POV's Jin
Casi año, era casi un año el que había estado con Namjoon y ya sentía que podía estar toda la vida a su lado. No sabía si estaba tomando las cosas con mucha prisa pero el día nunca nos alcanzaba para estar juntos.
El próximo domingo sería nuestro aniversario y yo quería sorprenderlo con una cena que yo mismo iba a preparar y un regalo que preparé especialmente para él. Quizás no fuera la gran cosa pero la idea me ilusionaba mucho.
Él no me había mencionado nada de esa fecha tan importante (Y no lo culpo, a veces es despistado para esas cosas) así que yo mismo le daría mi sorpresa.
Faltaban tan sólo dos días y todo sería magia.
Había sido mi última clase y como era viernes, se quedaba hasta tarde en mi departamento viendo películas, haciendo tareas o alguna otra cosa que se nos ocurriera.
–Por supuesto –Le respondí completamente feliz.
Por su mirada, sabía perfectamente que algo me emocionaba pero no captaba que era.
Estábamos en la sala de mi casa platicando después de ver una serie que nos gustaba mucho.
–Jin, ¿el domingo estás ocupado? –Lo miré mientras se sonrojaba y sonreía.
Su hoyuelo sobresalía lo cual era tremendamente adorable.
–¿Domingo? No realmente, pero quería invitarte a mi casa –Apretó sus labios asintiendo.
–Oh… Bueno –Carraspeó –En realidad quería que fuésemos en una cita por nuestro aniversario –Miró hacia mi televisión impidiendo que viera el rubor de sus mejillas.
Poco después comprendí sus palabras. ¿Se había acordado? ¿Cuándo? ¿Cómo?
–¿Eh? Creí que… –Mi voz me delataba.
–Por supuesto que me acordaría tonto –Dijo mientras quitaba un mechón que cubría mi ojo –Ese día es muy especial para ambos –Me sonrojé.
Poco después él me sonrió acariciando mi cabello.
Cerré los ojos.
–No podría olvidarme de una fecha tan importante –Tocó mi mejilla y yo levanté mi mano para posarla sobre la suya.
Sentí sus labios tocar los míos con suavidad.
Empezó suave, tocando con su lengua mis labios.
Me acercó hacia él para hacer nuestros beso más profundo, su cuerpo despedía un aroma masculino que me encantaba. Apreté su camisa entre mis manos con los ojos aún cerrados, podía sentir claramente el calor de su boca entrar al mío.
Él guiaba nuestro beso, así que después de estar jugando por un rato me mordió el labio inferior pidiendo acceso a mi boca. A lo cual accedí, juntando nuestras lenguas para moverse rítmicamente y de manera lenta.
En algún punto la intensidad de nuestro beso aumentó porque ni siquiera me di cuenta cuando comenzó a besarme el cuello. Simplemente agarraba su espalda escuchando el sonido de nuestras bocas juntarse por todo el sitio, sentía su aliento chocar con mi piel mientras yo acariciaba suavemente su espalda.
–Ese día quería preparar una cena para nosotros –Jadeé.
–Me lo imaginaba –Mencionó acostándome en el suelo con cuidado –Por eso solo será durante la tarde y en la noche estaremos en tu casa –Me mordió la clavícula.
–Mmm… –Abrí mis piernas para permitirle más cercanía a mi cuerpo –¿A sí? –Metí mis manos en su polera acariciando cada parte de su torso.
Él asintió para luego subir a mis labios y robarme un beso al que accedí gustoso, sintiendo su lengua de manera desenfrenada chocar con la mía. Tocando con una mano sobre mi pantalón para masajearme haciendo que mi cuerpo entero reaccionara.
Yo disfrutaba completamente de toda la atención que me estaba dando, sintiendo como su lengua masajeaba la mía con dureza y me tocaba desesperadamente por encima de mi ropa.
Sin previo aviso me tomó entre sus brazos para llevarme a mi.
El camino fue más rápido de lo que esperaba, y en poco tiempo ya me tenía en la cama suplicándole para que me dejara sentirlo más.
Él entendió mis súplicas porque bajo mis pantalones para encontrar mi miembro ya erecto y esperando por la atención que clamaba por recibir. Se inclinó frente a mí mientras con una mano masajeaba mi pene que ya empezaba a lubricarse por sus toques.
Su mano me llevaba a otro mundo, masajeando de arriba hacia abajo mi tronco mientras me decía cosas que no alcanzaba a comprender del todo bien. Tan solo sintiendo su voz rasposa hablándome ya era suficiente para llevarme al otro lado del mundo.
Se quitó la camisa con mi ayuda y de esa manera pude apreciar su piel morena contrastar con mis manos. Se sentía suave y tersa por lo que no dejaba de acariciar una y otra vez su cuerpo.
Era maravilloso admirar lo hermoso que eran sus ojos azabaches completamente dilatados por verme de esa manera. Su cuerpo entero estaba sudado por la actividad física que estábamos haciendo y me encanta verlo tan concentrado por ello.
–Ponte en cuatro –Me ordenó.
Obedientemente me puse en esa posición levantando mi trasero lo más que podía para su deleite. Mientras se bajaba los pantalones, yo ya me había metido dos dedos a la lengua para mojarlos y lubricarme en mi orificio.
Él comenzó a masturbarse detrás de mío, yo simplemente lo observaba de manera juguetona acariciándome para prepararme. Namjoon abrió el cajón de mi mesita de noche y tomó el lubricante que habíamos comprado para ponérselo en las manos.
Después tomó mi mano para guiarla a mi miembro y con su otra mano empezó a meter sus dedos para prepararme. El dirigía mi ritmo con su propia mano envuelta en la mía, y con la otra mano ya podía sentir como había metido un tercer dedo en mi cuerpo.
–Ugh… Nam –Jadeaba con un brazo recargado en la cama –Ah ah ah siento tan rico –Gritaba mordiendo las cobijas –ah te necesito dentro –Volví a jadear –Muy dentro de mí.
Él me nalgueó con su mano porque ya me encontraba listo para lo que venía.
–¿Te gusta cariño? –Dijo con una voz grave.
–Me encanta –Respondí con la voz cortada –Quiero que me la metas.
Mis ojos estaban llorosos por lo sensible que estaba.
–¿En serio te gusta que te la meta bebé? –Me preguntó dándome besos por toda la espalda.
–Sí, mucho –Jadeé una vez más –Me gusta sentirte todo.
Él pareció estar satisfecho con mi respuesta porque me metió toda su extensión en un solo movimiento haciendo que ambos gimiéramos de placer.
–Eres tan apretado –Dio una estocada profunda –Jinnie, me encanta tu cuerpo –Volvió a meter otra estocada.
Yo apreté mi culo porque no quería decepcionarlo e igual empecé a mover mi trasero a su ritmo para ayudarlo. Abrí mis piernas un poco para sentir como sus penetraciones se hacían más profundas, porque me llevaba a la gloria de sentir todo su cuerpo.
–Eres mi inspiración –Dijo con su voz grave –Tu cuerpo entero es una obra de arte –Me tomó de las caderas y volviéndome a penetrar.
–Ugh… Más duro, más rápido –Supliqué con ambas manos apretando las cobijas –Quiero más –Rogué –ah ah quiero más… –Y sentí como las lágrimas caían de mis ojos.
Mi respiración estaba completamente acelerada y solo podía sentir como el sudor corría de mi frente, mi cuerpo entero temblaba con cada estocada que daba en mi interior y podía sentir como casi me partía en dos por la fuerza que usaba en mí.
Me gustaba lo duro que era conmigo y me gustaba como me lo hacía. Estaba seguro que sus manos ya habían marcado mis caderas por la fuerza que usaba en ellas. También estaba seguro lo mucho que me dolería caminar después porque cuando se trataba de Nam, mi cuerpo recibía el castigo de mi placer.
–Ugh… más duro –Gemí.
Él aumentó su ritmo dejándome loco, su cuerpo entero me estaba poseyendo y yo me sentía en la gloria por sus movimientos. Yo temblaba, estaba seguro que pronto no podría controlarme de tantas emociones así que aguanté la respiración intentando soportar más.
Sin embargo pareció haber sido un catalizador, porque sin previo aviso me vine sobre mis cobijas, haciendo que todo mi cuerpo sintiera espasmos y apretara mis manos tan fuerte que terminara lastimándome un poco.
Mis movimientos provocaron que Namjoon se viniera dentro de mí, terminando exhausto a mi lado cuando sacó su miembro dentro de mí.
Atrajo mi cuerpo a sus brazos como era una costumbre entre nosotros cuando lo hacíamos. Me besó el cabello mientras acariciaba mi espalda con sus grandes manos, de esa manera yo me sentía protegido a su lado así que recargué mi cabeza sobre su pecho.
–Jinnie, quizás te quiera más de lo debido –Se apegó a mi cabeza.
Y yo también Nam pensé.
–Lo que siento ahora no puedo compararlo con nada –Me susurró.
Yo levanté mi rostro para encontrarme con esos hermosos hoyuelos sonriéndome. Lo besé en el labio inferior en silencio porque quería transmitirle sin palabras que me sentía exactamente de la misma manera a su lado.