Actualización 2/2
POV's Jin
El sol iluminó mi rostro haciendo que me despertara de mi sueño.
Miré la hora, y todavía era temprano así que mi alarma aún no sonaba, como estaba desnudo podía sentir el frío de la mañana en mi cuerpo entero.
Cerré los ojos recordando todo lo que había pasado el día de ayer completamente feliz.
Intenté cubrirme con las cobijas semi-dormido y cerré los ojos durante algunos segundos, rodé en la cama hasta que me di cuenta que Namjoon ya no estaba a mi lado como en la noche.
Me levanté aún con la cobija envolviendo mi cuerpo y entré al baño.
Ahí me di una ducha rápida, me cepille los dientes y me alisté para salir encontrándome con lo que ya me esperaba desde un principio.
Mi novio estaba intentando hacer hot cakes para el desayuno, así que la cocina era un pequeño desastre.
Torpemente avanzaba de un lado a otro poniendo la harina en la masa o buscando huevos, así que seguramente estaba intentando arreglar la masa que tenía en el recipiente de la mesa.
–¿Qué se supone que haces? –Me recargué en la puerta de la cocina sonriéndole.
Él me miro entre asustado y sorprendido, su rostro estaba manchado de algunos grumos de masa para hot cake aunque no le quitaba lo atractivo.
–El desayuno –Se mordió los labios.
–No tenías que hacerlo –Sigo recargado en la puerta –Podías habernos matado –Me rió acercándome a él.
–Tenía que intentarlo –Sonríe sacando sus hermosos hoyuelos –Porque algún día quiero hacer un desayuno decente para ti –Se sonroja.
Namjoon es un caso… Pero así le amo.
Miró el pequeño desastre de mi cocina que luego limpiaré (por temor a que rompa algo más…) aunque mi corazón se sienta cálido por su intento de llenar mi estómago.
Observó el desorden que tenía en la mesa y percatándome que de la misma manera, en la estufa tenía algunos hot cakes que se estaban cocinando.
–Por suerte no te lastimaste –Me reí –¿Necesitas de mi ayuda? –Ladeé mi rostro.
Él simplemente hizo un mueca de decepción para después negarse.
–Primero déjame intentarlo ––Mordió sus labios –Y sino puedo, me ayudas.
Yo asentí y me fui a sentar a mi lugar observando como intentaba preparar nuestro desayuno con tanto entusiasmo.
Afortunadamente nadie salió herido y a fin de cuentas, los hot cakes no habían estado tan mal.
Es decir eran comestibles y aunque no fueran la gran cosa, para mí significaba mucho el que intentara hacerlo. Una vez alguien me dijo que cocinar era mostrarse a uno mismo, transmitiendo tus emociones a través de la comida.
Terminamos de comer y comenzamos a prepararnos para ir a la universidad.
Todo pintaba para un buen día.
Namjoon y yo llegamos en su auto al plantel, y para nuestra buena suerte encontramos un estacionamiento donde no daba mucho el sol. Era un poco alejado de nuestros edificios pero de igual manera era el que más se llenaba con facilidad por ese pequeño detalle.
Bajamos entre broma y broma porque durante todo el camino Namjoon me fue presumiendo el desayuno que había preparado para nosotros.
–Te lo dije Jin –Bajo nuestras mochilas y me paso la mía –Algún día te hare una comida tan grande como esa que hiciste ayer.
Cerró con seguro el coche y reviso que todo estuviera en orden.
–Aja –Exclamé en tono de burla.
Aunque internamente yo deseaba que eso ocurriera algún día.
Nuestras clases eran en edificios diferentes aunque cercanos, en mi camino se supone que me encontraría con Jun y él saludaría a Hoseok antes de ir al suyo. Así que decidimos ir por el camino común, el cual era atravesar el edificio de tecnología y ya después ir a nuestras respectivas clases.
Sin embargo desde el momento en el que pasamos el edificio sentí la mirada de la gente sobre nosotros. Algunos murmuraban entre ellos, y otros simplemente nos abrían paso como si estuvieran evitándonos.
Tanto Namjoon como yo no dijimos nada intentando pasar de una vez por todas ese edificio e ir a los nuestros propios.
Mi celular entonces comenzó a sonar de manera insistente y al ver de quién se trataba contesté de inmediato.
–Buen día dormilona, ¿dónde te veo? –Seguí mi camino aún notando las miradas sobre nosotros incluso cuando salimos del edificio.
–Jin checa tu correo –Me dijo algo alterada sin ni siquiera saludarme.
Cuando Jun lo decía de esa manera, era difícil que me negara ante sus peticiones porque era una chica muy testaruda. Colgué la llamada y me dispuse a checar lo que me había pedido.
Tenía mi correo institucional redirigido al personal, por lo que ignoré los mensajes que tenía de alguna otra cosa y enfocándome solo en encontrar el mensaje que posiblemente Jun quería que viera.
Mi búsqueda tuvo éxito, pues después de bajar algunos renglones me encontré con un correo dirigido a todos los alumnos del plantel aunque este era inusual al habitual.
El mensaje no tenía asunto y cuando entrabas había algunas fotos adjuntas.
Incluso parecía un correo basura sino porque tenía una dirección que parecía ser del instituto, así que descargué las fotos imaginándome que Jun quería que checara a una clase de convocatoria o algo así.
Nunca esperé encontrarme con esa clase de fotos.
Sin embargo eran fotos de Nam y yo en diferentes momentos, como si alguien hubiese estado espiándonos a lo lejos sin que nos diéramos cuenta.
Las fotos comenzaban con nuestro beso en el instituto, aquel que nos dimos cuando nos reconciliamos luego de resolver el problema con aquellas otras fotos que tenía con Jun. Estas no tenían tanta calidad como las otras porque parecían sacadas de un celular.
Las que seguían no eran dentro de la institución porque siempre habíamos evitado dar esas muestras de afecto en este lugar, sin embargo eran en lugares cercanos a mi casa como el cine y el parque.
Y sólo podía imaginarme una persona culpable de este asunto.
Namjoon se acercó al celular cuando vio que yo no quitaba la vista del mismo.
No le hice caso porque estaba completamente ensimismado en ver toda la clase de fotos que nos habían tomado.
Tomó mi celular para verlas con más claridad y cuando lo hizo noté como apretaba su puño por la ira que sentía en ese momento. A pesar de todo, no podía culparlo porque yo me sentía de la misma manera aunque pudiera disimularlo mejor.
Del otro lado, una chica nos sonreía burlonamente para luego retirarse.
Efectivamente, Sohye era una perra.