevo en sus brazos, pero no se lo permitió. —Por favor, sé que no debería haberlo dicho, estaba celoso, no estaba pensando.

—Eso no es una excusa. ¿Qué sucederá la próxima vez que haga algo que no te guste? ¿Voy a vivir sin saber si vas a alejarme y ejecutarme si pongo un pie fuera de lugar?

—¡No! —Jongdae agarró su brazo y no permitia que se soltara—. Nunca haría eso, nunca, estaba enojado y celoso, nunca antes me he preocupado de que mi amante tomara a otro en su cama pero pensar en Kyungsoo o en cualquiera tocándote... No podría soportarlo.

Nunca lo había visto tan afligido, pero aún estaba tambaleándose por el anterior estallido. —No debería tener que vivir con miedo a causa de tus decisiones equivocadas.

—En verdad lo siento Minseok, lo juro por mi vida, por la vida de Daeul, que no volverá a suceder, te juro que nunca te sacrificaría.

—Escucha con claridad Jongdae, porque no lo voy a repetir, el honor de mi familia puede estar condenado pero si me amenazas de esa manera de nuevo voy a salir de esta casa y no miraré hacia atrás.

•••

Vestido como Sohee, se sentó a cenar, Jongdae se puso de pie para ayudarle con su silla.

—Sohee —dijo Hyesuk—, es bueno ver que te encuentras bastante bien para bajar a cenar.

—Gracias, es bueno estar fuera de la cama, incluso si es sólo por unas pocas horas.

—Este es Kyungsoo, mi hijo, estoy contenta de que tenga la oportunidad de conocerte antes de irnos por la mañana.

Kyungsoo tomó la mano de Sohee y la besó, a escondidas le guiño el ojo mientras lo hacía, los ojos de Minseok lanzaron una mirada a Jongdae quien le sonrió, tratando de parecer arrepentido y no mostró ningún signo externo de celos por las atenciones. —Es un placer finalmente conocerla.

—Mi hermano ha hablado afectuosamente sobre usted también, señor.

—Hablando de su hermano, ¿no está con nosotros esta noche Sohee? —preguntó Chulho.

—Minseok ha decidido pasar algún tiempo con unos amigos en Seúl ahora que me siento un poco mejor, debería estar de vuelta a finales de la semana.

—Es una pena, me hubiera gustado tanto convencerles a ambos de representar una escena o dos de La comedia de las equivocaciones, es una de mis obras favorita que he visto en el Swan y sería un verdadero gusto ver a los gemelos interpretarla.

Antes de que pudiera responder Jongdae contestó —Eso sería apenas adecuado, Chulho, no creo que aprobaría que mi esposa actuase.

—Seguramente no habría nada de malo en tu propia casa Jongdae y si Sohee es como su hermano, sería una pena perderse ese gusto.

—No voy a permitir eso —dijo Jongdae con firmeza.

Chulho alzó las manos. —Fue simplemente una sugerencia no quise ofender.

El último de los platos del postre fue retirado. —Si ustedes caballeros no se oponen, me retiraré —dijo Minseok poniéndose de pie.

—Te acompañaré a tu habitación —Jongdae ofrecio una mano que Minseok aceptó.

Una vez que estuvieron a una distancia considerable de la sala y estuvo seguro de que estaban solos hablo. —Tarde o temprano, la gente sospechara.

Jongdae verificó sobre su hombro. —Es poco lo que podemos hacer para rectificar eso.

—Hay algo, podría escribirle a Sohee para que al menos una vez podamos ser vistos juntos y eso debería ser suficiente para evitar cualquier sospecha.

—¿Ella vendría?

—Creo que podemos decir con seguridad que me debe mucho, dudo que rechace una solicitud de este tipo si significa mantener el estatus quo, voy a escribirle una carta esta noche y la despacho a primera hora mañana.

Jongdae se apoderó de su mano para impedir que caminara. —Di que me has perdonado por mi estupidez.

—...

—Deja que te lleve lejos de la casa durante unos días, estaba pensando que podríamos pasar un tiempo en Seúl para presentar a Sohee ante la corte.

Minseok reconocía una oferta conciliatoria cuando oía una. —Me gustaría eso, a nuestro regreso, podríamos traer a Sohee con nosotros.

Jongdae sonrió. —Entonces está decidido, vamos a viajar a Seúl a finales de la semana.

Notas finales:

Hasta mañana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).