Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

HEARBREAK HOTEL por shawolminkey

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

MINKEY

SHINee

 

Notas del capitulo:

¿Han visto el video de Heartbreak Hotel de Tiffany ?

Este One shot se basa en una historia similar a la del video.

Estoy de nuevo aquí, ¿Por qué?

¿Por qué estoy regresando al sitio donde te encontré?

 

Luces de diferentes colores bañando mis ojos y cuerpos que bailan sin inhibiciones frente de mi, el ambiente huele a cigarrillos, alcohol, sudor y posiblemente algo de sexo; puedo reconocer las caras de algunos que en su tiempo me presentaste como amigos y conocidos tuyos, ellos me observan, todas esas miradas que me daban desconfianza desde que los conocí estaban evaluándome, seguramente preguntándose porque soy tan idiota por venir aquí sabiendo que es tu sitio.

La música fluye, y aunque sea de mi agrado no siento ganas de bailar, estoy en medio de la pista mirando a mi alrededor, sintiendo algunas manos en mi cadera y cintura, algunas bocas me susurran su ansiedad por bailar conmigo, por tocarme, otras son invitaciones a un rincón en el bar; no me importan, por que en un disimulado intento por seguir a la masa de gente bailando ya logré verte, y no estas solo. Esta vez es un niño rubio, justo tan claro como solía traerlo cuando me conociste, esta sobre tus piernas, con tu brazo sujetándolo muy celosamente de la cintura.

Y tu, tu estas sonriendo, fascinado, posiblemente estas follandotelo en plena fiesta, o sólo estas siendo feliz con él.

BASTA

 

Nos conocimos en agosto en el “Nightmare”, un bar  que simplemente había sido mi destino por pura casualidad, entré y la música me hechizo, los bits y las luces fueron seduciéndome para adentrarme en el lugar, me acerque a la pista sin ganas de ligar, de salir con alguien, solo bailar y presumir aquel pantalón Wang que me había costado dos meses conseguir; en el éxtasis de mi diversión choque contigo por accidente y tiré de tu bebida, una que supongo era cara pues el fino cristal quedo hecho trizas en el suelo; me giré rápidamente , disculpándome y pude ver la mirada de tus acompañantes, amenazándome por haber arruinado su momento, de nuevo me incline en disculpas y me agache dispuesto a recoger los pedazos de cristal pero, casi al mismo tiempo te agachaste conmigo y detuviste mi mano.

Encontrarme con unos ojos tan inmensos,  oscuros y profundos mirándome directamente me congelaron, dos líneas gruesas de labios, tan firmes y serios , y un cabello algo largo con suaves ondas adornando el flequillo de tu rostro, por un momento me perdí pero no fue hasta que dijiste “Esta bien, déjalo”.

Aun sigo creyendo que entre tu y yo no fue amor a primera vista, para mí fue el tono grave de tu voz el que me hizo cometer el error de abrirte las puertas de mi corazón, de ligarme con una persona que aunque me endulzara el oído con palabras de amor, me mostraba que si me involucraba más a fondo, me haría basura, justo como su estilo de vida.

 

Con tu mano aun cerrado en mi muñeca nos pusimos de pie, el ruido del bar seguía a nuestro alrededor pero nuestras miradas seguían conectadas, tu voz de nuevo llamo mi atención “¿Cómo te llamas?”, “Key” respondí; uno de tus amigos se acerco a nosotros y tu solo le diste una mirada para que volviera a la mesa, pero tu no volviste, tu tiraste de mi muñeca hasta llevarme a un lugar cerca de la barra donde la música no era tan fuerte.

Pediste dos bebidas que nunca había escuchado, cuando notaste mi cara dijiste que era ron; tomamos asientos y me cediste uno de los vasos.

-Yo…- me atreví a verte detenidamente, perfil perfecto, labios que resaltan junto con la punta de tu nariz, pero tus ojos son lo que más llama la atención de tu rostro, porque parecen fríos y calculadores, pude notar que tú también me analizaste de arriba abajo y sonreíste de lado.

 

Dijiste que vestía sexy, justo como te gustan

 

-       Me llamo Minho.

-       Lamento tirar tu vaso.

-       Descuida, era whisky. ¿Vienes solo?

 

Asentí, de inmediato supuse que quizás te interesaba tener sexo conmigo, pero no fue así, la platica tomo un rumbo extraño, hablamos de como fue que llegue ahí, porque estaba solo y de mis colores favoritos, cosas realmente estúpidas para un ligue. Cuando el reloj marcó las 4 am decidiste llevarme a mi departamento; te advertí que yo no tenía lujos, pero no te importo puesto que tu tampoco, supuse que en eso nos complementábamos.

Al igual que en muchas cosas ¿No?

 

Caminamos tranquilamente por la lluviosa noche tomados de la mano, como si fuéramos dos novios con meses de habernos enamorado, pero no era así, seguíamos siendo un par de extraños que coincidían en que el vodka era delicioso, que la cerveza también aunque fuera algo corriente en el bar, que el cielo era más llamativo cuando revestía de nubes grises y que nuestros labios tenían formas raras; cuando llegamos a la puerta de mi departamento, justo a un lado de un hotel me dijiste el primer halago, “precioso” ; para ese entonces yo ansiaba volver a verte, me habías dejado con la semilla de una necesidad por ti, y lo notaste, tomaste mi rostro entre tus grandes manos y besaste mi frente.

“Te buscaré”, me besaste de nuevo y te fuiste.

 

Pero no lo hiciste, no me buscaste, fue hasta dos semanas después que mis caprichosas ganas de volver a verte pudieron más y volví al bar cerca de la 1 am, el ambiente seguía fresco esta vez había más cuerpos en la pista chocando unos con otros, intente buscarte por encima de la multitud pero no funciono, me adentre y entre tantas manos pasando hubo una que se aferro lo suficientemente bien para jalarme a su lado, mi puño iba ir directo hasta que te vi, incluso tu detuviste con fuerza mi muñeca.

Creí que sonreirías como esos tipos altaneros, pero no, tu mirada era seria, “Minho” susurraron mis labios y tu pareciste escucharlo justo en medio de la pista por que me jalaste a tu cuerpo para sacarme de ahí, pero no quería, porque llevaba días con las ansias en mi, sospechando que de esta extraña relación también quería dejarte la misma necesidad que yo había estado aguardando de ti en mi.

-¿Bailamos?. – acerque lo suficiente mis labios a tu oído y pude sentir que te estremeciste pero no te moviste de tu sitio, así que yo moví mi cuerpo, si tu no bailarías yo si, sin quitar tu mano de mi muñeca  empecé a moverme; vestía justo como la primera vez, pantalones rasgados y playera ceñida blanca, tus ojos me miraban con esa misma frialdad , pero esta vez sonreíste, soltaste mi mano y colocaste ambas manos en mi cintura, así no se bailaba esto, pero no importaba porque era tu tacto el que estaba buscando.

Cuando notaste mi cuerpo demasiado sudado, con la playera dejando ver por a través de ella me sacaste de la pista, dijiste un “Están mirándote y deseándote”, y aunque se quedaron ocultas las palabras yo pude descifrar el “Eres mío”.

Fuimos a tu mesa, parece que es exclusiva porque noche tras noche tus amigos y tu terminaban ahí; me presentaste con ellos una vez que me cubriste con tu chaqueta puesto que el sudor ya transparentaba mi prenda y tu excusa solo era “No deben verte”, ellos eran mayores a ti, con mujeres y hombres de mi edad  a su lado.

“Culos dulces” recuerdo que les decían, culos que solo les servían de desahogo.

 

El bar esa noche cerro a las 6 y tu y yo aun no queríamos volver a donde sea que pasáramos las noches, así que me llevaste a un hotel, uno en el que no tuvimos sexo, sino que de nuevo compartimos cosas, pero esta vez, mientras hablábamos yo me recargaba en tu pecho, tus brazos abrazaban mi cintura y besabas mi cuello.

 

-       Tu aroma, es delicioso Key

-       ¿Te gusta?

-       Me fascina.

-       Sabes, mi nombre no es Key, es Kibum.

-       ¿Mentiste?

-       No, porque Key me gusta más, muchos me llaman así también.

-       Mmh Kibum, yo te llamaré por tu nombre, solo yo.

 

Minho comenzó a ser la única palabra que rondaba en mi mente, estabas enamorándome con cada noche en la que me abrías tu ser, con cada beso que surcaba mis labios y te hacían recitarme halagos “Kibum bonito”, “Bummie” “Mio”.

 

Hay un tipo abrazando mi cintura y tus estas mirando, ambos tenemos personas diferentes besando nuestros cuellos mientras nuestros ojos se observan fijamente.

 

Hace dos meses que salimos, no somos nada, no somos novios, amigos, no sé, pero son dos meses juntos; en las citas tomas mi mano y ríes de mis caprichosos y chistes, ¿sabes que me hizo enamorarme de ti Choi Minho?

Me protegías, en los dos meses que llevábamos juntos lo vivimos en tu mundo, tipos que gustaban de meterse en problemas, con tatuajes y bebidas como elixir, a cada sitio que me llevabas me defendías, siempre tenía yo que tomarte del rostro para que me miraras y te detuvieras de matar al sujeto que se había encargado de mirarme o chocar por accidente conmigo; cuando tus ojos hacían contacto conmigo, lo aventabas y te centrabas en mi. Fue en una de esas peleas en que uno de tus conocidos mencionó “Que culo” y tu saliste disparado de nuestra mesa para atacarlo, ni siquiera yo me había molestado porque estaba acostumbrado a escuchar cosas así, pero ahí estabas tu, cerrando no se si su boca o sus ojos para que ya no me mirasen o me hablara, te jale para que me vieras en lo que tus amigos separaban al pobre tipo de tus puños, te tome del rostro y  dije “Por favor basta, amor , Minho , basta”.  Respiraste profundamente y me llevaste a un hotel.

 

Ni siquiera me preguntaste si quería, entre nosotros no había necesidad de eso, porque nuestras miradas parecían darnos las respuestas que queríamos oír del otro; tu boca marcaba mi cuello y yo  jadeaba ante el ardor que dejabas en mi piel, tus manos mandaban, jamás tuve manos que me destruyeran y a la vez fueran tan gentiles en hacerme el amor.

 

Sexo.

 

Tus labios y los míos se mordían y chupaban, que glorioso era besar tu boca y que gruñera contra la mía cuando mi mano se apoderaba de tu caliente erección, tenerla en mi mano y masturbarla a mi ritmo te puso frenético,  fuiste un poco bestia , porque en la habitación me tuviste con el rostro contra la pared sin dejarme tocarte, me fuiste desnudando y amasando entre tus manos.

-Me encantas Kibum, me gustas mucho.

Entre empujones fui llevado a la cama, te diste el tiempo de desnudarte y probar cada trozo de mi piel, besaste a tu antojo mi pecho  y vientre, probaste mi sabor combinándolo con vodka, nuestra primera vez fuiste un jodido romántico y pervertido; el alcohol estaba de por medio, no estábamos ebrios, pero lo utilizaste para prepararme, mientras tus remojados dedos entraban en mi, tus ojos se grababan cada una de mis expresiones.

 

Creo que la segunda mentira que te dije fue “No soy virgen”, te di mi primera vez Minho.

 

Aguante el dolor mientras tu me besabas, cuando te dije que la metieras fue como haber puesto la película más caliente de tu vida, pero no lo hiciste viéndome a la cara, me volteaste contra el colchón, levantando mi culo solo para ti y entraste, 10 segundos fueron los que alcance a contar antes de que empezaras a moverte, dolía mierda dolía, pero tu gemidos y palabras sucias me decían que valía la pena el dolor porque tu estabas disfrutándolo. Así como mis manos estaban aferradas a las lisas sabanas de aquel hotel las tuyas se mantenían aferradas a mi cadera, tú no gemías como yo, los tuyos eran graves jadeos, algunos más notorios cuando mi entrada se apretaba con tu miembro dentro.

 

Creo que darte mi primera vez no fue un error, no me arrepiento, no a pesar de haber escuchado tu “ya no me gustas”.

 

Esa noche hicimos un desastre el uno del otro, el sudor en nuestros cuerpos seguía, si me movía un poco podía sentir algo de semen resbalar entre mis muslos, 4 veces fueron las que yo conté que nos venimos, dos fueron dentro mío , la primera ensuciaste mis nalgas y la ultima me hiciste chupártel. Cuando nos pusimos a descansar, te veías muy concentrado con tus ojos cerrados, creí que estabas dormido hasta que pregunte.

-       ¿Estas despierto?

-       Mmh

-       ¿En que tanto piensas?

-       Estaba pensando en ti.

 

El niño que tenías sobre las piernas parece que ha notado que me miras, toma tu rostro y tú en unos segundos le sonríes y logró leer de tus labios “No es nadie”.

 

Cuando cumplimos 10 meses de no ser nada, de solo ser “mío” sin el titulo de noviazgo, me dejaste.

Habiamos terminado de hacer el amor, una noche anterior había sido la fiesta de tu amigo Cho Kyuhyun, la primer fiesta de tu mundo que disfrutaba como nunca, risas, bromas, besos, incluso hiciste darme una vuelta para presumir a tus noonas lo bien que me veía; estábamos borrachos, yo más que tu, me llevaste a mi piso y yo me desnude para ti.

Cuando abro mis ojos no logro verte ni escuchar algún ruido, te busco y puedo sentir que hay más semen tuyo de lo normal en mi, es tan vergonzoso y a la vez me acelera el corazón porque me refleja que soy totalmente tuyo. No estas, así que te llamo, pero no respondes, nada, quizás estas ocupado, no respondes cuando hay “reuniones”; pero no importa, sé que puedo encontrarte en el bar, así que concentro mi día en realizar mis actividades para poder ser libre en la noche para ti.

 

El sonido de lugar es nuevo, nuevo DJ puedo asegurarlo, el corazón me brinca y el nerviosismo se hace presente, algunos me reconocen y me saludan, otros me miran  extraño, no te veo en la pista , pero logro a distinguir a Max, con la ansiedad de verte empujo algunas personas hasta que tu mesa queda a unos metros de mí, estas ahí, con tu sonrisa brillante, con tu playera negra favorita vistiendo tu torso y tus pantalones de mezclilla de 2000 dólares, un regalo mío, dándote el toque sexy que a tus “culos dulce” vuelve locos.; pero no estas solo, tus brazos tienen a alguien, tus labios están besando los de otra chica, entonces me quedó congelado ¿Qué pasa? ¿Por qué? Max se da cuenta de que estoy ahí y solo te da un ligero toque en hombro para que mires. Estoy observándote, el nudo en mi garganta se forma y el corazón desciende sus latidos frenéticos que tenía por verte, no me dices nada, no te mueves y mucho menos sueltas a la chica que tienes de la cintura, mi mirada te pregunta que ocurre pero tu decisión es ignorarme, regresas esa sonrisa casi dulce a tu acompañante como si nada y yo, yo entiendo que es hora de salir del lugar.

No puedo salir llorando y haciendo un drama, después de todo tu y  yo nunca fuimos algo serio, no hubo un “Kibum ¿quieres ser  mi novio?”, solo coincidencias, besos, supongo que no puedo considerar el haberte dado mi primera vez como hacer el amor, en tu mundo fue sexo.

 

Recuerdo que lo último que recibí de tu parte la noche después de verte con aquella chica fue un “Llegaré al hotel”, debía haberte ignorado, mandarte al diablo en ese mismo mensaje estúpido que me enviabas, pero no, aunque estuviera consciente de que no había nada, que no tenía “derecho” a reclamar nada, una parte de mí quería escucharte y todavía peor, rogarte con mis “te amo”. El 90% de mi estaba dispuesto a humillarse por ti.

 

Llegue al hotel y pedí las llaves de la  habitación que ya tenía tiempo siendo nuestro refugio, había ropa nuestra ahí, según tu así era más fácil y ninguno de los dos tenía que preocuparse por irse temprano a casa; mencione que llegarías más tarde y el chico recepcionista te anotó en la libreta, debí haberme visto horrible porque la mirada que me dio era penosa.

Ni siquiera encendí las luces de la habitación, espere por ti desde las 22:00 horas  hasta las 5:00 am que decidiste aparecerte en la habitación con una maleta. Apenas yo escuche que entrabas fui levantándome del sofá para recibirte, no había dormido nada, las 7 horas que pase despierto fueron usadas para pensar en nuestro tiempo juntos, en autoconvencerme de que si teníamos una relación y que podría hacer que formalizaramos. Pero al parecer tú tenías otros planes.

Entraste y aventaste la maleta a la cama

-       ¿Por qué no estas dormido?

-       Dijiste que vendrías al hotel, así que tenemos que hablar.

-       No debiste esperarme.

No me diste tiempo de pensar y sentir, fuiste directo al closet y empezaste arrojar a la cama tus pocas pertenencias que aguardabas ahí ¿Qué carajo estabas haciendo?

-       ¿Minho, que haces?

-       Se acabo

-       ¿Qué? Pe-pero por que?

-       Esto ya duró demasiado Key, ya debemos terminarlo.

 

Mientras nuestra mirada va y viene al observarnos como otro nos besa, en mi mente resuena la pregunta, si te hubiera dicho que te amaba ¿Segurías aquí?

-       Minho….por favor hablemos.

-       No Key ya….

-       -Key? Ya no soy más Kibum?

-       Kibum, son las 5 de la mañana estoy hasta la puta madre de cansado y quiero llegar a mi casa a dormir.

Entonces supe que si tenías un hogar, y entendí que definitivamente esto había terminado.

-       Así que te voy a ser claro, quieres que hablemos de nuestros sentimientos, bien, ya no me gustas ¿Contento? Voy a tomar mis cosas y me voy a ir , así que te sugiero lo mismo por que debo entregar las llaves a la recepción.

No hice nada, te observe empacar y sin saber cómo avise que yo entregaría las llaves a recepción. No me respondiste, chasqueaste tu lengua, como si ahora el simple hecho de mostrarme tranquilo te molestara; ¿te enoja que no este llorando y rogándote? Algo me habías enseñado, no sólo tu , sino tus amigos, y es que ustedes eran fugaces, yo había tenido suerte en que decidieras invertir tu dinero en un cuarto de hotel solo para nosotros por más de 2 meses. Max me había advertido que me bajara de mi nube cuando notó como te miraba cuando te ibas a la barra por nuestras bebidas. Tu odiabas los dramas, las lagrimas chantajistas, las despedidas, así que solo te deje tranquilo empacar mientras yo me quedaba en el sofá encogido.

Después de que cerraste la maleta, te quedaste unos segundos pensando ¿No estabas seguro, cierto? Me miraste y te miré, ninguno quería irse pero a la vez tampoco quería quedarse.

-       Si aun no estas listo, podemos quedarnos una ultima noche aquí

¿Era en serio?

-       ¿Seguro? Ya no te gusto, de que serviría, vete Minho y hazme el favor de no mostrarte nunca más ante mi.

-       Bien.

Pude ver que te había herido, deseaba con todas mis fuerzas que al salir del hotel la vida te castigara, sabía, no yo aseguraba que ibas jodidamente a extrañarme al amanecer, en las madrugadas en la que necesitabas a alguien para charlar profundamente ibas a sufrir por mi. Por que de todas tus malditas mujeres y chicos que en esos 10 meses había conocido por ser tus “culos dulces”, ninguno tenía el maldito cerebro que yo, nadie llegaba a tener un debate malditamente inteligente contigo sobre política y dinero. Tú sabías que nadie sería como yo para poder sacar toda la mierda da la vida que llevabas.

Tomaste tu maleta y te fuiste, yo me quede la siguiente hora en el sofá, en silencio, repitiendo tu “Ya no me gustas” y conflictuandome más con todos esos fotográficos momentos en los que no parabas de besarme y decirme que era perfecto. Inclusive ayer, aun me habías sonreído con amor , supongo que me engañaste.

Cuando deje de contener la ira , esta salió de mi agresivamente, empecé a llorar y gritarte, los cojines del sofá volaron contra los demás muebles, de la cama hice un desastre rompí las malditas sábanas que tenía tu aroma, una de las almohadas quedó hecha trizas; tenía que sacarte de mi sistema ahí mismo, en el lugar donde terminaste todo, sabía que si no te expulsaba de mi corazón ahí, te llevaría por tiempo indefinido en mi vida , lastimándome. Ya que el reloj marco las 7:40 am y la luz del sol fue aclarando la habitación, termine de llenar mi valija con mi ropa, toda arrugada y sin orden, debía irme la habitación empezaba a asfixiarme. Al darle un último vistazo al desastre que había hecho paso por mi mente el perdonarte.

Ya al salir de la habitación el chico de la recepción esperaba por mí, menciono que habías hecho que un taxi me recogiera para llevarme a casa , que hijo de puta.

Le agradecí pero rechace el transporte, definitivamente no quería ya nada tuyo, ni siquiera un perdón. El tipo se ofreció a llevarme, supongo que me veía demasiado patético y la verdad es que ahorrarme el maldito pasaje no era una oportunidad a desaprovechar.

Y como una maldita mala señal, al llegar a mi casa la situación con el recepcionista se volvió graciosa, el buen gesto se convirtió en una invitación a salir, podía leer que era más bien una invitación a que le dejara tener sexo conmigo; ¿debía aceptarlo? Total, probablemente tu ya habías aceptado muchos consuelos desde antes de esta madrugada. Le di mi número con la promesa de que me llamará luego para acordar la cita, ya que me instalara de nuevo en mi propia casa.

 

Max se acerca apartando al tipo con el que estaba, por el ruido de la música casi no le escuchó, solo logró entenderle que le da gusto verme, que luzco hermoso y que tu estas hecho una mierda. Acepto su invitación a bailar, pasándome por delante suyo para ir a la pista; cuando estoy en el centro de ella me giró para verle pero ya no es su mano la que me esta sosteniendo sino tu.

Tus ojeras se han marcado un poco más y la parte hinchada de tus ojos es más pronunciada, sin embargo, sigues pareciendo malditamente atractivo. Jalo mi mano para que me sueltes pero me aprietas con más fuerza, no dices nada, yo solo hablo tu nombre; sujetas mi rostro con tus manos y me besas, después de 5 meses estas besándome de nuevo.

Estamos comenzando de nuevo un maldito juego en el que somos dos idiotas a hacernos daño. Esto no puede ser amor.

Notas finales:

He estado demasiado desaparecida, lo único que puedo decir es que .... la etapa como adulto de verdad te consume 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).