Me encontraba sentado en mi sofá esperando que mi alarma sonará y llegará mi cuidadora para acompañarme hasta el colegio.
Hacia bastantes años que repetimos la misma rutina: Me levantaba y me sentaba en el sofá, ella venía y me daba el desayuno y después me llevaba al colegio. Pero esta vez parecía ser distinto ya que mi cuidadora estaba llegando tarde. Mi móvil comenzó a sonar. Palpé la mesita hasta encontrarlo y me lo lleve a la oreja.
-. ¿Si?
-. TaeHyung cariño, hoy no podré llegar a tiempo para recogerte … Se me ha complicado un poco la cosa ¿Crees que con Yoko serás capaz de ir al colegio su solo?
-. Em… No está muy lejos así que puedo intentarlo.
-. Si lo necesitas podemos mantener el contacto y así te voy guiando .
-. De acuerdo
……
Conseguí llegar a la entrada de la escuela sin perderme oh tropezarme ni una sola vez ¡Eso era increíble!, llevaba a Yoko atado a mi brazo para mayor seguridad.
Sabía que si lo dejaba afuera el no se iría hasta que yo saliera así que eso hice.
-. Hasta luego pequeño, no te vayas he…
Y le di unas suaves palmaditas en la cabeza antes de agarrarme de la barandilla de las escaleras y adentrarme en el gran edificio en el que me esperaban los demás alumnos a quienes no le caía muy bien.
Cuando llegue a mi clase el maestro me saludo y me acompañó hasta el pupitre en el que él ya había colocado mis cosas. Los profesores solían ser muy respetuosos conmigo, y esa era una de las razones por las que no le caía bien a los demás alumnos.
-. Buenos días señorito Kim su asiento ya esta preparado, acompañeme
-. Muchas gracias .- le respondi tras ser guiado por el.
La clase fue rápida ya que estuvimos haciendo un debate sobre si podría o no la magia. El tema del debate me gustaba bastante ya que podría expresar mi libre opinión, ser juzgado y poder rebatirle de nuevo, hasta que alguien dictara la sentencia de la persona que ganaba el merito de la razón. Así que siempre que lo hacíamos ponis bastante de mi parte.
A tocar el timbre el profesor abandono la sala y en su lugar entro el director anunciando a un nuevo alumno llamado JiMin. El asiento a mi lado resultó ser el único pupitre libre así que el se sentó a mi lado.
-. Buenos días .- Me saludo una vez que se había acomodado en la silla
-. Buenas -. Le respondí con mi cabeza hacia adelante
-. Es un poco maleducado no mirar a alguien a la cara cuando se le esta hablando ¿Sabes?.
-. Entonces… ¿Que debería pensar de mi la gente? .- le respondí inmediatamente con mi mirada aun alfrente
-. De acuerdo, por cierto ¿Podrias compartir libro conmigo?
-. Claro, no iba a usarlo mucho, la verdad es del profesor
-. Em… De acuerdo, gracias.
Por fin llego la hora del receso y yo abandone el aula de estudio de la mano de mi única amiga Alicia. Que era una chica española que se había mudado hace mucho tiempo a Corea.
Ella no iba a mi misma clase, pero siempre me esperaba a la salida de todas ellas, para estar conmigo. Me había ayudado mucho en lo que llevábamos de tiempo siendo amigos. Siempre me daba la mano y me acompañaba a todas partes, ella era muy buena conmigo y yo no sabia la razón ya que yo nunca podría agradecerle todo lo que hacia mi cada uno de los días que pasaban.
Mientras Caminábamos hacia el rinconcito del patio en el que solíamos sentarnos a hablar me volví a fijar en el tacto de sus manos, estas eran muy suaves y su pelo era muy sedoso y su rostro tan lisa.
-. ¡Y blanca! ¡Soy blanquisima Tae! .- repetía cada vez que yo le recordaba como suave era su rostro.
-. Jajajaja sabes que yo no juzgo esas cosas…
-. Lo se, eso hace mas perfecta tu personalidad
-. Gracias Alicia .- le Sonreí pero no podía ver si ella me devolvió la sonrisa
……
Las clases ya habían acabado y yo salí agarrado de la barandilla hasta la puerta principal, justo después de haberme despedido de alicia que me había dejado en el principio de las escaleras. Puesto que ella se quedaba una hora mas, por que estaba en un curso diferente a mi y los horarios por lo tanto también eran diferentes.
Oí ladridos de Yoko y eso me hizo querer correr a abrazarle pero pille un bache (desnivel en el suelo) que no pude ver y me tropecé consiguiendo que hací me raspara las rodillas con el suelo, Yoko se lanzo a mis brazos y empezó a lamerme entero, de la cabeza hasta los pies. Cuando tenis pensado en levantarme, para no parecer mas idiota aun de lo que debería parecer una voz se escucho tras de mi.
-. ¡Hey! ¿Estas bien? .- ¿Donde había oído esa voz? ¡Claro! Era del nuevo alumno Jimin. Sus brazos me agarraron por detrás y me levantaron, una vez de pie, me giro hasta colocarme frente a el.
-. ¿Te has hecho daño? .- su voz se escuchaba preocupada
-. No, tranquilo estoy acostumbrado a caerme
-. Eso no es bueno ¿Quieres que de acompañe a casa?
-. De acuerdo, no esta muy lejos
-. Tranquilo, eso no importa… Andando .- tomo mi mano y empezamos a caminar tomando la correa de yoko -. Así no te caerás mas veces.-
Mientras Caminábamos a un paso lento íbamos hablando de cosas triviales, hasta que dijo algo que me dejo un poco impactado.
-. Tienes unos ojos bastantes bonitos, es un color marrón mezclado con un brillo azulado. No había visto a nadie que lo estuviera así
-. Vaya que irónico ¿De verdad te gustan?
-. Aja, son muy bonitos.
-. Muchas gracias, pero no creo que sirvan de mucho tenerlos del color que sean
-. Ajajaja ¿Por lo que la belleza esta en el interior? Bueno, tienes razón pero a veces son muy útiles
-. Bueno to no lo creo así
-. ¿Por que no?
Justo en ese momento Yoko empezó a ladrar avisando que ya habíamos llegado a mi casa.
-. Mi casa es esta, te tengo que dejar… Muchas gracias por acompañarme ¿Vives muy lejos? .- Le pregunte mientras intentaba la puerta
-. No, estoy por aquí cerca, pero… Te preguntarle una cosa
-. Claro, dime… Te escuchó .- Digo esto una vez que pude meter la llave en la cerradura y abrirla
-. ¿Por que nunca miras a los ojos?
-. Por que una mirada no siempre dice todo… Nos vemos -. Entro con Yoko a casa cerrando la puerta detrás de mi.-