"Mira nada más, parece que el YoonKook es muy popular en Tailandia. Ah, cambia esa cara, hay mucha gente viendo pequeño."
Esto no podía estarle pasando.
No, no y no. ¿Por qué cuando la vida parecía estarle sonriendo todo se desmoronaba?
Lo que lo hacía peor, era el tono de superioridad que el azabache había utilizado para obviamente fastidiarlo.
-Vamos, disimula, no queremos que piensen que entre los miembros hay enemistades ¿No?
-¿Q-Qué haces aquí? Ve a tu lugar.
-Este es mi lugar, a tu lado. -Solo eso basto para que Jungkook tragara saliva. -Que oportuno ¿no lo crees? Después de todo, tu y yo nos debemos una charla...
-N-No podemos, estamos en público... ya hablaremos luego. -Hizo un último intento de posponer el asunto, después de todo era consciente de que él había estado mal en el planteamiento y desarrollo del problema pero aún no se sentía listo para admitirlo.
-Bien. -Refunfuñó Min. -Pero en el hotel no te me escapas. -Sentenció apuntándole con los palillos que acababa de tomar de la mesa. -Tu y yo debemos dejar claras varias cosas, mocoso.
Antes de que Jungkook pudiera siquiera idear una manera de zafarse de la dirección que en apariencia tomarían los hechos, el staff les pidió posar de manera natural para el promocional. Una vez tomaron la foto el castaño respiró pues notó que el personal se mantenía cerca por lo que su pálido hyung no intentaría insistir más.
La comida siguió con normalidad, él, no habiendo desayunado y queriendo aceptar la ofrenda de paz de parte del mayor tenía un hambre de los.mil demonios, por lo que, cuando quiso acordar, ya había devorado todos los bocaditos de carne que su platillo incluía. Dirigió su vista a la mesa en busca de más pero se llevó la decepción de su vida cuando notó que lo único allí servido eran vegetales. Sus labios automáticamente se tornaron en un puchero espontáneo.
-Toma. -Habló Yoongi de nuevo. Jeon no salía de su asombro ¿Lo había estado observando?
-Yo...
-Ya sé que no comiste nada y debes estar hambriento... nada de lo que hay aquí podrá llenarte así que acepta. -En ese momento lo dio aquella mirada de suplica de nuevo, causándole ternura al punto de ceder. Cuando iba a acercar su plato fue que este retomó la palabra. - ¡No! No así, así~ -Con su diestra señaló su propia boca, indicándole que si quería la comida, sería en sus términos.
-¿Qué? No, es... vergonzoso... Sólo dame la comida y ya. -Un leve tono rosado bebé se instauró en las mejillas del maknae. Odiaba que con acciones tan pequeñas Yoongi causara tanto, más cuando intentaba estar enojado con él.
-Eso haré, pero sólo si abres la boca y me dejas dartela.
-No.
-Bien, más para mi. -La firmeza de sus palabras hizo a Jungkook dudar.
-Esta bien... Ah~ -Siguió las instrucciones previas, cerrando los ojos para luego sentir la comida rozar sus labios.
-Ese es mi mocoso. -Dijo con ¿amor? Yoongi. -Ah, que descuidado eres~ tienes salsa en la comisura de los labios, deja que lo limp-
-YO LO HARÉ. -Habló fuerte y rápido. -Digo, yo lo haré, gracias, no se moleste.
¿Qué sucedía con él? El día anterior peleaban por la falta de afecto demostrativo de parte del pelinegro y ahora le llenaba de atenciones, le hacía feliz, sí, no había ni que dudarlo, pero también le ponía nervioso. Ellos no estaban solos como para hacer eso.
Concluído el evento se encaminaban a la van dispuestos a descansar en el viaje, las otras dos parejas, disimuladamente tomaron asiento juntos por lo que Jeon prácticamente corrió a tomar el asiento de la ventana, junto a Taehyung. Estaría a salvo hasta el hotel. O eso creía.
-Muevete Tae, quiero ese asiento. -Un autoritario Suga ordenó apenas vio el lugar deseado ocupado.
-Pero...
-Te fuiste de ahí a la una... -Comenzó a contar, Kook tomó la chaqueta de su amigo, suplicándole que no lo abandonara en esa circunstancia. Lástima que Tae amaba su vida y tenía por quién regresar a Corea.
-Buena elección. -Dio lugar al otro muchacho de Daegu para que se ubicara en su nuevo lugar para el tomar asiento. - ¿Me extrañaste, amor?
Pequeñas risas se oyeron en el asiento de atrás, era el NamMin, burlándose sin descaro.
-Si se van a reír, primero fíjense en que de quien se rían no tengo videos de ustedes siendo acaramelados en cada puto rincón, gracias.
Eso basto para que nadie más hablara o riera, incluyendo al maknae, quién quería ser tragado por el acolchonado asiento.
-Jeon, recuestate en mi hombro, ahora.
-P-Pero eso- yo no- ¡Auch, de acuerdo!
Cedió rápido ante el pellizcón que recibió su rodilla derecha. Tan pronto como se acomodó sintió la mano izquierda, misma que anteriormente le había pellizcado, ahora dejar caricias inocentes en su muslo. Mientras, la derecha fue llevada a su cabello, enredándose allí para luego de juguetear un poco con los mismos deslizarse con suavidad a sus mejillas y rostro, apenas rozando sus facciones como si tanteara el nuevo terreno que era para él mimar a su pareja.
Continuó así por casi dos minutos hasta que sintió al menor posicionarse mejor sobre su hombro y temblar bajo su tacto. Algo era seguro, si mimar a Jungkook significaba verlo así de entregado, sumiso y vulnerablemente adorable, lo haría a cada maldito segundo del día; era más, se estaba cuestionando a sí mismo el porque nunca lo había hecho antes.
Terminado el trayecto automovilístico todos comenzaron a bajar del vehículo para irse a descansar, Min quiso imitarlos pero en cuanto se movió oyó el llamado de su pareja pidiéndole quedarse. Suerte para ellos, el manager entendió que debía darles su espacio y cerró la puerta, esperando fuera para que hablaran con privacidad pero vigilados por si alguien venía.
-Yoongi hyung yo, lo siento, en verdad lo siento. No soy nadie para haber dicho lo que dije...
-No, Kookie, tenías razón. -Se sinceró el mayor volviendo a tomar asiento a su lado, posando sus manos a cada lado del rostro ajeno, acunándolo. -Yo debí saber que a veces es necesario demostrar todo el amor que te tengo con acciones y no sólo palabras.
-Sí pero no tendría que haber sido tan agresivo para hacerlo... o tan estúpido.
-Y orgulloso. -Completo. -Eso no importa ya, lo único que sí, es que de ahora en más estaré pendiente de ti y tu necesidad de afecto. -Afirmó frotando sus pulgares en los pómulos del joven que tan loco lo traía.
-Pues, así sí, hyung~ -Soltó con gozó. Realmente las caricias del mayor eran otra cosa, y lo que le provocaban era indescriptible.
-"Así sí" ¿Qué? -Rio. En serio había veces que no lo entendía.
-Así si podré admitirlo y pedirlo libremente cuando quiera... Podré decir "Hyung, yo quiero ser mimado también."
FIN