Si Jungkook obtuviera una moneda por cada vez que tenía que presenciar las melosas escenas de las felices parejitas a su alrededor, sería aún más rico de lo que ya era.
Arrugaba la nariz cada vez que caminaba por las calles -disfrazado para salir con tranquilidad- y veía gente de la mano, cuando iba a una cafetería y había allí gente dándose sonrisas cómplices diciéndose con la mirada cuanto significaban el uno para el otro, o lo que era peor, cuando acortaba camino por el parque cercano a su departamento y era testigo de los tímidos besos a escondidas de los adolescentes enamorados allí presentes.
Odiaba todo eso, porque era lo que él quería y no podía tener, bueno, podía pero no con la persona que él había elegido y como él quisiera.
-Ya estoy en- ¡Ay por favor! -Bociferó una vez dio paso dentro de la sala de estar, dónde divisó a Jimin y Namjoon dándose tiernos besos de piquito entre risas. Cómo los estaba odiando en ese momento. - ¡No les he pedido hyungs que no hagan eso!
-Buh~ ya volvió el amargado. -Habló el hyung más joven. -Deberías calmarte desde aquí se te nota la envidia.
-Jiminnie, no te burles, no todos tenemos la suerte de que podamos ser miel sobre hojuelas a cada momento de manera natural con nuestra pareja sin necesidad de-
-Nam hyung, ¿Recuerda que me pidió que le cambiara mi habitación por una noche? -El maknae se cruzó de brazos alzando la barbilla a modo de reto. -Pues puede ir olvidándose de ello por al menos el resto del año.
-¡¿Qué?! -Dijeron al unísono. A Jeon no le importó, se fue dejándolos con la palabra en la boca para seguir el pasillo hasta la cocina, dónde una vez más fue testigo de una escena digna de un drama escolar de esos cursis que solían hablar sus ex compañeras en los recreos.
Preparando la cena entre abrazos mimosos y besos robados se encontraban Seokjin y Hoseok. Se detuvo arrimándose apenas para oír y ver bien, después de todo, si iba a odiarlos y envidiarlos debía saber porqué.
-Canta para mí, por favooor~ -Suplicaba con voz melosa el rapero. -Quiero que esta cena sea bendecida por la voz de un ángel, Jinnie~ -Continuó haciendo aegyo.
-Hmm~ no lo sé, tal vez lo haga si se me permite ver esos bonitos hoyuelos que tanto me gustan. -Empleó un tono de falso desinterés el mayor del grupo, para luego reír y besar con sus carnosos labios aquellas hendiduras tan preciadas una vez se hicieron presentes en el rostro sonriente de Hobi.
Una vez acumuló suficiente frustración, se fue en máximo silencio hasta las escaleras, subiendolas para terminar cruzándose a su mejor amigo y compañero hablando por teléfono al inicio de las mismas, en el segundo piso.
-No~ ya voy de salida, mi manager se ofreció a llevarme para que no sea sospechoso. -Oh genial, él también hablaba con su pareja. -Lo sé, yo también estoy ansioso de conocer a- sí, sé que la opinión de tus miembros es importante para ti~ será una gran sorpresa pero me aceptarán porque nos amamos mucho mucho mucho y eso es lo importante~ -El castaño estaba usando su voz más cariñosa, ¡Ugh que asco!
No aguantó más y pasó a su lado para que notara su presencia y dejara de actuar tan patético.
-Espera por favor amor. -"Hasta que por fin se calló" pensó Jungkook. -Kookie~ iré a la residencia de Red Velvet, hoy Irene y yo haremos oficial lo nuestro con las demás. -Estaba feliz por su amigo sí, pero eso no logró evitar que gruñera por lo bajo. -Debo irme, dile a los demás que volveré tarde y me trae Sejin hyung.
Sin más que agregar este continuó su camino por las escaleras dejándolo solo y pensante.
"¿Por qué todos tienen momentos tan dulces y yo no?"
Y con ese pensamiento fijo, puchero instalado en su boca, nariz arrugada, entrecejo fruncido y mirada seria se dirigió hasta el cuarto del único responsable de su resentimiento contra la felicidad ajena.
-¡Hyung! -Entró decidido al cuarto del mayor. -¡Tenemos que hablar!
Este al oír la voz de su mocoso procuró desperezarse y tomar asiento en su cama, donde hasta ese momento había estado durmiendo. -¿Qué? -Se peinó con sus dedos quitándose el rebelde cabello de la cara. -Bien, te escucho...
-Min Yoongi, quiero que me mimes.