-¿Al final harán algo por fin o seguirán peleando como una pareja de recién casados?- preguntó algo frustrado Lust de observar que, los que parecían más importantes no paraban de discutir como eso, una pareja de recién casados buscando como solventar los gastos de una casa; por supuesto, las miradas asesinas tanto de Error como de Ink fueron suficiente para darse cuenta de una cosa, uno, a Lust no podrían asustarlo con algo así, y dos, al menos ellos también se dieron cuenta de que esas palabras eran ciertas porque después de ver al esqueleto lujurioso con odio, se miraron entre ellos notando que de verdad, estaban discutiendo por tonterías
Dream, Horror y Cross solo miraban a lo lejos, sentados en el suelo observando y comiendo palomitas, ya apostando entre todos quien sería el ganador de aquella pelea nupcial, aunque bueno, no contaban con la interrupción de un aburrido Lust… es cierto, tenía aun cosas tensas que resolver, como la pelea que iba a recibir con su hermano después de terminar de ayudar a su amado Horror y al resto, pero eso sería cosa por aparte, Lust era malo con situaciones sobre presión y esa situación lo estaba volviendo loco, más que nada, porque sabía que aún tenía esa batalla contra su hermano y quería ya acabar con eso
-¡Pues hazle entender a este idiota que no se puede ir con armas en mano a atacar directamente a Nightmare!- gruño Ink viendo con odio a Error quien le seguía viendo del mismo modo, sin obviar que le estaba mostrando su dedo del medio
-¡No podemos infiltrarnos! Sabe quiénes son los guardias y toda la mierda de su castillo está bien custodiada Nos mataran antes de que podamos llegar siquiera a la puerta del reino- gruño Error viendo a Ink únicamente, ambos, cansados de la batalla, sacan sus armas, Error sus hilos azules, Ink su gran pincel y comienzan a saltar por aquella casa abandonada que futuramente será también destruida; pelean y se maldicen diciéndose de paso lo idiota que es el otro por tener un plan que raya en lo tonto, Lust suelta un cansado suspiro… imaginaba que tratar con ebrios y tercos solo sería cosa de su trabajo y podría deshacerse de ese tipo de persona mientras no estuviera en sus trabajos, pero parecía que su vida o estaba maldita o los idiotas pululaban peor que los perros en los mercados
-¡¡DEJEN DE PELEAR COMO NIÑOS INMADUROS!!!- grito molesto, deteniendo la pelea de todos y las risas tanto de Cross como de Horror, un silencio se creó, Dream, ya cansado de comer palomitas y de ver que sus apuestas no llegarían a nada oficial pues la pelea prometía prologarse durante milenios más, termina el príncipe de los sueños acercándose al grupo de esqueletos que se están peleando y tratar de dar algo de paz a la pelea, su magia de aura funciona bien para ambos y logra calmar el ambiente lo suficiente para que Ink y Error dejen de pelear, todos sueltan un suspiro cansado y por fin, aun viéndose con odio entre ambos, cada uno se dedica a buscar un método de entrar
Mientras Lust observa como cada uno se encuentra peleando por ver como entrar al castillo, él se desprende un segundo de la pelea para mirar a sus alrededores, no hacía más de dos días que habían estado ahí, Lust no había ido a su hogar más que para tomar comida y volver a escapar, no ha visto a su hermano mientras tanto y tampoco a los guardias, imagina que tal vez el rey o se ha calmado (Cosa que cree poco factible) o que se ha movido a buscar a otro lugar, después de todo el reino de Underswap es bastante grande
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Habían parado los gritos, así que me asome muy lentamente sobre lo que alguna vez fue la cocina y donde estaba yo preparando algo comestible para todos más allá de un poco de palomitas robadas; cuando me encontré con todos más tranquilos hablando más civilizadamente sobre como poder infiltrarse yo volví sobre mis pasos a la cocina, aun me faltaba algo de tiempo para poder terminar de preparar la única comida que podía recordar por el momento como hacerla correctamente, un poco de tacos…
Avance y mire la comida a medio preparar, tome un cuchillo y seguí cortando la carne que llevaría la comida, mientras tanto, mi mente se desvía por un segundo, como si por un momento me fuera a un mundo de sueños, puedo verme a mí mismo, con un traje más elegante y ya no un vestido, una gigantesca bufanda azul y un traje igual azul, al avanzar por los largos pasillos de alguna edificación que se veía más antigua que nuestro castillo puedo ver a los caballeros que están ahí de pie inclinarse ante mí, yo paso de filo de todos ellos con una tranquilidad bastante conocida
No sé a dónde me dirijo, aun cuando eso no evita que mi semblante se muestre tranquilo, mi cuerpo se mueve por sí solo, mis manos sujetadas tranquilamente por detrás me dan un aire bastante seguro y fuerte… incluso podría jurar que me veo un poco más mayor de lo que soy ahora, más sin embargo, aunque mi mirada se desvía por unos momentos a los cristales que reflejan mi figura y veo que por fuera de estos hay un gran jardín, mis pasos se detienen
En ese hermoso día soleado, justo fuera de aquellos pasillos, siendo apreciado por medio de los cristales que separan ambas salas, puedo ver a otro esqueleto, sonriendo suavemente, arrodillado sobre la hierba y moviendo sus manos alrededor de la misma para sentirlos, sin embargo, lo curioso es que sus ojos yacen ocultos por una tela negra que tiene una forma extraña… si mal no recuerdo, ya había visto esa insignia en otro lado, más no puedo recordar exactamente donde…
Desvió mi camino, sé que es a esa persona a quien he estado buscando, abro la ventana que nos tenía separados y salto al otro lado, un monstruo diferente, un tipo de dragón esqueleto me mira a lo lejos, se inclina con respeto aunque su mirada no muestra agrado por mi presencia, se tiene que hacer hacia atrás y puedo notar como aquel que esta con la venda cubierta parece tensarse, su mirada cae hacia el suelo aun cuando estoy muy seguro que no puede ver, sonrió divertido, me parece adorable ver que me tiene miedo
-¿No es un poco temprano para vernos… su majestad?- escucho su suave voz, por un segundo siento que mi alma se iría al suelo… esa es… esa es la voz de Sans, mi emoción se acrecentó con ese descubrimiento, sonrío divertido y asiento mientras avanzo con pasos un poco más veloces
-nunca es suficiente para poder estar contigo mi dulce tesoro- susurro, sentándome a su lado y observándolo, el parece moveré muy poco tratando de encontrar el sonido de mis pasos, cuando estiro mi mano para tratar de tocarlo él se aleja, claro… él… él podía *************
-¿Aun me tienes miedo? No te culpo- susurre algo decepcionado mientras me ponía de pie nuevamente
-pero que no se te olvide que mientras vivas en este castillo tú me perteneces, incluso más de lo que le perteneces al rey- sonreí victorioso, él se tensó, su rostro pareció ponerse pálido con aquella respuesta y yo reí suavemente victorioso mientras él se encogía sobre sí mismo
-hasta que pueda derrotarte… encontrare la libertad- susurro el, un sentimiento amargo me invadió
-jamás te libraras de mi A*****- mi voz, aun cuando sonó, no comprendí como fue que lo llamé, sabía que no era su nombre aquel que avocaba, pero entonces ¿Qué le había dicho? Igual se tensó; la imagen cambia, una noche oscura, iluminada por las fuertes llamaradas que iluminaban una construcción similar a un castillo, estaban atacando un castillo y yo solo podía pensar en Sans… él estaba ahí dentro, no sé cómo, pero lo sabía
Al correr y tratar de llegar hacia la puerta de entrada, la imagen cambia, ahora, me encuentro en una habitación más tranquila, pareciera más bien un campamento, hay alguien de espaldas que al momento de girar solo puedo descubrir que se trata de otro esqueleto, solo alcanzo a ver hasta su boca, parece que su gesto se retuerce en uno de miedo y tristeza, una sonrisa derrotada aparece poco después al bajar a ver su pecho, alcanzo a ver una espada que atraviesa su alma y quien sujeta aquella espada… soy yo…
-lo lamento majestad… pero tú ya no me sirves más- susurro mi voz, aun cuando no lo sentí como si yo realmente lo dijera, trague duro, estaba asustado, las lágrimas cayeron, escuche que este esqueleto me preguntaba por qué lo hacía, simplemente, en mi corazón, la imagen de Sans aun con sus ojos vendados me invadió… si, yo era capaz de llegar a hacer algo así por el… pero… a esa persona que de a poco se vuelve polvo…
-el me pertenece- fue todo lo que dije cuando aquel esqueleto estaba vuelto polvo sobre mis manos, manchando toda mi ropa y mi rostro que también se llenaba de lagrimas
=así es… “Él” te pertenece= sorpresivamente escuche una voz nueva, mis ojos parpadearon, las lágrimas que quemaban mis ojos desaparecieron junto a la molestia, al girar, estaba de nuevo en aquella casa abandonada, solo estaba yo y nadie más… y aun así, delante de mí se encontraba un ser oscuro, completamente bañado en alguna extraña substancia negra que me miraba con una sonrisa divertida y una extraña corona negra en la cual brillaban como gemas de sangre, pequeñas piedras que denotaban entre tanta oscuridad, trague duro, sentía miedo de solo ver a esa criatura y como de su espalda aparecían cuatro tentáculos que se movían a diferentes tiempos
-¿Quién eres tu?- pregunte asustado, tomando con fuerza aquel mango de cuchillo, ni siquiera me dio tiempo de ver si había logrado acabar de cortar la comida, sin embargo, aquella criatura que parecía un esqueleto con algo negro escurriendo por su ser, solo se sentó en la única silla que había en buen estado, riendo y actuando como si nada, como si verme a mí en guardia no fuera la gran cosa
=solo digamos… que soy alguien que está muy interesado en que tengas tu “vivieron felices para siempre”= dijo el, cruzando una pierna y colocando sus manos en su nuca, yo parpadee confuso ¿Mi vivieron felices para siempre? Como al cuento de hadas suena aquello pero no tiene ni una pizca de sentido nada de lo que habla, parpadeo nuevamente, el solo sonríe divertido
=Te ofrezco el alma, la vida, todo lo de aquella persona que más amas y que nunca te ha visto… simplemente, te ofrezco que esa persona te amé y que, el hilo rojo del destino se una para siempre a ti, así, él siempre te amara no importa las veces que sus vidas reencarnen= sus palabras me asustaron… porque me interesaron y de verdad… por un segundo, lo desee
-n-no lo entiendo- que todo lo que pude decir, pues en mi alma, la imagen de Sans me surca, la sensación de querer tenerlo, pero también, la confusión de sus palabras, no entiendo a qué se refiere o mejor dicho, realmente no deseo comprenderle, no deseo escucharle, aun cuando no he hecho nada para dar aviso de que hay alguien más aquí viéndome… el solo sonríe de medio lado, sin moverse más allá de aquella silla donde yace sentado, me mira, casi escudriñando mi alma, casi leyendo como a un libro abierto el desastre que sorpresivamente se volvió mi mente
=Tú lo deseas, no solo en tu cama, no solo en tu vida… eres aún más ambicioso que yo= susurro el divertido; sentí que mis piernas flaquearon, que, de no ser que me he sujetado a la mesa de la cocina donde antes estaba cortando, hubiera caído de sentón, sin dejar de observar a quien me estaba hablando tan fríamente de algo que no podía comprender, él se acomodó mejor en su lugar, riendo por lo bajo y viéndome de un modo más serio
=Sabes a quien me refiero, sabes a quien deseas… pero no quieres interponerte en su camino; así que yo he venido aquí, a ofrecerte la oportunidad de que “él” sea tuyo, de que “tú” seas su camino= trague duro, quise negar y hacerme aún más para atrás, casi subiendo a la mesa; hubo un silencio algo pesado, mi mente se había vuelto tan escandalosa que no podía escuchar nada de mis propios pensamientos, el solo me seguía observando, como si apuñalara mi alma con su mirada, trague duro nuevamente, temblando de miedo, temblando de deseo, temblado de desesperación… el solo sonrío victorioso
=no pido nada que no me puedas dar, después de todo, nadie da nada a cambio de algo ¿Cierto príncipe Blue? Lo que te pido, no será demasiado= se burló, poniéndose por fin de pie y dando un par de pasos para estar más cercas mío, intente entonces volver a ponerme en guardia pero, mi propio cuerpo me ha traicionado
-¿Qué se supone que es lo que quieres de mi? Siquiera ¿Quién diablos eres?- pregunte desconfiando, tratando de volver a colocar el cuchillo delante de mí como mi única defensa, el me miro, sonriendo divertido y prepotente, como si no fuera ni siquiera algo por lo que tener miedo, el avanzo, el cuchillo toco aquella cosa negra que le escurría en su cuerpo, mi mirada se desviaba al cuchillo así como a su único ojo turquesa que brillaba de un modo que me daba miedo, el tomo el cuchillo y lo hizo a un lado, acabando con la poca distancia que había entra ambos, cara a cara, nuestros alientos chocaban y podía notar un suave y sutil aroma a lavanda y miel, trague duro, no me gustaba su cercanía pero igual, no podía moverme, el miedo me tenía apresado
=Quiero, el poder que poseen las tres coronas… quiero sus reinos y su poder= por un momento, juraría que su voz se había multiplicado y agravado como la de un demonio maldito, su mirada me invadió de pavor, no pude moverme, solo observarlo, como él sonreía y por fin se alejaba de mi… el… ¿Por qué quería algo que nos pertenecía a nosotros? Mas importante, quería su poder y su reino… eso… eso significaba que también… a mi… a… Sans…
=Descuida, solo quiero aquel poder, tu puedes quedarte con “Esa persona” que deseas tener= lo mire confuso, mi mente seguía siendo un revoltijo de gritos y pensamientos nada claros, lo mire de nuevo, el sonrío y dio otro par de pasos de distancia, me miro tranquilo, sonriendo divertido como si estuviera haciendo algún tipo de trato con alguien mas
-n-no lo entiendo… ¿Por qué yo…? ¿Qué quieres que haga?- pregunte perdido entre mis preguntas, gritos de mente y su mirada superior, el rio más fuertemente, tanto, que imagine que alguno de los demás escucharía esta conversación y llegarían a detener lo que fuera que estaba pasando, el solo sonrió divertido, mas ya no se movió de su lugar
=Nadie vendrá a salvarte príncipe Swap… solo somos tu y yo… y como te dije, no tengo interés en acabarte… muy por el contrario, creo que haríamos un buen equipo entre los dos= sus palabras ni me calmaron, ni resolvieron mis dudas, pero pareciera que el aun no acababa de hablar, la silla que estaba en la esquina de la cocina se movió por si sola y se acercó hasta tenerla cercas de aquel esqueleto negro, se sentó con tranquilidad pasmosa y después de volver a vernos a los ojos, hablo tranquilamente
=mis intenciones son claras, quiero que seas mis ojos y oídos en esta operación, saber lo que harán tus amigos y conocidos… ya sabes, a cambio, con todo el poder que obtendré, hacer que “esa persona” te corresponda no será nada del otro mundo para mi= se rio entre sus propias palabras, yo lo mire confuso y negué
-¡¿Quieres que traicione a mi propia gente?!- grite sorprendido y descolocado, el rio suavemente, de detrás suyo saco una manzana carmesí que comenzó a limpiar con su ropa negra, extrañamente, aquel liquido no se combinaba con la manzana, no parecía que le hiciera nada, solo… seguía siendo una manzana roja como si nada, lo mire aun sorprendido y horrorizado, el simplemente dio un mordisco a la manzana y asintió sin verme, solo observando a la manzana que ahora masticaba tranquilamente
=a ti nunca te ha interesado gobernar, en todo caso, a menos que tu hermano muera, no tendrás el trono, así que, no era algo que te interesara; además, si me ayudas, puedo hacer que la reina de Underfell corresponda tus sentimientos, unirlo a ti por aquel hilo rojo del destino, fusionarlo a ti para que te sea fiel y eterno únicamente a ti y a tu capricho= respondió como lo más tranquilo del mundo, mis piernas temblaron, por fin, sin poder sostenerme por más tiempo, caí lentamente al suelo, mirando aterrado a quien me estaba dando algo que no tendría jamás, el me miro y sonrió divertido asintiendo
=así es… te estoy entregando lo que tu jamás podrás tener por tu cobardía… te estoy entregando en bandeja de plata a esa reina que jamás vio que le amabas= me sonrió superior, yo negué
-pero… atacar a mi hogar… traicionar a mi hermano y a mi familia…- susurre asustado, vendo el suelo como si tratara de encontrar en ese lugar la respuesta que no poseía en este momento, el asintió a mis palabras, lanzando la manzana hacia mí, la atrape más por instinto que por querer hacerlo, viendo que aun cuando aquel sujeto le había dado una mordida la manzana estaba completamente limpia, estaba nueva y sin mordida, subí mi mirada hacia aquel esqueleto que seguía sonriéndome tranquilamente
=es cierto que acabarías con tu familia y amigos, pero… tendrías a esa reina, además, el jamás te tendría rencor ni odio, solo viviría para ti, solo te amaría a ti, jamás pensara en otra cosa que no sea en ti, lo tendrías subyugado a tus pies, besando el suelo por donde caminas, suplicando por una caricia tuya y abriendo sus piernas para ti si así lo deseas= me respondió como si fuera lo más lógico del mundo, trague asustado, viendo la manzana en mis manos y luego a aquel ser negro que me miraba tranquilamente como si nada, ahora, en su mano también poseía otra manzana que seguía comiendo tranquilamente, trague duro y volví la mirada a la manzana
-n-no lo sé… n-no es correcto- susurre asustado, el soltó un tranquilo suspiro mientras lanzaba la manzana roja a alguna parte de la habitación, se volvió a poner de pie y acomodó sus ropas, me miro desde su posición como si nada, trague duro pensando que tal vez me mataría por fin pero el solo se quedó ahí, viéndome en silencio hasta que una nueva sonrisa se posó en sus labios
=Piensa cuidadosamente las cosas, que es lo que prefieres, estaré esperando por una respuesta afirmativa colega… hasta entonces… te espero en mi reino de las pesadillas….. príncipe Blue= y así como haba aparecido de la nada, había desaparecido en un solo parpadeo mío, trague duro y me levante de golpe, buscando con miedo por toda la cocina, solo encontrando a en una esquina la manzana mordida ya acabada de aquel sujeto
-¿Blue?- pegue un brinco y al girar hacia atrás encontré a Dream quien me miraba curioso, mire a todos lados, la manzana seguía en el suelo y con mi otra mano sujetaba la manzana rojiza mientras con la última tenia aun el cuchillo
-¿Pasa algo Blue? Te escuche correr- dijo Dream sacándome de mis pensamientos, negué suavemente y lo mire confuso, observando mis manos
-encontré una rata y esta manzana en un gabinete… intente perseguir a la rata pero se me escapo en una esquina y ya no la encontré- susurre suavemente, sabiendo que Dream me estaba mirando, mas no pude decir nada más, el silencio duro un momento hasta que un nuevo estallido sonó, Dream tuvo que salir de la cocina y yo fui tras de él, una vez más, Error he Ink se estaban peleando, solté un cansado suspiro y volví sobre mis pasos hasta cocina para terminar la comida…
Una vez ahí, me quede en silencio… eso había sido cierto, la manzana aún seguía en mi mano, el silencio se volvía escandalo con los gritos de los demás por fuera de la habitación y yo… me encontraba en una encrucijada, me sentía entre la espada y la pared y en la manzana, solo podía ver el rostro de Sans… trague duro una vez más… ¿Qué se supone que hare ahora?