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Tú eres mi reflejo por Miky15E

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Notas del capitulo:

Los diálogos que hablen en la televisión o los títulos de los artículos también irán en cursiva para diferenciar. 

 

¡Disfruten!

Rin.


Un mes transcurrió. Haru no me buscó, no me llamó ni me mandó mensajes. Lo acepté; acepté que nunca le interesé y que nunca me amó. Lo acepté porque soy un maldito omega, la clase que él detesta.


Hace dos semanas comencé a trabajar para entretenerme, según Sou, así olvidaré mi desafortunado romance. Nitori viene a mi camerino y, desgraciadamente, también Kisumi se ha aferrado a mí. Bueno, no me enoja. Lo que sucedió en la secundaria fue un arrebato de celos y mi naturaleza omega no ayudó.


La entrevista de edición especial en la que apareceré de portada es fabulosa. Los artículos son divertidos y las fotografías grupales que nos tomaron son maravillosas. Debo decir que la imagen de la portada es la mejor.


—Por aquí. —Ondeé mi mano derecha para que Nitori me viera.


—Perdón, tenía que escribir el último artículo de la revista. —Se sentó delante de mí y agarró el menú, a pesar de que siempre pedía un café con leche y una rebanada de pastel—. ¿Ordenaste?


—Sí, deberías probar la tarta de zarzamora y el helado combinado. —Me saboreé de sólo imaginarlo—. Sí, pídelo. Yo lo comeré.


—¿Qué? ¿Más? ¿Cómo es que tienes un cuerpazo? —Carcajeó burlándose—. Oye, chica. ¿Puedes anotar mi orden?


—Sí, en seguida voy —articuló la jovencita de cabellos azules, obra de un buen tinte.


—No me vería mal en un traje de mesero —murmuré con algo de soberbia, a lo que Nitori asintió.


—Nada mal. Me gustaría vestirte de mesero. —Esbozó una sonrisita y sacó su cámara de la maleta negra que cargaba con él a todos lados—. Una más.


—Ayer me fotografiaste. —Hice una mueca con la boca y giré mi cabeza a la izquierda—. ¿No te aburres? Es verdad que mi rostro es bello y yo soy guapo, pero… —Me callé al ver el flash proyectándose hacia mí—. ¡Nitori!


—Lo siento, lo siento, eres muy tierno.


—E-Está bien —balbuceé avergonzado. No es momento para los sonrojos en mi vida, pero este idiota es sincero y dice lo que piensa con gran facilidad.


—Rin —expresó y sentí cómo acariciaba mi mejilla—, eres hermoso.


—¡Rin! —vociferó una voz conocida.


—Haru… —Levanté la mirada y, sí, ahí estaba él acompañado de Makoto Tachibana—. ¿Qué demonios haces con este idiota? ¿Quién es?


—Por favor, estamos en público. —Nitori se reincorporó, interponiéndose entre Haru y yo. Quizá me protegía—. Retírese, Nanase.


—No me digas lo que tengo que hacer —gruñó empujando a Nitori a un costado de él—. Rin, hablemos.


—No quiero —negué de inmediato—. Si no te preocupaste antes, no finjas preocuparte ahora que me ves con alguien más.


—¡Rin! —gritó. Mi sangre heló al escucharlo y mi cuerpo tembló, obedeciéndolo—. Vamos afuera.


—¿E-Estás usando esa porquería? —pregunté transpirando y me puse de pie. Tenía ganas de salir corriendo de la cafetería y rezaba para que él se fuera, pero mis piernas no funcionaban—. No soy de tu propiedad, Haru.


—Lo sé —afirmó sujetándome de la cintura y me llevó hacia el exterior, en donde no podía defenderme porque mancharía mi reputación de modelo—. ¿Quién es?


—Nitori Aiichiro, un periodista de la revista Cherry Blossom —respondí, atendiendo a su mandato de alfa y no porque quisiera.


La Voz nublaba mis sentidos y odiaba que la utilizaran. Se supone que eso no me afectaba a mí, porque, al igual que mi celo irregular, mi voluntad no se doblegaba al ser diferente de los demás omegas. Sin embargo, Haru la empleó y yo le hice caso. ¿Es porque somos destinados?


—¡Rin! —Haru se volteó al oír a Nitori y éste le propinó un puñetazo en la nariz, tumbándolo al suelo—. ¿Estás bien?


—Sí, pero, ¿qué haces? Estamos en… —Tragué saliva al mirar a mi alrededor y observar que la gente se amontaba murmullando.


—Yo también soy alfa y Sousuke me pidió que te cuidara. No iba a permitir que te arrastrara sin tu consentimiento —aseveró jalándome de la muñeca.


Después de ese suceso, inició mi infierno.


-n-


—¿Usted está enamorado de Rin Matsuoka?


—Sí, lo estoy.


—¿Y es consciente de que es un omega?


—Sí.


—¿Nanase, desea formalizar su relación con el omega o es un noviazgo producto de un celo?


—No veas esos programas. —Sou me arrebató el control y apagó la televisión—. ¿Qué haces en el apartamento? ¿No tenías una sesión?


—Me cancelaron todas las citas —susurré envolviendo mis piernas con ambos brazos y recargué mi cara en mis rodillas—. Deborah me avisó que estoy en pausa.


Hace una semana, la pequeña pelea de Haru y Nitori se convirtió en una guerra de rumores sobre mí. Gracias a un vídeo subido a la red, empezaron a propagarse chismes de una relación inestable con Haru, quien no contradijo y sólo se dedicó a presentarse en programas y ruedas de prensa para decir que me amaba.


Por supuesto, no me disgusta que Haru diga que me ama. De hecho, podría perdonarlo por desconfiar de mí, pero ni siquiera me ha visitado. ¿Por qué confirma algo que no ha dicho? ¿Qué soy? ¿Un pasatiempo que disfruta en sus ratos libres? ¿Un omega que puede manejar a su antojo ante los medios?


A mí me culpan de ser un prostituto, un cualquiera y un facilote. A él le aplauden porque confiesa sus sentimientos. ¿Cuál es la diferencia? ¿Es porque yo soy omega y él es un alfa? Yo podría decir que lo amo desde hace muchos años y nadie me alabaría. Este mundo es injusto.


—Saldré un par de horas —me informó Sou—. No atiendas el intercomunicador, ¿entendido?


—Ajá. —Me acosté en el mueble y cerré los ojos.


Sousuke.


Conduje treinta minutos o más rumbo a la agencia de modelaje. No traía un bate ni una pistola porque me culparían de asesinato, pero sí deseaba romperle los huesos a Haruka Nanase y lo haría.


Estacioné el automóvil en un espacio vacío y bajé del coche sin colocarle los seguros a las puertas. Me encaminé directo al elevador y oprimí el botón cinco, el piso en el que trabaja Nanase o donde tenía sus sesiones. Las puertas del ascensor se abrieron y la adrenalina que sentía, se desbordaba en mi cuerpo.


Recorrí unos pasillos hasta dar con el camerino de Haruka Nanase y no estaba, así que continué buscándolo. El tiempo era lo de menos si conseguía molerlo a golpes. ¡Y el destino me apoyaba!


—Nanase —canturreé y no esperé a que él reaccionara. Me le abalancé y lo tiré al piso, apresando el cuello de su camisa—. No te atrevas a escupir esas absurdas palabras de amor hacia Rin —lo sentencié, seguido de un puñetazo en su nariz—. No lo amas y no lo amarás. Eres un alfa encaprichado y Rin no se merece tus niñerías.  


Rin.


—Es tarde y tengo hambre. —Estiré mis brazos hacia arriba y bostecé—. ¿Dónde se metió? —Resoplé y tomé el control del televisor, ignorando la recomendación de Sou, y encendí el aparato.


—Hace unos instantes, la ambulancia llegó a las instalaciones de la agencia de modelaje Cherry. Según fuentes cercanas, el modelo fue atacado por conflictos amorosos. ¿Está Rin Matsuoka implicado en este atentado contra Haruka Nanase?


—Bueno, sabíamos que Nanase organizó una rueda de prensa para confirmar su romance con el omega, pero Matsuoka no se presentó. ¿Será que Rin Matsuoka no estaba de acuerdo?


—Los omegas son personas de temer. Probablemente, Matsuoka sólo pretendía escalar y para eso necesitaba de Nanase, el modelo más popular.  


Me duermo uno hora, Sou está desaparecido, Haru sufrió un ataque y yo soy un puto. ¿Qué demonios? ¿Cómo se convirtió mi vida en un maldito desastre?


—¿Por qué? —Brinqué del mueble al sentir la vibración de mi celular en el pantalón y atendí la llamada de Deborah.


—Rin, Yamazaki está conmigo. Lo detuve cuando estaba golpeando a Nanase y, por suerte, sólo le fracturó una costilla. Iremos a tu apartamento en la madrugada.


—Dile a Sou que no vuelva porque yo lo enviaré al hospital de una patada—. Colgué y lancé el móvil a saber dónde.


Evadí los chismes porque no habían dañado mi reputación, pero esto es demasiado. Esto ya sobrepasó los límites. Haru internado y Sou escapando. A ninguno de ellos le importa que mi carrera se haya ido al caño. Me tratan como un juguete que necesita de sus cuidados especiales.


-n-


—¿Rin? —Tamborileó por quinta ocasión la puerta de madera, casi a punto de derribarla o destrozarla.


—Lárgate, ¡cavernícola! —bramé y agarré mi computadora portátil, ubicada a un lado de la cama. La desbloqueé e ingresé rápido a mi cuenta de Facebook—. Lo que esperaba.


Comencé a leer los últimos comentarios y las publicaciones en mi bibliografía, la mayoría con insultos. La sección de noticias tampoco me producía felicidad, pues inundaban los artículos de mi romance con Haru y los títulos de: Rin Matsuoka, el omega que se acuesta con sus superiores para obtener una portada.  


Ahora follo con mis superiores y la portada en la revista Cherry Blossom es una prueba de mi desfachatez. ¿Qué más? ¿Qué sigue? Los reporteros deben estar rodeando el edificio, sedientos de fotos y especulaciones nuevas para escribir una columna en un periódico de siete pesos.


¿Y Haru? Haru es la víctima. ¿Y Sou? Sou es un extraño. ¡Ah! Tal vez digan que Sou es mi amante porque vivo con él.


—Odio esta mierda. —Aventé mi computadora a unos centímetros de mí y me desplomé de espaldas en el colchón.  

Notas finales:

La Voz es una característica particular de los alfas, generalmente la emplean para que el omega -incluso betas- sean sumisos y obedezcan. 


Aclaro: así como el celo de Rin es irregular, el poder de La Voz de otros alfas no había funcionado con él, excepto con Haru. Por esta razón, Rin piensa que Haru puede ser su pareja destinada. 


Si tienen dudas de este maravilloso mundo Omegaverse, pregunten. <3 


Actualizo antes porque mañana estaré ocupada y no quería dejarlos sin capítulo. ¡Nos leeremos el domingo o lunes con el siguiente! 


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