–¿Cuál es tu color favorito? –Hoseok preguntó. Sus manos jugaban con el borde de la camiseta de Brony que, de alguna forma, había convencido a Yoongi de utilizar
–Son dos, blanco y negro-Yoongi se encogió de hombros. Era una pregunta sencilla de responder
–¿En serio?
–Crecí viendo blanco, negro y tonos de gris. Las cosas más hermosas que he visto han sido de esos colores
Hoseok no respondió hasta que pasaron cinco minutos. Durante ese tiempo, el cuarto se había sumido en un silencio extraño, expectante, y Yoongi no dejó de preguntarse si es que había dicho las palabras equivocadas. Tal vez debió decirle que no le importaban los colores, igual Hoseok estaba por encima de cualquier cosa o persona que haya visto en blanco y negro. Él le trajo los colores, eso de por sí lo hacía perfecto.
–¿No te parece curioso que llevemos cinco años juntos y no sepamos el color favorito del otro? –Hoseok dijo rompiendo el silencio
–No...
–Jimin y Jungkook hicieron una lista de sus colores favoritos, ahora que los pueden ver
–Jimn y Jungkook quieren presumir que ya pueden ver más de treinta colores
–Seokjin le pidió a Namjoon que le dijera los colores de toda su casa. Y al parecer, su color favorito es rosado porque casi toda su ropa, sus platos, accesorios y decoraciones son rosados
–¿Por qué los colores tienen tanta importancia? –Yoongi se acomodó para mirar a su pareja a los ojos.
–No sé, solo tenía curiosidad
–No te voy a decir que mi color favorito es morado, Jung
–¿Morado?
–Sí, fue el primer color que vi después de conocerte. Durante más de dos meses, mi mundo dejó de ser blanco y negro, y el puto morado comenzó a manchar cada detalle. ¿sabes cuántas cosas son innecesariamente moradas, Jung?
Hoseok rio traviesamente al ver la mirada de seriedad de Yoongi.
–Solo tú eres capaz de odiar el color que viste después de conocer a tu alma gemela ¿debería hacerte utilizar morado?
Yoongi arrugó la nariz para demostrar su disgusto.
–Lo único bueno que hizo el morado fue confirmarme que tú eras el indicado–frunció el ceño–. Aunque no lo necesité. Aun si el mundo se habría quedado blanco y negro, querría compartir el resto de mi vida contigo
Hoseok besó su mejilla y dijo sin perder su sonrisa.
–deberías poner esa frase en una de tus canciones
–No. Las frases cursis son solo para ti-Yoongi rozó los labios de su pareja
Ambos se quedaron así: en silencio, acostados, compartiendo besos suaves cada cierto tiempo, con sonrisas cómplices por alguna cosa que no se decían pero que el otro comprendía perfectamente, y disfrutando de la gama de colores que tenían a su alrededor, esa que probaba que estaban hechos para compartir el resto de sus vidas juntos.
–¿Quieres que te diga cuál es mi color favorito? –Hoseok preguntó.
La iluminación que daba el sol había desaparecido y ahora lo único que quedaba era la pequeña luz que se filtraba de los postes en la carretera. Poder quedarte en la cama sin tener que encender las luces, era una de las ventajas de vivir en un cuarto piso sin el suficiente dinero como para comprar cortinas gruesas.
–Es verde, Hobi
–¿Cómo lo sabes?
No dijo nada. Para eso estaban las diez prendas verdes, los dos protectores verdes del celular, las cortinas verdes, el cubrecama verde y la pintura de Rothko Green, blue, Green on blue en la pared.
–No es divertido–Hoseok hizo un puchero
–Entonces, dime por qué es tu color favorito.
–Fue el primer color que vi después de conocerte
–Eso sí es aburrido–Yoongi dijo justo antes de ser atacado con una almohada por Hoseok
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Yoongi no dejó de correr hasta que llegó a la seguridad de su habitación.
Todo era culpa de Namjoon.
¿Porqué estaba hablando con un desconocido cuando se suponía que se iban a encontrar solos? ¿Con qué derecho hacia eso? ¿acaso no sabía que una salida de amigos solos significaba “solos” y no “ven y te presento a mi nuevo amigo de la clase de composición”? No era un concepto difícil.
Además, ¿desde cuando tenía tantas cosas moradas?
Joder, sus zapatos eran morados. Al igual que sus cortinas, la funda de una de sus almohadas, el tapete de su cuarto, uno de sus balones de baloncesto, la camiseta que había comprado de los Lakers, el poster morado de Kobe, dos de sus camisetas, uno de sus pantalones y su computador. El resto de su habitación continuaba a blanco y negro.
–Acabo de conocer a mi alma gemela, demonios
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“¡Feliz cumpleaños!”
El grito de sus mejores amigos cuando entró a su apartamento a las once y media de la noche le hizo soltar un chillido. La sala estaba decorada con globos, cintas y confeti. Sus cuatro amigos en la mitad de la sala con sonrisas alegres y una torta color rosada, con dos velas que formaban el número 21, sobre la mesa.
–Falta media hora para mi cumpleaños
–Primero–Hoseok se acercó a él y besó su mejilla, ignorando los gestos asqueados de Taehyung y Jimin (¡Ugh, por qué no buscan una habitación!)–, no seas un aguafiestas. Y, segundo, por eso vinimos media hora antes: haremos un conteo para celebrar contigo el momento en el que naciste
Yoongi sabía que si le decía a Hoseok que estaba seguro que no había nacido exactamente a las 00:00 del 9 de marzo, su pareja lo asesinaría lenta y dolorosamente. Así que, en lugar de eso, sonrió y agradeció a sus amigos por estar con él en su cumpleaños.
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Las personas que veían como una pareja se encontraba tenían tendencia a ser más optimistas en su punto de vista del mundo que quienes morían sin hacerlo. Cuando dos parejas se descubrían, era la prueba de que la vida podía ser mejor para algunos y que todos tenían un destino que los haría más felices y más completos. Eso, automáticamente, te hacia más propenso a ser optimista a la hora del ver el mundo. Y si tenías la suerte de ver cómo el amor entre esas dos personas crecía hasta que recibieran la mayoría de colores posibles para el ojo humano, era aún mejor.
Yoongi recordó cuando su hermano le habló sobre esa teoría en el momento en que vio a Park Jimin gritar el color de la camiseta de Jungkook en medio una biblioteca.
¿También aplicaba para las personas que ya tienen pareja? Porque ver a Jeon Jungkook responder, tímidamente, que él también acababa de descubrir un color, le hacía sentir inexplicablemente feliz.
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-Yo solo tuve un novio
Yoongi dijo después de escuchar las cinco desventuras de amor de Hoseok: Una hermosa compañera de la escuela de baile que sonreía con dulzura; un chico de su salón de clases que estaba demasiado avergonzado para admitir que era gay; un músico tres años mayor con quien perdió su virginidad y a quienes sus padres detestaban (al final tuvieron razón, era un maldito); un bailarín contemporáneo que era demasiado narcisista; y un barista que trabajaba también como cocinero, limpiavidrios y niñero, y no tenía un minuto para dedicarle a Hoseok.
–Era tres años mayor que yo y solía pasar todo el tiempo con mi hermano–Yoongi arrugó la nariz–. Era su mejor amigo y yo solo quería estar con ellos, así que los perseguía todo el tiempo. Cuando era niño, pensé que era por mi hermano. ¿quién no quiere estar todo el tiempo con su hermano? Pero conforme iba creciendo comencé a notar detalles. La forma en que sus músculos sobresalían debajo de la camiseta, como las venas se le quedaban marcadas en el antebrazo. Ya sabes, lo usual cuando te estas enamorando del mejor amigo de tu hermano mayor.
Hoseok asintió, aunque Yoongi estaba muy seguro que el menor nunca había tenido una experiencia así.
–Fue mi primer beso y fue tan maravilloso como lo pensé. Yo tenía doce años y él, diecisiete. Y luego de besarme me dijo “quiero que la primera vez que beses sea con alguien especial y no con alguien como el imbécil que robó mi primer beso”. Yo me enamoré aún más de él.
–Tuve que esperar tres años más para poder volver a besarlo y desde ese momento comenzamos a salir. Mis padres lo amaban, era maduro, una persona confiable y evidentemente no era una mala influencia. Igual, era parte de la familia.
–¿Qué pasó? –Hoseok preguntó cuando vio que Yoongi se había quedado en silencio durante demasiado tiempo
–Él vino a Seúl a estudiar con mi hermano y compartieron habitación hasta el día en que se pelearon a puños –Giró su mirada hacia la pared. No quería ver a su pareja cuando terminara la historia. No quería ver cómo lo juzgaba por ser un estúpido–. Cuando preguntamos qué ocurrió, mi hermano dijo que Jaemin me estaba engañando con toda la población homosexual de la universidad. Y, como soy un estúpido, yo no le creí a mi hermano y le dije que no metiera nuestra relación en cualquier drama por el que estaba pasando su amistad. Le grité que estaba celoso de nuestro amor incondicional y un montón de estupideces que ahora me avergüenzan.
Podía sentir la mirada de Hoseok sobre él. Podía sentir a su alma gemela juzgándolo desde su posición en la cama.
–Él quería protegerme y yo fui un malagradecido–Recordar eso seguía siendo doloroso para él–. Continuamos juntos dos años después de eso
–Cómo te enteraste
–Cuando fui a presentarme a su universidad y lo vi besándose con otro–Yoongi se encogió de hombros–. Fui con mi hermano después de eso y no volví a hablar con él.
–Mierda
–Sí–Yoongi frunció el ceño–. Fui un imbécil por creerle
–Estabas enamorado, Yoongi. Él no tenía derecho a aprovecharse de ti
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–¿Qué pasó con Jimin? –Yoongi preguntó a Hoseok cuando llegaron al apartamento. Habían pasado tres horas desde que, durante un juego de “Yo Nunca He…”, Jimin y Hoseok cambiaron una mirada curiosa antes de que ambos tomaran después de que Jungkook dijera “yo nunca me he tenido sexo con un amigo solo por diversión”. Hoseok estaba demasiado borracho para la conversación, pero la curiosidad lo estaba matando.
–¿Ahora? ¿en serio? –Hoseok besó el lóbulo de su oreja–tengo mejores planes para nosotros
El menor tomó mucho más que Yoongi (“Yo nunca he tenido sexo en un baño público”, “Yo nunca he tenido sexo en mi oficina” “Yo nunca he besado en la primera cita” “Yo nunca he salido con alguien por una apuesta” y otras veinte cosas que Yoongi no había hecho, ni soñaría con hacer, en su vida). Y ahora Yoongi estaba forzado a cargar con su pareja hasta que llegaran a casa.
–Sabes que puedes decirme lo que quieras
–No, esto no-Hoseok negó con una sonrisa divertida-. Te enojarás-Se rio-y no querrás seguir siendo mi pareja
–Vamos, Jung, cuéntame…–pidió mientras desvestía a su novio sobre la cama
Sabía que no era correcto aprovecharse de la borrachera de Hoseok y aun así lo continuaba haciendo.
–¿Prometes no enojarte?
–No me voy a enojar
Esperaba que Hoseok le contase sobre una noche en la cual estaba borracho y tuvo sexo con Jimin. Joder incluso esperaba que le hablara sobre una apuesta con sus amigos que, para ganar, debía joder con Jimin. Lo que no esperaba era lo que Hoseok le dijo minutos después.
–Bueno-Hoseok rio traviesamente–. ¿Recuerdas al chico Barista-slash-limpiavidrios-slash-cocinero-slash-un millón de cosas que le quitaban el tiempo que podía pasar conmigo? –Yoongi no dijo nada y Hoseok tampoco lo esperó–. Mientras estaba con él, durante un tiempo también tuve sexo con Jimin.
Yoongi se detuvo en el tercer botón de la camisa de Hoseok.
–¿Qué?
–Sí-volvió a reír–Fue hace mucho. Él nunca tenía tiempo para mí y allí estaba Jimin, completamente disponible y muy sexy, así que lo hice
–¿Lo engañaste?
–fue durante dos meses solamente y él nunca...
–¿lo engañaste? –Yoongi miró a Hoseok. El menor estaba demasiado borracho para tener esa conversación, pero Yoongi también estaba demasiado sobrio como para fingir que quería tenerla
–dijiste que no te enojarías–Hoseok hizo un puchero
–porque no creí que ibas a decir que engañaste a tu novio… Demonios–se levantó de la cama alejando sede su pareja a medio vestir. No quería estar con él en ese momento
–Yoongi
–Estas borracho–siseó maliciosamente, quería herir a Hoseok de alguna forma. Así sea con esa estúpida frase–. Hablamos mañana
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–Uhm…. Dicen que podría comenzar a nevar mañana-Yoongi dijo para romper el silencio incómodo que se instaló en la mesa después de que el mesero se alejó con las órdenes de ambos escritas
¿Es vergonzoso cuando tus primeras citas siempre comienzan con una conversación sobre el clima? Yoongi no estaba seguro de si la respuesta correcta era un sí. Pero sí podía asegurar que todas sus citas comenzaban con una conversación sobre el clima tras un silencio incómodo y demasiado largo. De paso, también podía asegurar que, si es que lograba llegar a una segunda cita, el 70% de las veces comenzaban así; y que la única que no fue así fue su primera cita después de entrar a la universidad, aunque no funcionó porque al día siguiente la chica ya había conocido a su alma gemela.
¿Qué podía decir? Yoongi no era bueno para iniciar conversaciones con personas que apenas conocía.
Otra pregunta. ¿Es vergonzoso decir que esa lista de primeras citas que comenzaban aburridas también incluía a tu alma gemela?
Seguramente, sí.
Se supone que ambos deberían estar hablando sin parar, contándose detalles de su vida y riéndose hasta que les duela el estómago. ¿Por qué ellos no actuaban como una pareja normal? ¿Por qué Hoseok, quien según Taehyung amaba hablar todo el tiempo, estaba tan concentrado en su servilleta? Así no se supone que reaccionas cuando conoces a tu alma gemela.
¿Acaso estaba haciendo algo mal?
–¿Me estás escuchando? –Hoseok lo estaba mirando con el ceño fruncido. Estuvo diciendo algo. Estaba seguro que fue una respuesta a la información sobre el clima. Y aunque continuase con la conversación aburrida, Yoongi se sintió culpable por haberlo ignorado.
–No ¿puedes repetirlo?
Hoseok frunció el entrecejo y se levantó de la mesa.
–Voy al baño
Bien… había logrado arruinar su primera cita con la persona que, se suponía, era perfecta para él.
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–Namjoon y yo estamos juntos– Jin les informó.
Los tres estaban en la cocina del apartamento de Jin. El mayor preparaba pollo con salsa BBQ, Hoseok limpiaba todo a su paso y Yoongi brindaba su apoyo moral sentado en la mesa. Faltaba media hora para la cena que tenían los viernes todos juntos y Namjoon, Jungkook, Jimin y Taehyung no habían llegado todavía. Así que Yoongi no veía como ese podía ser el momento indicado para dar esa información.
¿Acaso no sería mejor cuando Namjoon no estuviese al otro lado de la ciudad explicando a un montón de chicos de 12 años por qué es bueno leer poesía?
–Jin, eso es genial–Hoseok fue quien rompió el silencio que ya era demasiado largo–. Namjoon y tú son perfectos el uno para el otro
–No lo son–no supo que había dicho eso en voz alta hasta que escuchó a Jin y a Hoseok tomar aire.
–Yoongi, no tienes que ser tan brusco
–No soy brusco. Digo la verdad
–Yoongi, cállate–en el tono de Hoseok era un claro “Hoy vas adormir en el sofá”
–No–Jin intervino. Su voz era suave y temblorosa. Yoongi se sintió culpable por ser quien le dijera la verdad. En una situación normal, Namjoon sería el encargado, pero ahora era deber suyo hacerlo–. Quiero escucharlo
–Todavía tienes a tu alma gemela. Todavía tienes una oportunidad con esa persona. Una oportunidad de algo mejor
–¿Algo mejor que lo que tiene con Namjoon, Yoongi? –Hoseok siseó–ellos están hechos el uno para el otro
–Si lo estuvieran, habrían sido emparejados
–Yoongi, eso no quiere decir nada. Namjoon quedó emparejado con alguien que no era correcto para él
–Un error no significa que todo el sistema esté mal
–Desde cuándo eres creyente de que el sistema está bien, señor “me escondí de mi pareja durante dos meses”
–Desde que llevo tres años con mi pareja y no puedo imaginarme lejos de ti
–El que digas esas cosas no justifica que te estás comportando como un imbécil
–No lo hace–dedicó toda su atención a Seokjin–. Mira, si nos dijiste esto cuando Namjoon no estaba es porque todavía tienes dudas y necesitas que alguien te lo muestre.
» Namjoon no tiene pareja, ellos rompieron y no van a volver; pero tú tienes una oportunidad de conseguir algo mejor. Alguien para el cual eres perfecto. Alguien que te haga mejor cada día. ¿estarías dispuesto a sacrificar eso? Si mañana empiezas a ver el rojo, vas a rechazar a la persona que viene con ellos, y el resto de colores, por Namjoon. Tienes que preguntarte eso; porque, aunque tal vez no dure su relación, podrías arruinar a mi mejor amigo con tu decisión.
–tienes razón
Esa fue una de las peores cenas hasta el momento. Jungkook estaba de mal genio por una nota baja en una de sus entregas en la universidad. Jimin y Taehyung se susurraban cosas que nadie debía escuchar porque “son un secreto que solo nosotros podemos saber”. Hoseok asesinaba a Yoongi con la mirada. Y Seokjin había manejado una forma de alejarse de Namjoon a pesar de que estaban sentados uno al lado del otro.
Eso era lo más llamativo para Yoongi. En los últimos meses, había visto como el mayor de su grupo y el más inteligente se iban acercando poco a poco. Y saber la razón por la cual Seokjin se alejaba de Namjoon, y que él era el principal culpable, le revolvía el estómago.
–Aprovecha y pide a Taehyung que te deje dormir en su sofá–Hoseok le dijo cuando ya habían terminado de comer. Todos acordaron que estaban muy alterados como para seguir en su encuentro
Detrás de ellos, Namjoon le preguntaba a Jin por qué actuaba tan extrañamente.
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–¿Qué haces? –Namjoon entró a su cuarto con un portazo. Afuera, Yoongi podía escuchar a su compañero quejarse porque el maldito Kim Namjoon siempre era demasiado ruidoso
–Antes, estaba terminando una canción y en este preciso instante leo el guion de The Dark Knight
–¿Dónde lo…? –Yoongi sonrió burlonamente cuando su amigo se distrajo por su respuesta. Eso no importa. Me refiero a Hobi
–¿Hobi?
–Sí, Hoseok, tu alma gemela. A quien llevas ignorando desde hace dos meses
–Ignorando? Namjoon, yo no lo conocí hasta mi tercer año. Creo que es normal que nuestros caminos no se crucen
–Almuerzo con él los miércoles, trabaja en ese café donde solías tomar tu americano mañanero y es el compañero de habitación del chico de primer año a quien tomaste bajo tu ala
–¿Taehyung?
–Sí, ¿nunca has ido al cuarto de Taehyung?
–mierda…–recordó al menor hablándole infinitas horas sobre su compañero de habitación, sobre cómo ellos solían jugar videojuegos, sobre su terror a la oscuridad, sus problemas personales con la decencia de colocarse ropa a la hora de salir del baño y la sonrisa brillante que podía convencer a cualquiera de hacer lo que deseaba–. No me digas que ese es tu Hoseok
–No es mi Hoseok. Técnicamente es el tuyo
–Creo que así no funcionan las almas gemelas
–Tampoco lo hacen cuando te escondes de tu pareja–Yoongi abrió la boca para aclarar que no estaba escondiendo. No era un cobarde –¿Quieres quedarte con un solo color toda tu vida? ¿en serio?
–no tengo problema con eso
–¿dime que el color que estás viendo es algo decente?
Se encogió de hombros. No pensaba decirle a Namjoon que su primer color es morado.
» Bien, Hoseok quiere conocerte. Por eso le dije que irías a recogerlo y saldrían a una cita–le pasó un papel con la dirección de Hoseok–. Puedes dejarlo plantado, Yoongi. Aunque perderás la oportunidad de conocer a tu pareja.
Yoongi miró el papel durante una eternidad. Curiosamente, la dirección había sido escrita con morado.
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No hablaron mañana, ni el día siguiente a mañana.
En dos días Yoongi había dominado el método para salir del apartamento mucho antes de que Hoseok se despertara y llegar a este cuando era imposible que él estuviera esperándolo. Lastimosamente, el plan no duró demasiado. Al tercer día, cuando apenas eran las cinco de la mañana y Yoongi recién salía del baño, Hoseok a estaba sentado en la sala esperándolo con una taza de café en la mano.
–¿Podemos hablar?
–Voy tarde para el trabajo–Yoongi murmuró sin mirar a su pareja
–No vas tarde al trabajo. Jin me dijo que lo que haces es esconderte en su casa y dormir hasta las diez de la mañana. Que es cuando, normalmente, tienes que ir al trabajo
–Hoseok–Yoongi comenzó. Todavía estaba enojado por la confesión su pareja y, en realidad, no estaba de humor para hablar con él
–Vamos a hablar, Yoongi. No puedes seguir escondiéndote de mí; en eso no se basa una relación
-Sí, una relación se basa en confianza, ser honesto y no engañarlos con sus amigos
–Dijiste que no te enojarías por eso
–No creí que me ibas a decir que engañaste a tu novio
–Ex novio y no tenía tiempo para estar conmigo–Hoseok se pasó la mano por la cara. Era evidente que estaba frustrado.
–Y como tú eres tan demandante–Yoongi murmuró sarcásticamente
–Yo era joven, Yoongi
–Fue cuatro meses antes de conocerme. Cómo sé que no me lo hiciste a mí. Cómo sé que mientras yo estaba enamorándome de ti, tú no estabas besuqueándote por allí con Jimin
Hoseok lo miró como si le hubiese dado un golpe en la cara. Si no estuviera tan enojado, habría notado que no debió decir eso. La relación entre ellos no se comparaba en ningún sentido con ninguna relación que cualquiera de ellos tuvo en su vida.
–Eso no tiene nada que ver contigo–Hoseok dijo lentamente–. Por eso no quería decírtelo. Es parte de mi pasado y fue antes de conocerte
–Cuatro meses antes
–Fue antes de conocerte–repitió–. Sabías qué clase de persona era y me dijiste que no lo veías como algo malo
–¿Qué tuvieras sexo en aviones y te besuquees con alguien por una botella de cerveza? Eso no tiene que ver con tu integridad y honestidad en una relación, Hoseok
–Entonces qué. ¿vas a dejarme por algo como eso?
Yoongi no pensó que estaba esa opción. Creyó que sería algo de enojarse y dejarlo así.
–¿De qué hablas?
–Yoongi, no quiero estar con alguien que se esconda en su propia casa para alejarse de mí–Hoseok interrumpió–. Te amo. Pero, tienes que decidir. ¿vas a superar esto o.…? –No terminó la frase. No era necesario.
Yoongi se tardó demasiado en responder. Cuando iba a abrir la boca, Hoseok ya estaba explicándole que se quedaría en casa de Seokjin por un tiempo y que no lo buscara por ahora.
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-Creí que Hoseok odiaba a los fumadores-Namjoon le dijo cuando ambos subieron a la azotea para fumar. Ya había pasado su cumpleaños y, luego de escuchar a sus amigos cantar cuatro versiones diferentes de “Feliz Cumpleaños” al mismo tiempo (Yoongi no tenía ni idea cómo pudieron lograr eso), lo único que quería era un cigarrillo.
–Las relaciones se tratan de compromiso–Yoongi fumó un poco–. Él me deja fumar unos cigarrillos al día y yo me atraganto en mentas antes de besarlo
–Creo que así no funciona–Namjoon dijo suavemente
–Mmm… tal vez no
–Creo que deberías quedarte con él–Los cigarrillos ya se habían terminado y Yoongi ya estaba a punto de ofrecerle otro a Namjoon
–Es mi alma gemela, vamos a quedarnos juntos
–Sabes muy bien que no siempre es así-Namjoon sonrió tristemente. Él y su alma gemela, Jinwoo, habían terminado hace dos meses; después de que ambos decidieran que no eran lo suficientemente compatibles como para compartir el resto de sus vidas
–Es como dijiste–Namjoon continuó–las relaciones están hechas de compromisos. Y si no estás dispuesto a hacer los compromisos más grandes, tal vez deberías dejar de fingir que quieres que funcione
–No estoy diciendo eso–Yoongi gruñó
Namjoon cogió la caja de cigarrillos y la aplastó contra la pared.
–No sé si te lo dijo, pero su tío murió de cáncer y fumaba como un poseso–Namjoon dijo seriamente–. Puede fingir que no le importa, pero era muy cercano a él.
Yoongi no alcanzó a decir nada. La sorpresa después de lo dicho por Namjoon lo dejo quieto, eso y que el menor ya había regresado a la fiesta antes de que alcanzara a responder.
–Namjoon no debió decirte eso–Hoseok dijo detrás de él. Unos minutos después de que Namjoon se fuera, cuando Yoongi ya había pasado demasiado tiempo mirando a su cigarrillo sin tocarlo.
–¿Cuánto escuchaste?
–No mucho–Hoseok frunció el entrecejo-no debió decirte eso
–¿Por qué no me lo dijiste tú?
–No quería forzarte a hacer algo que no quieres-Hoseok sonrió tristemente-. No puedo pedirte que dejes tu terrible adicción solo porque un familiar mío murió por una causa que podría estar alejada del cigarrillo
–Pero no estuvo alejada del cigarrillo-Yoongi apuntó-. Tu tío murió de cáncer
–El cáncer no siempre es causado por fumar
–Me debiste decir
–¿Para qué? No tiene importancia
–Sí la tiene, Jung-Yoongi murmuró-voy a dejarlo
–Yoongi, no tienes que…
–Sí tengo que hacerlo–recorrió la distancia que los separaba.
Yoongi pensó en la celebración de su cumpleaños, en cómo Hoseok había conseguido el permiso en su edificio para poner música a media noche, en Jimin y Jin siendo los únicos que cantaron una versión similar del “cumpleaños feliz”, en Taehyung abrazándolo y diciéndole que estaba muy feliz de haberlo conocido y en como sus amigos se habían fusionado y se hicieron un grupo ruidoso y muy animado.
-te amo y quiero hacer las cosas bien contigo. Y si para hacerlo el primer paso es dejar el cigarrillo-en una película, Yoongi tendría un cigarrillo en mano para lanzarlo y añadirle más drama a la imagen-así será.
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–Lo siento, tuve que recibir una llamada de mi mamá–Hoseok dijo después de pasar más de media hora encerrado en el baño. Trece segundos antes del límite de tiempo que Yoongi había puesto para irse del restaurante. Hay una cantidad de miradas de lástima que una persona soportar
–¿Ocurrió algo grave?
–Sí–Hoseok tomó su copa de vino y bebió de un trago–No se había sentado, así que era obvio lo que iba a ocurrir–. Mickey, mi perrito, está muy enfermo y no puedo hacer nada
–¿Por qué?
–está en la casa de mis padres. En Gwanju–Hoseok agregó después de notar que Yoongi seguía sin comprender
–ah… Lo siento
Su pareja tomó su bolso y llamó a la mesera. Yoongi vio todo el intercambio en silencio, no tenía nada que decir. Si Hoseok le estaba mintiendo y era una excusa para liberarse de su cita, no tenía derecho a recriminárselo. Él fue quien habló sobre la posible nevada de hoy. Y si su perro se enfermó, qué podía hacer. No iba a decirle que se quedara mientras su mascota sufría. Demonios, él se iría a Daegu si supiera que su gato estaba enfermo.
–logré convencer a mi hermana de hacer una video llamada por Skype–agregó después de que la mesera se fuera con su cuenta ya pagada
Hoseok lo miró durante demasiado tiempo. ¿Acaso esperaba una respuesta?
–En serio, lo siento, Yoongi. No quería que nuestra primera cita terminase así
–No es tu culpa–Es verdad, no era culpa de Hoseok que su perro se enfermara y tampoco era su culpa el dolor de cabeza que había comenzado a sentir–Que se mejore tu perro
Yoongi se sintió infinitamente avergonzado por lo temblorosa que sonaba su voz. El hecho de que su alma gemela se fuera corriendo de su cita, no era una excusa para actuar así. Sí, era la única persona hecha para soportarlo, pero eso no quería decir que eran el uno para el otro.
–¿quieres venir? –Hoseok lo miraba de forma extraña–Todos salieron y no quiero arrumarles la noche para que me acompañen a ver cómo está mi perro
–Sí
No pensó antes de decirlo, si lo hacía diría que no y volvería a su casa. Era mejor así. Si no pensaba en todas las formas en que podría terminar eso (Hoseok dándose cuenta que Yoongi era una persona con quien no pensaba compartir el resto de su vida; él asustándose y no volviendo a ver a su pareja; o volver a hablar del clima mientras acompañaba a su alma gemela a ver a su perro enfermo).
Era mejor pensar en la sonrisa brillante que Hoseok le dedicó antes de tomar su mano y dirigirlo fuera del restaurante.
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Nunca se preguntaron cuántos colores podía ver el otro. No era una conversación necesaria entre ellos y solo podía terminar mal. Yoongi sabía que Hoseok era quien más colores veía. No solo por como conforme avanzaba el tiempo era mejor para el menor combinar sus prendas; sino porque Yoongi también sentía como su amor por Jung Hoseok crecía rápidamente.
Él siempre fue rápido en enamorarse, o eso fue lo que su hermano le dijo después de que llegara a su apartamento llorando porque Jaemin lo había engañado. Nunca creyó que fuera cierto. Después de Jaemin no se había vuelto a enamorar. Y ahora, cuando primera por primera vez invertía realmente en una relación, volvía a ser el primero en caer.
La idea lo aterraba y al mismo tiempo producía un calor en el pecho que nunca había sentido.
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–¿Hay algo que debería saber sobre Hoseok? –Yoongi preguntó a Taehyung, minutos antes de salir de su cuarto camino a su primera cita. Había tardado horas en elegir qué ponerse; si iba a dejar una impresión en su pareja, esperaba que fuera una muy buena.
–Creo que lo que tengas que saber de Hobi, él te lo dirá
–¿Y no hay nada que podría ocultarme?
Taehyung se encogió de hombros.
–Si te besa en la primera cita, estás en problemas.
–¿Por qué?
El menor se encogió de hombros y lo miró indescifrablemente. Era obvio que no iba a tener una respuesta a su pregunta.
Yoongi se encogió de hombros, al menos no dijo algo como “literalmente, se come a sus citas apenas salen del restaurante”
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–Dime algo que no le dirías a nadie–Hoseok susurró minutos después de que su hermana apagara la conversación por Skype entre ellos.
Eran las cinco de la mañana y todavía no se habían ido a dormir. Mickey tuvo una noche terrible, no dejaba de llorar y retorcerse. Y aun así Hoseok acompañó a su mascota todo el tiempo con palabras de ánimo e historias cortas. Yoongi vio todo el intercambio con una sonrisa ligera. Esa persona era su pareja, alguien dispuesto a acompañar quienes quería cuando lo necesitaran, y eso incluía al pequeño perro de ojos grandes que había pasado toda la noche gimiendo.
–Que tengo terror de lo que podría ocurrir mañana
–desarrolla
–Cada día que pasa me doy cuenta de que estoy más cerca de nunca cumplir mis sueños. ¿Nunca lo has pensado? Cada decisión que tomas, cada cosa que haces, cierra otras puertas que nunca habías pensado y que tal vez querrías abrir. Estudiar producción, venir a Seúl; por ejemplo, contigo, ya sé que, si no te gusta Nueva York, no podré ir a vivir allá.
–A mí me gustaría vivir en Nueva York–Hoseok sonrió traviesamente–. Podríamos ir allí para casarnos
Yoongi le devolvió la sonrisa. En cualquier situación huiría aterrado si alguien le dijera la palabra matrimonio durante la primera cita, pero con Hoseok era diferente. Esta era una promesa de un futuro, no una obligación.
–¿Cuál es tu secreto?
–Te iba a decir que solía ser emo–su pareja (Dios, amaba como sonaba esa frase) rio cantarinamente–Pero me ganaste en esta–besó su mejilla–. No soy de los que besan en la primera cita cuando quiero que se repita. Así que esto es lo máximo que vas a conseguir–Hoseok lo abrazó desde atrás y dejó el computador en el suelo–Vamos a dormir, Min.
Yoongi sonrió dentro de su abrazo con Hoseok. Era su primera cita y no había descubierto ningún color a parte del morado. Pero sí podía imaginarse un mejor futuro junto a su pareja.
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–¿Hay algo que debería saber sobre Jimin? –Jungkook le dijo en una situación muy similar al que Yoongi había tenido años antes. Lo único diferente era que el menor se había tardado cinco minutos en ponerse sus jeans, camiseta blanca y tenis Puma.
–Lo que tengas que saber sobre Jimin, él te lo dirá
–Pero...
–Ya sabes que están hechos el uno para el otro, ¿acaso no quieres tener más sorpresas?
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Cuando Seokjin y Namjoon llegaron tomados de la mano a la noche de cine, esta vez en el apartamento de Taehyung ya que iban a ver por enésima tercera vez “Una nueva Esperanza”, todos en el grupo sonrieron ampliamente. Bueno, salvo Taehyung, que estaba demasiado ocupado gritando “al fin” y convenciendo a Jimin y Jungkook que se unieran a su baile de la felicidad (no es necesario decir que los otros dos se unieron después de que Taehyung los mirara con sus ojitos de perro).
Fue un instante, pero en el momento en que intercambió miradas con Seokjin pudo leer el “Estoy dispuesto” en sus ojos.
Yoongi nunca había sentido tanto respeto por el mayor como en ese minuto.
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–Te extraño–Fue lo primero que Hoseok le dijo cuando volvió al apartamento. Yoongi estaba frente al televisor fingiendo que veía algo interesante cuando su pareja entró, y que no deseaba atraparlo en sus brazos y nunca volver a soltarlo.
Llevaban tres días sin hablar desde que su pareja salió del apartamento explicando que se iría con Jin y ese corto tiempo se había sentido como una eternidad. No era solo el hecho de que era físicamente doloroso estar lejos de tu pareja cuando la conexión ya era confirmada, sino que también afectaban los pequeños detalles: contarle tu día, pedirle que te pase la toalla (Yoongi siempre olvidaba su toalla sobre la cama), buscar alguien que se riera de tus estúpidos chistes e incluso, la discusión que solían tener sobre el control del aparato de música que se había convertido en una constante en sus vidas diarias.
» No puedo seguir en casa de Jin sabiendo que mi lugar es a tu lado
Yoongi no dijo nada, ¿qué podía decir en un momento como ese? ¿También te extraño? Eso era obvio.
» Nunca te habría hecho eso a ti–Hoseok continuó–. Sé que te afecta, pero fue una parte de un pasado que quiero olvidar y que nunca se va a repetir
–Promételo–dijo abruptamente. No lo había pensado, pero ahora le parecía lo mejor que podía haber dicho.
–¿Qué?
–Sé cómo eras y sé cómo soy yo. Tal vez algún día querrás volver a ser el mismo chico de antes
–¿En serio? –Hoseok entre insultado y sorprendido–. Yoongi, en este momento no hay nada mejor para mí que pasar las noches abrazado a ti. ¿Por qué querría volver a ser el mismo chico que iba de cama en cama en busca de un poco de diversión si tengo todo lo que necesito aquí?
–Eso lo dices ahora, Jung. Llevamos cinco años juntos, es fácil creer que quieres quedarte conmigo.
–¿Tú quieres quedarte conmigo? –Hoseok preguntó directamente. Sus ojos estaban llenos de algo que Yoongi no podía, ni quería, interpretar.
–Eso es diferente
–¿Quieres hacerlo?
La respuesta era fácil: Yoongi no podía imaginarse cómo su vida podría mejorar sin Hoseok a su lado.
» Te amo. No alcanzas a comprender lo mucho que te amo, Yoongi, y tampoco puedo prometerte que seguiremos amándonos en cincuenta años. Pero sí te digo que lo intentaré, que te acompañaré incluso en los días en que no quieras estar conmigo, que te esperaré para decirte buenas noches sin importar la hora a la que llegues y que nunca, por muy poco tiempo que me dediques, te engañaré con Jimin ni con nadie.
» Eres diferente a él. Dios, eres diferente a todas las personas a quienes he conocido. Y quiero mantenerte a mi lado durante la mayor cantidad de tiempo posible. Te amo, Yoongi.
» Ahora te pregunto, ¿quieres compartir el resto de tu vida conmigo?
Se abalanzó sobre su pareja para besarlo. En un momento como ese las palabras eran innecesarias. Hoseok era quien decía las cosas, Yoongi era quien actuaba con base a ellas. Eso y muchas cosas más los hacían el uno para el otro.
El sistema no era perfecto. Tenía sus fallas y muchas veces se metía a la fuerza en las personas. Pero ahora, en los brazos de Hoseok mientras el menor le daba besos por toda la cara, Yoongi no podía pensar en alguien mejor para él.
–¿Te casarías conmigo?