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El encanto del ave enjaulada. por Lubay Nue

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Notas del capitulo:

Bien, ahora sí creo que este capítulo lo uso como base de la historia de mi amiga HikariTaisho, reitero, me dio permiso de basarme de su idea para hacer esta. Espero sea de su agrado por que ya comienza lo interesante

 

¡A leer!

-simplemente no me convence esta idea Paps-  dijo Sans mientras rondaba por la gran habitación siendo observado por su propio hermano, Sans ya estaba arto del vestido que traía y que de la nada le habían obligado a utilizar por ser la reina de Papyrus, aunque bueno, Sans recibía halagos de todos sus conocidos, los vestidos le quedaban realmente bien y, después de un rato comenzó a acostumbrarse levemente

 

-ellos nos enviaron la invitación, seria descortés no aceptar, además-  dijo Papyrus aunque fue cortado por su propio hermano

 

-ya lo sé, ya sé que con esto podríamos estar en paz con el reino y dejar de lado la guerra-  dijo molesto, dejando de caminar como león enjaulado dentro de la alcoba que ambos compartían por ser “pareja” aun así, Sans miro fijamente a su hermano, desapareciendo sus ojos y dejando sus cuencas vacías para denotar su amenaza y la seriedad con la que estaba hablando el esqueleto más bajo de ambos hermanos

-pero ten en cuenta de quienes estamos hablando. Ya sea que seamos nosotros los que vallamos a su reino o que sean ellos los que vengan, el peligro radica en que son agresivos y podrían asesinarte en la primera oportunidad que tengan-  demanda molesto, se mueve de un modo lento, serio y bastante peligroso que intimida ligeramente a su propio hermano. Sans esta realmente molesto y lo denota en su manera de moverse por la habitación

 

Aun cuando Papyrus observaba y escuchaba en silencio las razones de su hermano estaba preocupado por el mismo y sorprendido al mismo tiempo. Eran muy escasas las ocasiones en las que Sans entraba en algo parecido al pánico y esta era una de esas tan pocas ocasiones que aun contaba con los dedos y le seguían sobrando dedos; así que Papyrus solo podía llegar a la conclusión de que aquello que le estaba diciendo su hermano era más peligroso de lo que hacía sonar en primera instancia y tenía razón. Si analizaba un poco la situación del mismo modo que su hermano, era cierto que en cualquier caso, la probabilidad de ser asesinado por el rey de Underfell era palpable… pero tampoco podía simplemente renunciar a una posibilidad de paz con el reino con el que han estado en guerra tantos años

 

Sans conocía el peso de la situación y la tención en el ambiente. El sabía que podía ser una trampa, dios ¡casi podía oler que era una trampa para su hermano! Pero también había la posibilidad de que fuera la ruta adecuada para que hubiera por fin paz entre ambos reinos y por fin, comenzar una era de prosperidad… dios ¡¿Por qué carajos Papyrus tenía que ser el rey?! No es como que quiera destronarlo, pero no puede aceptar que sea su hermano quien se meta en semejantes peligros solo por la paz… Sans no se lo puede permitir aun cuando sabe que su hermano es más que capaz y en especial… que es su responsabilidad por ser este el rey y no él

 

-¡Sans! ¡mírame!-  cuando se dio cuenta, el grito demandante de su hermano lo saco de su propia ensoñación, cayendo en cuenta que su hermano lo había frenado de su nueva caminata por la habitación y lo obligaba a verse directo a los ojos al tenerlo sujeto desde sus hombros para que no se moviera mas, Sans parpadeo un par de veces confuso… tan metido estaba en sus pensamientos y cavilaciones que no se había dado cuenta de la presencia de su hermano tan cercas suyo. Al verse a los ojos, las cuencas de Papyrus brillaron en un cálido color naranja he instintivamente los de Sans brillaron en azul con dorado… el único ojo que brillaba lo hizo con fuerza, siendo calmado por su propio hermano

 

Era una de esas ocasiones en las que Sans amaba tanto tener a su hermano consigo… gracias a él, podía calmarse y simplemente seguir con su tranquilidad de siempre, por suerte, ese tipo de ataques de pánico no sucedían a menudo, no le gustaba preocupar a su hermano y no habían situaciones que de verdad lo hicieran perder su calma y forma estratégica de ver las cosas… pocas eran sus excepciones y daba gracias ser “un hueso duro” para las situaciones que así lo requerían

 

-hehe… gracias bro-  susurro bajito una vez se tranquilizó lo suficiente como para liberarse de un modo lento, Papyrus por fin lo soltó con cuidado y se sonrieron entre ambos hermanos con la misma confianza de siempre, aun así, Sans giro a ver a su hermano un momento soltando un suspiro derrotado

-supongo que no importa que te diga no declinaras de la idea de verte con el rey de Underfell-  dijo el cerrando uno de sus ojos, ni siquiera era una pregunta, era una afirmación para el mismo con resignación y observando la afirmación de parte del más alto. Sans soltó un cansado suspiro mientras observaba la gigantesca habitación y pasando derrotado sus manos hacia su nuca mientras caminaba en dirección a su lado de la cama

-bueno… supongo que no puedo hacer nada contra las ordenes del rey-  se dijo mientras llegaba a su lado de la cama, dejando caer el vestido que portaba y poniendo sus ropas de costumbre, esa camisa blanca y el bermuda negro con la franja blanca, se estiro en su lugar y botó por donde fuera los tacones que portaba para ponerse sus tan amadas pantuflas rosas y posteriormente caminando en dirección del gran librero que tenían en la habitación

 

-Sans…-  aunque Papyrus quería decir algo, podía ver en el rostro de su hermano que de cierto modo, le estaba apoyando en su decisión, observo fijamente cada una de sus acciones y cuando vio que su hermano tomaba su libro favorito sonrió suavemente con amor hacia su hermano

-¿Entonces… si estás de acuerdo con mi idea?-  pregunto tímido, después de todo, solo de él escuchaba mas los consejos y solo de él, esperaba su aprobación más que de nadie. Sans sonrió y sacudió el libro delante de la ahora emocionada mirada del esqueleto más alto que como a un rayo cambio su armadura por las pijamas de costumbre

 

-claro que si… ahora, vamos a la cama y te cuento tu historia antes de dormir-  dijo caminando hacia la cama, encontrando mágicamente que su hermano ya en pijamas lo esperaba acostado en la misma, Sans rio por lo bajo, cuando se trataba de sus cuentos, incluso Papyrus podía ser más rápido que sus tele transportaciones a lugares lejanos

*no estoy de acuerdo con esto… pero todo sea por sus convicciones, yo también creeré que es lo mejor*  se dijo mientras se sentaba en la cama y comenzaba a leer para su hermano

 

------------

 

Solo pasaron dos semanas mientras se acordaba donde seria la reunión, ambos reyes dialogaron lo más civilizado posible, comprendiéndose de un buen modo, la esperada visita se acordó llevar a cabo en el reino del Undertale, tomaron otra semana más en preparar lo necesario. La hora finalmente había llegado

 

*detesto mi vida*  se dijo Sans con el seño completamente fruncido y sus cuencas vacías junto a esa sonrisa que en más de una ocasión ha dado miedo a todo el mundo que la mira por demasiado tiempo… pero ahí estaba el, observando el esponjoso y abultado vestido de cola larga que tenia, junto a un escote bastante pronunciado y apenas unos tirantes para sujetar el vestido que por suerte era ligero de cargar aun para la vista que tenia

 

Si bien, su hermano Papyrus le había mandado a hacer un traje especial, Sans demando estrictamente que lo llevaría puesto solo si este era ligero y fácil de portar, incluso sus tacones esta vez eran de plataforma mas redonda y no de aguja, con esto, le era más fácil el caminar con ellos y centrar su peso, aunque de todos modos, de igual modo, fáciles de quitar por si tenía que andar descalzo. Gruño una vez más delante del espejo mientras se veía de pies a cabeza, los colores pasteles suaves y fríos combinaban bien con él y su en ese momento aterradora expresión molesta. Rio internamente lo poco que podía en su estado y termino de acomodar la corona sobre su cabeza, dejando de en jorobarse poso sus manos delante de su vestido esponjoso y soltó un suspiro cansado, viéndose una última vez, cuidando de no arruinar su porte y preparado con su magia para lo que fuera a suceder, salió de la habitación de ambos hermanos y se encamino con porte y tranquilidad hacia la sala del trono donde su hermano ya lo esperaba

 

En el camino por los largos pasillos bañados en luz, Sans se permitió repasar en la soledad de los mismos la situación que tenía entre sus manos y sus posibilidades. Si bien su hermano es más inocente y lleno de buenos sentimientos, completamente positivo y que cree que todo saldrá más que bien, Sans se dice mas “analítico y realista” aunque sabe que en realidad raya en la negatividad… pero bien, si uno veía lo mejor que podría pasar en cierta situación, su deber era ver lo peor que podía suceder, esas opciones descabelladas donde incluso algo peor que un meteorito cayendo y de igual modo, estar preparado para lo que fuera a suceder

 

Chasqueo mentalmente su lengua mientras comenzaba a bajar las escaleras, tomando por un costado su vestido y tomándose del barandal, baja con la mirada muy en alto, tratando de no ver el suelo, mientras continua repasando sus posibilidades. La primera y más importante, es que no puede dejar a Papyrus solo, no importa con quien sea de ambos reyes, conoce la ley en su reino, sabe que si son los reyes es porque son los más fuertes. Sans debe estar preparado para la enorme y más factible posibilidad de que apenas vean a su hermano descuidado traten de asesinarlo y que tengan un ejército fuera del reino preparado para conquistar

 

*he, un poco exagerado*  se dijo y aun así, había preparado a la guardia real en secreto, a las espaldas de Papyrus para que este no se enterara; Undyne, la amiga de ambos hermanos estaba a la expectativa fuera del palacio y tenia preparados no solo a su ejército en lugares estratégicos, sino que estaba lista para entrar para asesinar a quien fuera que hiciera daño al rey Papyrus, por supuesto Sans no era precisamente solo una flor delicada con su “hp 1” el también había aprendido a ser peligroso con su forma de ser. Él era el estratega del reino y quien (no muy secretamente) dirigía realmente el reino…

 

Estaba listo para lo que fuera a pasar. Sabía que un atentado contra Papyrus era casi tan inminente como su amor del más alto por los cuentos de hadas humanos, así que estaba listo, aun cuando de igual modo todo estaba tan perfectamente cubierto que ni su hermano ni el reino mismo se han dado cuenda de la presencia del ejército en toda la zona; se sonrió internamente, también había preparado planes para otras alternativas y aunque las veía cada una más loca e incoherente que la anterior, de igual modo estaba preparado el reino para lo que fuera a suceder, aun si lo mas impensable era la verdadera amistad entre ambos reinos

 

-ya estoy aquí-  dijo sonriendo, con sus manos detrás de su espalda y su sonrisa despreocupada, Papyrus giro a verlo y le sonrió suavemente, esta vez, el esqueleto más alto portaba una armadura mas de gala que para pelea, no era esta vez su tan amado traje de batalla junto a las hombreras y la capa del rey, aun así, le sonrió a su hermano al ver el vestido que portaba tan elegante y tan adecuado a su cuerpo que tal y como había hecho, servía para denotar aun más la belleza de sus facciones

 

-te tardaste-  le trato de regañar pero su propia voz salió mas como un simple comentario al aire, Sans se disculpo por las tardanzas explicando lo difícil que era el simple hecho de estar tratando de sujetarse el vestido sin que lo demás se cayera; su hermano rio divertido imaginando a Sans y sus tan acostumbrados berrinches nuevo por tener que portar ropa de mujer aun cuando era un varón, pero el mismo esqueleto le saco de sus pensamientos cuando le aconsejo comenzar a ayudar a los preparativos… los reyes de Underfell no demorarían mucho en llegar

 

… … …

 

-los reyes de Underfell ya están aquí su majestad-  escucharon la voz de la capitana de la guardia real y amiga de ambos hermanos esqueletos, Sans se vio directamente a los ojos con Undyne, anunciando con su mirada que se mantuviera preparada para lo que fuera a suceder, la chica pez solo inclino otro poco más la cabeza en señal de afirmación y se hizo a un costado, a los pocos minutos la gente del reino comenzó a reunirse apenas siendo detenidos por una cinta de terciopelo que dejaba el paso libre a una gran alfombra roja del mismo terciopelo, desde donde se debía de estacionar la carroza de los reyes invitados hasta la entrada del mismo castillo donde por cierto, tanto Sans como Papyrus los esperaban con sus mejores poses y grandes sonrisas de emoción por parte del más alto de los esqueletos

 

Trompetas sonaron en cuanto apareció por el gran jardín la carroza gótica de madera rustica y acabados en dorado y plata, siendo jalado por 4 corceles negros como la noche, pura sangre, el monstruo que serbia como conducto primerio dio un giro a la pequeña glorieta que ahí se encontraba, solo haciendo lo “estipulado” entre la estética entre los reinos y finalmente estacionándose donde ya todos esperaban, la puerta de la carroza fue abierta por el chofer y cuando esto sucedió un monstruo entre la audiencia libero pequeñas aves de vivos colores en señal de bienvenida

 

Aplausos y ovaciones se hicieron presentes, Fell!Papyrus salió de la carroza con aquel porte seguro y fuerte, esperando un par de segundos se giro y extendió su mano a su reina quien con cuidado y elegancia bajo del carruaje acomodando sus ropas, una vez listos, comenzaron a caminar por aquella alfombra roja con elegancia, llegando hasta los reyes de Undertale quienes a su vez habían avanzado con un rostro tranquilo hasta estar cara a cara ambos reyes y sus reinas

 

-buen día tengan, es un honor poder conocerlos, yo soy el rey de Undertale, el rey Papyrus Windings-  sonrió alegre mientras extendía su mano, un momento de silencio se poso, aun entre los gritos y ovaciones, ya había cuchicheo por el parecido de ambos reyes y sus respectivas reinas, todo era… confuso y aun así, rogaban por que por fin hubiera paz entre ambos reinos

 

-el placer es mío… yo soy el rey de Underfell, mi nombre es Papyrus Widlat pero por favor, dígame Edge-  dijo mientras estrechaba con ligera fuerza la mano de Papyrus quien con su gran sonrisa le daba la cálida bienvenida, Sans y Red se vieron en ese momento, observándose fijamente, siendo únicamente Sans quien mostrara una tranquila sonrisa, mientras Red solo mantenía esa pose segura de sí mismo

 

-ho, que desfachatez, permítame presentar a mi reina, es mi hermano Sans-  dijo Papyrus mientras colocaba su mano en el hombro del esqueleto, Sans por su parte se ha inclinado levemente en señal de respeto, recogiendo un momento su vestido, ambos invitados observaron aquello y fue turno de Edge para presentar a su hermano

 

-interesantemente, este también es mi hermano y mi reina, su nombre es Sans-  dijo colocando una mano en su espalda para darle un ligero empujoncito, Red por su parte se inclino levemente, tratando de dirigirse más hacia Papyrus

 

-mucho gusto, mi nombre es Sans Widlat pero ustedes pueden llamarme Red-  dijo tranquilamente, siendo saludado con una reverencia por los reyes de Undertale. Una vez acabadas las presentaciones ambos reyes se dispusieron a entrar al castillo donde ya todo estaba preparado para su bienvenida. Los sirvientes se avocaron a tomar las maletas de sus invitados y llevarlas hacia la alcoba preparada para los reyes de Underfell, mientras que, a petición de Edge, ambos reyes y sus respectivas reinas fueron directo a una sala ya predispuesta para comenzar a hablar de los tratados de paz por los cuales, ambos se habían prestado

 

------------

 

Undyne se mantuvo todo el tiempo fuera de la puerta donde se estaba llevando a cabo la conferencia entre ambos reyes, únicamente los reyes podían entrar en ese momento, la situación era tensa fuera del castillo, incluso dentro de la habitación donde, aun cuando ambos esqueletos reyes se habían comprendido perfectamente y sus reinas con una expresión tranquila solo escuchaban, era cierto que por causa de ambas reinas, había una extraña tensión en el ambiente… ninguno aun confiaba en el otro

 

Y aunque se habían llevado bien en un principio y aquello solo se reforzara ante las ideologías centradas hacia el futuro que ambos Papyrus poseían hacia sus reinos, ambos Sans aun estaban a una cosa de nada de activar su magia y atacar de ser necesario, aunque era más notorio en Sans que en Red, pues, ambos hermanos de Underfell ya estaban preparados para su siguiente fase del plan…

 

Según las tradiciones mas antiguas y de mayor peso, lo mas “común” era que, para cerrar un trato y asegurarse de que ambas partes cumplieran con las partes del acuerdo habría algo de por medio de ambos reinos, en todo caso, a lo que llegaba este “acuerdo” era simple. Matrimonio

 

-permítanme entregar a mi reina como símbolo del compromiso con este pacto por la paz-  dijo Edge de un modo tranquilo mientras Red solo se enderezaba otro poco mas he inclinaba levemente su cabeza en señal de respeto y sumisión. Fue en ese momento que las armas de Sans cayeron al suelo y se congelo momentáneamente en su lugar… ¿Matrimonio? El no había pensado en algo tan descabellado como eso…

 

Los reyes de Undertale giraron a verse, en la mirada de ambos había la confusión de una proposición tan grande, si Edge estaba entregando a su hermano Red como tregua de paz, significaría que Sans sería desplazado al mismo tiempo que Papyrus estaría en peligro de ser atacado con mayor facilidad. Papyrus por su parte estaba preocupado, el seguía amando a Mettaton y aun se veían, aun cuando no podían estar juntos debido a sus responsabilidades, ellos se habían jurado amor eterno, lealtad en ese sentido, rayos ¡ya estaban comprometidos!… si rechazaba la oferta de Edge del matrimonio con su hermano Red cabía la posibilidad de que la guerra no solo continuara, sino que empeorara al haber dejado en un estado “humillante” al rey del Underfell

 

-sus majestades… si nos pudieran permitir unos minutos para que su majestad, el rey Papyrus y yo podamos dialogar correctamente, se los agradeceríamos con el corazón-  dijo Sans levantándose de su lugar, obligando a ambos reyes a ponerse de pie por educación, escuchando los comentarios tranquilos y amables de este Sans, Edge y Red no han tenido oposición en dejarlos en soledad, pasando Sans y Papyrus a otra habitación donde apenas se vieron libres de los reyes de Underfell, Papyrus se dejo caer sentado en un sofá mientras Sans casi parecía querer caer en un nuevo ataque de pánico, sin embargo, manteniendo la calma en todo momento o lo más posible…

 

-boda… quieren que me case con su reina-  dijo Papyrus asustado de dejar a Mettaton, Sans miro solo un momento a su hermano, el solo pensaba en Mettaton, no en su vida misma… Sans tenía que pensar en algo

 

-no dejare que te cases con esa copia mía-  dijo Sans seguro, haciendo elevar la vista derrotada a Papyrus para verse a los ojos. Sans dejo de caminar de un lado para el otro como un león enjaulado y miro directamente a su hermano, acercándose a él, tomo sus manos con cariño y se arrodillo para que en su visión, el fuera todo lo que viera junto a su sonrisa amable

-te prometí que haría lo que fuera para que fueras feliz… solo, tenemos que pensar que hacer al respecto… no te rindas ahora ¿sí?-  pide suplicante, logrando controlar a Papyrus y que asienta más decidido

 

-¿Qué haremos entonces Sans? No podemos simplemente decir que no queremos y ya-  dijo Papyrus observando como su hermano se cruzaba de brazos, arrodillados en el suelo, el pomposo vestido se infla haciendo verlo mas adorable, aunque la mirada de Sans se desvía a cualquier parte de la habitación mientras cruza sus brazos y su puño derecho sirve para apoyar su barbilla en un gesto completamente pensante

 

-no lo sé Paps… pero tenemos que pensar en algo rápido-  se dice asimilando sus posibilidades. De algo Sans estaba más que determinado. Papyrus no se casaría con Red ni con Fell, Papyrus no se casaría con nadie que él no amara con la misma locura o mayor que con la que ama a Mettaton

 

Sans sabía que el precio a pagar por la tan ansiada paz era sacrificar la libertad de alguien, ya fuera de alguien de Underfell o de Undertale… Sans no quería pensar en su hermano sufriendo por casarse con alguien que no ama, el jamás se lo perdonaría… pero… aunque Sans no esté dispuesto a que Underfell y en especial Edge corten las hermosas, grandes e inocentes alas de su hermano por amor del reino, tampoco podían perder la oportunidad de perder esta propuesta de paz con el reino de Underfell. Un momento…

 

-hehe… Paps… ¿Recuerdas lo que te dije cuando comenzó esta loca idea de paz entre ambos reinos, justo cuando me pediste que confiara en ti?-  pregunto Sans con una sonrisa algo amarga que cambia a una gentil y llena de amor por su hermano, Papyrus lo mira unos momentos confuso, hasta que a su mente, como a un flash llega el momento, sus ojos se abren de gran manera… no cree comprender a que quiere llegar su hermano, o tal vez no quiere creer que lo que ha comprendido es en realidad esa su solución

 

-¿S-Sans?-  titubeó en preguntar, aun así, el esqueleto más alto se levanto del suelo, limpiando el vestido que portaba y acomodando sus ropas del modo más elegante lo pudieran hacer ver, le sonrió con esperanza a su hermano una última vez, como si se estuviera despidiendo de él…

 

-no dejare que arruines tu vida, aun si es por el reino-  le dijo, estirando sus manos para tomar con gentileza el rostro de su hermano, haciendo brillar hermosamente su única cuenca mágica, pequeñas lagrimas asoman por las cuencas de Papyrus mientras sus ojos brillan del mismo modo… ya cree comprender que no ha llegado a una suposición errada con su hermano

-siempre has dicho que sigamos a nuestros corazones… Paps, si tu amas a Mettaton, no dejare que nadie se interponga en sus caminos-  le dice sonriendo gentilmente, Papyrus ha tomado las manos de Sans haciendo mas presión en su rostro, ahora las lagrimas caen fluidamente mientras niega en suaves susurros

-está bien… puedo ser yo quien tome tu lugar… la boda se hará y con ella lograremos llegar a la paz con la que todos soñamos…-  dice para que ambos comprendan la verdad que estará a punto de suceder…

 

-yo creo en ti… y en tus convicciones… así que haré lo mejor por llegar a la paz que todos deseamos ver-  le dijo acercándose para besar con un amable clanck su frente, limpiando con sus manos las lagrimas que aun continúan cayendo. Sans estaba dispuesto a esto y más por su hermano…

 

-Sans… ¿Tanto crees en mi?-  preguntó Papyrus al saber… Sans sacrificaría su propia libertad no solo por el reino, sino por y para el… para que el más alto no se casara con quien no amara… y el costo sería que Sans lo hiciera en su lugar. Negó en repetidas ocasiones pidiendo por buscar otra solución, sin embargo Sans lo silencio con un solo dedo mientras terminaba de secar las lagrimas de Papyrus y dejarlo presentable… como muy pocas veces tenía que hacer ya que el más alto era todavía más pulcro que el mismo Sans

 

-te dije que creía en mi hermano Cool, tu solo debes seguir con esto y todos lograremos llegar a la paz deseada-  le guiño el ojo

-además, no es como que me vaya a “perder entre sus huesos”-  dijo encogiéndose de hombros, sacando una de sus tan conocidas bromas que hacían enfadar a Papyrus pero que, por una vez, junto al enfado que le ocasionaba, también le entregaba la calma que necesitaba

-vamos bro… nuestros invitados aun nos esperan-  dijo palmeando suavemente la cabeza de su hermano quien por fin se puso de pie, arreglando sus ropas una última vez y soltando un hondo suspiro

 

-está bien… vamos-  dijo una última vez, caminando lado a lado de su hermano quien, aun por el rabillo de su ojo podía ver que mostraba una tranquila y muy confiada sonrisa. Para Sans… realmente era un sacrificio diminuto si con eso mantenía a salvo a su hermano… no sería nada de importar…

 

Notas finales:

Bueno, esto pinta triste, pero siendo honestos, las historias no son tan “cuentos de hadas” y es cierto que en ese entonces cuando las personas se comprometían por razones “X” la gran mayoría de los involucrados ni siquiera se amaban… pero como dije, por algo se empieza ¬u¬

Perdona que el capitulo sea tan pequeño, con el tiempo iré tratando de hacerlos más grandes… por mientras

 

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Que tengan buen día

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