POV's Namjoon
Tenía una semana para preparar mi traslado.
Así que lo primero que hice fue hablar con mis padres de lo sucedido.
Al principio no se lo tomaron bien, sin embargo los tuve que convencer con palabras que ni yo mismo me creía. En un principio notaron la falsedad de mi voz, después de todo era su hijo y sabían cuando no estaba diciendo la verdad pero decidieron no preguntar nada, dejándome tomar las decisiones por mi cuenta.
Por otro lado, intentaba pasar el máximo tiempo posible a lado de Jin y mis amigos.
Y aunque ellos tampoco se lo tomaron a bien, no podían hacer nada cuando nuestro sistema lo exigía.
–¿Cuándo te vas? –Hoseok me miró con tristeza.
Era lógico que Hoseok fuera de los más afectados cuando prácticamente pasamos ocho años juntos como amigos. A pesar de que en algún punto fuimos a preparatorias diferentes, ambos buscamos aplicar a la misma universidad.
–Me iré dentro de tres días –Respondí quitándole su cerveza.
Esta vez no me dijo nada por habérsela quitado.
–Sohye es una perra –Soltó Yoongi.
Yo me reí ante su comentario porque era increíble como ambos hermanos eran tan iguales y diferentes a la vez.
–Lo sé –Contestó Hoseok –Pero dejemos de hablar de ella, no la soporto.
Quizás Sohye fuera una perra pero ella no tenía toda la culpa, después de todo solo divulgó esas fotos por todo el campus.
Era increíble que a pesar de todo, yo intentara justificarla mentalmente.
Cuando recobré la conciencia y estaba a punto de ponerme del lado de Hoseok, me llegó un mensaje de un número desconocido, nuevamente.
¿Ves cómo te ibas a arrepentir?
17:20
¿Cómo está Jin? ¿Aún le duele?
17:21
Era de esperar, a pesar de que
les dije que fueran cuidadosos.
Ellos siempre son así de
agresivos.
17:22
Me reí ante la ironía.
Justo como la vez pasada, ignoré sus mensajes bloqueando el número y borrando el mensaje. Después de todo, ella también pertenecía a una familia poderosa, llegados a este punto era difícil que hiciera algo en contra cuando tenía contados los días en este campus y apenas había conservado mi beca-financiamiento.
–¿Pasa algo? –Preguntó Yoongi cuando vio mi ceño fruncido.
Yo negué y deje mi celular a lado mío.
–Nada importante –Tomé otro trago de cerveza –Pero concuerdo con Yoongi, Sohye es una perra –Yoongi sonrió –Y chicos, debo pedirles un favor –Los miré seriamente.
No sabía como serían las cosas sin mi presencia pero debía asegurarme de que Jin estuviera bien porque no iba a permitir que un episodio como ese volviera a ocurrir.
Nunca me lo perdonaría.
El resto de los días me la pase a lado de Jin.
No me importaba que la gente nos viera en la escuela, pero no quería desperdiciar ni un solo segundo cuando sabía que estaba a punto de irme y no sabía en cuanto tiempo nos íbamos a volver a ver.
Aún nos faltaban dos años para graduarnos así que definitivamente iban a ser muy largos sin la presencia de mis amigos y de él.
1...
Susurré en su oído.
2...
Se estremeció por mi voz.
3...
Giré su rostro para mirarlo a los ojos.
En tres segundos me volviste a enamorar...
Se alejó completamente ruborizando y cubriendo su rostro con ambas manos..
–¿Por qué te pones cursi cuando ves dramas? –Dijo poniéndole pausa a Love Rain.
–Me pongo cursi cuando estoy a tu lado –Confesé.
Jin me sonrió pero aquella sonrisa reflejaba tristeza.
Hoy era nuestro último día juntos así que decidimos pasarlo en su casa viendo dramas románticos que a él le gustaban.
Después el me acompañaría a la terminal de autobuses para irme a Daegu donde me esperaba mi próxima universidad.
–Será otro lugar pero estaremos bajo el mismo cielo –Lo tomé con ambas manos y lo besé.
–No tienes remedio –Rió para después corresponder mi beso abriendo la boca lentamente y permitiendo el paso de mi lengua.
Ambos cerramos los ojos y nos dejamos llevar por el momento, porque después de todo sería nuestro último momento hasta quien sabe cuando.
–Nam, te amo –Oí cuando alejé nuestras bocas para recuperar nuestra respiración –Te amo demasiado.
Yo sonreí y respondí con una mordida suave en su labio inferior.
–¿Sabías que yo te amo más? –Lo miré a sus ojos –Más de lo que tú crees.
Con mi mano hice a un lado el cabello que cubría sus ojos y volví a besarlo.
No desperdiciaría ni un solo segundo, ni un solo momento y ni un solo suspiro a su lado.
Él siguió besándome aunque las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas.
–Vamos a mi cuarto –Se separó de mí aún con los ojos rojos.
Yo asentí y lo llevé de la mano al camino que tanto conocía a la perfección.
Todo volvía hacer como aquella vez en la noche de nuestro aniversario.
El mismo cuarto.
Las mismas sensaciones.
El mismo sentimiento.
Nosotros dos en aquel lugar.
Nos miramos mutuamente sin decir palabras.
Lo besé en la frente.
Recorrí con mi mano cada parte de su piel sin dejar una sola zona sin rozar mis dedos.
Lo llevé a su cama donde lo acosté con sumo cuidado mientras él dejaba escapar algunas lágrimas.
Besé sus ojos como si eso fuera a borrar la tristeza que lo consumía, mi intento fue en vano porque solo lo hizo sollozar más.
Él me tomó con ambas manos para acercar más mi boca, haciendo que nos fundiéramos en un solo beso que quizás en mucho tiempo no podríamos sentir nuevamente.
Recargué mis manos a sus costados mientras el enredaba sus piernas en mi cadera, intentando atraerme más a su cuerpo.
Compartí mi calor con el suyo.
Mis sentimientos también.