~Narra Kai~
“《Kai <3 está escribiendo…》”
Estaba por mandar aquel mensaje de una vez por todas, aquel chiquillo me había dejado con todas las luces encendidas. Su forma de ser me atraía de una manera rara y adictiva, haciéndome sentir extraño en mi comportamiento para con él. A ver, si le traía ganas pero algo me ponía un tope, un freno… como demostrándome que Kyungsoo era distinto a los demás.
Por lo tanto en aquel sms que estaba por mandarle, no demostraba lo que estaba pensando en ese momento. Si mañana no quería ser plantado en nuestra cita o acabado a golpes, no era adecuado que le escriba “Déjame ver lo que hay debajo de esa tela, realmente me estorba”. Rápidamente lo borré y comencé a escribirle algo que no lo incomode, algo que le haga sentir especial.
《De Kai para D.O: Con una foto tuya para mi es más que suficiente.》
Tecleé con rapidez y se lo envié, esperando ansioso una respuesta inmediata.
Los minutos pasaban y Kyungsoo no me respondía. “Esta tomándose varias fotos para mandarme la más bonita.”
Efectivamente, luego de varios minutos ansiando su mensaje, por fin me llegó su notificación. Kyungsoo me dejó con los labios secos pero con una sonrisa de imbécil dibujada en mi rostro. En aquella foto se podían apreciar bien sus labios y esos ojos que me habían cautivado desde un principio. Se lo notaba relajado, siendo él mismo en todo su esplendor y eso era lo que verdaderamente buscaba.
《 De Kai para D.O : Eres hermoso, Soo. Ansío verte mañana.》
《 De D.O para Kai : También lo espero, Jongin. Besitos.》
No era del todo la respuesta que me esperaba de Kyungsoo. Yo quería algo más empalagoso de su parte, yo debía ser el cortante de la relación. Esperen “¿Relación?”, ya no sé ni lo que digo.
No quería quedar muy chicle, así que decidí no contestarle más e irme a descansar para poder estar reluciente mañana en la cita. La última palabra de su texto me hizo suspirar, claramente iba a dormir bien si tenía los “besitos” de D.O conmigo.
~Narra Baekhyun~
De un momento a otro, Chanyeol y yo nos encontrábamos solos en su casa. Sus amigos se habían retirado uno tras otro, según ellos tenían obligaciones al día siguiente y debían descansar.
Como era de esperar, Yeol no quiso que yo también me fuera y me propuso quedarme a dormir en su hogar. Acepté porque me había insistido hasta el punto de arrodillarse en frente de mi; mi gigante era algo… exagerado para ciertas cuestiones.
- Oye, pastelero. Toma esta camiseta y póntela para dormir… es mía así que puedes quedártela.
Estando en su cuarto, Chanyeol me dio una de sus GIGANTEZCAS camisetas para que la usara de pijama. Me quedaría casi como un vestido pero al parecer sería más cómodo que dormir con unos pantalones extra ceñidos.
Le agradecí dándole un beso en la mejilla y me dispuse a quitarme con cuidado prenda por prenda. Sentía como la mirada de mi hermoso y presumible novio estaba sobre mi, recorriendo cada centímetro de mi anatomía. Por dentro estaba muriendo de la vergüenza, ese típico cosquilleo que se apodera de ti cuando estas nervioso y te dificulta la respiración.
Uno, dos, tres… y la camiseta terminó de deslizarse por mi torso hasta caer holgada por mis muslos. Aun de espaldas, noté el caliente aliento del más alto quemar mi cuello y oreja al mismo tiempo que sus brazos rodeaban mi cintura. A comparación de la temperatura de mi cuerpo, Yeol siempre era cálido, logrando un contraste único en nuestras pieles.
Fue mágico el momento en donde sus grandes manos se aferraron a mi cadera y apegándome a él, me hizo notar el deseo feroz que emanaba de su ser. Su miembro buscó refugio entre mis glúteos mientras que su diestra se aventuraba por debajo de la camiseta para tocar con suma delicadeza mis muslos, regalándoles uno que otro apretón.
- Bebé… me tienes loco. Lo sabes ¿Verdad? Primero te vistes de una manera ardiente y luego te vez así… tan sensual con algo tan simple como una de mis camisetas.
Susurró el moreno, volviéndome esclavo de aquella voz ronca que poseía a cualquiera. Yo y él nos conocíamos poco y nada, en el fondo sentía que no era correcto estar de esta manera pero mis hormonas tiraban fuerte para el lado contrario.
Mis pequeños pezones no tardaron en hacerse notar por debajo de aquella camiseta, tentando a los falanges de Yeol apoderarse de ellos.
En todo aquel rato no pude decir ninguna palabra, estaba tan concentrado en jadear y suspirar que las letras se me hicieron nulas. La nariz de mi bebito gigante estaba recorriendo todo mi cuello hasta que fue remplazada por sus labios, que comenzaron a besarme en la zona con desespero.
- Espera, amor… espera~.
Lo detuve como pude y me sentí un poco culpable de cortarle la inspiración. Sus ojos despedían preocupación y algo de miedo, parecía estar nervioso y seguro pensaba que me había incomodado.
Lentamente me di vuelta y posé mis manos en su fuerte pecho, lo hice retroceder hasta que lo obligué a recostarse. Si tuviera la posibilidad de tomarle una foto al rostro de Park en este momento, claramente lo haría; él estaba sorprendido.
Me coloqué sobre su pelvis y subí apenas mi ahora camiseta para tentarlo de volver a ver mi cuerpo desnudo.
- ¿Mi bebé Yeol quiere jugar con Baekkie?
Baek, ¿Algo mejor no se te pudo haber ocurrido? Quedé como un idiota al hablar de esa manera. Estaba esperando la carcajada de Chanyeol en ese momento pero lo que sucedió me dejó helado.
- Si… bebé Yeol quiere jugar.
Mi novio me dijo aquello totalmente hipnotizado, como si estuviese desesperado (por mi, obvio) y eso subía aun más mi autoestima.
Tomé su mano con una sonrisa juguetona y la hice deslizar por mi trasero lentamente. Estaba más que claro que estaba descubriendo un “yo” interior del que me asombraba, pero no podía detener en ese momento.
- Channie, quiero sexo.
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