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38. Ravi (04) por dayanstyle

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—Respira —Ravi dijo gentilmente mientras acariciaba la espalda de Hak Yeon—. Respira pequeña flor.

Hak Yeon tomó dosis pequeñas de aire mientras abría los ojos lentamente. Ravi nunca en su vida había estado tan aterrorizado cuando vio a Hak Yeon retorciéndose de dolor. Por más deseos que tuviera de  matar a Kim Soo Hyun, la necesidad de sacar a su pequeño amigo de la situación tenía prioridad.

—¿Cómo te sientes?

Hak Yeon asintió aunque aún lucía un poco verde. Viajar a través de  las sombras siempre hacía que los neófitos sintieran náuseas, pero viajar a través del portal incluso le dio a Ravi retorcijones en el estómago. No era su forma favorita de transporte.

Con Hak Yeon aún envuelto fuertemente en sus brazos, Ravi caminó hasta su sofá y se sentó, sintiendo que finalmente podía relajarse. Nunca había estado tan complacido de ver su apartamento. No estaba seguro de cuánto tiempo había estado fuera, pero se sentía bien regresar a casa.

—¿Dónde estamos? —Hak Yeon preguntó mientras miraba alrededor.

—Mi hogar.

—¿En el reino demonio?

—Si. —Ravi respondió. Se acomodó hacia  atrás, acariciando con su mano la espalda de Hak Yeon mientras le sonreía—. Lamento  haber estado lejos por tanto tiempo.

Sus ojos se agrandaron en sorpresa cuando Hak Yeon le golpeó el pecho. Nunca antes el hombre había tenido tal audacia. »¿Por qué fue eso?

—Por hacerme creer que estabas muerto. —Hak Yeon replicó acaloradamente, su labio inferior sobresalía.

—Pero yo no estaba muerto.

—¿Cómo podía saber eso? —Hak Yeon preguntó mientras miraba a Ravi con sus grandes ojos de venado. Ravi sintió que su polla se hacía gruesa y sabía necesitaba bajar a Hak Yeon de su regazo. El pequeño hombre era su amigo y nunca había dado señales de que quisiera algo más. A pesar de que había declarado a Him Chan que deseaba quedarse con Ravi y ser suyo, muchas cosas eran dichas bajo terribles circunstancias. ¿El hombre quiso decir eso? ¿Realmente quería ser de Ravi?

Ravi quería más, mucho más. Él quería estar para siempre con el pequeño hombre. —Lo siento, te preocupé. —Y así fue. A pesar de que había sido secuestrado y torturado, Ravi sentía que había preocupado al hombre. Supo que su corazón ya no era suyo cuando los sentimientos de Hak Yeon le llegaron.

¡Buenos dioses, he caído duro!

—¿Puedo explorar? —Hak Yeon preguntó mientras se alejaba de Ravi, llevándose la calidez con él. Ravi se resistía a dejarlo ir, pero le dejó en libertad y asintió. Había robado un par de pantalones de gimnasia de un tendedero de ropa y era lo único que llevaba puesto. Su polla ya formaba una tienda de campaña y no quería que Hak Yeon viera la evidencia de su excitación.

—Estarás aquí por algún tiempo. Este será tu hogar entonces explóralo. —Odiaba que Hak Yeon se viera envuelto en toda esta mierda. Durante años había intentado todo lo posible para mantener a Hak Yeon protegido y lejos del reino demonio.

Realmente se había esforzado.

 

Ravi suspiró cuando se apartó del sofá, dirigiéndose a su dormitorio para vestirse apropiadamente mientras Hak Yeon se ocupaba de su exploración. Tenía que dejar saber a los otros guerreros que él estaba de vuelta, pero Ravi tenía la sensación de que Him Chan se había ocupado de eso.

 

Ravi abrió su closet tomando un pantalón y una camisa  de abotonar. Necesitaba una ducha. Ahora que estaba de regreso a su apartamento, pudo sentir sus heridas sanando. El edificio de apartamentos donde los guerreros vivían tenía encantamientos mágicos protegiéndolo, evitando que cualquiera entrara. No había una puerta de entrada al edificio. Solo se accedía a través de las sombras y solo un guerrero podía entrar en él.

 

El   edificio   también   tenía   otra   ventaja.   Mientras   los guerreros estuvieran allí, sus poderes eran renovados. Ellos sacaban su fuerza del mismísimo ladrillo.

Dio un paso bajo el chorro de la ducha, dejando que el agua caliente golpeara en sus músculos doloridos. No estaba seguro de cuánto tiempo había estado fuera, pero sentía como si años de suciedad se arrastraran en su piel. Ravi se frotó, dándose cuenta de las marcas en sus muñecas estaban desvanecidas, pero no desaparecían. Giró sus manos otra vez, preguntándose por qué las cicatrices permanecían. Estando dentro del edificio deberían haber sanado por completo. Esto era extraño.

—¿Ravi?

Ravi saltó. Hak Yeon lo había asustado hasta la mierda. ¿Qué en el infierno estaba haciendo el chico en el baño? —¿Si?

—Hay alguien aquí que viene a verte.

Sin   pensarlo,  Ravi     saltó  de   la   ducha  y   agarró   una  toalla, envolviéndola alrededor de su cintura mientras corría hacia la sala.

Rodó los ojos cuando vio a Jimmy allí de pie con una curiosa mirada en su cara.

—¿Qué? —él ladró y luego suspiró. No era culpa de Jimmy que él tuviera arriba sus defensas. Después de lo que le había sucedido Ravi estaba en el borde.

—Hola a ti también, imbécil. —Jimmy se rió abiertamente—. Me alegra ver que no has cambiado mucho.

—Espera. —Ravi dijo mientras pasaba al lado de Hak Yeon quien le miraba con extrañeza. Entró en su dormitorio tirando la toalla a un lado, agarrando sus ropas y vistiéndose. A continuación entró en el cuarto de baño y cerró la ducha.

Ni siquiera un momento de paz. 

Descalzo,  Ravi  se  reunió  con  Jimmy  en  la  cocina    mientras preparaba un poco de té.

—Entonces, ¿qué has estado haciendo? —Jimmy peguntó mientras se sentaba en la mesa.

Esa era una muy buena pregunta. Ravi había escapado pero no había podido descubrir donde había estado. Sabía que era el reino de los humanos, pero eso era todo. Él no había permanecido en un estado de ánimo adecuado, una vez que se escapó. Pensamientos sobre la seguridad de Hak Yeon le habían impulsado a buscar una sombra y encontrar a su amigo.

—El reino humano —respondió mientras servía una taza de té para él y para Jimmy.

Ravi sirvió una tercera taza cuando recordó a su invitado. Al poner la tetera sobre el fuego de la cocina, un dolor agudo le atravesó el cráneo, haciendo que Ravi agarrara el mostrador con fuerza. Trató de respirar a pesar del dolor, pero era difícil.

 

Su cráneo se sentía como si estuviera siendo partido por la mitad y luego surgió un recuerdo. Era un recuerdo de su cautiverio.

Un recuerdo del que no se acordaba.

—¿Ravi?

Ravi escuchó la voz de Hak Yeon, pero el recuerdo se apoderó de él y le hizo ver cuando colgaba allí, suspendido en el aire, una aguja siendo inyectada en su pie. A medida que la visión corría, sintió un latido bajo en el pie cuando la aguja se salió de su piel.

Su respiración se hizo trabajosa mientras Ravi se miraba los pies descalzos, pero no veía ningún tipo de marca. Ni siquiera estaba seguro de si el recuerdo era real, pero el dolor estaba.

—¿Ravi? 

Se dio la vuelta para ver a Hak Yeon y a Jimmy, observándolo fijamente. —Yo… uh.

Jimmy frunció el ceño. —¿Pasa algo?

Ravi miró de nuevo sus pies. La piel estaba inmaculada, pero el recuerdo había sido tan real. Ravi se preguntó si estaba perdiendo su mente y si en este punto podría confiar en sus recuerdos. Quizá estaba más jodido de lo que pensaba.

—Nada. —Ravi no pudo confesar algo tan horrible cuando él mismo no sabía si eso venía de sus pesadillas o si había verdaderos recuerdos en su cabeza—. Solo estoy cansado.

Ravi supo que Jimmy no había comprado sus palabras cuando él miró hacia arriba y Jimmy le estaba mirando fijamente. Ravi se encogió de hombros. ¿Qué otra cosa podía hacer? No estaba preparado para discutir lo que le había sucedido. Infiernos, ni siquiera estaba seguro de saber que había pasado.

»Bebe tu té.

Jimmy arqueó una ceja pero tomo su taza y la llevó a la pequeña mesa fuera de la cocina. Ravi estaba agradecido que el hombre no dijera nada. Además del hecho que no quería que Hak Yeon supiera demasiado, tampoco quería explicar su pesadilla a todo el mundo. Él sabía que tendría que hacerlo tan pronto como Him Chan regresara. Pero él podía esperar. Eso le daría tiempo para ordenar sus pensamientos.

Ravi se sentó frente a Jimmy. Escondió su sonrisa detrás de su taza de té cuando Hak Yeon rápidamente eludió a Jimmy, asegurándose de no tocarlo y luego corrió a sentarse junto a Ravi.

»¿Ustedes dos ya se conocen? —preguntó mientras miraba entre los dos hombres, tomando nota del gesto de enojo en ambos rostros.

Era casi cómico. Hak Yeon miró como si quisiera extraer las   entrañas de Jimmy y bailar con ellas mientras miraba a través de la mesa. Jimmy miró contrariado, como si no pudiera entender por qué había un ser humano en el reino demonio. Humanos vivían allí, un puñado, pero traer uno aquí cuando los tiempos eran caóticos, no era la medida más inteligente que un hombre pudiera tomar.

Cuando los dos hombres sacudieron sus cabezas, Ravi suspiró profundamente. Podía sentir un dolor de cabeza construyéndose desde la base de su cráneo. »Hak Yeon, este es uno de mi amigos, Jimmy. Trabajamos juntos. Jimmy, este es Hak Yeon. Es un amigo.

Si las cejas de Jimmy se arquearan más con esas palabras, habrían rozando la derecha de su cara. Ravi sintió un gruñido comenzar en su pecho. No le gustaba ser cuestionado, incluso si era sólo con una ceja elevada. Desde su escape de Baku, Ravi tomaba seriamente su posición como un guerrero. Ser cuestionado irritaba sus nervios. »Him Chan sabe que está aquí.

—Si, ¿pero por qué está aquí?

—Porque ese tipo estaba chiflado. —Hak Yeon intervino—. Preferiría estar en cualquier lugar en donde él no estuviera.

Ravi gruñó. Sabía lo que seguía y había estado tratando de evitarlo por unos pocos minutos más.

—¿Qué tipo? —Jimmy preguntó.

Ravi pudo sentir su pulso palpitando es su sien mientras observaba a Jimmy. Hak Yeon ya había visto suficiente. No necesitaba conocer los detalles. Pero sabía que la única manera de terminar esta conversación rápidamente era respondiendo a Jimmy.

—Kim Soo Hyun. —Ravi respondió por Hak Yeon—. Él iba tras Hak Yeon.

—¿ Soo Hyun?  —Jimmy  gritó  mientras  saltaba  de  la   silla—. ¿Kim Soo Hyun?

Ravi asintió.

Jimmy frotó su cara con sus manos. —Jódeme hombre.

—¿Eso es siquiera posible? —Hak Yeon preguntó. Ravi miró a Hak Yeon. —¿Qué es posible?

—Joder mientras corres. —Hak Yeon se encogió de hombros—. Es decir, puedo imaginar la lógica de eso, pero siendo realistas, ¿es eso posible? ¿Qué pasa si tropiezas? Podrías romperte algo realmente importante o… o… —Hak Yeon se estremeció—. No estoy seguro que incluso quiera imaginármelo.

Ravi miró fijamente, su mente registrando de golpe las palabras de Hak Yeon. De pronto comenzó a imaginarse jodiendo a Hak Yeon mientras corría a través de las calles. Al principio la fantasía era caliente. Su polla se sacudió estando de acuerdo. Ravi casi podía saborear el sudor de la frente de Hak Yeon.

Y entonces se imaginó dando tumbos y tropiezos, tal como Hak Yeon dijo. Ravi se estremeció y apretó sus piernas juntándolas. Sí, tal vez no. Una superficie plana funciona mucho mejor. Ravi gimió y se pellizcó el muslo para darse algo más que pensar que no fuese el voluptuoso cuerpo de Hak Yeon extendido por toda su cama.

»Yo estaría dispuesto a probarlo al menos una vez, sin embargo    —continuó Hak Yeon—. Siempre he creído que debes tratar de todo al menos una vez. Si te gusta, vuelves a intentarlo. Si no te gusta, pasas a otra cosa.

Ravi se atragantó mientras casi se traga su lengua. ¿Era eso una invitación? Eso era algo que sólo imaginaba en sus sueños. Ravi sabía la historia de Hak Yeon y lo mal que el hombre había sido abusado. Oírle hablar de esa manera fue algo que nunca soñó que oiría.

Aún así, sólo porque Hak Yeon estuviera diciendo lo que estaba diciendo no quería decir que quería que le saltaran encima. Ravi dejó escapar un tembloroso suspiro y miró a Jimmy. Un gruñido bajo y amenazador se encendió en el pecho cuando encontró a Jimmy mirando a Hak Yeon con una mirada especulativa. Ravi se puso de pie y colocó su cuerpo entre Hak Yeon y Jimmy.

—Mío.

La cabeza de Jimmy negando y luego su rostro palideció mientras retrocedía, levantando sus manos en señal de rendición. —Hey, no hay problema.

—¿Eso significa que dormirás conmigo?

 

Ravi gimió apretando los puños. Sus ojos se cerraron cuando  bajó la cabeza hasta el pecho. Simplemente no había ganancia para él. La dulce inocencia en la voz de Hak Yeon, combinada con el deseo, iban a ser la ruina de Ravi. Si esto continuaba, no tendría ninguna manera de negarse al hombre. Quería a Hak Yeon demasiado y desde mucho tiempo atrás.

—Debidamente anotado —Jimmy dijo mientras retrocedía hacia la puerta principal—. Voy a irme. Déjame saber cómo ese dormir juntos funciona para ti, Hak Yeon.


Ravi casi suplicó a Jimmy que se quedara hasta que vio el brillo interesado en los ojos de Jimmy mientras miraba a Hak Yeon de nuevo. Ravi gruñó y dio un paso adelante. Los ojos de Jimmy se abrieron como platos cuando miró de nuevo a Ravi. Dio un salto hacia la puerta, cerrándola tras de sí un segundo más tarde.

Ravi dejó salir otro profundo suspiro y se giró hacia Hak Yeon. — Hak Yeon tú no puedes… Oh dulce madre de misericordia.

Hak Yeon estaba de pie detrás de Ravi, su culo completamente desnudo. Sus ropas acomodadas, cuidadosamente dobladas sobre la mesa junto a él. Los ojos de Ravi miraron bruscamente alrededor de la habitación y luego aterrizaron de nuevo en el delgado cuerpo de Hak Yeon. La tan blanca-como-la-leche piel no ayudó a Ravi, quien no pudo evitar tener una erección instantánea. Para ser un hombre tímido, Hak Yeon estaba siendo muy audaz. Él estaba allí de pie mirando a Ravi con anticipación en sus ojos negros como el carbón.

»Tu… uh.

—¿Qué? —Hak Yeon preguntó inclinado su cabeza, su sedoso cabello negro deslizándose por su hombro. Ravi gimió ante la vista. Él solo podía imaginar cómo se sentiría el cabello de Hak Yeon mientras el mismo se deslizaba por sus dedos.

 

Tenía que dejar de pensar de esa forma. Hak Yeon estaba aquí por protección solamente, no para juguetear entre las sábanas.

Al menos eso era lo que Ravi estaba tratando de decirse a sí mismo. No estaba seguro de porque Hak Yeon estaba haciendo eso, pero él había conocido al hombre por muchos años y este no era el Hak Yeon que conocía.

Entonces, ¿cómo lo rechazaría sin herir sus sentimientos? Era la última cosa que Ravi quería hacer. Hak Yeon era demasiado dulce y Ravi no quería ver el dolor en los ojos del hombre ante su rechazo.

Cambió el peso de su cuerpo al otro pie, mientras sus ojos se deslizaban por el cuerpo de Hak Yeon, deteniéndose en la erección que sobresalía entre las piernas del hombre.

Joder, estaba en problemas.

 

continuara... 

Notas finales:

O_O


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