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Golden Cake #CHANBAEK# por HardMellow

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Notas del capitulo:

¡He aquí el capítulo 4! Espero que lo disfruten *-* 

La noche había sido muy pesada para Baekhyun, el pobre no había podido pegar ni un solo ojo en toda la madrugada. Como ya sabemos, el estaba muy nervioso por su primer día como Profesor en lo que más amaba hacer, repostería. La clase comenzaba a las tres y media de la tarde, eran las ocho de la mañana y el bajito Baek estaba sin dormir desde las doce y cuarto de la noche. 
Un suspiro algo tembloroso escapó de sus labios, su aspecto debía ser el más horrendo aquella mañana. El chico pastelero no era muy superficial con el tema de la estética, siempre se veía bien pero ¡Hello! El hombre más guapo que vio en su vida, sin exagerar, iba a estar en su clase. Ese tal Chanyeol o algo así. 
Con paciencia y tranquilidad se levantó de su cama, fue al baño a realizar su higiene personal y sin esperar más se metió a la ducha. Nuestro profe amateur siempre se toma su tiempo a la hora del baño y mucho más si ahora quería verse lindo; así que si… después de una hora y cuarenta minutos Baekhyun finalizó su baño. Olía delicioso.
No tomó el GRAN desayuno como siempre lo hacía para tener muy buena energía, sino que esta vez sólo bebió una infusión calentita de fresa y comió una tostada… literalmente una. “Si como demasiado vomitaré” fue lo que pensó Baek debido a los nervios que lo estaban consumiendo cada vez más. 
¡Llegó la hora de cambiarse! El chico fresa estaba muy indeciso ya que no sabía que ponerse, eso le tomó otra hora más. Finalmente su atuendo para aquel día tan especial consistió en un jean ajustado de color negro, un buzo holgado rosa pastel con unas inscripciones en blanco y unas zapatillas a juego. Se veía adorable, inocente y a la vez muy sensual. Chicos, Baekhyun estaba perfecto. Para completar su conjunto decidió ponerse un bálsamo de fresa en los labios, dejando a estos muy apetecibles. 
Sin darse cuenta ya eran las tres menos veinte de la tarde y el curso empezaba en cincuenta minutos; así que el joven profesor salió de su casa muy rápido, pues su transporte eran sus pies y tenía que estar en el estudio un momento antes de que todos sus estudiantes llegaran.
 
--Estudio de repostería/ 15:30 hs.—

- Luca, Jisol…

 
Baekhyun iba pasando lista tranquilamente para más o menos el primer día memorizar los rostros de todos los integrantes del curso. Con una sonrisa los saludaba y les agradecía por haber asistido. Al mencionar al último alumno, Chanyeol, la sala se quedó en silencio ya que nadie contestaba. Si, el muchacho no estaba. “Ya que, a empezar” pensó Baek alzándose un poco de hombros con una tierna sonrisa en los labios.

 
- Bueno, chicos. Como es la primera clase vamos a comenzar por algo fácil y delicioso, ¡Haremos cupcakes! 
 
Todos los futuros reposteros estaban felices con la propuesta, hasta aplaudieron y todo; cosa que a Baekhyun le llenó el alma de la forma más cálida y dulce posible.
Pasaron quince minutos de clase y el profesor estaba explicando y escribiendo la receta en el pizarrón para que a todos les quedaran perfectos. También reveló secretos de la cocina para que salgan esponjosos, no se cocinaran por fuera y por dentro quedaran crudos y así. Todos tomaban nota y al fin el momento que los chicos esperaban había llegado, era momento de lavarse las manos y comenzar a hornear deliciosos cupcakes. 
Baekhyun dejó escribir y empezó a pasar por las estaciones de trabajo, todos lo hacían muy bien y eso lo ponía muy contento. 
En cinco segundos todos dejaron de trabajar y desviaron su mirada hacia la puerta de entrada, el alumno que faltaba había llegado tarde y dio un portazo para hacerse notar, cosa que al maestro le desagradó bastante, ¿Tanta necesidad de llamar la atención? ¿Era broma?
 
- Buenas tardes, disculpen la demora. Había mucho tráfico.

 
Se excusó el recién llegado. Baekhyun se acercó al estudiante y con la mejor cara lo recibió, no iba a hacer un escándalo en su primer día enseñando.
 
- Tu debes ser Chanyeol si mal no recuerdo.

 

“Obvio que me acuerdo de ti” pensó el profesor luego de haberlo saludado. El más alto de la clase clavó sus ojos en su docente y le sonrió ladinamente, haciéndose el guapo. 
 
- Al parecer se acuerda de mi, profesor Baekhyun. 
 
Bien, Baek recibió un K.O de emociones, eso no se lo esperaba. No quiso seguirle el juego, su rostro rosado como un cerdito no se lo permitió. Como Chayeol llegó último se ganó la última pero no menos importante estación de trabajo. 
 
- Le cuento, señor Park. Para esta clase haremos cupcakes, la receta está escrita en el pizarrón. Obviamente le ayudaré en el comienzo de la preparación pero luego usted tendrá que seguir solo ¿Estamos? 
 
Baekhyun dijo aquello con bastante velocidad, ese chico lo ponía muy nervioso pero se controló. Eso simplemente no podía ser así. El estudiante receptor de aquella información asintió algo confundido. “Esta mierda no puede ser difícil” pensó Chanyeol. El joven de las orejas se lavó las manos, se puso un mandil y tomó un recipiente. La receta tenía una serie de pasos muy específicos. El primero consistía en poner los ingredientes secos por un lado y los húmedos por el otro. 
 
- Bueno, Chanyeol. Como podrás ver, tienes que poner la harina, el polvo de hornear y la…

 
- Si, lo sé. Yo puedo hacerlo solo.


Interrumpió descaradamente el mayor a su profesor. Los alumnos restantes lo miraron como si fuera un irrespetuoso de primera. Chanyeol no le dio importancia y se puso a hacer la preparación. Nuevamente Baekhyun no tuvo ganas de discutir, así que sin ganas se alejó de su estudiante y fue a ayudar a otros chicos y a darles más consejos para que todo les salga rico. 
“Ahora los malditos huevos.” Pensó el chico altanero. Conste que a  él no le gustaba cocinar… sólo venía por unas chicas o en este caso, por su maestro. Y bien, en menos de diez minutos teníamos a un Chanyeol con todo el rostro salpicado de huevo y harina. 


-¡Esta porquería de batidora tiene la culpa!

 
Gritó, estaba cabreado. A todos les salían bien las cosas y el ya tenía un desastre en su estación y principalmente en su cara. Obviamente las personas rieron a carcajadas pero el profesor pidió por favor que siguieran en lo suyo.


- Chanyeol, no te alteres. Te dije que debías escucharme y no quisiste, es por eso que estás así ahora. Pusiste la batidora al máximo, la harina y el huevo no están integrados y por eso salpicaste absolutamente todo.

 
Baekhyun tenía una paciencia de oro, tenía esa dulce voz que calmaba a cualquiera… menos al orejotas.

 
- ¿Viene a tratarme de inútil? Yo puedo hacerlo solo. 
 
“De nuevo la misma serenata” pensó el docente. Otra vez dejó que se las arreglara solo, pero a decir verdad, no iba a aprender nada si seguía con ese carácter. 
Chanyeol miró de reojo la atención y la ayuda que brindaba el pequeño a los demás y eso lo ponía jodidamente celoso. Sobre todo hay un pendejo que se hace el que se equivoca para que Baekhyun vaya y lo ayude. “Maldito buitre come ojos” pensó. Entre lucha y lucha el estudiante protagonista del día terminó la mezcla y ahora debía ponerlo en el molde, bien, eso era bastante fácil. El maestro visualizó que todos habían puesto la masa en la placa para hacer los pastelillos, así que cada uno los puso en el horno correspondiente y colocaron el cronómetro a veinticinco minutos. 
 
- Un cupcake no puede ser cupcake sin una crema arriba y un delicioso relleno. Para decorar haremos un merengue italiano y un relleno de fresa con chocolate, no se asusten, es muy fácil de hacer. 


Explicó Baekhyun con una sonrisa angelical que podía derretir a cualquiera. Chanyeol estaba a punto de relajarse al ver aquellos perfectos dientes, pero desvió su mirada y volvió a fruncir el ceño y continuó limpiándose un poco el rostro. Ya con el procedimiento escrito en la pizarra, empezaron de nuevo a trabajar en la parte decorativa, que sin dudas jugaba el papel más importante en un cupcake. 
El estudiante Park trató y trató de hacer esa dichosa crema que a todo el mundo le salía, pero se le cortaba y se le llenaba de grumos. Se armó de paciencia, la botó y volvió a hacerla. Paso lo mismo tres veces y a Baek le preocupaba por la cantidad de ingredientes tirados la basura. Con tranquilidad se acercó al muchacho y se paró a su lado.


- Veo que estás teniendo problemas para hacer el merengue. Mi maestro decía que las energías se hacen notar en un postre, sean buenas o malas. 
 
Explicó el más bajito de los dos en un susurro, dándole a entender que si seguía enojado no le iba a salir nada bien. Para la desgracia de Chanyeol la clase continuaba y el no tenía su crema, con suerte había hecho un relleno más o menos pasable para ponerle al maldito cupcake que le había agarrado un odio tremendo. 
Las horas pasaron y estaban en los últimos veinte minutos del cursado, ahora tocaba rellenar y decorar el pastelillo. Todos quedaron preciosos y pudieron comérselos con total libertad. El único incompleto era el de Chanyeol, que no había quedado esponjoso y sin crema, solo con un relleno miserable. 
Tocó el timbre y los chicos felices salieron del salón, quedando nuestros dos protagonistas solos. El más alto se apoyo en la mesa de trabajo que estaba toda sucia, un poco menos que el y escondió su rostro entre sus brazos. Estaba frustrado, ¿De verdad la repostería era así de difícil? Baekhyun conmovido por la escena de un chico desanimado en la última cocina individual, se acercó a el, tomó el cupcake y comenzó a comérselo con muchas ganas.
 
- ¡Oye! No te comas eso, esta asqueroso… escúpelo. 


Dijo con aquel tono ronco y serio que podía erizarle la piel a cualquiera. El profesor negó muy sonriente y se relamió los labios. 
 
-¿Qué dices? Esta delicioso y además ya me lo comí. 


Con pequeños saltos Baek le demostró lo feliz que estaba por comerlo. El pastelillo estaba horrible pero debía motivar a su alumno. Tan solo una mesa los separaba, Chanyeol lo observó sin expresión en el rostro y después miró el tacho de basura algo apenado.


Yo… disculpa. Desperdicié un montón de dinero, yo puedo pagártelo sin problemas y… 


Baekhyun posó su dedo índice sobre sus propios labios y el gigante calló de inmediato. 


- Quiero que hoy te vayas con una sonrisa. Todo te salió perfecto y te faltó hacer la crema, así que vamos a hacerla. 
 
El menor no le dio margen al adverso para que se negara ante la propuesta, así que ambos más tranquilos se pusieron manos a la obra. Había una excelente comunicación entre ellos y es más, habían hecho algunas bromas y todo. El enojo se le había pasado más rápido de lo pensado al chico de las orejas, con Baekhyun todo estaba mejor. Hicieron una cantidad pequeña y la verdad es que Chanyeol tenía buena mano para batir y le había quedado un merengue italiano… delicioso. 
 
-Anda, pruébalo y dime que tal. 
 
Con una hermosa sonrisa el más pequeño animó a su alumno y éste le hizo caso, probó la crema. Podía notar cierta felicidad en el masculino rostro del joven y eso ponía a Baek más contento, había logrado su objetivo. Su discípulo había sonreído. 
 
- Quedó buena, gracias. Pero, ¿Sabes? Quiero probarla de otra forma. Cierra los ojos, Baekhyun. 
 
El más alto untó del merengue en uno de sus dígitos y lo pasó sobre los rosados y carnosos labios ajenos. Simplemente no podía quitar la vista de ellos, eran demasiado suaves y hermosos. Sentía que si los tocaba con su propia boca, iba a encontrar el paraíso de los postres. Lo tenía cerca, tan cerca de cumplir su capricho que había pensado durante estos días que no podía desperdiciar la oportunidad. Por otro lado el chiquito estaba atónito, sonrojado, sabía que no iba a ser capaz de articular algo coherente. 
 
- Chanyeol, ¿Qué ha…? 
 
No pudo terminar la frase que ya sus labios habían sido tocados por los del mayor, en un beso muy dulce, con un tacto suave y casi superficial. El orejón no dejó rastros de crema batida sobre la boca del precioso chico a quien le había robado un beso. Había posado su diestra sobre la pronunciada cintura de Baekhyun, no podía separarse de él y el contrario tampoco mostraba señales de querer hacerlo. 
 
- Déjame estar en la primera estación mañana… nos vemos, bonito.

 
Dijo en un susurro Chanyeol cerca del rostro del bajito después de haberse deleitado con esos labios tan únicos, tan suyos, porque sí. La boca de Baekhyun le pertenecía. 
Salió del salón sin decir más nada y sin mirar atrás, dejando a un chico fresa confundido… pero con una sonrisa.
 
 
 
 
 
 
 

Notas finales:

¡Nos leemos pronto! Muchas gracias por los comentarios y el apoyo


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