Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un ex de verdad -YoonKook por Karirin

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Frustración.

Desesperación.

Exasperación.

 

"¿Por qué hoy en mi tranquilidad, si es tan grande esta ciudad hoy te tuve que encontrar?"

 

Esas palabras describían mi sentir al ver a Jeon cada día. No entiendo porque, pero desde que es mi exnovio lo veo aún más radiante, todo en él se me hacía perfecto, porque él es perfecto.

Se preguntarán, ¿Por qué si es tan perfecto terminamos? 
 Pues para hacerlo simple-

- ¡Hola Yoongi hyung! –Diablos, no ahora. Ahí estaba mi problema, caminando hacia mí con esa estúpida sonrisa de conejo.

 

"¿Por qué tu sonrisa despertó sentimientos que guarde con candado en un cajón?

¿Por qué?"

"Eres el peor amor que he conocido
Tan perfecto que no te olvido"

 

- ¡H-hey! Jeon, que tal... estás. Tu cabello. -Sí, eso es lo único coherente que pude decir. El ver esos, ahora castaños, rizos descendiendo con gracia en su frente era demasiado para mi salud mental.

 

"Piensa en mí, ayúdame a odiarte"

 

No me trates bien, ni sonrías más.
Pues mi alma sigue sufriendo.

 

"Se un ex de verdad y trátame mal, ayúdame con eso."

 

Y el hecho de que una vez que se acerca totalmente a mí me sigue saludando con un abrazo y un beso en la mejilla es el colmo de mi mala suerte.

Te odio, Jeon. ¿Por qué eres así? ¿No notas que aún no puedo sacarte de mí? 
Siempre has sido así, no tienes consideración por mi sentir.

 

"¿Por qué te atreviste a saludar con un beso sin pensar sin ver mi fragilidad?"

 

Una vez que separas tus labios de mi piel aún siento tu suave tacto allí. Basta, por favor. - ¡Ah, sí! Lo teñí ayer, me queda bien, ¿verdad? -Otra sonrisa ¿Por qué eres tan risueño? -A-Ah, sí, te luce bien. -Apenas puedo articular palabras por tu cercanía, sin más me separo, no puedo permitir que notes lo frágil que me pones.

-Sabía que te gustaría, recuerdo que hyung dijo que seguro un tono más claro resaltaría mis bellos rasgos~ -Te odio. Cuanto te odio. No, cuanto me odio por no poder odiarte como debería. -Por cierto hyung, ¿A dónde iba con tanta prisa? Es raro verlo fuera un domingo.

-De compras. -Dije simple, no quiero darle muchos detalles porque sino él-

- ¡Ah, si quiere puedo acompañarlo! Le seré de ayuda con las pesadas bolsas ya que esos bracitos de bebé no podrán con eso~ -Porque sino él hará eso. Es tan común en él el ser tan caballeroso con todos. Tengo que ponerte un alto.

-Jeon, basta. Por favor. -Me miras confundido. Tendré que ser más específico. -Por favor deja de ser tan amable conmigo, entiende que me incomoda, quiero... espacio. -No puedo seguir viendo esa expresión triste por lo que aparto la vista antes de continuar. -Entiendo que eres mi ex, no puedo ser tan cercano contigo como si nada hubiera sucedido.

-Nada tendría que ser así si no fueras tan idiota, Yoongi. -Estás molesto, tu voz te delata. Eso y que te alejas de mi tan rápido que no me das tiempo a reaccionar.

 

 

"Y sé que mañana yo seré él culpable de esperar, de dejarte escapar sin preguntar.
¿Por qué?"

 

Una vez en casa con las compras, dejo todo en la cocina y sin saludar a mi familia subo a mi cuarto a encerrarme. Desde hace dos meses, desde que terminamos, ya me es costumbre hacer esto por lo que nadie me molestará mi soledad.

Supongo que me sentaré aquí en silencio, a hacer lo mismo de siempre.
Pensar en él, en nosotros.

 

 

Hasta el año pasado, cuando Jungkook estaba en segundo y yo en tercero nunca habíamos hablado, a decir verdad yo había oído sobre él en la cafetería desde el momento en que entró a la preparatoria. Es decir, un estudiante transferido de Busan en una escuela promedio de Daegu que además es guapo rápidamente pasa a estar en boca de todos.

La primera vez que entablamos una conversación nunca la olvidaré, Jeon me encontró en mí lugar secreto para almorzar, no tan secreto ya que me siguió, descubriéndolo consecuentemente. Sus mejillas estaban rosadas sin razón aparente, al hablar para llamar mi atención tartamudeaba, excusándose luego en que era tímido para hablar y más porque sabía que yo era mayor. Ese día me explicó que sus notas no eran las mejores y varios profesores habían hecho la brillante sugerencia de solicitar un tutor, muchos de ellos me recordaban como el mejor estudiante del año anterior por lo que mi nombre fue el que más salió de sus bocas.

Tenía sentido, más, teniendo en cuenta que yo no me había anotado en el sistema de tutorías no tenía caso que me buscara; así se lo hice saber pero Jungkook insistía en que debía ser yo puesto que ya había intentado con los demás tutores y ninguno supo enseñarle correctamente, por lo que me puso en posición de su última esperanza incluso sin conocerme. Aún no me explico que fue lo que me hizo aceptar, si sus burdos intentos de soborno con invitaciones a comer (Totalmente pagado por él) o el hecho de que me esperaba todos los días, a cada ingreso, recreo y salida en la puerta de mi salón de clases.

Terminé acostumbrándome a su presencia antes de ceder y finalmente volverme su tutor; en cuanto comencé a enseñarle tuve que tener mucha paciencia, era realmente malo en matemáticas e inglés, requería mucho tiempo para historia y horas extras para biología. Todo mi esfuerzo se vio recompensado cuando un día llegó a mi corriendo, gritando por los pasillos que me debía la vida, para luego abrazarme a la vez que me alzaba por el aire girando. Cabe destacar que casi me mata del susto por sus acciones impulsivas y que él se llevó un golpe en el rostro por lo mismo.
Estaba tan avergonzado que me disculpe un millón de veces en el momento, y un millón más a la salida; esa fue la primera vez que acepté almorzar con el fuera del horario de clases ya que él alegaba que solo aceptaría mis disculpas si lo acompañaba a celebrar.

A medida que el tiempo pasó Jeon y yo fuimos formando una relación más estrecha, ya no éramos sólo tutor y pupilo, nos volvimos amigos, o eso creía yo. Lo ayudaba no solo con el estudio sino también con las tareas o proyectos, y ya no solo usábamos la biblioteca para estos propósitos, yo iba a su casa y él a la mía. Estaba satisfecho con nuestra extraña amistad, y digo extraña pues aunque nos llevábamos bien raramente teníamos algo en común; cuando pasábamos el tiempo juntos sin la escuela de por medio simplemente veíamos películas, jugábamos videojuegos o nos quedábamos platicando de todo un poco hasta que se formara un silencio, uno agradable por cierto.

Uno de esos días de vagancia juntos fuimos a mi casa, luego ver películas toda la tarde estábamos en medio de esos silencios cómodos, él estaba con su cabeza acostada en mi regazo (Cosa que a este punto ya no me molestaba, sabía de sobre lo molesto que solía ser con sus muestras de afecto excesivo), podía notar lo adormilado que se encontraba y por inercia había comenzado a acariciar sus mechones de cabello. Era algo habitual hacerlo, Jeon siempre se ponía en esta posición y llevaba mis manos a su cabello sugiriéndome la acción hasta que la misma se me volvió un hábito. Tiempo después el se removió de mis piernas para sentarse bien y entre bostezos me lo dijo, ese día lo dijo por primera vez. "Te quiero hyung".

Fingí no darle importancia pues me avergonzaba aquello, con mis otras amistades nunca éramos tan expresos con nuestro sentir por lo que no sabía que contestar.

"Dije que te quiero hyung. Mucho." Lástima que Jungkook insistió con ello, buscando constantemente mi mirada en el proceso. Mi única reacción fue decirle que era vergonzoso y pedirle que parara, pero me ignoró y continuó. "Me atrevo a decir que demasiado" Intenté detenerlo empujándolo en broma pero él me tomó de las manos casi al momento, entrelazándolas con las suyas, acercándose más a mí con delicadeza, casi miedo podría decir ahora. "Es más, ahora, en este momento puedo asegurar que me enamoré de ti Yoongi hyung"; puedo recordar muy nítidamente el calor en mis mejillas y el latir acelerado e irregular de mi corazón, no entendía que me sucedía ni porque mi cuerpo no me respondía.

Hablando con franqueza, nunca lo vi venir, ¿Por qué alguien como él se interesaría por alguien como yo? ¿Por qué el chico que puede salir con cualquiera con solo pedirlo me elegiría a mí? No le hallaba el sentido, parecía una mala broma y así se lo hice saber.

 

Pero solo recibí un beso en respuesta.

 

Sus labios eran suaves, aunque estuvieran secos; fue un beso dulce, apenas un roce, apenas unos segundos. Cuando separó el contacto intentó mantener contacto visual pero mi vergüenza era más grande, tanto que él pensó que estaba disgustado, pude verlo en su cara, en sus ojos, esos que se encontraban registrando cada una de mis reacciones. No pude decir nada al primer momento, pensé que Jeon se rendiría y todo se volvería incomodo entre nosotros, pero una vez más volvía a sorprenderme con sus acciones poco predecibles. En lugar de irse se acercó más, colocando su frente contra la mía, lanzando un suspiro que se asemejaba más a un jadeo que otra cosa.

Me paralicé en mi lugar y lo deje ser, deje que acortara nuevamente la distancia entre nuestras bocas hasta sentir su respiración sobre mis labios, una levemente agitada, por cierto. Se detuvo allí por unos quince segundos logrando ponerme nervioso y ansioso al mismo tiempo, allí fue cuando noté que había perdido, había caído por él sin darme cuenta siquiera. Esa vez fui yo quien cerro la distancia completamente, uniéndonos en otro casto beso, no había intenciones más allá por parte de ninguno de nosotros, sólo disfrutábamos del sabor del otro.

O eso hubiéramos hecho de no ser por mi padre que aclaró su garganta desde la puerta de entrada. Que vergonzoso fue eso, para todos. Me costó mucho perdonar a Jeon por lo cobarde que fue de huir de mi casa luego de pedir perdón a mis padres por "la falta de respeto a nuestro hogar", fue la conversación más incómoda que pude haber tenido con ellos, incluso más que la de cómo se hacen los bebés, ya que además de hablar sobre mi sexualidad, los deseos de experimentar cosas nuevas de los jóvenes, la atracción física entre hombres, el cómo me daban su bendición si eso me hacía feliz (Siempre y cuando siguiera reglas de comportamiento, las mismas que habían establecido por si tenía novia) y lo más incómodo de todo fue el que mi papá me pidiera hablar a solas para aconsejarme sobre... eso, sí, eso que se imaginan, a pesar de que él sabía lo mismo que yo sobre relaciones entre dos chicos, lo que es, nada.

Luego de explicarles exhaustivamente de que Jungkook y yo no éramos nada y que lo que vieron fue nada más que algo del momento, llegó lo más difícil, verlo a la cara luego del momento medianamente intimo que compartimos. Ya que estoy tan sincero voy a admitir que me pasó por la mente simplemente evitarlo o actuar como si nada hubiera sucedido, pero algo en mi interior no me lo permitió en cuanto lo vi acercarse a mí con esa sonrisa de conejo idiota enamorado. Pensé en pedirle ir a algún lugar más privado para hablar en estos minutos antes de entrar a nuestros salones, pero como ya dije, sus acciones eran un misterio para mí. Es decir, quien esperaría que el chico que se avergüenza de que mis padres nos encuentren besándonos al día siguiente se te lancé en brazos a comerte a besos en plena puerta de entrada del colegio, a la hora en que hay más alumnos, sin reparar en que todos nos verían.

 

Ese fue el comienzo oficial de nuestra relación a los ojos de los demás, ya que comenzamos a salir luego de casi dos semanas de citas, por capricho suyo obviamente, insistía en que él debía enamorarme antes de que yo lo aceptara.

No éramos la pareja perfecta, tampoco es que fuéramos disfuncional, pero habiendo tantas diferencias entre nosotros fue inevitable el que varias peleas tuvieran lugar. Yo tengo un carácter de los mil demonios y él no se quedaba atrás tampoco, nuestras personalidades volátiles no llevaban a nada bueno cuando discutíamos, incluso si eran pequeñeces, las magnificábamos, hasta los golpes si estábamos en un mal día. Nuestros padres preocupados porque nuestro noviazgo se volviera algo tóxico intercedieron en buen momento logrando que recordáramos lo importante, que nos queríamos.

Si bien nunca más peleamos por algo estúpido siempre quedaban algunas astillas de discordia entre nosotros. Jungkook era el más popular de su curso mientras que yo era un simple mortal más, no podía sentarme a almorzar con él sin sentir la mirada de toda la escuela clavándose en mí, no me gustaba pero tampoco podíamos almorzar en otro lugar solos sin que toda chica que pasara se acercara a hablar con él. No me molestaban ellas en sí, siendo sincero no podían importarme menos ya que yo y solo yo seguía siendo su pareja, pero si me molestaba el hecho de que nunca les pedía que nos dejaran a solas o hacía algo cuando se ponían a coquetearle descaradamente frente a mí, mi límite llegaba cuando le decían que debía buscarse a alguien "de su nivel".

Me dolía saber que eso era lo que todos pensaban más no se lo hice saber jamás. Pero eso no era lo peor. Los celos. Los detestables y enfermos celos, esos que yo sentía cada vez que lo veía con sus mejores amigos Jimin y Taehyung. Ellos vivían en el mismo vecindario y compartían clase, incluso sus actividades fuera de la escuela. Iba con Jimin a la academia de baile y con Taehyung al club atletismo los fines semana, tenía tanto en común con ambos que cualquiera de los dos sería un mucho mejor novio que yo y fue era mi tortura constante.

Esa era, hasta que un día hace dos meses decidí ir a su casa a cortar por lo sano y dejar a Jeon. Su rostro sonrosado por los gritos exigiendo saber por qué, las quejas diciéndome que él dio sólo lo mejor por nosotros, pero que si no bastaba mejoraría por mí bien, y el llanto desconsolado; mentiría si dijera que en el momento me vi tentado a decirle que olvidara lo que estaba diciendo y me perdonara para seguir con este noviazgo, pero no lo hice.
Ese día él me abrazo sin dejarme ir, susurrándome al oído lo egoísta que estaba siendo, continuando entre llantos y gimoteos hasta que comencé a acariciarle el cabello como sabía que le gustaba, logrando que el sueño lo venciera. Me sentí horrible saliendo de la habitación luego de arroparlo, pues sus padres estaban esperándome en la sala, cuando me disculpé con ellos por todo no me dijeron nada, más bien se lamentaron por la situación.

Aunque la primera semana se basó en mis intentos de evitarlo, él siguió buscándome, y cuando le pedí que dejara de pensar en mí, insistió en mantener una amistad. Obviamente me negué, pero parece que no lo entendió.

 

"Eres el peor amor que he conocido

Tan perfecto que no te olvido"

 

Pues cada vez que me ve me trata con tanta cercanía y amabilidad que a veces me es imposible verlo como un ex.

 

"Piensa en mí ayúdame a odiarte"

 

Preferiría mil veces que fuera de esos ex horribles que te pintan en las novelas juveniles, esos que hacen tu vida miserable.


"Haz las cosas que hacen los cobardes"

 

No recuerdo cuando me quedé dormido, pero desperté temprano, mucho. Faltan dos horas para la escuela aún y no tengo hambre como para perder tiempo en el estúpido desayuno. Sin más, salgo de mi casa caminando sin rumbo, siguiendo de largo el colegio, llegando así a un vecindario que quedaba totalmente en la dirección contraria al mío, uno que conozco bien pero que no lo admitiré ni a mí mismo.

El vecindario de la única cosa que está en mi mente desde que abrí los ojos, de Jeon Jungkook.

Aún falta una hora para clases por lo que estoy seguro que aún está en su casa, sí, sé que suenan psicópatas mis ganas de esconderme entre los arbustos de la entrada y esperarlo, pero en mi defensa, me preocupa como el cómo está luego de nuestro pequeño encuentro de ayer.

Me hago responsable de mis acciones y admito que me porté como un idiota cuando él solo continúa tratándome bien sin que se lo pida.

 

"No me trates bien ni sonrías más
Pues mi alma sigue sufriendo"

 

Quiero olvidarlo, pero no así.

 

"Se un ex de verdad y trátame mal, ayúdame con eso"

 

En cuanto lo vi, caminando hacía mi posición (Obviamente sin saber que yo estaba allí) mi corazón se aceleró y mi respiración se detuvo, no por nervios o por él sino porque lo noté.

No importaba lo que hiciera, nunca lo podría olvidar.

 

"Eres el peor amor que he conocido
Tan perfecto que no te olvido"

 

Lo que causa en mi es tan fuerte que no puedo dejarlo.


"Piensa en mí ayúdame a odiarte
Haz las cosas que hacen los cobardes"

 

Él no me ayuda, pero yo tampoco pongo de mi parte. No quiero, no puedo.

No puedo más con lo que siento, tengo que enfrentarlo. Salí de mi escondiste en el preciso momento en que alzaba la vista hacia el frente, al segundo de que hicimos contacto visual sonrió ampliamente dándome una vista perfecta de esas blancas perlas que tanto se asemejaban a los de un tierno conejito y corrió a abrazarme como nunca.

 

"No me trates bien ni sonrías más
    Pues mi alma sigue sufriendo"

 

-Por favor perdóname, por todo. No sabía que te molestaba, no sabía que te lastimaba, ¡Lo siento mucho, hyung!


"Se un ex de verdad y trátame mal"

 

-Por un demonio, Kookie, deja de disculparte. Todo fui mi culpa, no tuya, tu no has hecho nada malo ni necesitas hacer nada mejor.

 

"Ayúdame con eso"

 

-Pero quiero hacerlo, siento que debo darte solo lo mejor, porque sólo con tu presencia ya me das todo a mí y yo nada. -Susurro escondiéndose en mi cuello. No puedo más, voy a llorar. -Hyung... Volvamos. No quiero estar lejos de ti, no te merezco pero quiero ser egoísta una vez, ¿Puedo?


"Ayúdame con eso"

 

-Jeon... Te odio. -Dije simple, aunque todos sabemos que no es cierto.

Y sin más ataqué sus labios, cómo los extrañé.

 

FIN.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).