Tres años antes…
Entre risas entraron al departamento.
-¡Dios mío! Es hermoso- Alago Esteban
-Ummm- susurro Joshua en su oreja, mientras acercaba el cuerpo contrario al suyo, abrazándolo por atrás. –Es bonito porque estás tú.
-que cursi- sonrió el de menor estatura
-así me amas.
-Con todo mi corazón.
Esteban se volteo hacia Joshua, rodeando con sus brazos su cuello, de puntitas hasta alcanzar los labios del más alto y besarlo delicadamente.
-Te amo- susurro muy cerca de ellos después de separarse. –Estamos casados- dijo feliz recordando que hace unas horas habían contraído nupcias.
Joshua sonrió, paso sus manos por el cabello castaño de Esteban y con dulzura besos su frente. –sorprendentemente lo estamos- dijo. –Ahora eres mío.
-Y tu mío, Nunca me dejes por favor
-Nunca lo haré.
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Tiempo actual
Joshua bostezo en su escritorio. –Estoy cansado
-es porque trabajas demasiado- le reclamo Esteban desde la cama. –Ven a dormir a mi lado, te extraño, hace días que no hacemos el amor.
-Hicimos el amor el lunes.
-Exacto hace tres días, que no te han dicho que el sexo diario es bueno para el cuerpo y además no hacerlo puede apagar la llama.
-Mi amor por ti no se va a acabar sólo porque no tengamos sexo un día.
-¡UN DÍA!, joder pero ya pasaron tres días aun me amas ¿verdad?
Joshua y Estaban rieron al mismo tiempo.
-Te he dicho que ese short me encanta
-Ummm no, pero lo sé.
Joshua gateo por la cama hasta cubrir el cuerpo de Esteban con el suyo, miro directamente a los ojos de Esteban, no había manera de describir lo mucho que le gustaban, pequeños pero a su vez alargados eran dos gemas color miel.
Con algo de prisa Esteban separo ligeramente sus piernas para permitir que Joshua se colara entre ellas, Dejando escapar un leve suspiro cuando sus dos erecciones se frotaron.
-umm extrañaba esto- susurro Esteban en la oreja de su pareja sensualmente.
-Es porque siempre has sido un adicto al sexo
-Te equivocas soy adicto a ti, a tus besos, a tus caricias, tus abrazos, la forma en la que te mue… Umm... ah.. Idiota lo metas así como así
-shuu- respondió contra sus labios. –Sólo acostúmbrate
-Es fácil decirlo
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Esteban llegó corriendo al departamento, abrió la puerta y miro a Esteban el cual parecía bebía una taza de café muy a gusto.
-Esteba…- trato de decir el mayor pero incluso antes de terminar el castaño ya había desaparecido de sus narices.
-Espera, enserio me estoy haciendo del uno- dijo fuerte para que Joshua lo escuchara.
-Está bien pero cuando termines por favor ven, tengo que hablar contigo…
-ok mi amor.
Joshua sirvió otra taza de café para Esteban mientras lo esperaba, busco su celular en su portafolio cuando escucho el tono de llamada y contesto. –Bueno, ¿bebe estas ahí?
-“¿Qué paso ya sé lo dijiste?”
-No aun no lo he hecho, estoy esperando que salga del baño, Lucero creo que no tengo el valor para decírselo… Yo… hay viene tengo que colgar.
-¿Con quién hablabas?- Pregunto Esteban cuando llegó a su lado abrazándolo y sentándose en sus piernas.
-hice un poco de café, ¿Quieres?
-¿y si mejor nos besamos?- dijo con una sonrisa coqueta acercando sus labios a los del contrario, el rechazo fue más que obvio dejando sorprendido a Esteban. -¿qué pasa?- pregunto curioso.
-Será mejor que te sientes
-OK, pero me estas asustando- dijo al ver la expresión de su pareja.
-Esteban yo… quiero el divorcio