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Hyacinthum por Neko Komori

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Notas del capitulo:

Holi ")/
Feliz Navidad y año nuevo xD
Siento la tardanza, fue final de cuatri y estaba agonizando en trabajo.
Por cierto, queria avisarles, tengo una cuenta en Wattpad y decidí pasar este fic a esa cuenta, también para poder poner imagenes y eso.
Si desean pasarse por ahí, son bienvenidos. Pueden buscarlo con el mismo nombre o con mi cuenta "Dellnai"

Saludos a todos ")/

Apenas vi a mi padre perderse entre la espesura del bosque llame a Ara, ella entendía lo que necesitaba y estaba dispuesta a ayudarme; no tardamos mucho en llegar a Hyacinthum, me baje y llegue hasta aquel jardín esperando por mi abuela.

Leia los hechizos en silencio hasta que pasos me hicieron levantarme abruptamente, eran mas de una persona sin duda. Me puse alerta, a la primera persona que vi llegar fue a mi abuela, me miro con una sonrisa de lado antes de indicar a las demás personas que entrar a aquel jardín; instintivamente di algunos pasos hacia atrás.

-señores, ella es una muy cercana amiga de la princesa Gilia, y justo ahora necesita de su ayuda- mire a mi abuela y luego pase mi vista a esos hombres, los conté detenidamente era 8, y simplemente seguía sin entender de que iba todo eso ¿para que los había llamado?, tras unos segundos su mirada se fijo en mi- Dalia, estos hombres son los profesores de mi Gili, todo lo que ella sabe lo ha aprendido de ellos

-¿en verdad eres amiga de la princesa?- asentí levemente con algo de temor y los vi sonreír, al menos a la mayoría- siendo así, te enseñaremos todo lo que necesites - justo ahí lo comprendí todo.

Mi abuela me había dicho el día anterior que necesitaba mas que magia para proteger a Gil, entonces...ella había llamado a todos los profesores que ella había tenido para que me entrenaran a mi también....sonreí.

-muchas...muchas gracias, son...muy amables

-la princesa ha sido nuestra mejor estudiante, y siempre estaremos complacidos de ayudar a los que sean sus amigos.- sin poder evitarlo mi sonrisa se hizo mas grande; su pueblo en verdad la quería, para ellos, definitivamente, era una gran princesa....Si hombres tan grandes de edad le brindaban su apoyo, respeto y aparente cariño....entonces no debía ser diferente con toda la demás gente del pueblo...

Ella era amada por su pueblo...entonces...¿por que...?

-aprenderás lo básico de todos los ámbitos, y mas vale que te esfuerces- escuche hablar a mi abuela y asentí rápidamente, esta seria una oportunidad que no desaprovecharía por nada del mundo.

**********
Narrador.....

Semanas habían pasado, en las que el entrenamiento duro reinaba en Hyacinthum y Hydrangea; tanto la rubia como la pelirroja, se esforzaban por mejorar cada día que pasaba, siguiendo las instrucciones de sus respectivos entrenadores....

-Espada recta, Dalia, mirada al frente y deja de dudar– un hombre luchaba en pelea de espadas con la pelirroja quien intentaba con todas sus fuerzas no perder el equilibrio y mantener la espada al frente.

********

-sigue tu objetivo, concéntrate y no pierdas tu punto de equilibrio- dentro de Hydrangea, Gilia se mantenía al tanto de los entrenamientos de Amelia, dandole instrucciones con un semblante duro y estricto miraba a la princesa cabalgar con el arco en la mano, intentando dar al tiro del jardín

*******

-no necesitas ser fuerte, encuentra los puntos débiles del contrincante y utilízalos para tu ventaja– otro de los antiguos profesores de Gilia, enseñaba a Dalia a mantener el control en una batalla cuerpo a cuerpo; respirando agitadamente la pelirroja intentaba mantener el ritmo del profesor.

*******

-respira profundo y jamas dudes, postura recta y escucha todos los sonidos a tu alrededor- caminando a su alrededor, la azabache veía a la rubia con una venda en sus ojos, intentando enfocar su mirada en el lugar donde Gilia y Eldrian se encontraban; el mejor entrenamiento para evitar un ataque sorpresa.

******

-ataca las articulaciones, quita el punto de equilibrio a tu oponente y ganaras- en el suelo, la pelirroja recibía una mano y una lección por parte del profesor que acaba de tirarla al piso

*****

-nunca des la espalda al terminar una batalla, no todos pelean limpio y un ataque a la espalda es siempre una probabilidad- una mano por parte de Eldrian que le ayudaba a levantarse del suelo y una lección por parte de Gilia quien acababa de ver aquella batalla ente ambos príncipes, intentaba corregir los errores que había visto en la rubia.

*****

-Ahora los lees pero deberas aprenderlos cuanto antes, los básicos para inmovilizar, dejar inconsciente, sanar y dar protección serán tus mejores aliados- viendo a su nieta, recitar otro hechizo con gran éxito, le daba consejos para las futuras batallas; aunque la pelirroja no tenia muy en claro las intenciones de su abuela, la mujer de cabellos blancos estaba segura del potencial que tenia su nieta y lo mucho que podría ayudar a la azabache en un futuro no muy lejano. "Un equipo muy singular" a pensamientos de la anciana, un equipo que daría muy buenos resultados.

*****
Povs Dalia....

Las semanas habían pasado mas rápido de lo que pensaba...hacían prácticamente dos meses desde la ultima vez que había visto a Gil, y aunque cada día daba lo mejor de mi en los entrenamientos, el vacío que su ausencia me provocaba nunca se iba, la extrañaba demasiado, pero no tenia la suficiente valentía para ir hacia el castillo; atravesar el pueblo y preguntar por ella seria tan sencillo, y para mi es casi como una misión imposible.

¡¡DEBO DEJAR DE TENER TANTO MIEDO A LAS PERSONAS!!

Necesito quitarme este temor, realmente lo necesito...

Suspire fuertemente, ese era el único día de la semana en que no iba a Hyacinthum, algo así como mi "día de descanso" sin embargo yo no quería descansar; todo el libro de hechizos de mi madre y salí al bosque; el sol alumbraba todo alrededor.

Una vez me aleje lo suficiente de la cabaña, lo abrí y comencé a recitar hechizos de sanación, mi abuela me había dicho que esos funcionarían independientemente de si se trataba de una persona, un animal, una planta o un ser mágico; justo ahora intentaba sanar un árbol agonizante.

El silencio reinaba el bosque hasta que escuche unas ramas tronar detrás mío, se escuchaba una respiración pesada acercándose, un escalofrío recurrió mi espalda mientras daba vuelta con lentitud. Sentí un viento frío sobre todo mi cuerpo, mientras mis ojos se abrían con sorpresa, justo frente a mi a un varios de metros un wendigo me miraba ferozmente, mis manos temblaron sin poder evitarlo y el libro cayo de mis manos; me agache con rapidez buscando algún hechizo que lo durmiera, intentaba recitarlo lo mejor que podía pero no daba resultado.

Lo decía una y otra vez con rapidez pero no funcionaba, estaba demasiado nerviosa tras ver la velocidad con la que se acercaba hasta mi; cerré los ojos y me cubrí con mis brazos, esperando lo peor, una vez lo vi a un par de metros apunto de saltar sobre mi.

El sonido de algo golpeando contra los arboles y luego el suelo me hizo bajar los brazos y abrir los ojos.

Aquella criatura ahora mantenía tres fechas en su cuerpo, una atravesaba su cabeza de lado a lado, la otra parecía haber quedado en su pecho y la ultima se encontraba atravesando su cuello. La sangre salía de su cuerpo a grandes cantidades, llenando la tierra de esa viscosidad negra. Miraba con asombro aquella cosa mientras me levantaba con lentitud. No se movía en absoluto, era un hecho que estaba muerta.

- Debes tener mas cuidado- escuche aquellas palabras a mi espalda y sentí a mi corazón dar un vuelco, mi respiración se había vuelto pesada mientras daba vuelta con lentitud.

Ahí estaba ella; viéndome con su estupida sonrisa y su arco en una mano.

Gilia.

Quería gritar pero al contrario corrí hasta sus brazos, abrazándola lo mas fuerte que podía; la había extrañado tanto, todo ese tiempo me había hecho tanta falta...sus tontos comentarios, su horrendo sentido del humor, su maldita risa y esa molesta mirada celeste que me dejaba sin palabras.

Si antes tenia dudas sobre lo que sentía, tras su larga ausencia, ahora, al tenerla de nuevo aquí, aferrada a su cuerpo con fuerza, solo podía decir que la amaba; la amaba demasiado. Ella era todo lo que necesitaba.

Senti sus brazos alrededor de mi cintura correspondiendo mi abrazo y solo pude sonreír mas fuerte mientras sentía mis ojos comenzar a cristalizarse, enterré mi rostro en su hombro y deje que las lagrimas salieran, estaba tan feliz de tenerla de vuelta, tan feliz de verla y saber que estaba bien, que estaba conmigo y no me odiaba.

Demonios, Gilia...¿por que has sido tu quien se ha robado mi corazón.?

Aspire su aroma sin poderlo evitar y me negué a soltarla, necesitaba sentirla mas tiempo junto a mi y saber que no estaba alucinando; la escuchaba reír levemente de a ratos mientras me abrazaba con la misma fuerza que yo lo hacia o quizás un poco mas.

Por fin después de varios minutos le solté un poco, pasando mis manos a sus mejillas, mire su rostro fijamente y comencé a reír emocionada.

-yo también te extrañe, Dalia– me dio una hermosa sonrisa antes de besar mi frente, y limpiar los rastros de lagrimas de mis mejillas con sus pulgares. Tome una de sus manos con la mía y la mantuve en mi mejilla.

-Te quiero tanto, Gil, por favor, no vuelvas a alejarte...– sin filtro alguno las palabras habían salido de mis labios, mientras me aferraba de nuevo a ella con fuerza.

-no lo haré, te lo prometo- la sentí alejarme un poco, su mirada celeste me veía con tanto cariño que derretía todo dentro de mi; me había perdido tanto en ese brillante azul que reaccione solo cuando sentí sus labios sobre mi mejilla, sentí un rubor cubrir mi rostro; antes de escucharla murmurarme al oído– yo también te quiero Dalia

Y la ultima barrera en mi ser se destruyo al instante.


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