POV's Namjoon
Tenía que pasar temprano por Jin así que me apresuré en terminar de arreglarme.
Cuando estaba listo salí de mi casa despidiéndome de mis padres, normalmente no me preguntaban a donde salía o con quien iba pero tampoco se enojaban conmigo.
Subí completamente feliz en mi coche poniendo música para acompañar mi camino. Tomé un poco de gasolina, como mero pretexto para revisar que las flores (sí, soy un cursi) que le había comprado a Jin estaban en condiciones perfectas.
–¿Para tu novia? –Me preguntó la chica de la gasolinera.
–Algo así –Sonreí apenado, porque mi novio era mucho más guapo que cualquier novia en el mundo.
Al terminar fui directamente a su casa sin ninguna parada. El camino estuvo de lo más normal pero yo lo sentía demasiado perfecto, a pesar de que había tráfico yo sentía que el día era demasiado bueno.
Llegué más temprano de lo que pensaba así que me revise en el espejo retrovisor para checar que estuviera presentable. Poco después salí de mi auto con las flores detrás de mí con mucho nerviosismo.
Toqué el timbre y oí como Jin del otro lado se hacía bolas, incluso oí que se había caído. Puse las flores en mi mano izquierda para que al abrir la puerta no las viera tan fácilmente pero aún así seguía preocupado por la caída que oí.
–¿Estás bien? –Fue lo primero que pregunté a lo que el rió sobándose su trasero.
–Era la emoción de verte –Se sonrojó y seguramente yo hice lo mismo.
Quería entregarle mi pequeño regalo pero no sabía como hacerlo.
–¿Nos vamos? –Preguntó casi saliendo de casa cuando yo lo interrumpí.
–Espera –Cerré los ojos y me armé de valor –Para ti –Estiré mi mano con el regalo.
Jin se llevó ambas manos a la boca de la sorpresa y comenzó a llorar. Yo no sabía que hacer así que con una mano limpié sus lágrimas mientras él intentaba agarrar mi presente.
–Es increíble que aún llorando seas hermoso –Solté sin pensar.
–Tonto, déjame llorar a gusto –Tomó las flores.
Yo reí mientras me acercaba para darle un beso.
–Feliz aniversario –Me separé de él sonriéndole –Precioso.
Él me golpeó el hombro a pesar de que era muy obvio de lo feliz que estaba.
Puso las flores en un florero y después de eso salimos de casa para dirigimos a nuestra cita.
Al lugar que planeaba llevarlo era un resort de esquí que hace poco había abierto. Es decir, que había nieve incluso sin ser invierno.
Él ya me había contando que le gustaba mucho esquiar durante la época navideña porque estaba cerca de su cumpleaños y a mi me gustaba la idea de llevarlo a un lugar que me recordaba a él.
Cuando llegamos él se sorprendió porque no conocía el lugar sin embargo se veía muy emocionado por entrar. Elegimos algunas chamarras que estaban en el sitio, yo una de color negro y él una de color rosa, entre algunas otras prendas para soportar el frío.
Ya dentro del lugar, Jin corrió de un lado a otro como un niño pequeño con juguete nuevo. Era hermoso apreciar esas facetas de Jin, y mi corazón se sentía tan cálido de verlo que me encontré deseando que siempre estuviera sonriendo.
La nieve caía alrededor así que Jin elevó su rostro para sentir como esta bañaba su piel con delicadeza. Entonces yo saqué mi celular para tomar captura de ello porque no pude evitar guardar esa escena tan perfecta para siempre en mis recuerdos.
El lugar tenía varias cosas, desde chocolate caliente hasta esquí. Así que Jin no podía evitar pedir casa cosa que se le antojaba (Lo cual adoraba, porque verlo comer era hermoso justo como él) y yo lo seguía con una gran sonrisa por cada lugar.
–¿Deberíamos esquiar? –Sugerí ya que habíamos descansado nuestra comida.
–¿Sabes esquiar? –Me preguntó.
–No, pero mi novio sí –Le hice un puchero.
Él tomó mi mejilla apretujándome para después levantarse decidido.
–Vamos –Estiró su mano –Hay mucho que debes aprender.
Yo me levanté emocionado porque siempre me gustó imaginarme esquiando en la nieve pero nunca lo había hecho.
Jin me tomó de la cintura guiándome con su dulce voz, yo intentaba hacer caso a todas las advertencias que me decía.
El único problema es que me confié demasiado y ya estaba emocionado por hacerlo. Cuando me sentí listo, di mi primer intento pero no podía controlar cuando parar o más bien, olvidé que me había dicho Jin para hacerlo.
Sentí miedo porque no sabía como controlar mi parada, sentía el aire chocar contra mi cara y la velocidad era demasiada que estuve a punto de morir (Quizás no, pero soy un dramático). Jin a mi lado me gritaba pero no alcanzaba a entenderle hasta que sorpresivamente él me aventó hacia un lado para detenerme.
–Te dije que tuvieras cuidado –Se abrazó hacia mí cuando ya estábamos en el suelo.
Afortunadamente la gente no nos hacía caso (Tampoco es que hubiera mucha) y pasaban de largo mientras Jin lloraba frente a mí.
–Pensé que tenía todo controlado –Intenté sonreír pero él se veía preocupado.
Me golpeó con su mano en el hombro para después hacer un puchero.
–Solo haces que me preocupe por ti, tonto –Se quejó.
Yo me reí ante su comentario.
Quería que dejara de llorar y solo conocía un método efectivo para lograrlo. No había mucha gente pero tampoco era conveniente que nos vieran así que cubrí con una mano nuestros rostros y le di un beso rápido que lo sorprendió y enrojeció.
–Discúlpame hermoso, no volverá a ocurrir –Dije sacando a relucir mis hoyuelos.
Mi cometido funcionó porque dejó de llorar.
–¡Ah! Sabes como seducirme –Se quejó levantándose y derrotado.
Sin embargo yo estaba feliz porque ya no había rastros de lágrimas en su bello rostro.
Después de ese episodio esquiamos durante un buen rato hasta que por fin nos sentimos exhaustos.
Se hizo casi de noche así que entregamos nuestro equipo para ir a su casa.
Llegamos en menos tiempo porque al ser fin de semana no habían muchos coches a esta hora, y yo lo noté por su mirada, estaba muy emocionado por llegar.
Antes de entrar a su casa el tapo mis ojos así que caminé con algo de miedo a la puerta.
–Sorpresa –Dijo descubriendo mis ojos.
Yo los abrí para encontrarme con una gran cena.
Jin había cocinado para mí y era la primera vez que alguien lo hacia. No sabía si llorar o agarrarlo a besos, opté por la segunda (porque cursi) así que lo tomé de la cintura para besarlo en su labio inferior.
Él correspondió a mi beso acariciando mi cabello.
–¿Te gusta? –Me preguntó.
–Me encanta –Sonreí –Tanto como tú.