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RELACIONES COMPLICADAS por SandraBel00

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Notas del capitulo:

Bueno, como ya habréis notado se me hace bastante difícil compaginar los estudios con la escritura, jejejejejejeje. Voy a tener que pausar la histaria hasta más o menos mediados de Junio porque se acerca Selectividad. Para quién no sepa lo que es lo explico: es una serie de exámenes de diferentes materias que he estado cursando. La nota de esos exámenes junto con la nota media de bachiller te da una nota final, con la cual optas para entrar a una carrera u otra. El problema es que la carrera que yo quiero piden bastante nota y por eso este año he intentado estudiar bastante, y he dejado olvidada la escritura. En un principio pensaba que podría compaginarlo pero me ha sido muy difícil. Por eso les pido perdón por todos los parones que he hecho y por este que tengo que hacer ahora.

¡¡Muchas gracias por leer y sobretodo por comementar!!

Había pasado un mes desde su primera vez, y ahí estaba el castaño, en su hora de recreo, gimiendo tumbado boca abajo en una gran mesa, mientras que un pelirrojo estaba detrás suyo golpeando activamente con su pelvis la cadera del contrario. En esos momentos recordaba aquella maravillosa noche.

/ Flashback /

Se despertó con los finos rayos de luz que se colaban por la gran ventana y con un terrible dolor de cadera. Al abrir los ojos se encontró solo en una gran cama. Tardó un poco pero al final recordó lo que había ocurrido por la noche, y al momento, se sonrojó fuertemente. Se oyeron unos suaves golpes en la puerta, inmediatamente después apareció un pelirrojo con la puerta.

-Parece que ya estás despierto, ¿qué tal te encuentras?-dijo mientras se dirigía hacia la cama en la que estaba Furihata.

-B-bien.-dijo mientras se intentaba tapar con la sábana viendo que el mayor se acercaba.

El pelirrojo se dio cuenta de las intenciones del otro.

-Kouki, creo que no hace falta que te tapes, ¿o es que no te acuerdas de lo que pasó anoche?-preguntó sentándose en la cama.

-S-sí que me a-acuerdo pero…

Akashi notó la indecisión del contrario y decidió distraerlo un poco para que luego pudieran hablar más tranquilamente.

-¿Qué te parece si te llevo al aseo y te das un baño relajante y luego desayunamos? Estaba ahora preparando el desayuno.

-¿N-no sería mucha m-molestia?

-Kouki, tú nunca eres una molestia, te lo aseguro.-dijo eso mientras le sonreía

El castaño se sonrojó otra vez por las palabras del contrario

-Vamos, que te llevo al baño.-tendiéndole la mano.

-N-no hace falta, p-puedo ir yo solo.

-No dudo de tu capacidad de usar los brazos.

-¿Para qué iba a utilizar los brazos para andar?

-Pues adelante, utiliza las piernas...si puedes.-dijo sonriéndole al castaño.

Furihata le miró con desafío. Puso los pies sobre el suelo, pero al instante de levantarse, la cadera le falló y cayó hacia la cama, quedando boca arriba. El pelirrojo le miró sonriente.

-¿Me dejas que te lleve ahora?

-Esto es culpa tuya.-dijo dándose la vuelta sobre la cama.

-Me haré completamente responsable.-dijo mientras comenzaba a dejar beso por la espalda del menor.

El castaño se sonrojó por los besos pero se tapó la cara con la sábana.

-Venga, dame la mano y luego hablamos.

Finalmente, Furihata le dio la mano y el pelirrojo lo cargó a modo princesa.

-N-n hace falta que me lleves así.-dijo Furihata ruborizado.

-Es la forma más segura para no ejercer presión directa en la cadera, así que tendrás que soportarlo hasta el baño.-dijo mientras reía.

Furihata finalmente se resignó y dejó que el pelirrojo lo llevara como quisiera. Una vez en el baño, Furihata se dio cuenta de que todo estaba planeado por Akashi, ya que el baño ya estaba preparado. Akashi lo dejó suavemente sobre el agua caliente de la bañera. Al estar sumergido en ella Furihata se sintió muy cómodo.

-Una vez termines llámame y te llevo al comedor y nos tomamos el desayuno. Te dejo tranquilo.

Akashi salió de la habitación y cerró la puerta para darle más intimidad al castaño.

Furihata comenzó a relajarse un poco con el agua, mientras hacía surcos superficiales en el agua con la punta de los dedos. Después de unos minutos de calma y tranquilidad en los que intentó reflexionar sobre su situación actual. Se había emborrachado y se había acostado con el director de su instituto, realmente eso parecía el título de una peli mala. Al recordar la noche pasada comenzó a sonrojarse fuertemente y se hundió en el agua intentando esconderse de sus propios recuerdos y reacciones. Al final, salió del agua dispuesto a hablar con Akashi y aclarar la cosas. Al levantarse sintió molestia en su cadera, pero no era como antes, por lo que se vistió con una muda que supuso que Akashi dejó ahí para él. Al salir se dejó guiar por el olor a comida recién hecha. Aunque no había visto que hubiera demasiadas habitaciones el piso era enorme.

Abrió la puerta de la habitación y se encontró con un gran salón siguió caminando un poco más y llegó hasta la cocina, justo al mirar se cruzó con Akashi, el cual estaba llevando una bandeja hacia la mesa del salón. En ella había dos tostadas, unas tortitas con sirope de caramelo por encima, una manzana y un vaso de zumo de naranja.

-Ohh, ya has terminado. ¿Por qué no me has llamado para que te ayude?

-Porque no necesitaba tu ayuda. ¿No ves que puedo yo solo?

-Sé que eres capaz de hacer todo lo que te propongas, pero no pasa nada por aceptar un poco de ayuda de vez en cuando.

El castaño sonrió y luego se acordó de que el pelirrojo estaba cargando con una bandeja.

-Espera, que te ayudo.-dijo dirigiéndose hacia las manos del mayor para coger la bandeja.

-No te preocupes, tu única labor es sentarte en mesa y desayunar, ya está allí la otra bandeja.

El castaño siguió al pelirrojo hasta la mesa dónde estaban preparados los desayunos.

-¿P-pero, todo esto es para mí?

-Claro Kouki, el desayuno es la comida más importante de todas, así que sí, todo eso es para ti.

-Buff, no voy a poder comerme todo esto. Estoy acostumbrado a desayunar un vaso de leche y unas galletas de camino al instituto porque sino no me da tiempo.

-No te preocupes, no pasa nada si no te comes todo, aunque deberías comenzar a cambiar ese hábito de comer tan poco y a correprisas.

-Yaa…

Los dos se sentaron en sus respectivos sitios y Kouki comenzó probando las tostadas, las tortitas y el zumo de naranja.

-¡Todo está delicioso! ¿Lo has hecho tú?

-Según.-dijo el pelirrojo sonriendo.

-¿Cómo que según?

-Kouki… supongo que te acordaras de lo de anoche, ¿verdad?

El castaño tragó saliva. Aunque sabía que tarde o temprano tendrían que hablar no dejaba de ser una situación terriblemente incómoda.

-S-sí…-respondió nervioso.

-Me gustaría pedirte algo, sé que será complicado pero yo confío en ti.

Mente de Furihata:

Ya está, me va a pedir que me olvide de todo y que no diga nada, bufff. Bueno, al fin y al cabo sólo he sido un desliz, le fastidiaría todo lo que ha conseguido. Me lo tendría que haber imaginado, esto me pasa por hacerme ilusiones.

-¿Quieres ser mi novio?

-¿Cómo?-preguntó completamente desconcertado.

-Por favor Kouki ni me hagas repetirlo que bastante difícil me ha sido ya decírtelo una vez.-dijo Akashi con un tono un poco desesperado, pero intentando encubrirlo.

-¿T-tú quieres que sea tu novio?

-Sí.-dijo firmemente Akashi.

-Es decir, que seamos pareja y tengamos ci…

-Citas, sí, como una pareja normal, el único problema es que en el instituto no deberían saberlo porque es un tanto ilegal, pero tú por eso no te preocupes. ¿Entonces qué? ¿Me aceptas como novio?

Furihata estaba en shock por lo que estaba oyendo pero al escuchar que la proposición de Akashi tenía un deje de impaciencia, decidió que tenía que responderle ya.

-Sí, me encantaría que fuéramos pareja.

Akashi por un momento se quedó paralizado, pensaba que el castaño no querría ir tan rápido, además de que la relación tenía que ser secreta.

-Seijuro ¿te ocurre algo?-preguntó preocupado el menor.

-Para ti sólo Sei, Kouki. Somos novios,¿no?

-S-sí...Sei.

-¿Quieres que hagamos algo?

-M-me encantaría p-pero creo que debería irme, m-mis padres deberán estar p-preocupados.-dijo apenado mientras agachaba la cabeza.

-Ei, que no pasa nada-dijo mientras le levantaba la barbilla suavemente con la mano.-Ya tendremos una cita otro día.

El castaño sonrió feliz.

-Por cierto, tienes que llamar a un chico con pelo negro y un lunar debajo del ojo derecho.

-Ahh, Himuro-san, ¿Cómo es que lo conoces?

-No me dejaba secuestrarte tranquilamente.

-Jejejejejejeje, sí, a veces es como una mamá gallina que cuida de sus polluelos.

-Eso mismo me pareció.-dijo el pelirrojo sonriendo.

-Aún no me has respondido sobre el desayuno.

-Bueno, como estamos saliendo y la sinceridad es la base de una buena relación, quiero empezar por buen pie. En cuanto me desperté llamé al cocinero que suele hacerme la comida para que hiciera un buen desayuno para dos personas.

-Vaya...ahora tendré que ir a felicitar por la comida a ese cocinero.-dijo Furihata sonriendo.

-Buenoo, yo tuve la idea, merezco llevarme algo de esa felicitación, ¿no?-preguntó Akashi sonriente.

-E-está bien.-rápidamente se incorporó sobre la mesa y le dio un pico al pelirrojo. Se volvió a sentar velozmente e intentó cubrir su sonrojo.

El mayor se encontraba gratamente sorprendido por la acción del de ojos chocolate, y mentalmente se apuntó un tanto a sí mismo por conseguir que el otro se lanzara.

-Espero que no le des así tus felicitaciones al cocinero.

-C-claro que no.

El pelirrojo se levantó de la silla y se dirigió al castaño, este dejó de comer y miró al otro. El mayor sujetó con sus manos la cara del castaño y comenzó un beso suave y lento. De repente rompió el contacto, el castaño que estaba ensimismado abrió los ojos buscando una explicación.

-Tienes que vestirte y luego te llevo a tu casa, porque como sigamos así volvemos a la cama y no te dejo salir en todo el día.

El castaño se sonrojó fuertemente de solo pensarlo. Akashi cogió los platos y los llevó a la cocina mientras que el castaño se levantó y fue a vestirse. Más tarde, Akashi llevó de vuelta al castaño a su casa. Éste tuvo que mentirles diciéndoles que se había quedado a dormir en casa de Kagami con los demás. Luego, tuvo que llamar a Himuro para tranquilizarlo, aunque otra vez tuvo que mentir diciéndole que había dormido en casa y se acababa de despertar por el resacón. En conclusión, había estado mintiendo toda la mañana como un bellaco.

Después de esa primera vez tuvo más citas con el pelirrojo aunque no todas acababan en sexo, ya que el castaño se negaba rotundamente a hacerlo en lugares públicos.

/Fin del flashback/

A pesar de su oposición en hacerlo en lugares públicos, ahí estaban, manteniendo relaciones sexuales en el instituto. Aunque cabe señalar que era en el despacho del director, lugar dónde se supone que la gente no puede entrar libremente, o al menos esa era la excusa que Akashi había utilizado para convencer al menor de que lo hicieran en el instituto.

Las embestidas siguieron un rato más, hasta que el pelirrojo notó que iba a correrse y comenzó a masturbar al castaño. Finalmente los dos se vinieron en un sonoro gemido. Lo bueno del despacho del director es que además de ser grande estaba más alejado de la gente. Además, se encontraban en la hora del descanso por lo que casi todos habían salido a almorzar.

Después de arreglarse las ropas y tranquilizar sus respiraciones Furihata decidió hablar con Akashi sobre esos encuentros en el instituto.

-No podemos hacerlo aquí…-dijo sonrojado aún por el postorgasmo y por la incomodidad del tema.

-¿Por qué? ¿Qué ocurre?

-Pues que ni siquiera tengo tiempo para comerme el almuerzo, y que no tengo suficientes excusas para mis amigos como para faltar todos los recreos, no se lo tragarían al final.

-Bueno, lo de la comida lo podemos arreglar.

El castaño se sonrojó al instante.

-Me refiero a invitarte a comer hoy, y me dices a mí pervertido.-dijo mientras se carcajeaba de los pensamientos que tenía el castaño.

-E-es tu c-culpa.-dijo Furihata tembloroso al darse cuenta de lo que pensaba.

-Vale, vale. Y lo de tus amigos es fácil, les dices que el director te requiere para arreglar unos asuntos.-dijo Akashi insinuándose mientras se acercaba al contrario.

-N-no creo que eso s-sirva.-dijo el castaño desviando la mirada.

-Otra vez tú y tus conclusiones, me refería a asuntos del club de lectura, pervertido.

Mientras decía eso se acercó al castaño para coger su barbilla para mirarle a los ojos para luego besarle suavemente. Furihata aceptó de buen grado el beso. Pero el timbre que daba por finalizado el recreo los llevó de vuelta a la realidad. Finalmente se separaron, el castaño cogió sus cosas y se fue hacia su clase bajo la atenta mirada de un satisfecho pelirrojo.

 


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