Hak Yeon estaba empezando a pensar que Ravi no lo quería por la forma en que el guerrero vaciló. Él había estado en la casa de Changjo durante demasiado tiempo y no iba a dejar pasar de largo esta oportunidad.
Durante muchos años Hak Yeon se había aislado a sí mismo y había permanecido encerrado en su dormitorio. Finalmente tenía algo parecido a la libertad y él no la iba a perder. Hak Yeon dio un paso adelante sin saber cómo seducir al hombre. Él no era un seductor experimentado, pero sabía lo que quería.
Él lo había deseado desde la primera vez que puso sus ojos en Ravi.
»¿No me quieres?
Ravi pareció sacudirse por lo aturdido que había estado y entonces atravesó la habitación. —Oh, te quiero, Oh, si. Te he querido desde el primer momento que puse los ojos en ti. Solamente no estoy seguro de que tú estés preparado para esto.
Hak Yeon estaba más que listo. Años de soledad lo tenían muy excitado. No tenía ninguna duda de que Ravi sería el único que estaría rogando para cuando él acabara. Hak Yeon puso un agarre extra en la cadera mientras cerraba la brecha entre ellos. Podía ver la lujuria en los ojos de Ravi. Hak Yeon dio un suave ronroneo pasando sus las uñas por el pecho de Ravi.
Funcionaba en las películas.
»Hak Yeon —Ravi dijo mientras tragaba saliva—. ¿Estás seguro?
—Si.
Hak Yeon no sabía que Ravi pudiera moverse tan rápido. Él fue levantado en brazos de Ravi y llevado a la habitación del hombre, incluso antes de darse cuenta que sus pies habían dejado la tierra. Decir que estaba nervioso era un eufemismo, pero Hak Yeon deseaba esto más que a su próximo aliento.
—Tú eres mío Hak Yeon. Incluso si duermo contigo y me doy cuenta que no somos pareja, nunca te dejaré ir.
—Bien, porque yo no planeo dejarte ir tampoco. Rasguñaré los ojos de cualquiera que trate de alejarme de ti. —Y era la pura verdad. Hak Yeon había llegado a amar Ravi y no podía imaginar al hombre con nadie más. El pensamiento de hecho lo hizo enfermarse.
—Entonces tenemos un acuerdo.
La cabeza de Hak Yeon daba vueltas mientras un leve gemido salía de sus labios cuando Ravi rozó sus labios con los de Hak Yeon por primera vez. Años, tantos años había esperado por este momento. Hak Yeon sabía en su corazón que él y Ravi eran compañeros. El destino no era tan cruel. Al menos no lo esperaba.
Cuando Ravi lo tendió gentilmente sobre la cama, Hak Yeon envolvió sus piernas alrededor de su pronto-a-ser-amante, rehusándose a dejarlo ir.
»Tengo que desvestirme. —Ravi dijo en su boca y luego lo besó de nuevo. Hak Yeon se resistía a dejarlo ir. Pero si quería que Ravi lo jodiera, necesitaba dar al hombre algo de espacio. Desenvolviendo sus piernas, Hak Yeon se levantó del colchón para ayudar a Ravi quitarse la camisa y los pantalones. Tragó saliva cuando la polla de Ravi fue revelada.
¿Venían de ese tamaño?
Santas cruces y vacas, Ravi estaba bien dotado. El hombre no tenía una onza de grasa en ningún lado. Las líneas que entrecruzaban su cuerpo estaban bien definidas, llena de venas de gran tamaño que sólo se añadían a su belleza masculina. Hak Yeon se sentó allí admirando al hombre.
—¿Hay algo mal? —Ravi preguntó mientras subía a la cama—. ¿Has cambiado de idea?
Difícilmente. Tendría que ser golpeado y arrastrado fuera del apartamento de Ravi para rechazar al hombre. Él no era tan estúpido. — No. —Hak Yeon no quería hablar más. Ellos habían hablado lo suficiente por años. Ya era hora de llegar a la parte de sexo vibrante y sudor.
Metiendo las manos detrás de la cabeza de Ravi, Hak Yeon lo acercó hacia él, conectando sus labios en un electrizante, rizador-de-pestañas beso. Hak Yeon podría morir feliz ahora con la forma en que Ravi estaba dirigiendo su boca, dibujando un beso como el de una perezosa tarde de domingo.
Hak Yeon podía decir que Ravi estaba tratando de ser gentil. Pero él no quería gentileza. Hak Yeon quería piel golpeándose, caídas fuera de la cama y gritar hasta que su voz se perdiera por el sexo. ¿Eso era mucho pedir?
Trató de mover de un tirón a Ravi sobre su espalda, pero con el peso de su pronto-a-ser-amante, no funcionó muy bien.
—¿Qué estás haciendo?
—Voltéate —Hak Yeon ordenó mientras empujaba el pecho de Ravi. Él estaba tratando de tomar las riendas, pero el voluminoso cuerpo de Ravi le estaba negando ese placer.
Ravi arqueó una ceja mientras se recostaba sobre su espalda. Tan pronto como el peso de Ravi estuvo fuera de él, Hak Yeon saltó. Cayó entre las piernas de Ravi y se tragó su polla antes de que el hombre pudiera pronunciar algo en protesta.
—Joder —Ravi gritó mientras su cabeza caía hacia atrás sobre el colchón, con las piernas empujando hacia arriba y sus pies firmemente plantados en la cama.
Hak Yeon abierto de par en par, alabando la polla de Ravi con la lengua mientras su mano serpenteaba hacia abajo, hacia las bolas de Ravi jugando con ellas.
Ravi gimió.
Hak Yeon tomó eso como signo de que estaba haciendo un buen trabajo. No era muy experimentado en el arte de dar mamadas, pero sabía lo suficiente para darle una. Incluso en los días oscuros años atrás, Hak Yeon… él empujó ese pensamiento a un lado y atacó a Ravi más duro, con más vigor.
»Hak Yeon —Ravi susurró su nombre como un amante en la noche, haciendo que la piel de Hak Yeon se sintiera verdaderamente viva por primera vez. Abrió sus labios aún más tomando el eje de Ravi más profundo en su boca.
Se empujó hacia atrás succionando hasta la cabeza mientras Ravi corría sus manos a través del cabello de Hak Yeon, extendiéndolo a lo largo de su muslo. Sus dedos eran como una caricia suave, haciendo temblar el cuerpo Hak Yeon de alegría.
»Ven aquí pequeña flor. —La voz de Ravi era demandante, pero gentil.
Hak Yeon no quería nada de eso. No quería gentileza, por lo menos no por ahora. Mojó su dedo, rezando porque Ravi no pateara su culo cuando introdujo rápidamente un dedo en el culo de Ravi.
»¡Qué mierda! —Ravi gritó cuando sus caderas saltaron, embistiendo con su polla la garganta de Hak Yeon en el proceso. Él se atragantó y se empujó hacia atrás.
Bueno, eso funcionó bien.
Hak Yeon se congeló, la polla de Ravi aún se empujaba entre sus labios mientras miraba a Ravi. No se veía enojado.
»Estas lleno de sorpresas, ¿no es cierto? —Ravi gruñó mientras empujaba a Hak Yeon y lo recostaba sobre su espalda—. Veamos como manejas a un guerrero jodiéndote.
Hak Yeon abrió sus piernas, una sonrisa esperanzada jugando sobre sus labios mientras batía sus pestañas hacia Ravi. —Muéstrame.
Las cejas de Ravi se alzaron y luego sus párpados cayeron mientras se arrastraba sobre el cuerpo de Hak Yeon. —¿Lento y constante o rápido y duro?
—Rápido y duro. —Hak Yeon respondió rápidamente.
»Es un lubricante que produce el pene de los demonios para relajar la entrada del mismo. Fluido preseminal. —Ravi dijo pasando sus manos a través del cabello de Hak Yeon, dándole un ligero tirón.—No olvides que fuiste tú quien lo pidió —advirtió Ravi mientras colocaba la cabeza de su polla en el hoyo de Hak Yeon. Se estremeció cuando sintió un húmedo chorro dentro de su agujero. Miró a Ravi con sus ojos muy abiertos.
—Duro —Hak Yeon suplicó.
Las ventanas de la nariz de Ravi se ensancharon mientras tiraba más duro, enviando pequeños fragmentos de dolor y placer a través del cuero cabelludo de Hak Yeon. Él se estremecía y gemía. »Más.
Hak Yeon pudo sentir otro chorro cuando Ravi tiró un poco más duro. Podía sentir las uñas raspando su cuero cabelludo cuando Ravi arañó un poco más duro que la anterior. Hak Yeon estaba salvaje bajo Ravi. Sus dedos se clavaron en el pecho de Ravi, dejando picaduras en forma de media luna mientras Ravi se inclinaba hacia adelante y con su lengua empezaba a jugar con los pezones de Hak Yeon, lamiendo, chupando y mordiendo suavemente hasta que Hak Yeon estuvo listo para correrse por la exótica sensación.
¿Quién sabría que tenía pezones sensibles?
Las manos de Hak Yeon volaron hacia el cabello de Ravi mientras empujaba la cabeza de su amante más cerca, rogando. Gritó cuando Ravi mordió un pezón y luego lo lamió con su lengua.
Otro chorro…
Hak Yeon estaba tratando desesperadamente de empalarse a sí mismo en la polla de Ravi, pero cualesquiera veces que se empujara, Ravi retrocedía. —Deja que haga efecto pequeña flor.
Frustrado, Hak Yeon dio un tirón repentino al cabello de Ravi. —Ya hizo efecto. Jódeme.
Ravi dio una media sonrisa mientras se inclinaba y besaba a Hak Yeon. —Debes aprender paciencia.
Hak Yeon no quería aprender paciencia. Él quería ser jodido. Su culo perseguía la polla de Ravi mientras su amante se echaba a reír. Ver la sonrisa de Ravi era como ver los cielos abiertos. Eso le quitó el aliento.
—¿Estas listo? —Ravi preguntó mientras mordía suavemente el hombro de Hak Yeon.
—Dios, si. —Había estado listo por años. Hak Yeon agarró los hombros de Ravi mientras la polla de su amante lentamente entraba en él, rápidos chorros del lubricante disparando dentro de su culo mientras Ravi se facilitaba su entrada.
Hak Yeon mordió su labio inferior. Él sabía que Ravi era grande, además habían pasado años. Hundió sus dedos en Ravi. Bueno, tal vez con esto él necesitaba ir lento y constante. Definitivamente lento y constante.
—¿Estoy lastimándote? —Ravi preguntó, deteniendo sus movimientos.
Hak Yeon sopló y sacudió su cabeza. —No, es solo… —Hak Yeon no quería terminar la frase considerando su última experiencia con el sexo. Ser raptado de Japón y traído a Corea para ser usado como prostituto era algo que ya no le preocupaba y seguro como el infierno que no iba a comenzar ahora.
—Lo sé pequeña flor. —Ravi dijo suavemente mientras peinaba el cabello de Hak Yeon—. Pero estás conmigo ahora. Quédate conmigo.
Hak Yeon asintió mientras exhalaba. —Estoy aquí y estoy listo.
Ravi le dio una media sonrisa sexy y se introdujo el resto del camino. Hak Yeon se sintió tan lleno que pensó que se iba a partir en dos. Empujó sus piernas hacia atrás y las envolvió alrededor en las caderas de Ravi, dando un pequeño tirón para avisar a Ravi que estaba listo de cada forma posible.
Ravi se salió un poco y luego se empujó de nuevo haciendo gritar de placer a Hak Yeon. Nunca había sentido algo como esto. Era como si Ravi estuviera dentro de él haciéndole el amor desde adentro de su piel.
—Hak Yeon —Ravi gimió mientras se levantaba un poco y miraba a Hak Yeon con nada más que amor en sus ojos—. Somos pareja.
El corazón de Hak Yeon explotó de alegría ante las palabras de Ravi. Envolvió con sus brazos a Ravi aferrándose a él mientras una lágrima se deslizaba por su rostro. Él sabía lo que eran las parejas ya que había vivido con los shifters por tanto tiempo. ¡Ravi era la suya!
Con una explosión de lujuria, Hak Yeon se deslizó en la polla de Ravi, montándola en señal de pertenencia. Arqueó su espalda sintiendo el gran eje de Ravi deslizándose dentro y fuera de su entrada, mientras gritaba, chorros calientes de semilla hicieron erupción desde su polla.
Ravi se arrodilló y se impulsó dentro de Hak Yeon, mostrándole lo mucho que lo quería.
Las manos de Hak Yeon volaron hasta la cabecera de la cama y se agarraron con firmeza mientras Ravi le demostraba el experto amante que realmente era. En cuestión de minutos Ravi estaba gritando el nombre de Hak Yeon mientras su polla palpitaba vaciándose en el culo de su amante.
Cuando bajó de su orgasmo, Hak Yeon desvió la mirada avergonzado por la excitada forma en la que había actuado con Ravi. El hombre había sido más que amable y gentil y Hak Yeon había actuado como un completo prostituto.
»Mírame pequeña flor. —Ravi canturreó mientras sus nudillos rozaban su mejilla. Hak Yeon podía sentir su cuerpo entero ruborizarse mientras sus ojos lentamente echaban un vistazo sobre Ravi. Se mordió el labio inferior, preguntándose si Ravi lo menospreciaba por la forma lasciva con la que había actuado.
»Tú me perteneces ahora. Cualquier cosa que compartamos juntos es aceptable.
—Lo sé, yo solo…—Hak Yeon sacudió su cabeza.
—Eres mi pareja y los dioses no podrían haberme dado un hombre más perfecto a quien pudiera llamar mío. Nunca sientas temor de quererme ni sientas vergüenza por la pasión que sientes. Es la forma que se supone debe ser entre las parejas.
—Entonces no piensas que yo fui…—Hak Yeon tragó fuerte mientras miraba fijamente el pecho de Ravi, preocupado por encontrarse con los ojos del hombre— ...un puto?
—Pienso que fuiste caliente.
Los ojos de Hak Yeon se abrieron de repente. —¿De verdad? Ravi le dio una amplia sonrisa. —De verdad.
—¿Podemos hacerlo de nuevo?
—Dame un momentito para reponerme y soy todo… bueno, infiernos, ¿quien diablos es? —Ravi gruñó cuando alguien golpeó la puerta.
Hak Yeon gruñó en protesta cuando Ravi lo hizo a un lado.
»Lo lamento pequeña flor —Ravi plantó un pequeño beso en los labios de Hak Yeon—.Tengo que atender esto.
—Diles que se vayan lejos. —Dijo Hak Yeon—. Pueden regresar la próxima semana.
Las cejas de Ravi se alzaron. —¿La próxima semana?
—Tú vas a estar muy ocupado.
—Estaré de regreso. —Ravi dijo mientras bajaba de la cama sin quitar los ojos de lo que Hak Yeon estaba haciendo—. Solo continúa haciendo eso. La mandíbula de Ravi se cayó cuando Hak Yeon separó las piernas y agarró su polla, dándole varios buenos golpes. Sí, él estaba siendo lascivo de nuevo. ¿A quién jodidos le importaba? A Ravi no parecía que le importara entonces Hak Yeon lo iba a utilizar para su provecho.
Hak Yeon sonrió complacido y miró la espalda de Ravi dirigirse hacia la puerta. —¿Toalla?
—¿Qué?
—Ponte una maldita toalla o algo —Hak Yeon agitó su mano libre hacia el cuerpo desnudo de Ravi—. Eso me pertenece y nadie puede verlo, solo yo. ¿Recuerdas?
—Toalla, correcto. —Ravi agarró la toalla que había descartado antes y la envolvió alrededor de su cintura. Miró a Hak Yeon una última vez, entonces se giró y caminó fuera de la habitación.
continuara..