~Narra Baekhyun~
Me costó un montón sacar a Chanyeol de mi casa, ¡Me dijo que quería dejar a todos plantados y quedarse conmigo! Es un loco adorable. Luego de haber luchado para liberarme un segundo de sus brazos y sus labios, luego de haber negociado con unos besos; salimos de mi hogar. Para ser sinceros, este gigante está haciendo un cambio importante en mi vida… uno grande y precioso.
De camino hacia la mansión de mi novio, según el orejotas, me llegó un mensaje de un cabreado Kyungsoo preguntando en dónde me había metido, que estaba afuera de la casa con unos tipos extraños que no dejaban de mirarlo. Todo esto fue debido a que como unos tortolitos, nos quedamos de bobos en mi casa y llegamos tarde a la de Chanyeol. Supuse que esos “tipos extraños” debieron ser los amigos del orejón, así que creía que no iba a correr peligro… ¿O si?
Antes de bajarnos, mi novio me tomó de la cadera y me hizo sentar sobre él de frente en un rápido movimiento. Con un sonrojo que me podía partir la cara traté de bajarme pero el alto apretaba más el agarre, apegándome a su enorme cuerpo.
- ¿Te dije que estás muy sexy hoy? – preguntó con una sonrisa burlona y seductora.
- Amor, es como la vez quinientos que me lo dices… ¿podemos bajar?
Mi voz sonaba rara, esas cosas que hacía Chanyeol conmigo eran nuevas y claramente no sabía como reaccionar, y sobre todo, temía a quedar como un patético. Mi considerado Dumbo no quiso apiadarse de mi y atrapó entre sus labios el hombro que tenía descubierto debido al sweater holgado que me quedaba pintado. El labio inferior de mi boca quedó capturado entre mis dientes al notar que sus traviesas manos estaban yendo a parar hacia mi redondo trasero que estaba a la altura y medida perfecta para Chanyeol. “Perfecto, hoy todo gira para mi beneficio” pensé obviamente sarcástico.
- Yeollie…~ para, ¿En dónde estas tocando? Tus amigos están ahí y nos están viendo, para por favor. -dije mirando por la ventanilla. Del otro lado sus amigos aplaudían y me tiraban besos o me hacían señas obscenas que me estaban llevando al enojo. Tenía que hacerme respetar.
- Me encanta… Dilo otra vez. -exclamó ronco sobre mi piel.-
- ¿Qué quieres que te diga, Park Chanyeol? Me estás… avergonzando en frente de tus amigos y de mi mejor amigo. -traté de sonar lo más recto posible para que ningún jadeo se hiciera en mi contra.-
- Sonaba más lindo cuando me dijiste “Yeollie~”
El mayor parodió mi voz como si fuera de niña y luego me azotó en las nalgas con sus dos manos. Me gustó… pero no podía demostrárselo. Me bajé rápido de el y acomodé mi ropa y mi cabello antes de cruzar la calle. Mi rostro se quedaba corto si debía ser comparado con un tomate, este no era yo, no debería dejarme manosear así con tan solo tres días de estar saliendo.
Lo peor de todo fue mirar a Kyungsoo que tenía la cara desencajada por la escenita que acababa de ver.
- ¿Ese mono es tu novio? -me susurró totalmente asqueado mi amigo- es feo y hace lo que quiere contigo… ¿A caso no se fijó en que tú no querías?
- ¿Eh? ¿Cómo sabes que no quería? -dije nervioso tratando de defender a mi novio para que mi colega no tuviera una mala impresión de él.-
- Por favor, Baek… se notaba a diez kilómetros que estabas incomodísimo. La próxima vez que vea algo así no me voy a quedar callado, es violencia de cierto modo.
Iba a responderle pero Chanyeol llegó y me tomó de la cintura inmediatamente cortándome la palabra. Se saludó como siempre con sus amigos y al instante la atención estaba enfocada en mi y en Kyungsoo… éramos como dos conejitos entre seis lobos hambrientos.
- Mi amor… -murmuró un cara de “nada” fijando sus ojos en mi y luego en mi amigo, como si no supiera que fruta llevar.
- Es lindo, ¿No? Hermanos… él es Baekhyun, mi novio.
La voz autoritaria de Chanyeol penetró en el cerebro de todos, esos ojos calculadores marcaban terreno entre los demás lobos y estos parecieron entenderlo. Mi novio pidió que por favor yo y Soo vayamos delante de ellos porque éramos los invitados de la noche. Como de costumbre, los dos nos tomamos la mano como signo de “cuidarnos” y caminamos en frente de ellos. Pudimos notar que iban un poco más atrás que nosotros haciendo comentarios como: “Cómo me gustaría comerme ese bombón de repostería” “llámame cuando necesites ayuda” “que fresas más jugosas…” y millones de esas cosas que a mi y a Kyungsoo nos ponían incómodos ya que no estábamos acostumbrados a oír. No muy lejano, escuchábamos los retos que les pegaba Chanyeol a sus amigos para hacerlos callar.
Una señora nos abrió la puerta y nos dejó pasar al gran lugar, dejándome con la boca seca de tanto asombro; sin dudas era algo espléndido. Mis pasos se volvían más tímidos cada vez y se quedaron quietos al ver que los compañeros de mi novio se tiraban a los sofás con total libertad, golpeándose con los cojines. Parecían unos niños y me sacaron la primera risita pequeña y sincera de la noche al igual que mi mejor amigo.
- Por favor, siéntense. No van a crecer más si siguen de pie eh… sobre todo tú, ojos. -dijo Chanyeol señalando a Kyungsoo que se puso rojo del enojo pero se intimidó en demasía cuando notó que uno de los colegas de mi novio lo miraba fijamente. Como si se pudiese hacer más pequeño, se ocultó un poco detrás de mi y bajó la mirada.
- Se llama Kyungsoo, Chanyeol. Por favor respétalo como respetamos a tus amigos.
Las palabras salieron suaves, tranquilas y sin ninguna intensión de armar una discusión. Parecía que esa forma era la única en que Park podía escucharte.
- Hablas muy bonito, Baekhyun. Tú y tu amigo son muy lindos. Son cercanos a Chanyeol así que considerenme un… amigo.
El chico moreno al finalizar sus oraciones le sonrió ladinamente a mi casi hermano. Éste se volvió peor, una bola de nervios ya que venía sufriendo con este chico desde hace unos segundos atrás.
Claramente agradecí por su gesto y los demás chicos ya más calmados se dieron a conocer también. Parecían buenas personas. Recuerdo sus nombres, son fáciles de distinguir: Kai, Kris, Suho, Sehun y Chen. Todos eran amigables y pudimos mantener una charla amena, Soo también se fue soltando de a poco y se animó a presentarse. Con su ternura y ojitos cautivadores, era inevitable que se robara el corazón y miradas de casi todos allí. Eso la verdad me ponía muy contento, él es un chico dulce y bueno… merece a alguien que lo valore y lo haga feliz. Tal vez podría estar camuflado entre uno de ellos.
Las pizzas llegaron a la sala en una hora con unas altas de gaseosa para mi y mi amigo y cerveza para los colegas de Chanyeol y él, claro.
Quedé fascinado del apetito de aquellos muchachos, en cinco minutos ya se habían terminado dos pizzas y apenas con Soo íbamos una porción. Les conté que era maestro repostero, Yeol le contó como nos conocimos (cosa que fue totalmente loca) y después ellos comentaron que se conocían del jardín de niños, las aventuras y travesuras vividas… eran como hermanos de toda la vida.
Ni nos dimos cuenta y ya habían dado las once de la noche, mi novio nos llevaría a casa a eso de la una de la madrugada. Entre ese tiempo, Kyungsoo hacía pequeños comentarios y se reía con nosotros, sabía que la estaba pasando bien pero aquel moreno no lo dejaba liberarse totalmente, haciendo que sus mejillas se pusieran de un adorable color rosado.
Chen propuso un juego y todos le dimos la atención; no era nada más que verdad o reto. Aceptamos y cómo él tuvo la idea quiso comenzar.
- Kai, ¿Verdad o reto? -cuestionó-
- Reto, ¿Por quién me tomas? -dijo divertido el interrogado-
- Bien. Besa a Kyungsoo.
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