Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love Don't Break Me por Sieben7

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y bueno despues de la tardanza, al fin les traigo otro capitulo xD espero que les este gustando esta pequeña historia, ya solo falta uno mas para terminar :)

Con gusto recibo sus reviews, y ahora a leer n.n

 

 

Música a todo volumen perforando mis oídos, alcohol por montones invadiendo mi cuerpo y luces tenues centelleantes frente a mis ojos, ahora recordaba mis parrandas con ensoñación tan solo de ingresar en aquel lugar, algo así definitivamente me ayudaría a olvidar todo por un momento, así que sin dudarlo fui a la barra del club en el que me encontraba y pedí una bebida.

 

Ahora le agradecía mentalmente a Mark, un compañero de la escuela que tenia a un conocido trabajando ahí, porque no tuve ningún inconveniente para entrar aun siendo menor de edad, ya varias veces había ido ahí con algunos otros compañeros para pasarla bien, me encontraba solo en ese momento pero no me importaba.

 

El tiempo paso, a ese primer trago le siguieron varios más, me sentía algo mareado y apenas era consciente de donde estaba por lo que decidí detenerme un poco con las bebidas, lo suficiente para notar a alguien sentándose a mi lado en la barra mientras me miraba descaradamente.

 

-          Tomar para olvidar sirve, pero espero que tu plan no incluya morir de congestión alcohólica- escuche decir y alce la vista un poco para ver a mi acompañante aunque mi vista estaba algo borrosa.

-          No, solo quiero mantenerme ocupado- respondí pesadamente.

-          Claro. Te vi desde hace un momento, sentí que era peligroso que estuvieras solo y bebiendo así- menciono aquella persona y pude distinguir una sonrisa de su parte, solo supe que era hombre por su voz grave y al parecer poseía una larga cabellera pero con tanto alcohol en la sangre no pude mirar bien su rostro.

-          Gracias por la compañía, supongo- dije apenas.

-          Te vez algo chico para este lugar, por eso me preocupo. Tengo mi departamento aquí cerca, si gustas puedo llevarte y te quedas ahí hasta que te sientas mejor- me ofreció amable aquel tipo, yo lo mire a los ojos intentando enfocar mi vista fallando en el intento debido a la poca luz del club- Vamos, ¿Qué dices?- insistió con un ligero tono pícaro.

-          Si… vámonos- exprese apenas en un jadeo.

 

Definitivamente debí estar muy ebrio para irme con un desconocido a su casa, yo no solía salir mucho con otras personas, solo los chicos de la escuela, pero nunca me había imaginado una situación parecida, y mucho menos estar con alguien mayor, sentí algo de temor y producto de eso la pesadez y el malestar de mi cuerpo mermaban un poco.

 

-          ¿Te ofrezco algo? No te puedo dar más alcohol porque veo que aun estas indispuesto pero te puedo dar una pastilla, o quizá algo de agua te haría bien- indico cortes mi acompañante ayudándome a sentarme en el sofá de la amplia sala de su departamento.

-          No, gracias- murmure agachando la mirada, al ya encontrarme más repuesto pude reconocer la voz de aquel hombre y lo mire asombrado- ¡Georg!- exclame despabilado.

-          ¡Vaya! Hasta ahora me reconoces, si que estabas ebrio hace un rato- dijo él sonriendo ampliamente- Lo bueno es que te vi y te salve- menciono curioso.

-          ¿Salvarme? ¿De qué?- cuestione extrañado.

-          Bueno, yo no era el único que te observaba. Se veía que varios ahí en el club se querían aprovechar de ti- dijo Geo astuto- Si hubiese sido otra persona, ya estaríamos haciendo otra cosa- comento haciendo un gesto obsceno y riéndose un poco.

-          ¿Qué?- grite avergonzado- No, yo no soy así. Yo no salgo y tengo sexo con desconocidos- replique de inmediato sintiendo los colores subírseme a la cara.

-          Ok, no importa- respondió tranquilo mi compañero- Voy por un poco de agua para ti y una pastilla. Descansa, acuéstate en el sofá si quieres- menciono marchándose y dejándome a solas un momento.

 

Le obedecí, pero solo porque me interesaba recuperarme rápido para poder hablar con mi compañero de clase, estaba intrigado por saber que hacia Georg en ese bar, pero sobre todo porque necesitaba platicar con alguien que me conociera pero no me juzgara, y Geo me inspiraba eso a pesar de ser amigo de Tom. Cuando él volvió me ofreció agua y una píldora para el malestar, tome ambas cosas y luego le devolví el vaso vacio mirándolo fijamente.

 

-          ¿Puedo saber que te tiene tan mal?- pregunto mi castaño compañero sentándose frente a mí.

-          ¿No me digas que no lo sabes?- exprese molesto en un susurro y él negó rotundamente- Es sobre Tom- dije más alto y él asintió incitándome a continuar- Él… Tom y yo salíamos- mencione con un suspiro.

-          Eso ya lo sabía. Lo note cuando empezaron a juntarse más seguido, y luego lo confirme cuando en una ocasión él me conto que quería que lo sacara de algunas dudas, me hizo unas preguntas muy extrañas acerca de citas y cursilerías y me describió a alguien con tus señas, así que solo até cabos- me explico Georg serio- Mi amigo es un idiota, no quiero justificarlo por lo que te haya hecho, pero se, que lo que haya sido, lo hizo por algo importante, tal vez protegerte- indico  él sereno.

-          ¿Protegerme? ¿Tú sabes algo?- me sentía más perdido aun con las palabras de Georg- Tom nunca me amo, y tal vez ya a él tampoco. Todo paso tan rápido que creímos estar enamorados- medite reservado.

-          ¿Has escuchado una frase que dice “Nadie se cruza en tu camino por casualidad, y tú no entras en la vida de nadie sin ninguna razón”?- menciono mi ojiverde acompañante y yo lo mire confundido negando- Él te ama, Tom te ama. Lo digo de verdad, nunca se había enamorado de nadie, yo fui el primero en notar como cambio cuando te conoció. Incluso, debo admitir, me sentí algo celoso de que alguien me robara la atención y el cariño de mi amigo pero le reste importancia porque tu lo hacías plenamente feliz, y cuando al fin le dije que lo sabia le demostré mi apoyo incondicional- declaro el viéndome intensamente y luego puso una de sus manos en mi hombro- No tengo idea de que este tramando mi amigo, pero Tom me dijo muchas veces que quería cuidarte porque eres lo más valioso para él, aun me lo dijo hace algunos días. La próxima vez que se encuentren, míralo bien, hay que ser tonto para no darse cuenta que aun transpira amor por ti por los poros. Mi padre me dijo esto alguna vez, y creo que aplica ahora: “Algún día todo tendrá sentido. Así que, por ahora, ríete ante la confusión, sonríe a través de las lagrimas y síguete recordando que todo pasa por una razón”- finalizo palmeándome un poco y fue mi turno de asentir mientras sopesaba sus palabras.

 

Esa noche me quede en su casa y pude conocer un poco más de él. Georg era un chico sencillo, de apariencia ruda pero bastante noble y guapo, debía admitir. Vivía solo en ese departamento ya que sus padres habían fallecido hace pocos años, sus tíos lo apoyaron  pagando la escuela con tal de que no se dejara caer y se deprimiera, por ese motivo estaba retrasado dos años en sus estudios e iba en mi curso, recordó que al principio se negaba a hacer cualquier cosa y solo se la pasaba encerrado en su habitación, y que poco a poco lo ha estado superando y se esfuerza por salir adelante, sin olvidar mencionar como Tom fue el primero que le hablo cuando entro a la escuela y desde ahí, se hicieron inseparables.

 

La charla se prolongo hasta muy entrada la madrugada, el sueño me venció y me quede dormido en aquel sofá. Desperté unas horas después, cerca del mediodía, y pude apreciar mejor el lugar donde Georg vivía, menos mal era fin de semana y no tenia que apurarme en salir de ahí.

 

Contemple la escasa decoración del departamento mientras me despabilaba, entre todas las cosas y los muebles había fotos familiares, otras de Geo solo mas pequeño, y la más grande era la fotografía de casados de sus padres colgando de la pared junto a la entrada; hubiera seguido contemplando a mi alrededor pero mi móvil empezó a sonar insistentemente, mire de quien se trataba en la pantalla y respondí suspirando largamente.

 

-          ¡Gus! ¿Qué tal?- dije algo adormilado aun.

-          Bill, ¿Dónde estás? Tu madre me llamo hace un rato muy preocupada por ti porque no llegaste a dormir a tu casa, tuve que decirle que te quedaste conmigo para que se calmara pero que seguías dormido y por eso no le contestaste sus llamadas- expreso mi amigo alterado.

-          Tranquilo Gusi, estoy bien. Estoy en casa de Georg, luego te explico todo. Ve a mi casa más tarde, ¿ok?- trate de serenarlo.

-          Vale, nos vemos entonces- se despidió y colgué.

 

Al mirar la pantalla del móvil nuevamente pude ver el montón de llamadas perdidas que me hizo mi madre, debí haber estado noqueado para no escucharlas. Me levante del sofá y quite la manta que cubría mi cuerpo, llame a Georg repetidas veces mientras camina pero al parecer había salido, entre a lo que parecía era la cocina y pude ver una nota pegada al refrigerador.

 

“Bill, toma lo que quieras de comer. Me dio pena despertarte en la mañana, espero te sientas mejor. Me fui a ayudarle a mi tío con un encargo, tal vez podamos hablar otra vez pronto. Cierra bien cuando te vayas, cuídate. Nos vemos, salúdame a Gustav.- Georg”

 

Bufe sonoramente y abrí la nevera agarrando un jugo que me bebí de inmediato, tire el envase vacio y regrese al sofá de la sala por mi chaqueta y mis cosas, di un último vistazo al lugar y decidí escribirle una nota también a mi compañero de clase antes de salir. Regrese a la cocina y tome la nota de Geo entre mis dedos, le di la vuelta y con una pluma que me encontré en la sala escribí una frase corta pero significativa.

 

“Gracias, por todo.- Bill”

 

Unas horas después, ya estando en mi hogar, charlaba con Gustav acerca de lo que habíamos hablado Georg y yo, se sentía tranquilo y agradecido con nuestro compañero de clase por haberme cuidado tan bien, incluso pude notar cierta emoción en el rostro de mi rubio camarada mientras le hablaba sobre él.

 

-          De verdad Georg es un santo. No cabe duda de que todos en la escuela lo han juzgado mal- menciono Gus sonriente.

-          ¿Y tú no? Hasta le tenías miedo, aun se lo tenías hace un momento antes de que te empezara a contar esto- le recordé y mi amigo se sonrojo.

-          No, miedo no, solo… me da pena hablarle- respondió Gustav poniéndose nervioso.

-          ¿Por qué? Hay algo que no me estas contando, ¿cierto? Sugerí curioso.

-          Te estás imaginando cosas- se apresuro a decir- No es como si me gustara ni nada de por el estilo- replico poniéndose aun mas rojo de la cara, yo lo mire fijo y alce una ceja ante su última frase.

-          Te gusta Georg- decreté complacido.

-          No, no…- quiso refutar pero lo interrumpí.

-          Claro que si, y con lo que te acabo de decir ahora mueres mas por él. Incluso te mando saludar.

-          Mientes, yo…

-          Nada. Todo te delata- lo atajé nuevamente y Gus solo suspiro largamente dándose por vencido- Dilo.

-          Bien, si me gusta. Me llamo la atención desde que entro a la escuela, pero luego te conocí y creí que solo fue la novedad, ahora me doy cuenta de que siempre me siento raro y nervioso cuando él está cerca.

-          Vale, pero no te preocupes. Estas de suerte, si lo que Geo me dijo sobre Tom es cierto, yo te ayudo a conquistarlo.

 

Gus aun ruborizado se cruzo de brazos quedándose sin saber que decir y yo sonreí astuto. Si bien lo que me reveló Georg sobre Tom era verdadero, yo aguantaría ese dolor que aun sentía por comprobarlo; y tal vez el ayudar a mi amigo rubio a ser feliz en el amor también me haría curarme más pronto.

 

Lunes, clases otra vez. El curso escolar casi terminaba y solo teníamos que estudiar y repasar para los exámenes finales, y ante el bullicio que había en el campus por las próximas vacaciones, decidí refugiarme en la biblioteca. Inevitablemente mis pies me llevaron al lugar de aquella vez, la imagen de Tom acorralado contra un estante mientras esa chica se colgaba de su cuello abrazándolo, mis manos se volvieron puños y cerrando los ojos reprimí el llanto que estuvo a punto de salir.

 

Me deje caer sobre la silla de uno de los escritorios frente a mí aun con mis manos crispadas y sacudí la cabeza, de a poco me fui calmando al recordar las palabras de mi compañero castaño:

 

“Él te ama, Tom te ama. Lo digo de verdad, nunca se había enamorado de nadie, yo fui el primero en notar como cambio cuando te conoció…”

 

“Tom me dijo muchas veces que quería cuidarte porque eres lo más valioso para él…”

 

“La próxima vez que se encuentren, míralo bien, hay que ser tonto para no darse cuenta que aun transpira amor por ti por los poros”

 

Todas esas frases llegaron a mí, una tras otra bombardeándome. Abrí los ojos parpadeando despacio, suspire sonoramente y descolgándome la mochila saque mis libros y cuadernos para ponerme a estudiar. Leía página tras página, intercambiando la vista entre mis apuntes y los textos colegiales pero no me concentraba, mi mente discurría en mil cosas y luego el rostro de aquel ser ocupo todos mis pensamientos.

 

-          Bill, ¿alguna vez te imaginaste estar con alguien como yo? Es decir, mírame, la mayoría en esta escuela me teme. Soy el chico malo. Aparte de ti y mi primo, nadie más que Georg se tomado la oportunidad de conocerme, y no los juzgo, yo mismo cree esta barrera para aislarme, pero… me inquieta que un día el misterio que represento para ti se acabe y me dejes. No podría resistirlo- confeso Tom afligido observándome fijamente.

-          Nunca me cansaría de ti. Sé que he conocido y salido con muchas personas, pero tu despertaste sentimientos muy fuertes en mi, y eso es algo que aun no sé cómo explicar. En cuanto al amor, siento que yo también había creado un muro, y tú Tom… tú lo derribaste- insinué seguro y él me sonrió tomando mi rostro entre sus manos uniendo nuestros labios en un beso que me pareció eterno.

 

Ese beso fue tan apasionado, que de solo recordarlo se me erizo la piel  y sentí un cosquilleo en el bajo vientre. No, sus besos nunca fueron falsos, ahora más que nunca debía enfrentarme a él para saber qué era lo que estaba pasando y el porqué de su comportamiento. Seguía sintiéndome muy confundido por eso  y aun me dolía, pero solo él podía remediarlo todo, estaba listo para dejarlo todo atrás.

 

 

 

“Todos estamos aquí sólo porque queremos ser amados, amados de verdad, sin importar si va a sucedernos o no. No es sólo romántico o físico. Al final, somos todos humanos. Está en nuestros genes dar y recibir amor.”- Bill Kaulitz

 

 

Notas finales:

Aaaawww! Esa frase de Bill al final es muy buena, esas frases que estoy poniedo de él son de algunas entrevistas de cuando saco el EP >.<

Ok en el proximo capitulo veremos el desenlace :P ojala que de vdd les este gustando la fic, y pues un pequeño comentario que me puedan dejar seria genial, yo se los respondere en breve ^^ 

Nos estamos leyendo, espero y sin ningun inconvienite, el siguiente viernes. Salu2.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).