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Tú eres mi reflejo por Miky15E

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Notas del capitulo:

¡Disfruten!

Sousuke.


La presencia de Nanase desestabilizará a Rin. Soy consciente de que, a pesar de que él intenta no amarlo, le es imposible. Al principio, cuando me dijo que estaba enamorado de un modelo, yo no le creí. Rin es muy romántico, sus amores son pasajeros y los olvida rápido, pero no fue así con Nanase.


Debo admitir que Rin ha mantenido sus decisiones y ha defendido sus sentimientos sin temblar. Es fácil que lo engañen y confía en las personas equivocadas, no obstante, eso jamás lo detuvo. Caía, recibía golpes y se levantaba orgulloso.


Ahora no sé si pueda opinar lo mismo. Ese amor tonto que siente hacia Nanase sólo lo está hiriendo. ¿Por qué es tan obstinado? ¿Por qué lo ama? Ellos son diferentes, no hay punto de comparación. Nanase es un hombre frío, indeciso, arrogante y crédulo. Rin es un soñador empedernido, perseverante y difícil de manipular.


¿Por qué se enamoró de Haruka Nanase? ¿Qué aspecto de ese tipo lo conquistó? ¿Cuán fuerte es su amor por él? ¿Cuánto más resistirá? Odio no tener respuestas.


—Sou —murmulló abriendo los ojos lentamente.


—Aquí estoy, Rin. —Apreté su mano izquierda y lo miré a los ojos—. Descansa, es de noche todavía.


—Sakura. Mi bebé, Sou. —Comenzó a sollozar, trasladando sus dedos a su vientre abultado y en perfectas condiciones.


—Él está sano. Nuestro Sakura está bien, Rin —respondí con una voz tranquila. Lo que menos quería era preocuparlo.


Terminé aceptando que el bebé es niño, como termino aceptando cualquier capricho de Rin. No importa si sus elecciones son erróneas y lo lastimarán en el futuro, porque yo siempre estaré con él y lo abrazaré si es necesario. Así es la relación que tenemos.


-n-


Me senté en una de las sillas desocupadas que se encontraban en la pequeña sala de espera y bebí unos tragos de mi café. La televisión proyectaba uno de esos programas que muchas veces bloqueé en el televisor del apartamento.


—¿Saben la nueva? ¡La nueva noticia es que internaron de emergencia al modelo Rin Matsuoka!


—Y de lo que nos enteramos, Emilia.


—Rin Matsuoka está embarazado. Su mánager no ha querido hablar, pero ayer por la noche, el modelo fue atacado en el edificio donde reside con su actual pareja, Sousuke Yamazaki.


—Según los rumores, Haruka Nanase tiene prohibido entrar al hospital. ¿Será que el hijo es de él o de Yamazaki?


Esas mujeres y sus chismes ridículos me fastidian. Llevo años viviendo con Rin y resulta que no sabía que yo soy su novio. ¡Sólo escupen pendejadas! No investigan y creen tener información verídica. Más le vale al estúpido de Nanase quedarse callado.


Rin.


—¿Sou? —Observé a mi alrededor sin hallarlo y me desesperé porque no podía mover mi pierna—. ¡Sou!


Escuché la manija y dirigí mi mirada hacia allá para toparme con él, mi pesadilla de los últimos meses, vistiendo una bata de doctor.


—Yamazaki está en la cafetería —avisó cerrando con seguro—. ¿Cómo te sientes?


—¿Qué haces en este lugar? —Desvié mi atención al frente, ignorándolo—. ¿Y tu prometida?


—¿Eso es lo que daña tu orgullo? Me comprometí obligado, no porque quisiera —bufó enojado. ¿No debería ser yo el que se enfade? —¿Ese bebé es mío?


—No, es de Sou —aseveré, aunque mi voz se oiga terrible y mis lágrimas estén por desbordarse.


—¿Sabes quién te atacó? —cuestionó y se acercó hasta mi camilla, sin pretender algo más conmigo—. ¿Denunciaron?


—¿Te interesa? En seis meses no te apareciste y hoy vienes a exigirme. —Rodeé a mi Sakura con ambos brazos, como si obtuviera fuerzas de él—. Cuando supe que Sakura estaba formándose dentro de mí, juré decírtelo, pero tú no llegaste.


—Mi madre me comprometió. Ella no desea que me una con un omega y…


—¿Y? ¿No puedes elegir por tu cuenta? —Reí sarcástico—. Eres un niñito de mami, Haruka.


—Mi madre tiene los medios para destruirte porque se casó con un hombre influyente. No iba a dejar que te hiriera, Rin —aseguró y posó sus manos encima de las mías—. Es mi hijo, Rin.


—Pues eres muy ingenuo. —Lo vi directo a los ojos, ésos de los que un día me enamoré—. Yo hubiera perdido mi carrera de modelo y me hubiera ido a otro país, pero tú nunca lo quisiste. Preferiste esconderte en una mujer y me apartaste sin decirme adiós. Eso es más doloroso que tu maldito compromiso con una alfa.


—Yo no la amo. —Avecinó su rostro hacia mí, casi acariciando mi nariz con la suya—. Te amo a ti.


—Tu amor es tan frágil, Haru, que no creo ninguna palabra. Si me amaras, lucharías por mí —susurré con lagrimillas rodando en mis cachetes—. Ya no soy capaz de amarte, Haru. Sería un completo idiota si te perdono. Tú no romperás tu compromiso y yo no me convertiré en tu amante.


—No me quites el derecho de estar con nuestro hijo —balbuceó. Su expresión luce abatida. Se disfrazó de médico para poder verme… No, se disfrazó por ti, Sakura.


—No te lo quitaré. Eres su padre biológico, pero Sou le dará su apellido, así que no pienses que tienes el poder de controlar a Sakura —expresé, más como advertencia—. Sou lo adoptará y tú eres un desconocido en mi familia.


—Entiendo. —Asintió con un ligero movimiento.


Séptimo mes.


Haruka me visita tres o cuatro días a la semana, mientras Sou no está. Sin embargo, Nitori se mudó por pedido de Sou para cuidarme y es como si mi mejor amigo y el padre de Sakura discutieran. A Haruka no le gusta que Nitori viva en mi apartamento, pero no lo dice porque es un cobarde y porque le cierro el pico de una patada.


Bueno, lo patearía si pudiera. Se lo merece, ¿no?


—¡Demonios! Los reporteros están afuera y no se cansan ni con este calor —refunfuñó Nitori, quien ingresaba a la sala, mi hábitat natural en estos momentos.


—Perdón, ¿compraste la pasta? —murmuré sobando mi vientre, ya que Sakura no paraba de agitarse, raro en él a estas horas de la mañana.


—Sí, lo hice. —Se desplomó a mi costado derecho, en el mueble grande, mi trono—. ¿Con queso o vegetales?


—Los vegetales son más saludables para ellos —gruñó Haruka detrás de mí—. Gracias por prestarme el baño.


—Ah, sigues merodeando estos rumbos —comentó Nitori con algo de diversión, y es que le encantaba molestar a Haruka—. ¿No tenías una sesión fotográfica?


—La cancelé y no es tu asunto. —Caminó unos metros, hasta que ocupó el sofá individual delante de mí, sin alejar su vista de Nitori.


—Oye, Rin, les traje una sorpresa —canturreó sacando una cajita negra del bolsillo de su camisa a cuadros rojos.


Haruka está celoso, lo puedo percibir en su aura y en su semblante. Las ocasiones en las que viene, él cocina y me atiende. Es amable, pero hay un problema: Sakura lo rechaza. A mí me da risa, igual que a Sou y Nitori. Cuando Sakura está muy despierto, Haruka corre, palpa mi vientre y mi bella florecita se detiene.


—Es un dije de tiburón —musitó Aii—. ¿Te gusta?


—Tú estás obsesionado con los tiburones, Nitori —rezongué carcajeando—. Y sí, me gusta.


—Estoy obsesionado contigo —expresó firme y claro, para que Haruka comprendiera sus intenciones, porque sí, me estaba conquistando.  


—Me voy —bramó levantándose del sillón. 

Notas finales:

Ya estoy de vacaciones, pero me falta presentar 3 exámenes. ;u; 


Estaré estudiando, pero nos leemos el domingo con nuevo capítulo. <3


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