El dolor en su trasero es algo que no puede simplemente dejar como si nada, aunque esta adormilado se encuentra algo incomodo por la forma en la que duerme, aun así, al tratar de girar para acomodarse mejor siente unos brazos que lo apresan, gruñe levemente, supone que tal vez su hermano tuvo otra pesadilla y no lo quiere dejar ir, pero tampoco está muy a gusto, así que con cuidado lo remueve para poder dormir mas plácidamente
Edge por su parte se encuentra durmiendo profundamente, sus sueños le hacen rememorar la noche apasionante que tuvo con su ahora nueva esposa y apenas sus sueños dejan de recordarle tan memorables escenas, sus ojos se abren cansado para encontrarse con el movimiento en sus brazos, al bajar la mirada aun soñoliento encuentra a su nueva reina quien más dormido que él, se remueve en busca de una pose mas cómoda
-paps… dame un poco de espacio- pide suavemente haciéndose un poco lejos, Edge lo deja solo para ver que hace, cuando observa que Sans se acomoda boca abajo se acerca, enredando sus brazos de nuevo en el pecho del esqueleto más bajo y jalándolo una vez mas de vuelta a su contacto, escuchando un nuevo gruñido y un suspiro de derrota, Sans se deja hacer, cayendo nuevamente dormido y por fin, abrazando el brazo con el que Edge le apega, el más alto tiene deseos de volver a tomar a su nueva esposa aun cuando se controle; cierra sus ojos y pega con cuidado su frente en uno de los costados del cráneo de Sans, volviendo a dormir plácidamente
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-huuggggg… maldita fiesta- gruñe Red caminando con fastidio y algo incorrecto por los pasillos del castillo, la noche pasada para él y para todo el reino fue algo más que un mero infierno, infierno agradable, cabe destacar aun en los pensamiento de Red, pero infierno después de todo… al esqueleto carmesí le duele la cabeza, el cuerpo entero y siente una resaca de los mil demonios, no solo eso… termino con polvo en sus manos, supone amargamente que alguien se habrá querido propasar con él y por supuesto, se ha desquitado tal vez y de mas…
Si, el esqueleto más bajo y de diente dorado que oculta ahora con una elegante sonrisa no es alguien a no tomar en cuenta… si su hermano “alega” que la reina… EX reina de Undertale es alguien a tener en cuenta, es que su imbécil hermano no lo ha visto a mitad de una verdadera batalla. Un sonrisa discreta y burlona se posa en su boca mientras se sienta algo apartado de su lugar en el comedor de su castillo, le divierte la idea de que, delante suyo se mostro como alguien tal vez “débil” y de bajo perfil, pero incluso en el infierno hay “círculos” y en los más bajos de estos, es donde Red se ha dado a denotar como una fiera, un mero demonio, digno de ser llamado “la reina”
Le causa ligera gracia que en su momento detesto ese apodo tan “estúpido” pero cuando a su brillante hermano se le ocurrió llamarlo como su nueva “reina” pensó que el apodo ahora iba acorde de su situación… y por supuesto, golpeo con frustración su rostro… y su ego; su mano bajo lentamente jalando sus huesos con molestia… odiaba ser tratado como una chica solo por ser de estatura mucho más baja que los estándares… ¡joder! ¡un niño de 10 tenía su misma altura! Eso le cabreaba y por supuesto, quienes pagaban por los platos rotos y su incontenible furia eran sus enemigos en los barrios bajos, allá donde nadie lo conocía realmente o si lo conocían, se inclinaban con miedo y respeto delante suyo…
*la guardia oculta* se dijo sonriendo oscuramente, después de todo, si no había tanta “delincuente” no solo era por las brillantes habilidades estratégicas de su hermano… también lo era porque particularmente él iba de cuando en cuando de “visita” para ver a sus viejos “amigos” y por supuesto, a recordarles quien mandaba en ese lugar… no habían atentados contra el rey, no habían enemigos dentro del reino… no habían intentos de derroque por que el sabia sobre ellos y podía doblegarlos sin problemas, es más, le parecía divertido y un buen ejercicio después de las noches cuando su hermano se dormía y no tenían sus juegos en la cama…
*el reino brillo tranquilo porque yo estuve para jugar con las victimas y acabarlos antes de seguir con la guerra interna* se dijo tranquilo, observando el camino que aun seguía después de su desayuno… su hermano y su ahora esposa tendrían solo el día de hoy para descansar y tratarse un poco mejor “De conocerse” era la estúpida palabra; de paso, él y el otro Papyrus, rey de Undertale se harían cargo “solo por ese día” de las responsabilidades del reino… por supuesto, Red seria quien tuviera todo bajo su mando, siendo apoyado por el otro Papyrus…
Se encamino y llego por fin a la sala del trono, sentándose en su lugar correspondiente… o por lo menos el lugar que le pertenecería hasta ese día. Soltó un suspiro casino y amargo mientras se sentaba y enderezaba su corona y todo lo demás, tosiendo levemente espera a la llegada del otro Papyrus, un par de minutos mas tarde lo ve llegar con su escolta, la chica pez cuyo nombre no le interesa, los mira un segundo y trata de mostrar aun sonrisa aunque lo único que muestra es un gesto sereno, bastante tranquilo
-perdona las demoras, nos hemos perdido en este gran castillo- susurra Papyrus inclinándose delante de su ahora cuñado quien solo asiente tranquilo, una vez que Papyrus se sienta en el trono de Edge, Red siente un incomodo escalofrío recorrerle, supone que en su momento, el también hubiera pasado por eso… aunque bueno, después de la noche de bodas seguro lo hubiera asesinado, niega mentalmente, retirando esa idea de su cabeza, debe resignarse de una buena vez a que ese tan “perfecto” plan murió en el momento en que su hermano menor se enamoró de la reina de Undertale… aunque debía de admitir que de cierto modo, el también supo jugar bien sus cartas… termino siendo el depredador de su presa sin que hubiera nada que los detuviera; es más, Red casi podría apostar que su hermano no solo no lo había tomado como si nada, sino que incluso el ya habría previsto la posibilidad y en cuando esta se presento, fue como si ese Papyrus pusiera en bandeja de plata a la presa que el cazador mas deseaba obtener… abrió discretamente sus ojos al darse cuenta de la verdad
*tsk… y no me di cuenta hasta ahora… que idiota* se dijo mentalmente mientras observaba al otro Papyrus ya sentado en el trono con una sonrisa apenada y con un monologo sobre valores, sobre la responsabilidad y que se ha perdido, Red solo asiente distraídamente, no le interesan sus escusas aunque sabe que son honestas, lo que ahora le mantiene con algo de enfado es saberse por una vez en mucho tiempo “derrotado” por su hermano… después de todo, aquella vez que discutieron hace un mes atrás cuando se hizo el contrato de matrimonio, Red sí que había previsto todos los posibles escenarios… el había estudiado incluso la posibilidad de que salieran con algo parecido de otro tipo de boda… Red había calculado perfectamente que pasara lo que justo había pasado, que el reino de Undertale diera a su reina a cambio de él… y también tenía previsto de un modo demasiado ciego y confiado que su hermano sabría desviar la conversación para que, ya fuera a la fuerza, el se casara con el rey de Undertale
*pero no había calculado “esto”* se dijo amargo… no había calculado que su hermano se enamorara, pues era tan improbable como que a una ecuación matemática le cayera chocolate… ¡no tenía sentido, no tenia lógica! Y aun así… “SUCEDIÓ” y lo que más molestaba a Red era que había tardado en calcular la verdad… se había demorado mucho en darse cuenta de que en el momento en que su hermano había visto a aquella otra reina, el ya había comenzado a calcular su estrategia…
*y su estrategia consistía en quedarse con esa reina* no sabe si decir que está molesto por ser desplazado, si tiene verdaderos celos… o si solo esta cabreado por que se tardo un mes en darse cuenta de que todo esto había sido planeado por su hermano y nadie se dio cuenta… ni siquiera esa otra reina… o el… dudaba mucho que el rey que tenía a su lado se hubiese dado cuenta… con lo poco que había visto y tratado con él podía decir con ojos ciegos que el rey de Undertale era inocente, era en todo sentido de la palabra, una “buena persona” demasiado confiado de los que le rodean, demasiado crédulo… demasiado puro para un reino que es el mismísimo infierno…
Un suspiro amargo quiere salir de su pecho pero se niega, aun continua el otro Papyrus hablando con él sobre los valores y lo mucho que espera ser de ayuda por ese día para su reino, alegando que con eso podrá ayudar a su hermano… Red se mantiene callado, observando y asintiendo, esta vez tratando de centrarse en su trabajo… hoy les espera a ambos un día bastante largo como para pensar más en eso, demasiado largo como para que Red se amargue el día o se divierta al darse cuenta que su hermano jugo demasiado bien sus piezas como para que incluso él no se diera cuenta de tan ingeniosa movida… sonríe divertido, el día comienza para ellos y Red cambia drásticamente su amargado humor, aun tiene migraña pero ya vería en que momento vengarse por la “derrota” tan humillante que ha tenido delante de su genial hermano
El resto del día pasa sorprendentemente tranquilo, el llego a creer que Papyrus sería alguien idiota, que sin su reina seria alguien sin conocimientos de lo que se debe de hacer, pero para su agradable sorpresa, no solo parece ser más amable que su propio hermano, sino que es casi tan inteligente que él, aunque claro, parece más interesado en poder ayudar a los demás que en demostrarse serio e imponente… es más, Red puede admitir que gracias a esa amabilidad y forma de ser preocupada por el bienestar de los demás, se ha hecho cercano a todos los presentes ayudando con su situación… Red se toma un momento… ¿Hubiera sido interesante tener una vida al lado de alguien tan… “opuesto” a su hermano? ¿Cómo hubiera sido una vida sin amenazas, sin asesinatos diarios y nocturnos, sin insultos y sin sentirse humillado? ¿Siendo tratado por lo menos con respeto y tal vez… “amado de verdad por alguien más”? Admite que su hermano es genial pero… también que esta tan diferente que ya no parece la persona que alguna vez llego a ser … se siente algo solo ahora que sabe que su hermano se ha casado con alguien más y que esta vez, de verdad fue por amor y no por compromiso
-¿Te encuentras bien joven Red?- la sorpresa le llega junto con un pequeño salto, al darse cuenta, Papyrus toma con suavidad su hombro, sin hacer nada más para llamar su atención, ambos están solos en la sala del reino, no hay nadie más e incluso Papyrus se ha levantado del trono para verlo directamente de frente, Red se toma un momento para observarlo, tan idéntico y tan diferente a su verdadero hermano que le parece una broma de muy mal gusto… ¿A qué mierda está jugando su hermano con esa estupidez de estar enamorado?... tal vez ni siquiera está jugando, pero Red aun no cree poder aceptarlo realmente
-si… perdona, estaba pensando en el reino- miente Red calmando el rostro preocupado de su compañero de trabajo Papyrus…
*se supone que ya había aceptado que mi hermano estaba enamorado de alguien más* trato de decirse mientras le seguía la corriente lo mas que podía al otro Papyrus quien daba consejos sobre los problemas de la población y de lo que, muy seguramente su hermano Sans haría si estuviera en su lugar… Red lo escucha y observa con cuidado, escucha como Papyrus comenta tan “orgulloso” sobre su hermano, como fue que cambio de ser un vago huesos flojos a alguien que siempre esta trabajado, que solo mira por el bien del pueblo y que a veces no dormía para seguir con los papeleos y poder ayudar más en el reino… Red no puede evitar soltar una tranquila sonrisa mientras asiente
-mi hermano es igual- sonríe tranquilo, Papyrus lo mira y su mirada brilla… ambos toman su descanso para charlar amenamente sobre las tradiciones a antes de ser reyes y como también, su genial hermano era con él y con los demás… Papyrus siente emoción de escuchar a alguien tan “cool” y por un momento, el agradable ambiente que se ha creado entre ambos cambia suavemente por el silencio de Papyrus
-Red… ¿Puedo contarte algo personal?- pregunta Papyrus ya entrado en confianza con el esqueleto rojo que solo puede asentir de un modo tranquilo, parpadea suavemente viendo con interés como la energía de Papyrus cambia a un rostro ligeramente trise pero con una sonrisa conciliadora
-para serte honesto, no me agradaba la idea de la boda… me… me preocupaba mucho mi hermano Sans… aun cuando dijera que es genial y muy fuerte, me preocupaba su felicidad- susurra bajito, viéndolo de un modo triste, Red recuerda a una velocidad sorpréndete que cuando su hermano era muy, muy pequeño, apenas un renacuajo que estaba aprendiendo a hablar con tartamudeos y de un modo apenas comprensible, ponía ese rostro de cachorro triste cuando estaba apenado, cuando quería algo o había hecho algo incorrecto… la simple idea, la simple imagen le causa una ternura abrumante y empalagosa que no dirá nunca
-pero ahora que me has contado un poco de cómo es de genial tu hermano… ¡me siento mucho más tranquilo!- las palabras de Papyrus lo sorprenden… eso, eso quería decir que ¿Papyrus confiaba en Edge? ¿Así como si nada? ¿Confiaba tan ciegamente en su palabra?... incluso su rostro apenado de cachorro triste cambia a uno de tranquilidad y felicidad
-estoy seguro que tu hermano hará muy feliz a mi hermano ¡estoy seguro de eso! ¡Nyehehehehehe!- sonríe de un modo superior que en vez de hacerlo ver “superior” o tan siquiera como “prepotente” solo lo hace ver adorable y tierno a mirada de Red quien únicamente sonríe al ver la tranquilidad y felicidad que muestra Papyrus… su seguridad conforta a Red y le hace creer que también puede que las cosas acaben bien para todos
-estoy seguro que tu hermano también hará feliz al mío- corresponde Red con una sonrisa tranquila, ambos se miran y en silencio se consuelan y animan a seguir trabajando… el primero en salir de su ensoñación es Papyrus gruñe levemente y se coloca con mucho mas ánimo para seguir con los deberes…
Por primera vez en mucho tiempo… para Red los deberes de ese día pasan tan livianos como una pluma de ave en las almohadas cómodas de su antigua cama… le ha parecido demasiado tranquilo el día y bastante agradable aun cuando solo estuvo charlando de cuando en cuando con ese Papyrus… el día fue agradable como pocos… tan inocente y tan alejado del infierno que le gusto…
“Tal vez y de mas”
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-¿Te encuentras cómodo?- pregunta Edge colocando su nuca en la cabeza de Sans y enredando sus esqueléticas manos en las manos de su esposo, puede sentir el palpitar loco del ama de Sans aun cuando este no hace nada para moverse, el más bajo solo asiente susurrando tímidamente un si… a Edge le parece divertido
-estas muy tenso- se quiere reír después de notar cómo se tensa todavía más de ser posible
“Que si estaba tenso” ¡claro que Sans estaba tenso! Después de haber despertado DESNUDO en los brazos de OTRO ESQUELETO ¡Claro que iba a estar tenso! ¡Ayer fue prácticamente violado con consentimiento! Y ahora no tenía cara para ver a ese “extraño” con el que estaba ahora casado… ¡no podía verlo! Su mente suplicaba por su hermano Papyrus… por primera vez en muchos años, quería que su hermano corriera y lo salvara de las “garras” de ese otro Papyrus que tan tranquilo los había metido a ambos a la bañera tan gigantesca y aun así, le ha negado darle espacio… lo ha pegado a su pecho, la pelvis de Edge choca divertido contra su pelvis desde atrás y juguetonamente se restriega, juega con su cuerpo de un modo suave, ni siquiera parece “tan pervertido” pero sí que le parece erótico… ¡No le gusta eso! ¡No le gusta que le este gustando lo que Edge le está haciendo! ¡Quiere volver con su hermano pero a la de ya!!!!!
*sálvame Papyrus* lloriquea mentalmente al ver los brazos de Edge estrechándose delante de su pecho y apegándolo al pecho del otro junto a un tranquilo suspiro de conforte…
*alguien… ¡¡¡Ayúdeme!!!... ¡¡¡¡Papyrus!!!!!* grita en su mente cuando su barbilla es guiada hacia un costado y siendo apresado por un suave clanck que de a poco se incrementa y se vuelve mas intimo
Sans no tiene tiempo de negarse cuando las manos de su esposo bajan juguetonas a su entrepierna y comienza a frotarla… un gemido ahogado aparece en la garganta de Sans antes de ser tumbando en la bañera para comenzar una nueva ronda de “violación” por parte de Edge… Sans ni siquiera tiene las fuerzas para negarse