Sousuke.
—¡Haru! —gritó abriendo los ojos y miró a su alrededor, hasta que me encontró parado frente a la camilla en donde él estaba—. Sou, Haru fue…
—Sí —hablé, interrumpiéndolo—, lo sé. Le dispararon a Nanase y tú no me obedeciste, Rin. ¿En qué demonios pensabas?
—Eso no importa, quiero ir a ver a Haru —contestó, evadiendo mi pregunta y comenzó a quitarse la intravenosa—. Haru está grave.
—No, Rin —negué y me acerqué a él—. Cálmate, ¿sí? Le hará mal a Sakura.
—¡Pero Haru está herido! —exclamó angustiado, observándome con esa mirada triste y preocupada que tanto odiaba—. Necesito estar con él.
—Rin —lo llamé, sujetándolo de sus hombros—. Nanase no está en peligro ni está grave. La bala no atravesó ningún órgano, sólo perdió sangre y se desmayó.
—¿En serio? ¿No me mientes para tranquilizarme? —preguntó dudando—. Dime que es verdad.
—Es verdad, Rin, así que acuéstate y descansa —ordené, devolviéndolo a la cama—. Yo iré a pedir informes de su estado y vendré a decírtelo, pero no te alteres o Sakura lo resentirá. ¿Quieres eso?
—N-No —balbuceó, como un niño que acaba de ser regañado—. Perdón.
Cuando vi que no estaba en el apartamento, imaginé que estaría con Nanase. A pesar de lo que ese tipo le hizo y que Nitori está enamorado de él, Rin no deja de amar al bastardo de Haruka. ¿Qué más debo hacer para que lo olvide? No, ¿acaso podrá olvidarlo? ¿Es tan fuerte el amor de Rin hacia Nanase?
Traté de buscarlo al notar su ausencia en la casa, pero no sabía si lo asustaría con mi enfado o si provocaría que huyera lejos de mí. Opté por quedarme ahí, en la sala, deseando que las horas transcurrieran rápido y Rin entrara feliz o decepcionado por completo. Lo único que recibí fue una llamada del hospital, avisándome que estaba internado por un ataque con arma de fuego.
Esa noticia me cortó la respiración y los latidos de mi corazón se apresuraron, como lo hacía mi pie al apretar el acelerador del carro. No supe cómo llegué al hospital, pero las emociones se desbordaban en mí. Quería llorar y rezaba por él y por Sakura, hasta que una enfermera me dijo que Rin no había sufrido daños.
En ese momento, me sentí muy aliviado. En lugar de Rin, Nanase fue herido. Dios, ¿qué pasaba? ¿Lo había defendido? ¿Se había interpuesto? ¿Por qué era Nanase el que estaba siendo atendido de emergencia? Por primera vez, agradecí la existencia de Nanase y quise creer en él. Protegió a Rin y a Sakura, lo hizo bien.
—¿Cómo está Haruka Nanase?
—¿Es familiar del paciente? —cuestionó la chica mientras tecleaba en una computadora—. Sólo se les informa a los familiares, si no es familiar del paciente, no puedo brindarle datos de él.
—Así es —bufó una mujer detrás de mí—. Tú eres…
—Sousuke Yamazaki, un conocido de Nanase —murmuré, volteándome para descubrir quién era ella—. ¿Es usted su madre?
—Sí —afirmó—. ¿Por qué mi hijo no me habló de ti?
—Porque le hubiera dicho que yo lo golpeé y que soy el mejor amigo de Rin Matsuoka —musité, provocando que el semblante de esa señora se distorsionara.
—Era de esperarse que estarías aquí con ese omega maldito —gruñó—. Si mi hijo no se hubiera enamorado de un omega, jamás estaría pisando este hospital.
—Oh, lamento que Nanase se haya enamorado de Nanase. En eso estamos de acuerdo, señora. A mí tampoco me gusta que ellos estén juntos, y menos cuando su hijo se ha comportado como una basura —aseveré, regalándole una sonrisa—. Usted odia a Rin y yo detesto a Nanase.
—Cuida tus palabras, muchachito —declaró en una amenaza—. No sabes con quién estás tratando.
—Y no quiero saberlo, pero no me pida que cuide mis palabras si usted insulta a Rin. —Me giré para volver a la habitación de Rin y una mano me detuvo, sujetándome del brazo derecho.
—Aleja al omega de mi hijo o juro que su cría pagará las consecuencias.
—¿Su cría? —repliqué enojado y la encaré—. Esa cría es tan hijo de Rin, como lo es de Nanase. Aunque quiera tapar la verdad, sabe que es imposible. —Le di un manotazo para que me soltara y la tomé del mentón—. Si se atreve a tocarle un cabello a Rin o a Sakura, yo seré quien me encargue de usted.
Ahora creo que la madre de Nanase es la culpable de los atentados contra Rin. ¿Por qué no se me ocurrió antes? El hombre que quiso apuñalarlo en el apartamento y el ataque con un arma de hoy, nada es casualidad. Si hay alguien que quiere desaparecerlo, sería la madre de Nanase o su exnovia.
Con Rin fuera de su camino, esas víboras saben que Nanase será fácil de manejar. Aborrezco pensar esto, pero Haruka ha estado desafiando a dos arpías para estar con Rin. No obstante, no puedo ignorar el hecho de que, debido a eso, Rin y Sakura son los más afectados de esta situación.
¿Lo separo de Nanase o permito que continúen su relación?