Capitulo 3
Eres un hombre vanidoso por lo que se ve, ¿Qué buscas querido?- Preguntó una dulce mujer, el muchacho sonriéndole con galanura se acercó a ella, que estaba detrás de la vidriera en la que se estaba mirando, no sin antes arreglar una arruga invisible en su traje muggle-
No busco a nadie, simplemente espero a una joven que está dentro de la tienda de en frente, una pelirroja con rostro común y sin ninguna gracia o atractivo, pero me gustaría ser amigo de ella, por lo menos durante esta tarde- La mujer pareció ofenderse por la forma en la que había hablado de la muchacha, pero no le dijo nada y de forma descortés, cerró la puerta nuevamente para no hablar más con el joven, pues este no era tan amable como parecía, aunque este le recordaba a alguien, pero en ese momento su mente no podía decir a quien- Bien, aquí vamos… Hola preciosa, ¿No quisieras pasar la tarde conmigo?- Después de que la señora le cerrara la puerta en la cara, su presa había salido y cautelosamente se acercó a ella cuando estaba revisando su compra. Esta le miró al rostro y antes de que pudiera decir algo, sintió un objeto punzarle la espalda, rápidamente se alarmó, pero no pudo hacer más que sudar cuando el mismo objeto le punzó más-
¿Qué quieres de mi?- Preguntó pensando en cualquier cosa que la podría ayudar, pero no pudo pensar en nada más que en aparecerse, y por la forma en la que el sujeto la tenía abrazada, se lo llevaría con ella si lo intentaba-
Cálmate querida, simplemente quiero que seamos amigos por esta tarde… Aunque no me gustan las amigas tan confiadas, crees que porque sales a hacer compras al mundo muggle no necesitas una varita, que estúpido de tu parte- Entonces tembló en las manos de ese hombre, no sabiendo que decir o hacer, pues este no era un muggle armado que quería robarle, como pensó en un principio, era un mago y lo que aún pinchaba en su espalda era una varita- Simplemente me gustaría ir a tu casa a tomar un café, así que vamos, y no se te ocurra aparecerte en otro lugar, porque si haces eso, te mataré sin piedad alguna a ti y a tu familia, ¿Crees que no podría llegar a la madriguera y matar a tu madre mientras cocina la cena? ¿O mandar a tu hermano George con su gemelo al otro mundo? Así que evítame tener que hacer eso en este momento, por favor- Entonces no se vio en posibilidad de negarse, pues no quería poner en peligro a su familia. Gritó pidiendo ayuda, pero los muggles a su alrededor siguieron caminando como si ellos no estuvieran ahí, fue en ese momento que entendió todo, no tenía salida de esto-
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Hola.
Harry, te esperamos para cenar, tu linda noviecita me invitó a quedarme después de que nos conocimos hoy mientras hacía sus compras, que mujer tan amable, te esperamos. Solo.
Atentamente, Ginny W. y Cygnus O. Black.
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‘Till eternity passes away, just to spend them with you*- Harry entró a la casa, escuchando una voz masculina cantar desde la habitación, con varita en mano abrió la puerta, encontrando a un hombre con un parecido enfermizo a su difunto padrino, sentado en el borde de la cama, donde Ginny dormía plácidamente- If I could make days last forever, if words could make wishes come true… I’d save everyday like a treasure and then, again, I would spend them with you…*- Dejó de cantar cuando miró a la puerta, Harry le apuntaba con su varita, él simplemente sonrió, mostrando sus perfectos dientes blancos a Harry, movió un poco su mano izquierda, haciendo que Harry notara la varita negra que estaba apuntando al vientre de la pelirroja-
¿Qué quieres?- Bajó la varita lentamente, pues no quería que este desconocido hiciera algo precipitado en contra de Ginny, la cual aún dormía sin notar el peligro en el que estaba-
La varita, lánzamela y no intentes nada estúpido o se muere- Harry estaba dudoso, su mano temblorosa, pues no sabía qué hacer, más cuando el desconocido estaba a punto de lanzar un avada en contra de Ginny, lanzó la varita sin pensar, percatándose después de que había quedado indefenso y sin manera posible de salvarse a él o a su novia- Bien, ahora que tal si te acercas muy lentamente, unos cuatro pasos hacia mí, tengo algo que te va a encantar. De rodillas…- Harry se vio inmovilizado por un hechizo no verbal, no tenía escapatoria, su varita a centímetros de él sobre la cama, el hombre frente a él apretó su nariz, impidiéndole respirar por esta, al mismo tiempo que cubría su boca para que no pudiera hacerlo tampoco por ahí, entonces pensó que sería su fin, no morir bajo el hechizo de un loco que lo persiguió por toda su adolescencia pero si de la asfixia de un desconocido, más cuando empezó a marearse la mano en su boca fue retirada y con gran fuerza intentó recobrar el aliento, pero fue prácticamente ahogado con un liquido que bajó por su garganta-
¿Qué diablos era… eso?- Preguntó asustado, había ingerido algo extraño, probablemente una poción, que tenía un extraño sabor dulce. Su atacante no dijo nada durante unos minutos, los cuales los pasó viendo su reloj, cuando bajó el brazo, Harry sintió un terrible y agudo dolor esparciéndose por su cuerpo, no sabía cuánto tiempo estuvo en esa posición, pues su cuerpo no se movió, simplemente tembló y gritó, con lágrimas de dolor bajando por sus mejillas. Después de lo que parecieron horas para él, el dolor cesó, dejándole el cuerpo adolorido, más aún después de que este se liberó, quedando tirado en el suelo tiritando-
Eso, Harry, es una poción de mi invención que quería probar en ti… Toma tu varita, atácame, me gustaría saber que tan bien funciona en ‘el mago vivo más poderoso’- Harry, un poco más repuesto después de varios minutos tirado en el suelo, cogió su varita, la cual el hombre, Cygnus según la carta, le ofrecía de forma relajada, más cuando intentó maldecirlo, esta no hizo nada, como si de sus labios no hubiera salido palabra, lo intentó una y otra vez, pero su magia no respondía… No la sentía- Justo como esperaba, ¡No pero es que yo soy un genio! ¡Eureka!- Gritó Cygnus, quien le quitó la varita a Harry, y sin molestarse ni un poco, la rompió a la mitad y esas mitades, las volvió a romper, quedándose con un pedazo el cual guardó en su bolsillo y el resto lo tiró al piso, justo a los pies del Potter, que estaba totalmente en shock mirando lo que solía ser su varita-
¿QUIÉN DIABLOS ERES? ¿QUÉ ME HICISTE? ¿QUÉ QUIERES? ¿POR QUÉ HACES TODO ESTO?- Gritaba desconsolado, cayó de rodillas mirando los trozos… No podía imaginar que quería ese hombre, no sabía qué hacer, su mente estaba totalmente ida, completamente roto al igual que su varita, pero volvió a sentirse mareado cuando una cadena apretó su cuello, un collar que parecía para un perro con una larga cadena atada a la parte delantera de dicha gargantilla que el otro sujetaba en sus manos con aburrimiento-
Sabes, pensé que atraparte sería más difícil, pero veo que me equivoqué, más debo admitir que mi plan fue sencillo y brillante, todos se rinden rápido cuando creen que alguien a quien aman está en peligro… ¿Pero en qué peligro puede estar un muerto?- Entonces levantó la sábana que cubría el cuerpo de Ginny, este estaba lleno de sangre y no se movía, no tenía respiración, entonces Harry lloró con más fuerzas e intentó lanzarse en contra del asesino de su prometida, más su cuerpo no le escuchó, simplemente se quedó llorando ahí tirado, sin poder hacer nada- Ahora te responderé a cada una de tus preguntas, empecemos por quién soy y si que fui descortés al no presentarme correctamente aúnque en mi carta te dije mi nombre, soy Cygnus Orión Black, hijo de Sirius Orión Black y Severus Snape, si ya sé, no me pongas esa carita, que te lo voy a explicar todo, pues tiempo es lo que tenemos ahora mismo-
*En 1978, mi padre fue tacleado dentro de un callejón y desarmado en segundos por un atacante desconocido, quien después se identificó como Sirius Black, después de atar a mi padre con un hechizo, le proporcionó la paliza más brutal que este había tenido en su vida, y eso que ya era mortifago en ese entonces, así que deberías saber lo sanguinaria que debió haber sido, pero después, no conforme con eso, rasgó sus ropas y abusó de él salvajemente, lo violó hasta que no pudo más y entonces fue cuando sintió que ya más nada se podía hacer en contra de él, pero antes de irse se detuvo para escupirle en la cara y decirle que era un ser realmente asqueroso, que ni de llamarse ser humano era digno, entonces le dejó ahí, en ese callejón para irse a vivir su feliz vida en la que tenía perfectos amigos y era guapo y libre.
*Mi padre quedó inconsciente en ese lugar, pero cuando despertó se encontró en Hogwarts, en donde fue atendido por la enfermera, le habían inducido un coma para que no intentara una imprudencia en el estado tan delicado en el que estaba, cinco días después despertó y lo primero que le dijeron es que estaba esperando, un bebé producto de una violación a manos de su peor enemigo, pero él decidió tenerme, quedarse conmigo, que solo era un mocoso que había sido creado de uno de los peores actos de odio que había tenido en su vida, y entonces ese viejo… Albus Dumbledore, le dijo que lo único que podía hacer era perdonar, ¡PERDONAR! A su violador, claro, ¿Por qué no?-
Yo no creo en ti, eres un miserable asesino y un mentiroso, jamás creería nada de lo que me dices, Sirius no era un santo, pero tampoco era un monstruo para hacerle algo así a Snape, por más odio que le tuviese- Harry escupió esas palabras con el odio de forma palpable en su tono, cayó al suelo cuando Cygnus le suministró una patada en la boca del estomago, dejándole con lágrimas de dolor en sus ojos-
¿Tan imposible como cuando lo envió a la casa de los gritos para que Remus Lupin lo asesinara? No me hagas reír, niño ingrato. Tú me arrebataste lo único que tenía en mi vida que me hacía feliz, mi padre dio su vida por ti, ¿Y tú qué hiciste por él? ¡NADA! Dejaste que lo presentaran como un mentiroso, como un traidor y sucio mortifago que nunca hizo nada por el mundo mágico más que ayudar al loco Voldemort mientras este intentaba acabar con él… ¡ÉL ERA TODO MI MUNDO! ¡TODO PARA MÍ! Y LO PERDÍ PORQUE ÉL LE HABÍA PROMETIDO A LA ZORRA INMUNDA DE TU MADRE PROTEGERTE Y AÚN ASÍ NO PUDISTE TENER LA DECENCIA SUFICIENTE PARA DARLE UN MERITO, NI SIQUIERA UNA LAPIDA, ¡NADA!- Ahora quien lloraba no era Harry, los ojos grises, tan idénticos a los de Sirius estaban repletos de lagrimas; las lagrimas de un niño que acababa de perder a su padre, a la única persona que tenía. Lloró de forma inconsolablemente durante varios minutos la pérdida de su padre, como hacía cada vez que lo recordaba y se prometió no perder el rumbo de su vida, seguir sin miedo hasta lograr cobrar la injusticia que ese mundo asqueroso le había hecho a su padre-
*Pero no te preocupes, que no te guardo rencor solo a ti, lo hago con todos los ‘héroes’. Mataré a una buena parte y esclavizaré a los demás, tomaré el control del mundo mágico y todo el que esté en contra será asesinado. Creo que con eso te respondí a dos más de tus preguntas y a la última… La poción que te di, es una invención mía, esta poción es tan peculiar, pero te lo voy a decir de forma simple, absorbe todo el núcleo mágico, dejándote como un squib, jamás podrás empuñar una varita y usarla, nunca, aparte te prohíbe atacar a tu amo, por eso no pudiste hacer nada hace rato, pero no te preocupes, que pronto te voy a regalar… Mi seguidor más fiel y el primero, mi primo, será tu nuevo dueño, así que te puedes ir acostumbrando a la idea de servirle como se debe, no importa que te pida, no importa que…-
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¡Harry!- Hermione y Ron, seguidos por Arthur y George, entraron en la habitación, encontrándose con el cuerpo sin vida de Ginevra Weasley y los restos de la varita de Harry, pero no había rastro alguno del niño-que-vivió. Arthur cayó al piso de rodillas mirando el pálido y frio cuerpo de su hija, completamente en shock. Hermione salió de la habitación pues no podía ver el estado en el que estaba su cuñada y amiga. Ron se acercó a ella temblando, olvidándose por completo de que su amigo no estaba, George lloraba en silencio la muerte de su hermana, pensando en que no había forma en la que su madre soportara la noticia de que otro de sus hijos había muerto-
¿Quién pudo hacer esto?- Fueron las únicas palabras que salieron de los labios de Arthur Weasley, quien se acercó a la cama y abrazó el cadáver inerte de su hija. Hermione regresó a la habitación con el rostro lleno de lágrimas y los ojos rojos e hinchados. Entonces evadió mirar a la cama y vio los pedazos de lo que solía ser la varita de Harry tirados en el piso-
La misma persona que se llevó a Harry, esta es o solía ser su varita…- Ron se acercó a ella y vio los restos, al igual que George, los tres se miraron espantados, pensando que la misma persona que había asesinado a Ginny tenía a un Harry completamente desarmado-
No sé porque, pero esto tiene escrito mortifagos por todas partes, y si esos desgraciados hicieron esto, nunca van a llegar a azkaban, porque me voy a cobrar esto, lo juro- Y en silencio, los tres se sumaron nuevamente en la tristeza por otro ser querido perdido a manos de los que ellos suponían-
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¿Dónde estuvo hoy en la mañana?- Le preguntó un auror, no sabía cual, pero le era indiferente. No quería darle el gusto de responder a la velocidad que ese hombre quería, pero la maldita poción le hizo decir su paradero automáticamente, entonces maldijo nuevamente al creador de tan nefasta e inútil poción-
Estuve en mi casa hablando con Blaise Zabini, poniéndonos al tanto de nuestras vidas en este último año- Al parecer todas las promesas que Cygnus había hecho con respecto a su marca eran completamente reales, y en vez de decir que estaba convenciendo a su amigo de unirse a su ‘fiesta’ dijo una mentira perfectamente creíble-
¿Qué sabe sobre la muerte de Ginevra Weasley?- La verdad es que aúnque le hubiera gustado saber algo sobre eso, estaba completamente perdido con respecto a ese tema, no tenía ni la más remota idea de quién pudo matar a esa muchachita insulsa, aúnque tenía ciertas ideas, quizás algún primo suyo podría saber algo…-
Nada más que lo que ustedes me han contado- Y con eso le dejaron ir, seguros de que el joven Malfoy no sabía nada. Al salir, miró como Ron Weasley y su familia le miraban incrédulos, absolutamente seguros de que algo tenía que ver en la muerte de la muchacha. Blaise, a quien habían estado interrogando en la habitación de al lado, caminó a su lado, ambos sonriéndose por dentro, pues sabían que esta era una victoria de su amigo y simplemente deseaban participar en su primera misión con él, pues esto tenía su nombre escrito por todas partes- Podemos hacer la fiesta esta noche, así que avísale a los demás- Draco sonrió al llegar al punto de Aparición, sus padres, ambos intactos y perfectos, como estaban antes de ser forzosamente llevados al ministerio, le esperaban para poder irse a su casa-
[Draco había estado hablándoles a sus amigos sobre Cygnus, pero sabía que mientras estos no tuvieran la marca que les ayudara a engañar al veritaserum, no tendrían porque saber cosas especificas y había dejado fuera de esas conversaciones palabras claves, usando las palabras que no se podían malinterpretar, solo les había dicho que su primo de parte de los Black, que había sido criado en el mundo muggle planeaba vivir en el mundo mágico de ahora en adelante y que le gustaría hacer amigos pues no conocía a nadie de este lado, y para hacer fiestas se necesitan invitados, claro que todos entendieron porque el lenguaje usado y nadie cometió ninguna imprudencia, así que pasar el interrogatorio había sido cosa de niños]
Algo me dice que esta velada será magnifica, así que me vestiré para impresionar- Fue lo último que escuchó de su vanidoso amigo antes de que este desapareciera, algo le decía que esa noche le esperaba algo bueno, pues la muerte de la mocosa Weasley era algo extraño, pero más lo era que Potter no estuviera ahí para ver como interrogaban a los mortifagos por eso, así que haría lo mismo que su amigo iba a hacer, se vestiría como nunca antes lo había hecho, esa noche sería para celebrar una victoria, aunque no sabía aún porque-