Aún les faltaba 1 hora para que empezase la película que querían ver, así que aprovecharon para poner el plan de conquistar a Midorima en marcha. Fueron de tienda en tienda buscando diferentes estilos de ropa para el pelinegro. No sabían muy bien de los gustos de Midorima, pero habían optado por cosas más clásicas y formales pero que no dejaran de ser sexys. Iban de tienda en tienda mirando de todo y probando de todo, hasta que Kise decidió empezar a probarse ropa. Y ahí estaba un peliceleste sentado en la zona de probarse zapatos de una tienda mientras sus queridos amigos se probaban ropa que seguramente no fueran a comprar. Mientras, en uno de los probadores, estaba un rubio mirándose en el espejo para ver que tal le quedaban unos pantalones que le habían llamado la atención hasta que su teléfono comenzó a sonar. Ponía número desconocido pero igualmente lo cogió para ver quien era.
-¿Hola?- preguntó de forma dudosa.
-Ehh, Kise, vamos a jugar un uno contra uno.- más que una pregunta era una orden.
El rubio reconoció al instante la voz del moreno.
-¿Aominecchi, cómo es que tienes mi número de teléfono?
-Un mago nunca revela sus trucos.-dijo con voz altanera.
-Ains…
-Vaa, que voy a buscarte a tu casa y nos vamos a jugar al baloncesto.
-Noo, no vayas.
-¿Por qué no? ese no vayas suena a que no estás en tu casa, ¿dónde estás?
-Exacto, estoy en en centro comercial con unos amigos.
-¿Unos amigos? ¿Qué amigos?
-Pues unos, aunque te parezca raro y extravagante no todo el mundo gira alrededor de tí.
-¿Y cuáles son los nombres de esos misteriosos amigos?- dijo notándose ya un poco enfadado.
-Ayy… mira que no puedo hoy quedar contigo, mañana hablamos.- dijo de forma cansada.
-Ehh, Kise ni se te ocurra cortarme la llama…
Tarde, Kise había despegado el móvil de su oreja nada más terminar su oración y había colgado. A Kise no le gustaba que le controlaran demasiado, le gustaba mucho su independencia y se sentía orgulloso de ella, por eso cuando Aomine había empezado en plan “novio celoso” había querido cortar la llamada, y ahora estaba otra vez llamándolo, por lo que apagó el móvil. Lo que no sabía era que eso le iba a costar caro, muy caro.
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Por otra parte estaba un Aomine tremendamente enfadado, primero le cortaba la llamada mientras él estaba hablando y luego va y apaga el móvil, o sí ese rubio iba a tener muchos problemas. Como estaba frustado y no tenía a su “novio” para desahogarse decidió llamar a Kagami para ir a jugar al baloncesto.
-Ahomine, ¿qué quieres?
-Bakagami, nos vemos en las pistas de siempre dentro de media hora.
-¿Te importaría preguntar al menos si puedo ir?- dijo de forma molesta.
-Me da igual si puedes o no, además, no te hagas el interesante que no tienes nada mejor que hacer y lo sabes.
-Pues para tu información estoy con Tatsuya.
-Perfecto entonces, dile que se venga y hacemos equipo para jugar con quienes estén en las pistas.
-Sabes que vamos a ganar si o si, incluso estando en desventaja numérica.
-Pues cada uno en un equipo y hacemos un mini torneo. Sabes que allí siempre hay suficiente gente para hacer varios equipos.
-Bufff, está bien, a Himuro le parece una buena idea. Nos vemos allí dentro de media hora, no llegues tarde.
-Ay, Bakagami, Bakagami, Bakagami, lo bueno se hace esperar.- dijo sonriendo
-Sí, sí, lo que tú digas.-dijo en tono aburrido, cansado de escuchar los comentarios presumidos de su amigo.
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En otra parte del centro comercial, estaban un pelirrojo y un castaño en un banco sentados mientras comían helados.
-Muchas gracias por invitarme Seijuro-san.-dijo un tanto avergonzado el castaño.
-No me las des. Kouki, si no te es incómodo ¿podrías llamarme como solías hacerlo cuando éramos pequeños?
-...
-Ya sé que ahora no ves muy bien eso, pero al menos cuando estemos tú y yo sólos, sin ser profesor y alumno, en calidad de amigos, ¿qué te parece?
-V-vale…
-Kouki, si no quieres no tienes porque hacerlo, era una pregunta puedes decir que no y ya está, no te lo voy a recriminar ni nada de eso.
-N-no, yo también quiero llamarte como antes, Sei…- dijo completamente sonrojado.
-Me alegro Kou -dijo más feliz que una perdiz.- Cambiando de tema, ¿qué tal si vamos a ver qué pelis hacen y vemos alguna?
-¡Vale!
-¿Qué tipo de películas te gustan Kouki?
-Pues… las de aventuras y las de romance…-dijo eso último en un susurro que Akashi logró captar.
-Está bien, vamos a ver cuales hacen.-dijo sonriendo.
-¿Y a tí? ¿Qué tipo de películas te gustan?
-Las de acción y las de miedo, recuerdo que a tí no te gustaban nada las de miedo.
-N-no, no me gustan nada, prefiero la armonía.
-¿Te acuerdas cuando nos colamos en un cine?
-S-sí, como teníamos prisa porque nos iban a pillar no vimos que peli estaban haciendo y nos metimos en una de terror…
-Y tuvimos que salir a mitad porque estabas gimoteando mientras te tapabas los oídos y cerraban los ojos.
-¡Es que daba mucho miedo! ¡Era una peli recomendada para mayores de edad!
-Ya, ya, me acuerdo, también me acuerdo de lo lindo que te veías todo asustado, con los ojos llorosos y temblando a más no poder- dijo entre carcajadas.
-¡No te rías, tenía mucho miedo! ¡Era mucho más pequeño que tú!- dijo rojo de la vergüenza.
-Pero seguro que el resultado sería el mismo ahora- mientras se seguía riendo.
-No, claro que no, y te lo voy a demostrar, vamos a ver la peli que más miedo dé.- dijo completamente decidido.
-Kouki, no hace falta que pases un mal rato, venga que retiro lo dicho, vamos a buscar una más de tu gusto.
-No.-dijo completamente serio.
-Kou…
-Sei…
-Está bien, si es lo que quieres, pero que conste que no tienes por que hacerlo, no tienes que demostrar nada.
-Sí que tengo que demostrar algo, que he madurado y ya no soy un niño pequeño.
-Kouki… venga, retiro lo dicho, lo siento.
-No, a no ser que seas tú quien no quiera verla.-dijo sonriendo de forma retadora.
-¿Yo?- dijo sorprendido por el cambio de actitud del castaño.
-Sí, tú.-sentenció.
-Está bien, vamos a ver quien aguanta más viendo que más miedo da.-dijo mientras sonreía, ese Kouki decido le gustaba mucho.
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Cerca de allí, en ese mismo centro comercial se encontraban el trío explosivo, los cuales ya llevaban unas cuantas bolsas en cada mano.
-Kise-kun, Takao-kun, habéis comprado demasiadas cosas, la economía no está para estas cosas.- dijo Kuroko mientras cargaba con varias bolsas de sus amigos.
-Ya lo sé Kurokocchi, pero es que hacía mucho tiempo que no me iba de compras y estaba tan emocionado que me he pasado.-dijo haciendo un puchero.
-Yo igual, además, no sabía que tipo de ropa atraería más a Shin-chan así es que he comprado de todo un poco.
-Bueno, siempre podemos devolverlo antes de que se cumpla el plazo de devoluciones, mañana mismo empezaremos con el plan, la ropa que veamos que no da resultado la devolvemos, así no habremos gastado tanto dinero.
-No es mala idea Ki-chan.
-Bueno, ¿y qué hacemos ahora?
-¡Ahora toca peli!
-¡Sí!
-¿Qué peli vemos?
-Yo voto por una miedo.
-No, Kurokocchi que esas no me gustan. Vamos a ver alguna de romance a ver si nos ayuda con el plan de seducir a Midorimacchi.
-¡Yo estoy de acuerdo con Ki-chan! Aunque las de miedo también me gustan. ¿Qué te parece si venimos otro día Kuro-chan?
-Está bien, y de paso invitamos a akashi-kun que también le gustan y así lo conoces.
-¿Cómo es físicamente?
-Pues, Akashicchi es exactamente igual que el chico que estoy viendo ahora mismo comprando dos bebidas y dos de palomitas.
-¿Qué dices Kise-kun?
-Sí, sí, mira, es él, está ahí.
-No puede ser… ¿qué hace Akashi-kun aquí?
-Mira, mira está con acercándose a un chico castaño.- dijo Takao agudizando su ojo de halcón.
-¿Quién es ese chico? ¿Lo conoces Kise-kun?
-No, ¿alguien le ha visto bien la cara?
-No.
-No, no me ha dado tiempo, han entrado ya.
-Vaya, vaya, Akashicchi tenía una cita.
-No sé por qué pero ese chico se me hacía un tanto familiar. -dijo Kuroko pensativo.
-Será que lo habremos cuando hemos estado de tienda en tienda, pero no estaría con vuestro amigo y no nos habremos fijado.- dijo Takao intentando dar una explicación.
-Sí, supongo que será eso Kurokocchi.
-Es posible.
-Oye, ¿y si vamos y espiamos a Akashicchi para ver quién es su misterioso acompañante?
-¡Sí!- dijo Takao emocionado por hacer de detective.
-No es buena idea Kise-kun, Akashi-kun se daría cuenta fácilmente y entonces tendíamos problemas.- dijo Kuroko advirtiendo, todos sabían como era su excapitán.
-Pero está en una cita, quizá esté distraído y no se dé cuenta.
-Repite lo que has dicho en tu cabeza y piénsalo de nuevo, Akashi-kun no se distrae, además no sabemos si es una cita.
-Tenía toda la pinta, en el cine, los dos solos.
-No, Kurokocchi tiene razón, Akashicchi se entera de todo y más si tiene que ver con él, es mejor dejarlo, por ahora.