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El encanto del ave enjaulada. por Lubay Nue

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Notas del capitulo:

Bien… siendo completamente honestos… no tenía ni idea de qué clase de titulo poner, así que se me ocurrió algo como esto, pero no creo que sea tan… “depresivo” a como se lee el titulo… no se… ya me dirán ustedes XD

 

¡A leer! (más de un Edge agradable y coqueto/seductor ¬u¬)

 

Advertencia de un posible mal lenguaje “palabrotas” 

-haaaaaa-  en un último suspiro ambos se corren una vez más… Sans nunca fue alguien que tuviera condición ni resistencia así que cae pesadamente en el pecho sudoroso de su esposo, respirando con dificultad sus ojos apenas pueden mantenerse abiertos, pero puede notar el movimiento de cuerpo; es girado para quedar de costado en la cama, solo un momento, el tiempo necesario para que Edge tome unas sabanas y cubra el cuerpo de ambos, devolviendo a Sans a su posición original arriba del pecho del más alto

 

*este tipo es insaciable… me va a terminar rompiendo más temprano que tarde*  gruñe mientras restriega su rostro en el pecho de Edge, tratando de tallar así sus ojos y no soltar tan “notoriamente” un bostezo de cansancio, puede sentir como Edge le acaricia la espalda hasta sus caderas, las delinea con su manos aun debajo de las sabanas, un escalofrío recorre otra vez a Sans… aun cuando pasaron todo el día “amándose/violándolo” Sans aun no puede acostumbrarse a ser tocado por alguien más, aun cuando no ha podido ponerse en pie por su cuenta… siempre cargado o sino................. bueno… prefiere no recordar mas

 

-¿Te dormirás ya?-  escucha apenas la pregunta de Edge, notando que acaricia sus mejillas para llamar su atención Sans siente un instinto asesino nacer de él pero que es dejado de lado, Sans no tiene ganas de responderle, de verdad quiere irse a dormir ya… ya fue suficiente el esfuerzo que ha tenido ese vendito día subiendo y bajando en más de un sentido, en el “mismo” lugar y gritando como una poseída en celo… “maldición” ni cuando tenía de verdad sus celos se ponía tan mal ni tan cansado…

 

-¿Es que tu nunca te cansas?-  pregunta osco… sus ojos se cierran… por una vendita vez en su puta vida… ¡quiere irse a dormir!

-no se tu amigo… no tengo tu apetito, ni resistencia… yo estoy cansado-  gruñe estirando sus brazos para enredarlos en el cuello de su esposo… ya poco le importaba las ganas de correr hacia su hermano Papyrus… a su verdadero Papyrus… solo quiere descansar y él es el mejor en eso… el mas “entrenado” para ser un perezoso en potencia, un Huesos Flojos de primera y no iba a perder ese título… si era capaz de dormirse en los brazos de su hermano, dormir encima de otro esqueleto no iba a representar un desafío para el

 

-pensé que tendrías más energía-  le escucho, pensaba alagarlo… tal vez con eso podría mejorar su mal humor, aunque lo comprende, ni siquiera su hermano Red le podía soportar el ritmo cuando se ponía de ese modo, aunque le sorprendida y enternecía ver sus expresiones… rápido había comprendido que era virgen y aunque pensó “solo una vez y ya” no pudo contenerse en el baño y de ahí sus momentos subsecuentes… es, como si al verlo, le llenase de energía y deseara, no; NECESITARA desfogarse con el… derramar todo ese amor sobre el ser que lo ocasionaba…

 

Se había dado cuenta, había comprendido desde el momento en que lo tuvo entre sus brazos después de la fiesta, que realmente lo amaba, no solo buscaba sexo, no solo quería complacerse… quería sentirlo, quería amarlo… quería volverlo especial para su vida… y que Sans no se negara le ayudaba… aunque podía sentir distantemente que no todo parecía ser “como él quería que fuera” aun así, mientras su mente se pone a trabajar pensando en que hacer para que su ahora reina le llegue a amar del mismo modo, su voz tanto física como mental es callada por un suave, tierno y muy lento clanck

 

Los ojos de Edge se abren con sorpresa y un abrumante asombro, parpadea no creyendo lo que ve y lo que siente, Sans, su esposa quien hasta el momento no ha hecho nada por iniciativa propia (tal vez por ser el primer día) se ha acercado con ayuda de sus brazos y lo ha besado entre bocas… el choque de dientes es suave, pero Sans abre su boca… una danza torpe de su parte comienza, tranquila, sin intenciones de competir como había sentido durante el día... estaba mas que seguro que Sans ya estaba agotado, aun así, se deja hacer, por primera vez, interesado por saber que está pasando… Sans solo lo besa de un modo tranquilo, de un modo tal vez no amoroso pero si pidiendo por piedad para su cansado cuerpo… para cuando se sueltan del beso, las lenguas aun continúan lamiéndose, Edge desea volver a tomar a su esposo, de verdad su cuerpo, todas sus acciones… ¡su propia forma de ser le excitaba y lo hacía desearlo cada vez más! Pero antes de poder hacer algo, un suave clanck en su mejilla lo detiene al sentir al mismo tiempo que el peso incrementa… parpadea confuso, abrazando por el pecho a Sans quien pronto escucha su respiración tranquila…

 

Se había quedado dormido…

 

*… supongo que me gano*  se dijo con los ánimos repentinamente tirados al suelo… Sans había arruinado el momento pero no lo culpaba, es más, le agrado ese modo de detenerlo… tal vez podría intentar que vuelva a suceder una situación así… pero sería después, por ahora, estrechando a su esposo como si se tratase de un peluche, el también cierra los ojos, no sin antes pasear su vista por la habitación, encontrando un reloj que marcan pasadas las dos de la madrugada, ríe por lo bajo, no sería la primera vez que no duerme suficiente para llegar a su trabajo, pero esta vez, no le molesta la “razón” por la que no ha de dormir “bien”

 

--------------

 

El día llega y Sans de verdad no cree tener la fuerza para ponerse en pie… llevaba poco más de media hora despierto sin poder moverse, en primer lugar, por que seguía siendo aferrado al pecho de su esposo con ayuda de sus brazos, en segunda; cuando trato de moverse sus caderas y todo su cuerpo mágicamente le hicieron recordar lo que hicieron desde la noche pasada, el día de ayer y parte de la noche presente… si, no podía levantarse en ese día lo más seguro… y tenía en ese momento unos deseos asesinos para con su “pareja” de verdad que quería golpearlo, matarlo de ser posible y volver corriendo a los brazos de su hermano… correr y hacer pucheros, que su hermano le regañase levemente, que vuelva a decirle huesos flojos y volver a casa fingiendo que nada de esto había pasado…

 

-buenos días ¿Cómo dormiste?-  el saludo mañanero de su esposo lo saca de su concentración, sus mejillas se colorean en un vivo color azul más intenso que el cielo y su voz se vuelve tartamuda… no puede decir nada y la suave sonrisa gentil que le regala Edge le hace trabarse aun mas… se siente molesto, no es una colegiada enamorada para andar jugando a tartamudeos… aunque era cierto que tampoco tenía muchas ganas que se dijeran de estar con él o de verlo a la cara después de todo lo que han estado haciendo durante todo el día de ayer y dos noche seguidas

 

-b-bien… s-supongo-  tartamudea cuando aparta la vista de la afilada de Edge… aunque no ha mentido… extrañamente (tal vez por la sesión de sexo intenso) durmió como un bebe, alejado de sus preocupaciones… incluso llevaba dos noches durmiendo tranquilamente aun cuando su mente le grita por que tenga cuidado, que podrían asesinar a su hermano en cualquier momento… se maldice mentalmente ¡A buena hora se viene acordando de algo tan importante!... se recrimina y siente más movimiento… su cuerpo, como si fuera una muñeca delicada de porcelana es movido, recostado en la cama para que Edge se pueda poner en pie entre suaves risas…

 

-me alegro… pero será mejor que nos vallamos ya-  dice el poniéndose en pie y caminando por la recamara… Sans traga y por un momento a su mente llegan sus lastimadas caderas… quiere ¡Debe de darse un baño a la fuerza! Tiene que quitar el aroma de Edge sobre su cuerpo, o por lo menos disimularlo lo más posible… también quiere poder ponerse en pie… aunque, como de costumbre, sus pensamientos son interrumpidos… pareciera que a Edge le gusta interrumpir todo lo que piensa por que ahora lo carga estilo nupcial hacia el baño

 

-ho no… no de nuevo-  pide entre nervios y el azul incrementando con fuerza en todo su rostro esta vez, aprieta sus manos sobre su cuerpo al observar con cierto ápice de temor como se acercan al primer lugar (ya no virgen) de la habitación, el lugar donde fue tomado apenas llego el sol, traga duro, no quiere repetir de nuevo, ni siquiera está seguro de cuánto tiempo podrá estar sin caminar después del dolor en sus caderas. La risa suave de Edge lo saca un momento de su concentración, el mayor lo ha dejado cuidadosamente en la tina que ya posee agua tibia ayudando a los adoloridos y aun cansados huesos de Sans a relajarse

 

La magia borbotea, esta vez Sans puede notar que el agua toma un llamativo color verde brillante, casi radiactivo se teme el más bajo, pero al ver que Edge se sienta detrás suyo le da cierta pizca de alivio, si el mayor estaba también en la tina significaba que el agua no era peligrosa, pero si estaban juntos, a como se encontraban justo ahora solo significaba para Sans algo terrible y dolorosamente placentero… volvería a ser tomado en el baño nuevamente

 

-¿Te gustaría volver a intentarlo de nuevo? La vez pasada fue una experiencia deliciosa-  muy internamente Edge se muere de la risa al ver como Sans se tensa y comienza a negar efusivamente tratando de excusarse con “los deberes de la corona” quiere pensar en alguna buena razón para detener el insaciable apetito sexual de su esposo, Edge solo lo ha dicho para ver sus reacciones y admite que es todo lo que esperaba y mas, no aguanta mucho mas y suelta una pequeña risita, pasando la barbilla de Sans con sus dedos y guiándolo para que ambos se den el primer beso del día

-tranquilo, solo estoy jugando-  le divierte ver como el sonrojo disminuye levemente pero su mirada muestra un sentimiento asesino junto a sus cuencas vacías, incluso era raro para Edge ver a Red con un gesto así y esta reina parecía hacerlas seguido, si, esa reina suya le divierte y le alegra el día…

 

El baño continua entre ambos, Edge es consciente que incluso cuando se ponía así su hermano Red no podía estar de pie por ese día, supone que si Sans era virgen no podría caminar en un poco más de tiempo, así que la tina de agua era especialmente curativa para el más bajo (algo que seguido usaba Red para sus entumecidas y lastimadas caderas) así que, lo más probable es que Sans par mañana ya pudiera caminar por lo menos por su cuenta sin necesitarlo tanto…

 

Para alivio de Sans, el baño pasa semi relajante… extrañaba ahora bañarse con su hermano, jugaba con él, hacia malas bromas que destensaban a su hermano y podían charlar amenamente sobre cosas sin mucha importancia haciendo a un lado el asunto del reino… ahora, estaba disfrutando de un baño con otra persona ajena a su familia, aun cuando el mismo supiera que ya pertenecía a una… deseo soltar un suspiro de decepción al saber que ese ya no era su Papyrus, pero debía admitir, que había un aire de tranquilidad y confort que hacia la situación más pasable para el… no podía negarse, además, le gustase o no, tenía que acostumbrarse, esa sería su nueva vida… y ni todo su entrenamiento mental, ni toda su meditación lo prepararían para la vida que tendría con el…

 

Repentinamente se siente algo más alejado de su hermano, se siente abandonado a su suerte aun cuando sabe que fue su decisión y que lo hizo por voluntad propia sin ser presionado. Incluso Papyrus trato de negarle a hacerlo… pero ahora se encuentra en un lugar del que no sabe si saldrá vivo realmente… el baño acaba sorpresivamente y para su sorpresa, cuando Edge se pone en pie, estirando su mano para que el la tome, se encuentra con que el dolor en sus caderas ya no es tanto, aun duele como los mil diablos... pero son mil diablos menos uno por ahora; comprende rápido que las aguas esta vez eran curativas… tendrá que ver como pedirlas más tarde para su dolor… Edge le ayuda a caminar solo para salir de la bañera, cargado con los cuerpos ya secos de ambos, se dirigen de nuevo a la habitación. Sans es sentado en la cama mientras Edge saca de entre sus ropas un vestido diferente a los que le había podido ver a Red y completamente ajeno a los suyos… aunque debía admitir, el rey Edge tenía un gusto… si no parecido al de su hermano, por lo menos era bueno

 

Un vestido sencillo del tipo princesa, con manga de mariposa hasta tres cuartos del brazo, desde la cintura hasta el final del vestido, se abría otra capa mas, todo en colores azules celestes y más oscuros, Sans observo tranquilo en vestuario junto a sus componentes… claro, la ropa interior en encajes de color azul pastel, sintió un incomodo sonrojo posarse en sus mejillas pero no podía decir mucho… Edge no solo lo ha visto desnudo (y Sans a él) sino que también lo ha tocado, manoseado y… ¡Está bien!, no quiere pensar más en eso…

 

Agradece con algo de elegancia y una pizca de timidez, colocándose la ropa mientras Edge también hace lo mismo desde su lado de la cama, una vez listos a Sans le son entregados unos pequeños tacones blancos a juego con el resto del vestuario y finalmente, al ver en dirección del montón de ropa regado por doquier encuentra su ahora vieja corona… la mira un último rato, debatiéndose mentalmente si deberá de usarla…

 

La corona es estrictamente del reino de Undertale, corona de la antigua reina y después su corona… pero ahora que pertenecía a Underfell se pregunta que hará al respecto… ¿La corona seguirá siendo suya? Ni siquiera le interesa el pedazo de metal con incrustaciones de diamantes que tiene en sus manos, es… es más bien lo que representa para él. Para Sans, no representa una “unión de pareja”; para él representa no dejar solo nunca a su hermano, ser su apoyo, quien le ayude, quien le guie… quien le ayude a brillar todavía más de ser posible… para Sans, la corona no es otra cosa sino un letrero que diga “miren a mi genial hermano, el brilla más que nadie” y le agradaba… no solo con esto habían estado, todavía más juntos si eso era posible, también les había permitido fortalecer lazos familiares, hacerse cercanos al grado de decirse todo sin vacilaciones… ayudar a crecer a su hermano y ser una aun mejor persona, a veces Sans se decía que era un pecado hacer aun mejor a su hermano Papyrus, ¿Pero qué podía hacer? le gustaba lo que hacía y le encantaba ver la felicidad de su única familia… ahora que la corona ya no iría mas en su cabeza… ¿Significaba que perdía todo derecho de volver a ser tan íntimamente cercano con su hermano? ¿Significaba volver a abrir una abrumante distancia al grado de ser desconocidos como alguna vez en su pasado fueron?...

 

“No quiero volver a ese pasado”  se dijo una vez… después de que los reyes de Underfell se fueran a su hogar… después de que el aceptara el sacrificio de dar su libertad para que su hermano no se viera envuelto en la idea molesta de ser comprometido… Sans siempre mantuvo en su mente como a un mantra maldito aquel deseo egoísta… no quería volver a un pasado donde ambos estaban tan metidos en sus asuntos que parecían desconocidos viviendo en una misma casa… Sans odiaba ese pasado… había luchado durante años para acabarlo, para cambiarlo y de pronto… junto con una boda obligatoria, junto a un sacrificio por ver la felicidad de su hermano… el precio es más grande para Sans de lo que el mismo había pensado en un principio

 

Se había hecho bien a la idea de resignarse a perder su libertad, perder el lujo de andar descalzo por el castillo sin nadie que le dijera nada, perder el lujo de ir a hurtadillas a media noche a beber kétchup… pero en especial, perder lo que había construido con años de lucha… volver a tener acercamiento con su hermano… ahora, volverían a verse como meros desconocidos otra vez… familia que solo se ve en navidad… familia… que no se reconoce como una

 

-¿Sans?-  tan metido en sus pensamientos se encuentra el esqueleto más bajo, sentado sobre sus rodillas en el suelo observando tan interesado la corona que alguna vez poseyó del reino de Undertale que no escucha que Edge le lleva llamando bastante rato, cuando el más alto ha terminado de vestirse puede apreciar la mirada desolada de su esposa viendo únicamente la corona que alguna vez porto en su cabeza con orgullo y porte, Edge lo examina… no cree comprender que es lo que pasa, es lógico, el solo vivía para hacer estrategias para una guerra que parecía nunca acabar y que sorpresivamente, de un día para el otro ha desaparecido… no está preparado, no sabe cómo actuar delante de algo que no sea estratégico ni militar, no sabe que le sucede a su reina y sabia bien que su hermano Red era lo suficientemente fuerte como para nunca demostrar debilidad ni lagrimas, ni siquiera cuando se enfadaba de verdad o cuando él le trataba mal (como muy a menudo pasaba) así que, realmente no sabía cómo debía de actuar con aquella reina nueva…

-¿Qué te sucede?-  se aventuro a preguntar aun cuando noto que no era escuchado; más que un sentimiento de molestia o cólera por ser ignorado, le parece confuso. El había observado a aquella reina, tranquila, serena y también, estratégica como él, no comprendía por que justo ahora parecía querer llorar mientras mira su antigua corona que aun está pegada al velo de novia

 

*no quiero volver a sentirme solo*  pensó incomodo mientras las lagrimas comenzaban a brotar negándose a ser derramadas… él tenía que ser fuerte, tenía que comprender y repetirse mentalmente por que había aceptado todo esto… había sacrificado la cercanía que tenia con su hermano, ese sentimiento de confort que sentía cuando estaban juntos… él lo había sacrificado todo por amor a su hermano, para él era y debía de ser muy poco el precio si a cambio podía evitar que su hermano se casara con alguien a quien no amaba, era claro, era cristalino… y era tan entendible que de algún modo, sin ser navaja ya cortaba a Sans en pedazos con un filo tan lastimero como preciso y aun así, desgarrante. El nunca fue bueno para lidiar con la soledad… solía hacer muchas estupideces a espaldas de Papyrus por esta misma razón y ahora que sería en definitiva y por toda la vida, de vedad sentía que si no hacia algo, si no luchaba se terminaría por ahogar en la soledad de verse otra vez solo en el mundo… otra vez lejos de la única familia que le quedaba…

 

Sus pensamientos, su sentimiento de soledad que repentinamente le ahoga parece disiparse como la neblina que nubla sus pensamientos, su vista, sus ojos parpadean; había olvidado donde era que se encontraba, había olvidado que era lo que estaba haciendo antes de perderse en un mar de sentimientos amargos y destructivos; miro entonces que era elevando por entre los aires y al buscar con la mirada al ser que le estaba regalando un sentimiento tan cálido, se encuentra con una “copia” casi idéntica de su hermano… lo reconoce tan rápido como su mente hace un click…

 

El rey de Underfell… el rey Edge Papyrus Widlat… soberano de unas tierras peligrosas y con quien se ha atado de por vida… el mismo ser a quien no sabe si odiar y despreciar por arruinar su perfecta vida o a quien compadecer por sufrir lo mismo que el… el mismo sujeto, el mismo esqueleto con compleciones peligrosas y afiladas que en estos momentos de su vida, le abraza con cuidado, como si fuera de un cristal tan frágil que con el mas mínimo movimiento se fuera a romper y aun así, brindándole un sentimiento cálido y de protección… un sentimiento que sin querer combina con su magia, envolviendo a ambos en una sensación agradable y que aleja las penas de Sans…

 

No quiere pensarlo mucho más de lo que ya le atormenta… instintivamente se aferra a su consorte… no quiere quedarse solo, pero tampoco ve con buenos ojos que vaya a usarlo para aquello… “es su culpa que estemos en esto” quiere pensar sin lograrlo, solo puede abrazarlo, aferrarse a él y buscar en Edge el sentimiento que le diga que no está solo, mismo sentimiento que Edge entrega sin ser muy consciente. El mayor al ver las lagrimas asomarse en las cuencas de Sans, un mirar desolado y tener la ligera impresión de que si no hacia algo, el esqueleto más bajo se ropería ahí mismo sin posibilidad de salvación, ha actuado mas por mero instinto que por saber lo que hace

 

Recuerda que cuando era muy niño, mucho antes de saber en qué tipo de mundo vivía, su hermano Red “cuando aún era más alto que él” lo abrazaba estando ambos en la cama, lo estrechaba contra su pecho, envolviéndolo en su magia de un modo suave, transmitiendo un sentimiento de calidez y protección, un sentimiento tan cálido junto con su magia… que no importando, incluso la edad o el tiempo, lo seguía tranquilizando. Supuso que si lograba hacer lo mismo podría calmar a su reina; y como siempre, había acertado en sus deducciones… su reina Sans se había calmado después de hacer lo mismo

 

Se quedaron un par de minutos en esa pose… Edge podía sentir lo frágil que en ese momento se mostraba su reina, no comprendía muy bien la razón, pero podía sentir un sentimiento de soledad, una sensación de tortura silenciosa y un extraño temor del cual no sabía su procedencia… pero como quien quita de un modo suave las pelusas de una tela, Edge se dedica en ese tiempo de ir poco a poco disipando esos malos sentimientos, dándole a entender a su consorte que está todo bien, que él, el gran y terrible Edge Papyrus estaba ahí para él y que jamás le dejaría en soledad…

 

-lo siento… creo que te mostré algo distinto a lo que soy-  se disculpo después de media hora más en esa pose ambos… Sans ya se había calmado sorpresivamente y ahora volvía a mostrar esa sonrisa despreocupada de la cual, Edge podía comenzar a suponer que tal vez se tratase de una fachada, una máscara para ocultar sus verdaderos sentimientos. Sin embargo, no dijo nada, solo le siguió la corriente a su reina, observando cómo se enderezaba y colocaba un rostro tranquilo

-pues bien… es hora de trabajar y ya vamos algo retrasados-  trato de sonar normal mientras que Edge lo observaba fijamente asintiendo…

 

Al salir de la habitación Sans tiene que ser cargado por su esposo de un modo nupcial, las caderas aun le duele como los mil demonios menos uno… además, de que mientras observa los caminos del castillo trata de memorizarlos lo mejor que puede para no perderse tan fácil… aunque a su mente llega como a una lista de repaso todo lo que pudo averiguar de su ahora esposo… Edge y Sans tenían ciertos puntos “similares” en cuanto a trabajo se decía… aunque amaba la puntualidad, cosa de la que Sans siempre carecía, se podría decir que la manera en que trabajaban ambos no era muy diferente… intentaría ayudar tanto como fuera posible, viendo la situación como un mero trabajo y nada mas…

 

Aunque en algún punto sabía que terminaría explotando y suicidándose o algo peor… no le interesaba, primero quería ver que se casara su hermano con alguien a quien de verdad amara y que esa persona le amara… que se comprometiera con Mettaton antes de ser rey es cosa por aparte… ambos aun se mostraban muy enamorados y que mejor, planeaban ya la boda ahora que la guerra parecía acabar… solo sentía lastima por saber que no acabaría muy bien las cosas… el ya no estaría ahí para ayudarles a planear la boda, para ayudarles a buscar a Mettaton un vestido de bodas o escucharlo correr de un lado para el otro gritando cosas sin coherencia para él o para el mundo que le rodea…

 

Suelta un suspiro profundo que nota Edge, haciendo que instintivamente este le estreche contra su pecho para sacarlo de un pasado amargo que sabe ya no posee o eso cree Edge que hace, Sans solo trata de sonreír, incomodo por saber aquello, continua viendo hacia el frente, al llegar a la sala del trono Edge lo deja con cuidado en su ahora nuevo trono y antes de que el mayor se siente en su lugar, Edge saca de un lugar que Sans no alcanza a ver una diminuta cajita que entrega al más bajo

 

-¿Puedo abrirlo?-  pregunta apenas saliendo levemente de su ensoñación al ver que es un regalo que se muestra solo para él, Edge asiente y le entrega la caja… Sans al abrirlo se sorprende. Es una pequeña y elegante corona de plata a forma de tiara, con incrustaciones de diamantes blancos que rodean el decorado, con pequeños rubíes en la base y un gran zafiro azul en su centro… justo como Sans supone que le debe de recordar a su hermano… una sonrisa algo triste pero enternecida aparece en él y mira a Edge quien continua observándolo fijamente

-muchas gracias, es muy hermoso-  susurra con gentileza. El mayor ha tomado la corona de las manos de Sans y la coloca en su cabeza, regalando de paso un pequeño clanck en su frente, por fin se sienta a su lado y comienza su primer día de trabajo conjunto…

 

La hora del desayuno por fin llega para emoción de todos… Sans tiene que caminar de un modo lento por su dolor pero al menos puede andar… su magia curativa también esta activa en sus caderas… al llegar puede ver a su hermano charlar tranquilamente junto con la ex reina de Underfell, ambos se ven bastante habladores en su situación… Sans parpadea y observa en silencio la escena, ambos se ven alegres charlando y haciendo unas cuantas bromas que parecen divertir el ambiente

 

-¡Majestad!-  dice Red quien se da cuenta primero de la presencia de ambos, poniéndose de pie para saludar, seguido de Papyrus quien solo llama a su hermano con una sonrisa brillante que repentinamente se posa en la corona que hay en su cabeza, Sans quiere quitarse el artefacto y volver con su vieja corona pero el ver la sonrisa enternecida de Papyrus le hace comprender que tal vez no sea tan malo… aun así, junto con una sonrisa despreocupada pasea su vista a su amiga Undyne quien esta aun como la sombra del rey Papyrus asintiendo sutilmente a su mandato…

 

-heya… ¿Cómo estuvo la fiesta para ustedes?-  pregunta encaminándose al comedor, Edge se ha adelantado y abierto una silla, a su costado derecho permite a Sans sentarse en ese lugar, a su izquierda se encuentra Red y del lado de Sans permite Edge que se encuentre Papyrus para que charlen tranquilamente

 

Notas finales:

Bien… no sé si decir que este cap fue algo depre... profundo o que decirles… solo diré. No. Sans no está enamorado de Papyrus (no sé si ya haya dicho esto), es más bien el sentimiento de hermanos tan apegados que cuando son separados sientes una profunda soledad…

 

Ta vez explique en un futuro a lo que se refiere Sans con su pasado, pero, a ciencia cierta, Sans odia estar solo y Papyrus tan metido en sus cosas que realmente era poco el tiempo que compartían juntos… Sans trato de ir cambiando eso antes de cometer una verdadera estupidez y después paso lo de ser reyes, así que el que se volvieran “consorte” del otro fue más bien una fortificación del lazo y evitar que Sans se sintiera solo… desgraciadamente por mas mentalizado que se encuentre no es fácil soportar la sensación de la soledad… pero bueno, no lo sentirá mucho rato XD

 

¿Les ha gustado? (siento que me salió medio depre el cap o.o)

Que tengan lindo día

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