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Tú eres mi reflejo por Miky15E

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Notas del capitulo:

*Las cursivas pertenecen a los diálogos de las llamadas. 


 


¡Disfruten!

Haru.

—¿No lo sabías, Nanase? Oh, una disculpa por… —Rin lo interrumpió al abalanzarse sobre él, asignándole un puñetazo en la mejilla derecha.

—¡Cállate! —exclamó enojado y se interpuso entre los dos, viendo fijamente a Shigino.

—¿Es cierto? —pregunté, dirigiéndome a mi novio—. ¿Lo golpeaste porque es cierto y te aborreces al ser tan fácil? —Escupí las palabras sin pensarlas y él se dio la media vuelta, llorando.

—¡Vete al infierno, Haru! —gritó y pasó al lado de Kisumi para salir del camerino.

—Me dolió —cuchicheó el algodón de azúcar, todavía masajeando la zona rojiza de su rostro—. Incluso a mí me lastimó lo que dijiste. Eres insensible.

—¿Y de quién crees que es la culpa? —Lo sujeté del cuello de la camisa y alcé su liviano cuerpo unos centímetros del piso.

—Me follé a Rin, pero no te da derecho a insinuar que es una puta —siseó sonriendo de la manera más sínica—. ¿Sabes que acabas de herir los sentimientos de su preciada florecita? Sousuke te molerá a golpes. Lo hizo conmigo y no dudará repetir esos crueles actos con tal de proteger a su niño.

—¿Qué? —Lo solté, empujándolo hacia atrás y él logró equilibrar su peso, evitando caer al suelo.

—Te lo diré porque quiero que te sientas terrible. —Cruzó sus brazos y se recargó en la puerta de madera—. Yo estuve con ellos en el segundo año de secundaria y me enamoré de Sousuke, pero en ese tiempo, él estaba preocupado porque los resultados médicos de Rin arrojaron que era un Omega y me rechazó. Debido a eso, creí que Sousuke lo amaba y, en el celo de Rincito, me aproveché de él.

—¿L-Lo violaste? —balbuceé retrocediendo unos pasos sin poder aceptar esa historia.

—Bueno, digamos que quería venganza por el rechazo de Sousuke. Cuando él se enteró de lo que le había hecho a Rincito, terminé en una camilla de hospital. —Se acercó a mí y murmuró en mi oreja—. ¿Ustedes son novios porque tuvieron sexo en su celo o tú amas a ese chico? En el caso de que sea lo primero, te daré la razón al no haber apoyado a Rincito; pero si lo amas o te gusta, temo que tu definición de amor es muy estúpida.

—No busques a Rin —ordené avanzando hacia la salida.

—No me interesa tener una relación con Rincito, pero quizá lo lleve a un hotel la próxima vez.

—Te mataré si lo haces —afirmé conteniendo mis impulsos asesinos y me marché.

Necesitaba encontrarlo y pedirle disculpas. Seguro había corrido con su perro guardián y meterme en ese edificio sería como entrar a la boca del lobo, pero si no lo hacía, perdería a Rin. Me comporté de la peor forma con él. No demostré ni un poquito de confianza o comprensión, sabiendo que su celo es un tema delicado.

Aunque quisiera ignorarlo, ese maldito algodón de azúcar tenía la boca llena de verdad. Mi definición de amor es pobre y nula, pues nunca me había enamorado. No obstante, creer en un desconocido sin escuchar a mi novio era patético. Herí sus sentimientos y lloró delante de mí. Yo no lo detuve, lo dejé ir así.

—¿Haru? ¿Qué pasa? Estás decaído.

—¿Has visto a Rin? —cuestioné evadiendo su pregunta y comentario.

—Sí, se subió a un taxi. No me digas que tú eres el causante de sus lágrimas, Haru. —Separó los labios formando una o y suspiró al notar que había acertado—. ¿Qué le hiciste, Haruka?

—Fue por un idiota y… porque yo también fui un idiota —gruñí agachando la cabeza. ¿Debía perseguirlo? —¿Tienes el número de Sousuke?

—Sí, pero si lo sabe, vendrá a destrozar tu linda cara de modelo —respondió con algo de sarcasmo.

—No me importa, sólo quiero ver a Rin.

—Está bien —accedió y desbloqueó la pantalla de su celular para llamarle a Yamazaki—. Listo. —Activó el altavoz y esperamos varios segundos hasta que atendieron.

—¿Quién es?

—Hola, soy Makoto Tachibana, el representante de Haruka Nanase.

—Sí, lo sé. ¿Y qué?

—Mm, ¿Rin está contigo? Es que se retiró y un camarógrafo quiere que revisen unas fotografías.

—¿Ah? ¿Por qué no le marcan a su móvil? No me involucren en sus asuntos sin que Rin lo sepa. Y ya, adiós. Tengo trabajo.

—Colgó —anunció lo obvio y guardó su teléfono en el bolsillo trasero del pantalón—. Si no está con Yamazaki, podrías intentar en el apartamento.

—Hola, Nanase, Tachibana —saludó Deborah, la mánager de Rin, conduciéndose en nuestra dirección.

—¡Deborah! ¿Por qué estás aquí? —interrogué y ella se sorprendió, pero rió y se paró enfrente de mí.

—Agendé una entrevista para Rin —me informó de lo más amable, como siempre lo era con todos.

—Regresará —Esbocé una sonrisa de alivio y exhalé el aire almacenado en mis pulmones.

Los tres atravesamos los pasillos hasta ingresar al camerino de Rin. Deborah se sentó en el único banco libre y Makoto y yo nos quedamos a un costado de la puerta. Parecíamos guardaespaldas, pero no quería que Rin huyera de mí.

—Makoto, deberías irte —murmuré bajito, pero él negó con un movimiento.

—No, presiento que estallará una bomba y al menos podré cuidar que vayas a casa—contestó, a pesar de que no se oía tranquilo. Probablemente, Makoto era el más nervioso de los dos.

—Gracias y perdón por lo de la discusión. —Miré a Deborah leer un libro para concentrarme en otras cosas y no pensar en la posible pelea que se avecinaba.

—No, perdóname a mí por haberte amenazado —musitó avergonzado.

Transcurridos unos minutos en silencio, la atmósfera pacífica se rompió con la llegada de Rin y un tipo de cabello gris y ojos azules. No me gustó la actitud alegre ni cómo observaba a mi Rin.

—¿Haru? —Frunció las cejas e hizo una mueca de disgusto al descubrirme—. Vete, no tienes que estar en mi camerino.

—¿Quién es él? —Bramé enfurecido y Rin chasqueó los dientes—. ¿Qué? ¿No me lo dirás? Somos novios.

—¿Novios? —replicó una Deborah pasmada ante la noticia—. ¿Desde cuándo?

—Desde que confié en este idiota —habló Rin, desviando su atención a su acompañante, quien no entendía—. Ya no vale la pena desperdiciar saliva con Nanase.

—¿Nanase? —repetí y me aproximé a Rin; lo agarré de ambos brazos y lo obligué a que me mirara—. Soy tu Haru.

—Lo eras. ¿No me reprochaste lo facilote que soy? —murmulló. El par de rubíes que lo caracterizaban empezaron a empañarse, pero él se mordió el labio inferior, reteniendo su llanto.

—Sí, y me arrepiento. No sabía lo que Kisumi te hizo en la secundaria y actué como un animal irracional.

—Mentiroso —me reprochó temblando y permitiendo que las lágrimas se desbordaran en sus cachetes—. Eres un mentiroso, Haruka Nanase.

—Soy un idiota celoso y enamorado —aseveré y lo abracé, envolviendo su cuerpo con mis brazos—. Rin, te amo.  

—No, tú no me amas. Sousuke me lo advirtió —trató de apartarme con toda su fuerza y, sin conseguirlo, se rindió y sólo lo ceñí más a mí.

—Rin, cásate conmigo —le pedí en un leve susurro al oído—. Casémonos. 

Notas finales:

¡Regresó Haruka en indeciso Nanase! xD 

En esta hisotria manejaré a un Nitori más maduro y crecidito, porque sí, es Nitori quien llegó con Rin-Rin. <33 En Wattpad publiqué una imagen de Nitori junto con el capítulo, pero aquí les dejo el link de la imagen en Google:

https://secure.static.tumblr.com/f9ba7a8921d49bf78d2b59c44d250d88/arsx2or/1wLnagobw/tumblr_static_tumblr_static_abpnliz60jcwscwgwcgko8swo_1280.jpg

¡Nos leemos el domingo o lunes! 

 


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