Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

RELACIONES COMPLICADAS por SandraBel00

[Reviews - 75]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¡Gracias por leer y muchas gracias por comentar, y espero que os guste!!

Por otro lado estaba un pelirrojo acechando a su presa. Lo había estado vigilando y estudiando minuciosamente, y había llegado a dos conclusiones. La primera: que Kouki probablemente estaba borracho, y si aún no lo estaba poco le faltaba. La segunda: Kouki es muy sexy cuando baila, demasiado quizás, había tenido que estar un rato peleando con las miradas de los demás pretendientes. Pero al final había ganado él, como siempre. Después de asegurar a su presa, se había ido acercando a ella cuidadosamente. Había pensado varios frentes para atacar pero al final se decidió por ponerse a bailar con él, y así de paso marcaba territorio para que esos buitres no se acercaran.

Comenzó a bailar con el castaño, el cual estaba de espaldas, y poco a poco se acercaba más a su cuerpo, algún roce que otro, hasta que el castaño se dio la vuelta y lo vio. Al momento dejaron de bailar para hablar.

-Seijuro-san.-dijo Furihata con un tono débil pero de sorpresa.

-Hola Kouki, qué casualidad que nos encontremos aquí, sobretodo porque no deberías poder entrar.

El castaño desvió la mirada hacia otro lado un poco avergonzado.

-No te preocupes Kouki, no te lo digo para reñirte. La verdad es que me agrada que estés aquí.

-Ahh sí? Por qué?

-Porque tenía ganas de verte y hablar contigo.

-Si nos vimos ayer Seijuro-san.

-Yaaa, pero para mí ha pasado mucho tiempo.

Furihata se puso rojo, o más rojo de lo que ya estaba por los efectos del alcohol. Akashi al ver como estaba Furihata decidió pasar a la acción e intentar seducir al castaño.

-¿Qué te parece si te invito a una copa?-dijo Akashi con una voz seductora y muy cerca del oído del castaño.

Al momento, Furihata se estremeció, no sólo por el tono de voz sino también por la cercanía del otro.

-Está bien.-dijo Furihata con una sonrisa que parecía efecto del alcohol.

Akashi sabía que Furihata no estaba en todos sus sentidos, y aunque a él le encantaría aprovechar la situación para atacarlo, prefería llevárselo de ahí y despejar un poco al castaño. Quería conseguir su aceptación estando el chihuhua en buenas condiciones, o al menos no estando tan borracho.

Los dos se fueron hacia la barra dónde cada unos pidió lo que quería. Una vez se lo trajeron Akashi bebió un pequeño sorbo mientras que Furihata tomó un sorbo mucho más cargado de bebida.

-Eyy, ve con calma, ¿cuántos llevas?

-No lo sé, el primero me lo ha traído Kagami, y los demás los he pedido o me han invitado, aunque más de los últimos.

Akashi aprovechó la mención del otro chico para interrogar mejor al castaño sobre su relación con este.

-¿Y ese tal Kagami es un amigo tuyo?

-Sí, es un buen amigo mío, además de que cocina estupendamente y juega muy bien al baloncesto.

-Vaya… parece increíble…-dijo Akashi un poco enfadado por los elogios de Furihata hacia Kagami.

-Lo es, aunque no es muy buen estudiante, pero yo le ayudo a cambio de que él me ayude con el baloncesto.-Furihata siguió bebiendo de su cubata.

-¿Y si es tan genial por qué no sales con él?-dijo Kagami aventurándose a la respuesta.

-Jajajajaaja, que va, que va, Kagami es un amigo fantástico, pero no me gusta.-dijo Furihata riéndose.

Akashi suspiró aliviado, y siguió con su plan.

-¿No te gusta nada de nada? Es alto, parece estar en buena forma física y os lleváis muy bien.

-Claro que está en buena forma física, es de los únicos que resiste el entrenamiento espartano de la entrenadora.

-¿Y entonces?.-dijo un poco molesto Akashi pero tratándose de asegurar que el castaño no guardaba ningún sentimiento amoroso por Kagami.

-No, no es mi tipo.-dijo terminando de beber su copa.

-¿Y cuál es tu tipo, Kouki?-preguntó Akashi intrigado y un poco inquieto.

-Pfff… no sé que decirte, pero Kagami no, jejejejejeje. Camarero ponme otro.

-No, espera, no le pongas más que ya ha tenido suficiente alcohol esta noche.-le dijo Akashi viendo que al castaño le faltaba poco para que le diera un amarillo o algo.

-Pero yo quiero otra…-dijo Furihata haciendo un puchero con la boca, demostrando que no debía beber más.

-Si vienes conmigo te llevaré a un lugar con más copas para ti, ¿te gusta la idea?-dijo Akashi pero sin ninguna intención de darle más bebidas, sólo con el objetivo de sacarlo de la discoteca.

-¡Vale, vámonos!-dijo Furihata entusiasmado.

Akashi tenía un plan de escape, porque no era tan fácil como salir con el castaño por la puerta, ya que este último había venido con amigos y tarde o temprano se darían cuenta de que no estaba y se liaría una muy gorda. Akashi inspeccionó la discoteca y encontró a us plan de escape en la pista de baile. Había visto con quién entraba Furihata, y sabía que Murasakibara lo ayudaría.

-Kouki, ¿no deberías decirle a tus amigos que te vienes conmigo?

-Síi, supongo, vamos a buscarlos.

-¿No son esos?-dijo Akashi señalando a Himuro y Murasakibara.

-Sí, se lo diré a Himuro-san.

Los dos se acercaron hacia Himuro y Murasakibara, quienes se besaban mientras bailaban muy sensualmente. Furihata tocó el hombro de Himuro para se diera cuenta de su presencia.

-Eyy, Furihata, ¿dónde estabas? Me he distraído un momento y te he perdido, y también a Kagami.

-Es que me he encontrado con un viejo amigo y me voy con él, así que ya nos veremos luego.-dijo Furihata yéndose ya como si el pelinegro no tuviera más cosas que preguntarle.

-Eyy, espera, ¿estás borracho?

-Nop, porque dices eso, jejejejejeje.-dijo Furihata con un tono de voz muy diferente al suyo.

-Tú no puedes beber más, vamos a buscara Kagami y a Aomine y nos vamos.

-Nooo, ya te he dicho que me voy con un amigo, además de que me ha dicho que me va a invitar a unas copas.

Akashi al escuchar las palabras de Furihata se tensó y decidió intervenir.

-Hola, yo soy el que le ha dicho que se venga conmigo. No pienses nada raro, sólo quiero sacarlo de aquí porque lo conozco desde que era niño y me preocupo por él.

-¿Te preocupas por él dándole más alcohol para que se emborrache más de lo que ya está?

-No pensaba dárselo, sólo le he dicho eso para que se venga conmigo sin montar un numerito. Seguramente en el trayecto en coche se hubiera quedado dormido y se habría olvidaría de todo.

-Sigo sin querer que se vaya contigo, ha venido conmigo así que vuelve conmigo. Además tú me suenas de algo pero ahora mismo no me sale de qué.

-Mira, soy el director de tu instituto, amigo de Furihata y de tu novio también.-dijo Akashi intentando hacer intervenir a su amigo pelimorado para mantener la calma.

-Nee, Muro-chin, puedes confiar en Aka-chin, lo conozco de hace mucho y es muy responsable, además de que gracias a él nos conocimos.

Himuro quería negarse, pero el que fuera el director del instituto, es decir, no podía ser un irresponsable, y que su propio novio le dijera que no hay problema, eran argumentos muy buenos y no sabía como oponerse a ellos.

-Vale, pero mañana por la mañana llamaré a Furihata y si hay algún problema o algo que me huela a problemas llamaré a la policía y te denunciaré.-dijo Himuro en tono amenazante.

Akashi pensó que su amigo tenía suerte de tener a alguien que tomara las riendas, porque si llegase a ser por Murasakibara su casa sería como la de la bruja del cuento de hansel y gretel.

-Me parece un trato justo.

Himuro suspiró derrotado y se dirigió a Furihata.

-Si te hace algo llámame.

-Sííí mami.-dijo Furihata mientras se reía.

-Deberías llevártelo ya.-sentenció Himuro.

-Ya nos vamos.-dijo Akashi mientras cogía a Furihata en brazos para dirigirse a la salida. Antes de irse quería avisar a Midorima de que él se iba antes, pero cuando lo encontró lo vio en buenas manos así que decidió que le mandaría un mensaje y el peliverde ya lo leería más tarde. Una vez llegó al coche, llevando casi en brazos a un ebrio castaño, lo sentó en el asiento del copiloto y fue él a su asiento para empezar a conducir, por suerte no había bebido demasiado y podía conducir bien.

Mientras, en el interior de la discoteca se encontraban un pelirrojo y un peliceleste hablando, ya llevaban un tiempo, y cada vez se sentían más cercanos el uno al otro.

-Bueno Kagami-kun, ¿por qué te fuiste a Estados Unidos?-preguntó Kuroko mientras tomaba un sorbo de su bebida.

-Mis padres son empresarios y siempre estaban viajando, así que decidieron instalarse en el lugar en el que mejor les iba, y ese lugar era Estados Unidos, por lo que nos mudamos.

-¿Y por qué has vuelto tú?

-Pues la verdad es que cuando Himuro me dijo que quería volver a Japón me di cuenta que yo también quería volver. A pesar de instalarnos en Estados Unidos, mis padres seguían estando fuera casi todo el tiempo y los de Himuro igual, por lo cual éramos como hermanos, y si uno se iba a algún lado el otro también.

-¡Vaya! Pues a lo mejor piensas mal de mí, pero en un principio pensaba que Himuro-kun y tú eran pareja, por lo cercanos que eran.

-Jejejejejeje, bueno es algo que me pasa habitualmente, pero no, entre Himuro y yo nunca hubo nada de interés romántico.

-Vale, vale, jajajaja, ya ha quedado claro.

-¿Y tú Kuroko-san?

-¿Yo qué?

-Pues si estás saliendo con alguien.-dijo Kagami de forma directa.

-Mmmm, esa es una pregunta un poco personal para que la haga un alumno a un profesor, ¿no crees?

-Creía que fuera del instituto eso no estaba contemplado.-dijo Kagami sonriendo de forma picarona.

-Tienes razón, jejejeje. Está bien… salí con un chico cuando estaba en preparatoria y estuvimos juntos toda la preparatoria...pero cuando llegamos al año de ir a la universidad a él le dieron una beca en una universidad de Francia y yo me quería quedar aquí, por lo cual decidimos cortar porque sabíamos que una relación a distancia no funcionaría.

-¿Y no os habéis vuelto a ver?

-Sí, nos volvimos a encontrar en vacaciones, pero lo único que vimos él uno en él otro fue un viejo amigo, y preferimos dejarlo así.-dijo simplemente Kuroko.

-¿Entonces desde él nadie más?-preguntó curioso Kagami.

-Lo intenté alguna vez pero no salió bien, así que preferí estar solo hasta encontrar al indicado.

-¿Y qué tal la búsqueda?

-Bueno… estoy explorando varias vías…

Los dos dejaron de hablar y se miraron al mismo tiempo que miraban los labios del contrario. Poco a poco iban acortando la distancia al mismo tiempo que cerraban los párpados lentamente. Ya podían sentir el aliento del otro rozando sus labios suavemente. Ya no había música, ni ruido, ni gente, sólo estaban ellos dos y nadie más. Cuando sus labios estaban ya rozándose, saboreando la cercanía de sus labios. Hasta que de repente se oyó un fuerte estruendo acompañado de una voz conocida, que sobresalía de las demás.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).