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38. Ravi (04) por dayanstyle

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Him Chan entró al apartamento de Ravi evaluando al guerrero mientras caminaba dentro de la sala. Se veía curado, pero las apariencias siempre  engañan.  Him Chan  había  aprendido  eso  muchos  años  atrás. —¿Dónde está Hak Yeon?

Ravi cerró la puerta, girándose para enfrentarlo. —Descansando. Por como lucían las cosas, los dos habían hecho más que   descansar.

Pero eso no era problema de Him Chan. —¿Y cómo te sientes?

 —Mejor que ayer.


—Quería hablar contigo sobre tu cautiverio. —Him Chan comenzó mientras tomaba asiento en frente de Ravi—. ¿Qué recuerdas? Ravi encogió los hombros y atravesó el salón para sentarse en el sofá, sus músculos visiblemente tensos mientras su dedo pasaba sobre las heridas que rodeaban sus muñecas.

Ravi respiró profundamente y se recostó hacia atrás, colocando un brazo sobre el respaldo del sofá mientras miraba a Him Chan. —Para ser honesto nada. Recuerdo caminar y escapar, pero no recuerdo ser raptado o lo que pasó después de eso. —Se inclinó hacia adelante apoyando su brazos en su piernas—. Pero algunos extraños recuerdos están jugando alrededor de mi cabeza. No estoy seguro si son reales o no.

Him Chan tenía la sensación que eran muy, muy reales. Todo sobre esto no tenía sentido para él. Ravi se había ido por dos meses. ¿Cómo podía estar perdido por dos meses y no tener ni una sombra de recuerdos?

Se sentó hacia adelante cepillando su barbilla con la mano. —Quiero que veas al guardián. Él puede acceder a tus recuerdos, a los momentos que perdiste.

 

Ravi saltó de su silla sacudiendo sus manos vehementemente. —He escuchado historias de horror sobre exploraciones que salieron mal.

—Verdades a medias.

—¿Estás dispuesto a colocar tus memorias en la línea para probar eso? Yo no. ¿Incluso lo has hecho alguna vez?”

—No.

Ravi gruñó. —Eso creí. Tanto como quiero recordar, no estoy dispuesto a que vuelvan mierda mi cerebro en el proceso.

—Ravi.


—¡No! —Ravi ladró ruidosamente—. De ninguna manera. Encuentra otra forma. La mayor parte de mis recuerdos pueden ser violentos y sangrientos, pero son míos.

—Muy bien. —Dijo Him Chan y se levantó de su asiento—. Encontraremos otra forma. —No estaba seguro de conocer otra manera, pero tenía que intentar. Las cosas se estaban volviendo extrañas en Serenity City y Him Chan necesitaba respuestas. Pensaba que el tener acceso a los recuerdos de Ravi sobre lo que le había pasado le ayudaría, pero el guerrero no había cedido.

Y para ser honesto, no culpaba al hombre.

 

Ravi se quedó mirando fijamente hacia la puerta por  donde Him Chan había salido. Podía sentir su cuerpo entero temblando. Parte de ello era rabia ante la idea de alguien indagando en su mente. Tenía verdaderos horrores que nunca verían la luz del día, pero la mayor parte era miedo.

Tenía miedo de encontrar lo que le habían hecho. Los recuerdos estaban ocultos por una razón y esa era la forma en la que Ravi quería que permanecieran. Tan solo esa fugaz visión en la cocina lo había asustado hasta el infierno. Si una pequeña memoria le había hecho eso que pasaría si todo llegara y lo inundara.

Ravi no estaba seguro si sobreviviría a eso.


—¿Todo está bien? —Hak Yeon preguntó desde la puerta de la habitación, una sábana envolviendo su delgado cuerpo. Podía ver la vacilación en los ojos de Hak Yeon estando allí de pie.

—Si. —Ravi dijo mientras se recostaba en el sofá. Su cuerpo aún se estremecía ligeramente, sus manos temblaban mientras las levantaba para peinar su cabello—. Todo está bien.

La mentira fue amarga en la boca de Ravi pero él necesitaba proteger a su pareja. La fealdad de la situación nunca manchó a Hak Yeon y quería que siguiera siendo así. Su compañero era puro, inocente.

Hak Yeon correteó a través del suelo, tomando un asiento al lado de Ravi en el sofá. —¿Puedo preguntar de que se trataba?

Ravi no quería decirle otra mentira. La piel se le puso como de gallina al pensar en comenzar su vida con su pareja rodeada por el engaño. Acercó al pequeño hombre a sus brazos y lo sostuvo mientras descansaba la barbilla en la cabeza de Hak Yeon. —Quizá, algún día.

Ravi necesitaba hablar con Jimmy. Ellos no estaban ni cerca de la pista de Kim Woo Bin y él necesitaba sacar a Danny Im y a Kim Soo Hyun de las calles. El reino demonio no estaba a salvo con esos bastardos chupa-almas sueltos.

 

Lo que más le sorprendía era el hecho de que todo estaba muy quieto respecto de Kim Woo Bin. La criatura usualmente causaba caos y destrucción, pero no había habido una pista de él desde que se escapó del inframundo.

Sabía que Jimmy estaría en el club del Hoya a esta hora de la noche, entonces ese era el lugar a donde necesitaba ir. —Tengo una diligencia que hacer. ¿Estarás bien por tu cuenta?

Hak Yeon sacudió su cabeza de forma afirmativa. —Quiero  ver el reino demonio. He estado en un solo lugar por demasiado tiempo. Es tiempo de salir y explorar.

Justo lo que Ravi no necesitaba, a Hak Yeon yendo camino al peligro.

—Como  te  he  explicado  antes,  Serenity  City  no  es  seguro.   No puedes ir pequeña flor.             

Ravi no estaba seguro de que infiernos había sucedido, pero él estaba allí en el club con Hak Yeon a su lado. Su pareja miraba a su alrededor con asombro mientras Ravi divisaba a Jimmy en una de las mesas, un twink sentado en su regazo.

Este no era el lugar en donde Ravi quería a su pareja, pero encontró realmente difícil decir no después de la espectacular mamada que Hak Yeon le había dado. El hombre había nacido para chupar pollas.

—¿Toda esta gente son demonios? —Hak Yeon preguntó empezando a alejarse. Ravi lo agarró por el brazo y lo tiró hacia atrás. No le gustaban las miradas que algunos clientes le estaban dando a su pareja.

—No, hay variedad de especies aquí. Creí que habíamos hablado sobre no alejarte por ahí.

—¿Humm? —Hak Yeon dijo mientras levantaba su mirada hacia Ravi—. Oh, si lo hicimos. Lo siento.

Ravi pasaba un duro trabajo mientras se empujaba a través del club Diablo, dirigiéndose directamente hacia Jimmy. Cuanto antes saliera de allí, evitaría tener que matar a alguien por mirar a Hak Yeon con cruda lujuria en sus ojos.


Ravi fue sorprendido con la guardia baja cuando el delgado cuerpo de Hak Yeon se estrelló contra el suyo con mayor fuerza de la que el flaco chico debía tener. Golpeó fuertemente el suelo aterrizando sobre sus rodillas antes de levantarse para preguntar a su compañero qué infiernos le pasaba.

Su boca se abrió cuando Hak Yeon saltó hacia un twink, arrancando su cabello mientras gritaba la palabra MIO. Ravi se quedó atónito por un momento antes de cerrar la distancia para tirar de su compañero.

Luchando como un gato del infierno Hak Yeon no liberaba al hombre. Su compañero comenzó a golpear al tipo varias veces antes de que Ravi fuera capaz de alejarlo. El twink miró Hak Yeon mientras señalaba con el dedo a su compañero. —¡Hazlo de nuevo y voy a patear tus pelotas entre tu garganta!

—Toca el culo de mi pareja de nuevo y patearé tu cara con mi    bota.

—Hak Yeon gritó retorciéndose para liberarse. ¡Santo infierno!

Ravi había pensado que su pareja era tímida y asustadiza. Joder  si él no había tenido una revelación.

 

Una pequeña multitud comenzó a formarse alrededor de los dos hombres, algunos mirando con simpatía a Hak Yeon, otros con un brillo malicioso en los ojos, como si realmente desearan ver una pelea. Ravi jaló a Hak Yeon mientras se encaminaba a la mesa de Jimmy.

—¿Quieres decirme qué fue todo eso? —Le preguntó a  su compañero cuando se sentó, tirando de un acalorado Hak Yeon hacia abajo sobre su regazo. Sus malditas rodillas lo estaban matando ahora. Su compañero estaba lleno de muchas sorpresas que Ravi ni siquiera había imaginado... y estaría mintiendo si dijera que no estaba encendido por ellas.

—Él te tocó.

—Hak Yeon, tu no puedes…


—Si, si puedo. —Hak Yeon lo interrumpió—. Cualquiera que te toque conocerá mi ira.

Si la situación no fuera tan seria, Ravi sonreiría de oreja a oreja. Infiernos, en realidad no era tan grave. Su sonrisa se extendió por su cara hasta que Jimmy se inclinó sobre la mesa y empujó a Ravi.

Idiota

Hak Yeon  gruñó  entrecerrando  sus  ojos.  —Entiendes  lo  que quiero decir.

—Yo sólo quería verte saltar por encima de la mesa y patear mi culo.

—Jimmy se rió entre dientes.

—Suficiente —gruñó Ravi cuando se inclinó más cerca—. ¿Has oído algo sobre nuestros fugitivos?

Jimmy golpeó culo del tío que lo estaba montando, señalando con la cabeza al hombre que fuera a tomar una caminata. El tipo olfateó indignado a Hak Yeon quien se pavoneaba a distancia. —Nada sobre Kim Woo Bin, pero estoy escuchando algo de mala mierda sobre Danny Im.

El canalla está de vuelta a su antigua rutina. La cosa es que cada vez que uno de nosotros lo tiene acorralado, el mañoso bastardo se escapa. Es como si tuviera un jodido radar para guerreros que puede avisarle cuando estamos llegando.

—¿Quién  es  Danny Im?  —Hak Yeon  preguntó  inclinándose  contra la mesa.

 

Oh infiernos, no. Su pareja no iba a estar atrapado en este desastre.

—Le gusta succionar almas.

—Him Chan  dijo  algo  acerca  de  ladrones  de  almas.  ¿Es  la misma cosa? —Hak Yeon preguntó.

—Cállate. —Ravi le gritó  a Jimmy—. No  necesita saber    todos los sangrientos detalles de lo que hacemos.                    

—Me parece que el conocimiento de lo que está pasando lo  ayudará a prepararse mejor. —Jimmy se recostó observándolo con una mirada de triunfo en su rostro. Bastardo presumido.

»Es la misma cosa. —Jimmy le respondió a Hak Yeon.

Ravi estaba a cinco segundos de sacudir el polvo con el culo de Jimmy. No le importaba lo que el guerrero dijera. Hak Yeon no necesitaba saberlo.

»Deja a tu amigo en paz. —Jimmy le dijo mientras ondeaba una mano hacia Hak Yeon—. Déjale saber lo que está en su contra en este lugar.

—Él es mi pareja.

Los ojos de Jimmy se agrandaron y una sonrisa partió su rostro. — Con mayor razón.

—Es mi pareja y yo decidiré lo que necesita saber. —Ravi se puso en pie, levantándo también a Hak Yeon.

—¿No debería tener algo que decir? —Hak Yeon preguntó.

—Si. —Jimmy respondió.

—No.  —Ravi  curvó  sus  labios  al  guerrero—.  Esto  es  ridículo. Vámonos. Necesitamos encontrar el escondite de Kim Woo Bin.

—¿Y tu pareja?

Ravi maldijo mientras bajaba su mirada hacia Hak Yeon. ¿Qué infiernos estaba haciendo con él? Si llevaba al hombre de regreso a su apartamento Ravi sabía que Hak Yeon saldría a vagabundear. De ninguna manera quería dejarlo con las otras parejas.

Ellos solamente le ayudarían a vagabundear.



El único lugar seguro para Hak Yeon estaba al lado de Ravi. Solo rezaba porque no saltara la mierda porque el podría hacer desaparecer Serenity City si alguien amenazaba a su pareja.

 

Hak Yeon no podía conseguir lo suficiente del reino demonio. Era como un nuevo mundo para él. Bueno, lo era, pero él no podía hacer nada sino comerse con los ojos a todo el mundo y tocar todo. Había sido un ermitaño en su habitación durante tanto tiempo, que pensó que iba a envejecer allí.

No era culpa de los shifters. Los lobos grises hicieron todo lo que pudieron para ayudarlo.

Al principio Hak Yeon no podía olvidar el haber sido secuestrado y violado repetidas veces y entonces descubrió a Ravi y temía que si dejaba esa habitación podría perder las visitas del gigante guerrero. Se había convertido en su propio infierno y paraíso, que él había creado.

Y ahora él era libre.

No había alguna manera en la que fuera a regresar a la habitación en Pride Pack Valley nunca más. Su lugar estaba aquí, al lado de su pareja. Quería reírse tontamente por el resto de su vida y gritarle al mundo una y otra vez que tenía una pareja.

No, él quería gritar que se había acoplado a Ravi, el más grande y más valiente guerrero sobre la faz de la tierra… Y donde quiera que el reino demonio estuviera.

Conocía los peligros. Después de todo no era tonto. Había escuchado sobre los chupa-almas y los prisioneros que se habían escapado porque  se lo habían dicho y también lo había oído por casualidad. También vivió con los lobos grises y sabía que el mundo paranormal era un lugar peligroso para vivir.

Pero Hak Yeon estaba dispuesto a arriesgarlo todo para estar con Ravi, incluso su propia vida. Había caído profundamente enamorado del hombre y nada aparte de la muerte podría separarlos.

Hak Yeon dejó de caminar y miró a su alrededor. ¿En donde demonios estaba Ravi? Había estado tan absorto en sus pensamientos jubilosos, que no había prestado atención. Ahora no veía a su pareja o a Jimmy por ningún lado.

Sabía que si permanecía justo donde estaba, Ravi volvería sobre sus pasos y lo encontraría. Sabía eso, pero la tentación de explorar era demasiado grande. Sabía donde vivía el guerrero. Todo lo que tenía que hacer era regresar en esa dirección y estaría en casa.

Hak Yeon vio una tienda llamada Mercado del Diablo y sonrió tontamente ante el nombre. No creía que en realidad el diablo estuviera allí, pero eso era atractivo. Caminó a través de la puerta deslizante y miró alrededor. Lucía como una tienda común para él. Eso apestaba. Hak Yeon esperaba dioses de otros mundos allí.

—¿Puedo ayudarte?

Hak Yeon se giró para ver al extraño de pie con una aburrida expresión en su cara. El hombre se veía como si prefiriera estar en cualquier otro lugar menos allí. Hak Yeon suspiro ante la simplicidad de la tienda y salió.

A medida que caminaba por la calle vio a otra tienda llamada Vamos a conseguir algo de Cabello de Roxy-Peluquería. Era un nombre muy extraño. Hak Yeon decidió que podría tratar de encontrar algo de otro mundo allí dentro.            

Mientras entraba por la puerta, sus ojos crecían de tamaño.

—Bueno, no te quedes ahí parado humano, coloca tu culo aquí.

 

continuara..


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