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Obsesión por Ellie Blanch

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Notas del fanfic:

Aqui de vuelta con una de mis parejas favoritas, este es un pequeño oneshot que tenia guardado hace mucho y al fin a salido de las tinieblas.

Como siempre indico los personajes son propiedad de Fujimaki-sensei y bueno sin mas que decir espero sea de su agrado.

Las actividades del club finalmente dieron término en las instalaciones de Seirin y debido a unos problemas que existieron con cierto dúo, el par  se encontraba solo en el gimnasio limpiando el desorden después de que su capitán les hubiese dado un buen regaño,  estos chicos eran conocidos como la luz y la sombra del equipo.  

El pequeño peli celeste hacia su trabajo sin siquiera detenerse a mirar a su compañero.



—Vamos no seas tan terco si eres tú quien…

 

—Por favor Kagami-kun guarda silencio no estoy de ánimo — Lo silencio el peli celeste, la verdad es que se encontraba bastante molesto.

 

—Ya te pedí perdón ¿Qué más quieres? De verdad no fue mi intención — Hablaba el pelirrojo intentando que su joven novio dejara de hacer rabieta.

 

—Nos ha visto todo el equipo y esperas que te perdone así de fácil — Por primera vez miraba a su tigre.

 

—Pero si ya saben lo nuestro ¿Porque te preocupas tanto? — Kagami seguía recogiendo los balones.

 

—Kagami-kun me estabas toqueteando cuando estábamos haciendo los estiramientos — Se acercó al tigre y se puso frente a él — No sé qué es lo que está pasando por tu cabeza durante el último tiempo, pero eso se hace cuando estamos solos ¿Queda claro?

 

—Por supuesto no se volverá a repetir — El más alto tragó saliva, sí que daba miedo su pequeño cuando se enojaba.



Cuando la limpieza término ambos jóvenes se dirigieron a las duchas, necesitaban un baño con urgencia, pero apenas Kuroko se hubo desvestido sintió como las manos de su tigre rodeaban su cintura desde la espalda.



— ¿Kagami-kun? — Pregunto volteando para encarar al mayor.

 

— ¿Qué sucede? Estamos solos tal y como has dicho — Sonrió feliz, pero al parecer Kuroko no estaba tan contento como él.

 

—Pero este no es el sitio adecuado… ¡Ah! — Gimió cuando el pelirrojo agarro su trasero de forma bastante tosca.

 

—La semana pasada no pensabas lo mismo — Susurro en su oído para luego morder el lóbulo a lo cual soltó otro gemido — Eres un delicioso conejito.

 

—Detente Kagami-kun no quiero esto — Se quejaba el peli celeste mientras intentaba zafarse en vano.

 

—Vamos amor no seas así, yo sé que también lo deseas — Volvió a apretar las nalgas del fantasma y esto fue suficiente para que el chico tomara cartas en el asunto reunió toda su fuerza y le dio un golpe en el estómago, lo cual lo tirado en el suelo sin aire.

 

—Lo siento, pero no sé qué es lo que te está pasando… Te pareces a Aomine-kun en lo pervertido — Tras decir aquello tomó sus pertenencias y se retiró, luego llegaría a tomar una ducha en su hogar.




~*~




Después de haber llegado a su casa y al no encontrar a nadie, decidió tomar su merecido baño necesitaba despejar la mente, quizás estaba algo paranoico pero sentía que Kagami estaba algo obsesionado con cierta parte de su cuerpo.

Una vez desnudo se metió a la tina en la cual el agua tibia lo esperaba, cerró sus ojos dejándose llevar por la sensación.




~Flashback~

 

Hace dos semanas atrás Kagami había invitado a su novio a pasar el fin de semana en su casa, a lo cual el joven feliz de la vida aceptó, le encantaba estar junto a su tigre, habían pasado noches juntos pero sólo eso, nunca han llegado más lejos, aunque ambos querían pero por razones diferentes no se atrevían, pero aquel fin de semana sus pensamientos se unieron… Llegarían hasta el final.

 

Se encontraban como siempre cómodos en el sillón viendo un partido de basket después de haber cenado, fue mágicamente el tigre quien hizo el primer movimiento, Kuroko se levantaba para ir a buscar un poco de jugo cuando el tigre agarró su mano jalandolo de vuelta al sillón, pero no midió su fuerza y este cayó sobre él quedando los dos acostados en el lugar.

 

Sus rostros quedaron a escasos centímetros, sus miradas se encontraron y se dieron cuenta que reflejaban lo mismo… Deseo…

 

Esta vez el pequeño fantasma tomó el control plantandole un beso en los labios a su tigre, quien ni corto ni perezoso aceptó con gusto, sus lenguas bailaban una danza sin fin o eso parecía hasta que la falta de oxígeno les hizo separarse, un hilo de saliva los unía de una forma sensual.

 

El peli celeste se lamió de una forma bastante provocativa sus labios, luego se acercó nuevamente a los del pelirrojo y los lamió igualmente, este gesto hizo que  Taiga le recordara un pequeño gatito.

Kagami solamente por instinto llevo sus manos hasta el trasero de su chico y fue en ese momento cuando se dio cuenta que sus manos encajaban a la perfección con cada trozo de carne y eso le gustó; era un hecho que el chico que se encontraba sobre él estaba hecho para amoldarse a su persona.



— ¡Kagami-kun! — Exclamó cuando sintió las manos de su novio en aquella parte.

 

—Lo siento no puedo aguantar más — Susurró con las mejillas rojas debido a la excitación.

 

—No pido que lo hagas — Comentó bastante cerca del oído del pelirrojo logrando que su piel se erizara.

 

—Tú lo has querido — Tras decir aquello se levantó llevándose consigo al fantasma, sabía que ese no era un buen lugar para ser la primera vez.



Al llegar a la habitación lo dejó de forma bastante suave sobre la cama, observó aquel delicado cuerpo dándose cuenta de que necesitaba poseerlo, jamás pensó que pudiese tener aquellos pensamientos, pero aquí estaba imaginando una y mil formas de ser uno con su pequeño.

 

De forma delicada se posicionó sobre él besando una vez más sus labios, para posteriormente comenzar a besar su cuello, el muchacho bajó él gimió mientras rodeaba el cuello del tigre con sus brazos atrayéndolo hacia él.

 

Mientras estaban en ello las manos de Kagami se dirigieron a la camisa del pequeño comenzando a desabrochar ya que esta solo era un estorbo, había visto muchas veces la pálida piel de Kuroko en el camerino pero esto era mil veces mejor, sentir ese suave contacto era un verdadero sueño, instintivamente sus manos se dirigieron ahora aquellos botones rosa que se erguían de excitación el solo roce de este provocó que el cuerpo de su sombra sufriera un pequeño espasmo.



— ¡No! — Exclamó cuando sintió que unos labios se cerraban en uno de esos botones y comenzaba a lamerlo.A pesar de las quejas Kagami siguió con lo suyo mientras una mano traviesa se colaba en la entrepierna de la sombra provocando más gemidos de placer —Ka...gami...kun n-no — Decía mientras llevaba una mano a sus labios silenciando así sus gemidos.



La espalda del chico fantasma se arqueó cuando ahora aquella mano se había colado dentro de sus pantalones tocando su parte íntima, el tigre soltó el agarre que tenía con la tetilla y subió hasta el rostro de este mientras seguía con la misión de masturbar a su pequeño.



—Déjame escuchar tu voz — Expresó con una voz sensual observando a su chico quien tenía las mejillas completamente rojas, sus ojos brillosos y algunas gotitas de sudor perlaban su cuerpo — Eres hermoso mi tierno conejito.



Sus labios se juntaron una vez más para batirse en una lucha por el control siendo el vencedor el pelirrojo, los sonidos húmedos se escucharon cuando debido a la excitación Kuroko llegó al clímax corriéndose en la mano de Kagami.

Casi de inmediato tapó su rostro con vergüenza no podía creer que sólo con eso su cuerpo hubiese respondido de aquella forma.



—Quiero ver tu rostro — Pidió el pelirrojo intentando quitar esas pálidas manos de su sitio.

 

—No porque te reirás de mí…

 

—Sabes que eso no es cierto… vamos Tetsuya quiero verte — Esas palabras salieron de sus labios sin siquiera darse cuenta, por su parte Kuroko debido a la impresión sacó las manos de su rostro para mirar a su luz.

 

— ¿Co-cómo? — Balbuceó con asombro.

 

—Te amo Tetsuya no sabes las sensaciones que provocas en mí — Explicó estirando una mano hasta el rostro del peli celeste y acariciando con dulzura.

 

— ¡Kagami-kun también te amo! — Expresó estirando sus brazos y rodeando el cuello de su novio escondiendo su rostro en la parte de la clavícula.

 

—Sabes que aún nos queda mucho por delante — Comentó Kagami después de un momento, ya que el pequeño seguía abrazando su cuello y como él no llegó al final había una parte en su cuerpo que no podía estar en paz mientras la tentación se encontraba entre sus manos.



El pequeño ser entre sus brazos se apartó un momento sólo para volver a besar sus labios, tomó delicadamente aquel blanquecino cuerpo y lo recostó nuevamente sobre la cama.

Se apartó un poco observando al joven peli celeste y se dio cuenta que algo no encajaba en aquel lugar… Era tiempo de deshacerse de las ropas restantes.

 

Tomó el borde del pantalón de su sombra y lo bajo de forma lenta pero cuando estaba a punto de dejar al descubierta la parte baja de su chico una mano temblorosa se posó sobre la suya.



— ¿Quieres detenerte? — Pregunto casi de inmediato el mayor, recibiendo como respuesta un movimiento de cabeza en forma negativa — Entiendo pero no tienes de qué avergonzarte.



Sin más retiro las ropas encontrándose con un desastre, Kuroko lo sabía por eso había intentado detener a su tigre.



—No te preocupes dejaremos un desastre peor que esto — Fue su turno de quitarse la camiseta tras decir aquellas palabras, dejando sus marcados pectorales a la vista de su sombra, Kuroko lo observó cómo pidiendo más a lo cual llevó las manos hasta sus pantalones bajandolos y dejando a la vista su excitado miembro.



Ahora que las ropas no eran un estorbo era mucho mejor, ambos se observaron revisando cada parte del otro, Kuroko tembló al ver el miembro de Kagami preguntándose cómo sería posible que llegaran al final. El mayor se acomodó entre las piernas de su chico observando como la respiración de este se hacía más rápida, estaba asustado por lo que vendría a continuación.



—Si tienes miedo podemos…

 

— ¡No quiero que te detengas! —Exclamó asustado por las palabras que acababa de oír.

 

—Eso no es una opción pequeño.

 

— ¿Entonces? — Estaba confuso.

 

—Cambiaremos lugares — Ofreció haciendo que su chico abriera los ojos de forma extrema.

 

—Kagami-kun… quiere que yo sea…

 

— ¡Claro que no! — Grito imaginando esa situación y no le gustó para nada — Dios Tetsuya no entiendes nada a veces me sorprendes.

 

Tomo al chico de la cintura y cambio lugares dejando a su sombra sentada a la altura de su entrepierna haciendo que sus miembros se rozaran.

 

—Serás tú quien guíe ¿Qué te parece?

 

—Vergonzoso — Esas palabras fueron confirmadas por las sonrosadas mejillas de Kuroko.

 

—No tienes por qué estarlo, ahora ven aquí — Ordenó tomando su cintura y haciendo que el joven se inclinara para besarse nuevamente.



En el proceso una mano del pelirrojo fue directo hacia una nalga apretándola con fuerza, era un hecho que estaban hechas para ser tocadas por sus manos, mientras tanto el pequeño comenzaba a frotarse contra su tigre, una vez más sus miembros se levantaron debido a la excitación y esta vez el mayor aprovechando esto llevó uno de sus dedos hacia aquel lugar que los llevaría a la gloria, la sombra gimió por el contacto.



—Kagami-kun...mmmm… —Jadeo separándose de los labios de su tigre.

 

—Así no te dolerá tanto amor — Su dedo comenzó a moverse de manera lenta cuando pudo percatarse de que podía ingresar sin problemas sumó otro más.

 

—Es suficiente — Susurró inclinándose hasta el oído de cuando se dio cuenta que tres de los dedos de su novio ingresaban sin problemas.



Era tiempo de continuar por lo cual fue el mismo Kuroko quien tomando el rígido miembro de su luz lo guio hasta su entrada, a medida que lo introducía el dolor se hacía presente al parecer no estaba listo aun, Kagami lo noto y quiso detenerse pero el chico se lo impidió.



—Quiero hacerlo — Leyó el pensamiento de quien se encontraba bajo él, los movimientos fueron lentos en un principio pero medida ganaba confianza fueron en aumento.



El mayor por su parte para apoyar los movimientos de su amante colocó sus manos en las nalgas de este haciendo cada vez más presión, podría jurar que sus dedos quedarían marcados en ese trozo de carne, al fin se sentían como un solo ser y el dolor de un principio había desaparecido, este fue reemplazado por oleadas de placer.



— ¡Ngh! Kagami-kun… yo… no… ¡Ah!

 

—No… mmm…. Sigue…

 

—No puedo… más… ¡ah! — Gimió mientras llegaba al clímax fue en ese momento cuando el pelirrojo hizo su agarre más fuerte dando un par de embestidas más antes de venirse dentro de su novio, solo para unos segundos después acomodar al pequeño en su pecho y dormir abrazados, ya en la mañana se encargaría de ayudarle a limpiarse.

 

—Te amo Tetsuya — Dijo antes de caer rendido por el sueño.

 

—Y yo a ti Taiga-kun — Un lindo bostezo se hizo presente en sus labios.



~Fin Flashback ~




Casi media hora pasó desde que ingresó a la tina y el calor le estaba pasando la cuenta  provocando un pequeño mareo, además de que la yema de sus dedos ya se encontraban arrugadas necesitaba salir lo antes posible, se secó un poco el  exceso de agua y amarro la toalla a su cintura para ponerse su pijama…Aquella noche a pesar de que Kagami le había mandado un mensaje pidiéndole perdón no respondió.




~*~




Otro día llegaba a la vida de Kuroko Tetsuya y como de costumbre realizaba su rutina para ir a clases, se levantaba perezosamente para tomar una ducha, vestirse tomar un buen desayuno y por último salir de su hogar para estar en unos veinte minutos en el instituto, todo salió igual que siempre a excepción de la última parte ya que cuando abrió la puerta para salir se dio cuenta de que alguien lo esperaba en el umbral.



— ¿Por qué no has contestado mis mensajes? —Pregunto Kagami con el ceño fruncido y sus manos cruzadas en su pecho.

 

—Porque no tenía ganas — Fue la seca respuesta de este, mientras pasaba por su lado sin prestarle mucha atención.

 

— ¿Me podrías decir que es lo que te molesta tanto? — Solicito el mayor sin poder entender qué era lo que tenía así a su chico.

 

—No, adivínalo tú mismo.



Sin volver a cruzar palabras el camino hacia el instituto fue realmente tenso al igual que las clases y la hora de entrenamiento, por suerte para el resto de sus compañeros era viernes por lo cual al otro día no tendrían que verles las caras, cruzaban los dedos para que arreglaran sus problemas durante el fin de semana, aunque eso no quitó el hecho de que Riko su entrenadora los regañara.

 

Después de un día agotador Kuroko se encontraba en su habitación sobre su cama pensando algunas cosas acompañado de su fiel amigo Nigou, cuando su celular sonó era un mensaje de Kagami el cual decía que necesitaban conversar  si le gustaría quedarse en su casa y que a cambio le prepararía una malteada.



— ¿Qué me dices Nigou? — Preguntó a su can mientras acariciaba su cabeza — Si tú me dices que vaya le diré a mamá que me dé permiso.

 

— ¡Wan! — Ladro el can de inmediato moviendo su colita feliz.

 

— ¡Estas confabulado con Kagami-kun traidor! — Expresó levantándose de su cama era tiempo de poner todo en claro.



Ordenó algunas cosas en su bolso y se dispuso a salir después de pedir permiso a su madre, al llegar a la casa del pelirrojo y tras haber tocado el timbre sólo fueron cosa de segundos para que la puerta se abriera.



—Con permiso — Dijo ingresando al hogar — Buenas noches Kagami-kun.

 

—No seas tan formal, deja tus cosas en la habitación y te vienes a tomar tu malteada — Informo mientras caminaba hacia la cocina.

 

— ¿No me darás mi beso de bienvenida? — Preguntó mientras seguía al tigre sin prestar atención a lo que había dicho.

 

—Pensé que estabas enojado y no querías que te tocara — Se defendió mientras volteaba para mirarlo, amaba cuando el pequeño se ponía esas sudaderas con gorrito, le hacían ver adorable a sus ojos.

 

—No es eso… ¿Kagami-kun no te has dado cuenta que tu…

 

— ¿Yo?

 

—Nada olvídalo ¿Me darás mi beso?

 

—Ven aquí mi pequeño conejito — Estiró sus brazos para cobijar en ellos a la persona que se convirtió en su vida odiaba estar en malos términos con él.



Así la tarde fue amena aunque ninguno fue capaz de hablar, Kagami no se atrevió a preguntar puesto que ahora estaban bien y Kuroko por su parte no vio la necesidad a no ser que le volvieran a dar motivos para su enojo.

La noche llego y como era de esperarse el peli celeste fue a tomar un baño antes de dormir, apenas y había entrado cuando le llamó la atención por primera vez el gran espejo de cuerpo completo que Kagami tenía en el baño haciendo que unos estúpidos recuerdos llegaran a su mente.

Bajo sus pantalones quedando solo en bóxer levantó un poco la sudadera para observar su trasero.



—Es cierto ¡Es enorme! — Exclamo sonrojado.

 

— ¿Qué sucede? — Pregunto Kagami quien acababa de ingresar — Traía una toalla no estaba seguro de que hubiese una aquí.

 

— ¡Kagami-kun debes tocar antes de entrar! — Expreso asustado bajando la sudadera.

 

—Claro que toque pero no respondiste pensé en que pudo haber pasado algo, pero no me imagine que estabas tan concentrado observando tu…

 

— ¡No observaba nada! — Volteo el muchacho para sacarse el resto de la ropa, pero antes de que lo pudiera hacer sintió unas manos aferrarse a su parte trasera.

 

— ¡Ah! — Gimió por el contacto apoyándose en el lavamanos — ¡No!

 

—Lo tienes grande, pero es perfecto para que pueda caer en mis manos… — Se acercó a su oído y con una voz sexy pronunció las siguientes palabras — Eso me encanta…

 

—Es cierto entonces que a Kagami-kun sólo le gusta mi trasero — El oji celeste volteo encarando al mayor.

 

— ¿Qué es lo que estás diciendo? — Habló serio no entiendo nada de lo que el menor hablaba.

 

—Cada vez que estamos juntos lo único que haces es tocarlo ¿No te has dado cuenta?

 

—Claro que no, eres todo tú el que me vuelve loco es obvio que quiero tocarte por completo — Se defendió el pelirrojo.

 

—Kise-kun dijo que me creció y que en el tiempo en que a Aomine-kun le había dado por lamer sus pezones su pecho también lo hizo — Comentó enojado no le gustaba eso.

 

—No me interesa lo que le paso a Kise… ¿Cómo rayos piensas que amo sólo tú trasero?

 

—Porque lo único que haces es tocarlo… la última vez que tuvimos sexo casi ni me besaste — Su ceño estaba fruncido y su mirada era seria.

 

—Claro que lo hice… demonios Tetsuya es como si estuvieras celoso de tu propio trasero — Kagami lo tomó de los hombros.

 

—Yo no estoy celoso de mi trasero, Kagami-kun habla cosas extrañas además quiero tomar un baño por favor déjame sólo — Solicitó el muchacho.

 

—Un momento no quiero que pienses estupideces solo porque Kise metió ideas extrañas en tu cabeza.

 

—Kagami-kun él no ha metido ninguna idea ya que es cierto ¿Ahora me puedes dejar solo?

 

—Ok, te dejaré solo pero por favor no pienses estupideces yo no podría vivir sin ti — Beso una de sus mejillas de forma cariñosa — Te estaré esperando no tardes mucho.

 

Después de que el pelirrojo saliera de aquel lugar la sombra tomó su baño con mil pensamientos invadiendo su mente, quizás era cierto lo que su novio dijo y él estaba siendo demasiado obsesivo con el tema, no quería que esto terminara solo por una estúpida idea además de que igual le gustaba que su tigre hiciera eso, pero lo que no le gustaba era que le pusiera más atención a aquella parte que al resto del cuerpo, era cierto que la última vez casi no lo beso y eso le molesto bastante, aunque la posición que eligieron tampoco era la adecuada para hacerlo pero… ¡Kagami-kun tiene la culpa! —Pensó mientras terminaba de ducharse.



—Kagami-kun… yo… —Menciono mientras ponía en orden sus ideas.

 

— ¿Qué sucede mi niño? — Pregunto acercándose a él y tomando la toalla que este tenía en sus hombros la llevó hasta sus cabellos celestes para secarlos.

 

— ¿Es cierto que me amas por completo? —Levantó la vista hasta toparse con esos ojos color rubí.

 

—Por supuesto, si te molesta no lo tocaré nunca más te lo juro — Kagami mostró una hermosa sonrisa llena de amor y comprensión.

 

—Sí, Taiga-kun promete que también tomará en cuenta mis labios dejaré que lo toques ¿Qué te parece eso? — También mostró aquella bella sonrisa.

 

—Me gusta cuando me llamas así y te prometo que no me obsesionarse sólo con tu trasero.

 

— ¿Entonces lo confiesas? — Cuestiono mientras tomaba las mejillas de su luz y las apretaba con fuerza, volvía a estar en parte molesto.

 

—Quizás sólo un poco, pero es que enserio es irresistible — No aguanto más y dejando de frotar los cabellos llevó las manos a aquel sitio que había prometido no tocar.

 

— ¡Taiga-kun!

 

—Lo siento creo que mi promesa comenzará mañana mi pequeño conejito —Sonrió de forma lasciva.

 

Y así tomándolo en brazos lo llevó hasta su cama, esa noche debían recuperar todo el tiempo perdido por aquel ridículo pensamiento que estuvo invadiendo durante algunos días la cabeza de Tetsuya, Kagami se encargaría de hacerle entender que no era sólo su trasero lo que amaba de él, lo marcaría en cada parte de su cuerpo para que no lo volviera a pensar ni por un segundo.







Notas finales:

Bueno hasta aqui llega y espero que nos podamos leer en otra oportunidad. 

Un saludo gigante a las personitas que me ayudan con la inspiracion y a las que molesto para que le den el visto bueno.

Si no fuera por ellas estos fic quedarian guardados por siempre en mi cabeza y en mi compu :3

 

Un saludo gigante y muchas gracias por leer n.n


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