Hyun Seung pasó las manos por el musculoso y sexy cuerpo de JunHyung, la piel de color moka-café era un contraste con sus pálidos dedos. Su pareja estaba dormido, el agotamiento estaba en sus ojos. Hyun Seung no quería despertarlo, sólo tenía que tocar al hombre fuerte.
JunHyung era tan condenadamente alto, y fuertemente constituido. Nunca dejaría de babear sobre la dura forma del hombre. Sus dedos recorrían los grandes pectorales de JunHyung y luego los oscuros pezones, viendo cómo se endurecían con su toque.
Era increíble que incluso en su sueño, el cuerpo de JunHyung reaccionara a él. Echó un vistazo a todos los tatuajes que el vampiro tenía, preguntándose si se los había hecho mientras estaba en la banda de motociclistas. Las yemas de sus dedos exploraban y trazaban el bíceps de JunHyung sintiendo el camino del duro nudo del músculo.
Hyun Seung solo quería tocar y explorar el cuerpo de su pareja y llegar a conocer cada hundimiento y elevación un poco mejor, pero su pene estaba tomando nota de los tonificados músculos de JunHyung.
¿Quizás podría masturbarse mientras tocaba a JunHyung? No quería despertarlo. JunHyung parecía que había librado una batalla durante toda la noche.
Una batalla que Hyun Seung se había perdido.
Después de que fue derribado en la entrada, Hyun Seung no se acordaba demasiado. Sólo que había luchado como un loco y gritado con todo su corazón. Lo siguiente que supo, fue que estaba acostado en la cama con su pareja.
Su cara se sentía un poco tensa, pero nada de qué preocuparse. Estaba desnudo, y olía muy bien, por lo que supuso que JunHyung lo había bañado. Deslizándose por la cama, Hyun Seung retiró las mantas, logrando ver el grueso y dormido pene de JunHyung.
Incluso en reposo era impresionante.
Mientras Hyun Seung curvaba los dedos alrededor de su eje, imaginó que el largo y grueso eje lo jodía, entrando duro en su culo. Separó más las piernas y doblaba las rodillas, lamiéndose los secos labios mientras comenzaba a acariciarse.
Imágenes de JunHyung mordiéndolo le llegaron a Hyun Seung y lo tenían tan cerca que gimió. Cerró los ojos y entreabrió los labios, a pesar de que quería ver el pene de JunHyung mientras se corría. Las imágenes eran demasiado intensas, demasiado eróticas para dejarlas pasar.
Su pulgar recorrió la cabeza de su pene, sintiendo la humedad que escurría, la usó de lubricante. Necesitaba más. Hyun Seung se mojó los dedos y metió dos de ellos en su culo, respirando profundo.
Eso fue todo. Eso era el extra que necesitaba. Jaló duro con su puño, sintiendo el familiar hormigueo alrededor de su ingle. Introdujo un tercer dedo, empujando el pequeño dolor mientras se masturbaba.
Sus ojos se abrieron cuando oyó un gruñido. JunHyung estaba sobre sus manos y rodillas, viéndolo fijamente como si estuviera a punto de tomar a Hyun Seung con un solo golpe. Sus colmillos estaban alargados y sus ojos habían cambiado a un oscuro rojo.
Hyun Seung en segundos sacó sus dedos de su culo antes de que JunHyung lo girara empujando sus piernas contra su pecho y empujado su pene dentro del culo de Hyun Seung, dándole algo más que una fantasía.
Eso era algo real y mucho mejor de lo que Hyun Seung siquiera pudo haber imaginado.
JunHyung dobló los brazos por debajo de Hyun Seung, casi haciéndole una llave en el cuello, entrelazando las piernas con las de Hyun Seung. —¿Empezando sin mí? —JunHyung le preguntó al oído mientras su pene extendía el agujero de Hyun Seung.
Hyun Seung sólo podía gemir mientras su eje era aplastado entre su cuerpo y la cama. Sus bolas estaban pegadas a su cuerpo y su pene tan sensible como el infierno, pero no había suficiente fricción para liberarse.
—No quería despertarte —dijo mientras frotaba su pene contra la cama y arqueaba su espalda levantando el culo hacia JunHyung que entraba en él. Su pareja entrelazó los dedos juntos mientras olía el cuello de Hyun Seung, lamiendo la piel.
—¿Sabes cuánto tiempo esperé anoche a que despertaras? — preguntó, empujándose en cada palabra—. Me quedé dormido con la esperanza de joder ese apretado culo.
Hyun Seung gritó cuando JunHyung se empujaba a la velocidad de la luz. Su rostro hundido entre las sábanas mientras el musculoso cuerpo de JunHyung trabajaba en él. Sintió una larga lamida en su cuello antes del dolor, y entonces el placer estaba ahí, JunHyung lo mordía.
—¡Oh, Dios! —Hyun Seung gritó, su semen mojó las sábanas por debajo de él mientras JunHyung le chupaba el cuello. Su pene palpitaba, y explotaba, dolía cada empujón de JunHyung que estiraba cada terminación nerviosa en su culo con su grueso pene. Sus piernas seguían entrelazadas, JunHyung abría ampliamente a Hyun Seung mientras pasaba su lengua por la herida cerrándola y apartándose, manteniendo sus manos en la cintura de Hyun Seung.
Piel golpeaba piel y Hyun Seung rodó los ojos sintiendo a JunHyung dentro de él. Hyun Seung levantó los brazos y se aferró al borde de la cama empujándose contra el pene de JunHyung. Movía su culo sintiendo el pene de su pareja dentro de él, adueñándose de él.
Los dedos de JunHyung se aferraban a muerte de las caderas de Hyun Seung mientras rugía, su pene palpitaba mientras su caliente semilla llenaba el culo de Hyun Seung mientras empujaba su duro pene dentro de Hyun Seung. Cuando su pareja se detuvo, Hyun Seung cayó en la cama, sin fuerzas.
JunHyung sacó el pene del culo de Hyun Seung y dejó la cama. Hyun Seung vio sobre su hombro para ver la estrecha puerta del cuarto de baño, pero captó la mirada de enojo en la cara de JunHyung.
Ahora que la lujuria había sido alimentada, Hyun Seung sabía lo que tenía que enfrentar.
Salir de la mansión fue un movimiento estúpido de su parte, y por segunda vez, había pagado por eso. Si pensó que JunHyung estaba enojado la última vez, no era nada en comparación con las vibraciones que Hyun Seung estaba recibiendo ahora.
Esto iba a ser malo. Podía sentirlo.
Treinta minutos después se abrió la puerta, JunHyung salió con una toalla alrededor de su cintura y se acercó a la cómoda, sin mirar en la dirección de Hyun Seung y sin decir una palabra. La tensión estaba volviéndolo loco.
Hyun Seung se deslizó de la cama y tomó una rápida ducha, preguntándose si su pareja iba a explotar en él o darle el tratamiento del silencio. No estaba seguro de a qué le temía más.
Hyun Seung se secó rápidamente y se vistió, el silencio en la sala casi lo asfixiaba. Mientras se anudaba el tenis, Hyun Seung vio hacia JunHyung. El hombre estaba sacando un par de cosas de la cómoda, sus movimientos tensos, con ira. Hyun Seung dejó escapar un largo suspiro antes de ponerse de pie.
—Habla conmigo, por favor.
El silencio lo estaba matando. No sabía qué temía más. Hyun Seung no podía dejar que JunHyung lo ignorara. Gritar sería mejor en su opinión, que la sensación como si no existiera. Amaba a JunHyung, y ser ignorado era una tortura.
—Estoy muy enojado en este momento, Hyun Seung. No quiero hablar contigo —JunHyung dijo en un frio tono—. Solo déjalo pasar.
No podía hacerlo.
—Dime que soy un imbécil. Dime que la jodí y salí al infierno, pero no me ignores. —Podía ver el tic en la mandíbula de JunHyung mientras seguía de pie ahí, viendo a la cómoda—. Jódete, JunHyung. Si estás tan enojado conmigo, entonces no seguiré pegado alrededor…
Hyun Seung logró lo que deseaba y mucho más cuando los dedos de JunHyung rodearon su garganta, gruñendo frente a su cara. La presión del agarre no era fuerte, pero Hyun Seung curvó los labios hacia adentro, esperando, viendo la ira en los oscuros ojos de JunHyung.
—¿Quieres que hable?, bien.
Hyun Seung estaba repensando todo eso ahora. Quizás el silencio hubiera sido mejor.
—Te encontré en el club con droga en tu mano. Una droga que mata humanos —gruñó lleno de ira—. Y entonces sales de la mansión, como si no hubieras aprendido sobre estar solo cuando te sucedió el primer ataque. Te encuentro en una bodega, vendado, atado y drogado. Apenas logramos salir de eso, porque, sorpresa, hay cazadores de vampiros reales. ¿Quieres que siga hablando?
Hyun Seung no podía manejar más. Había llegado a su límite y las lágrimas caían. Ignorando la mano en su cuello, Hyun Seung lanzó sus brazos alrededor del cuello de JunHyung, sosteniéndose como si fuera su tabla de salvación. JunHyung no se movió por un momento y entonces lentamente envolvió sus brazos alrededor de Hyun Seung.
No dijo otra palabra, pero el sentir los fuertes brazos rodeándolo hizo que Hyun Seung llorara incluso más fuerte.
—Deja de llorar —dijo JunHyung suavemente mientras pasaba su mano por la parte de atrás de la cabeza de Hyun Seung. Podía decir que JunHyung aun seguía enojado como el infierno con él, pero todo lo que Hyun Seung quería era el confort de su pareja en este momento.
—Tranquilo.
Hyun Seung se aferraba a su pareja, nunca voluntariamente se alejaría de nuevo. —Te juro por Dios que nunca iré solo a ningún lado de nuevo. Lo prometo, JunHyung. Por favor deja de estar enojado conmigo.
—¿Y las drogas? —JunHyung preguntó después de un momento de silencio.
—Nunca he tomado eso. Solo tenía curiosidad. ¡No soy estúpido! He visto lo que las drogas hacen a la gente. —Y lo había visto. Hyun Seung había visto formas sin vida vagabundeando por la calle cuando vivía en el refugio. Esas almas sin vida siempre rogando por otra dosis de lo que sea a lo que eran adictos. Esa era una imagen que siempre recordaría.
JunHyung soltó los brazos de Hyun Seung de alrededor de su cuello, viéndolo profundamente al interior de los ojos. —Nunca en la vida quiero sentir ese terror de nuevo. Ya son dos veces en las que te has puesto en riesgo. —Levantó la mano cuando Hyun Seung iba a hablar—. Sí, ahora estoy furioso como el infierno contigo. Eres mi pareja. La única que incluso tendré. Si te pierdo, entonces, ¿con quién compartiré la eternidad?
—Eternidad —Hyun Seung jadeó. Joder, ni siquiera podía considerar en su cabeza tanto tiempo—. Pero yo no soy vampiro. No viviré tanto.
—El pensamiento lo carcomía. Hyun Seung quería la eternidad con JunHyung. No quería envejecer y morir, dejando atrás a JunHyung. No seria justo.
—Estás emparejado a un vampiro. Eso te da un pase.
Hyun Seung podría tomar eso. Casi sentía que gritaría de alegría. Si JunHyung no estuviera enojado con él, lo haría.
—Vamos. Necesito hablar con Jaehyo acerca de los cazadores de vampiros.
Hyun Seung cerró los ojos mientras JunHyung lo aparecía en el club. No había otra manera de describir eso. Un minuto estaban en la recámara, al siguiente en la oficina de Jaehyo. Era una forma cool de viajar.
Y también extraña como el infierno.
—¿Realmente hay cazadores de vampiros? —Hyun Seung le preguntó mientras se empujaba a un costado de JunHyung. No quería estar ni a treinta centímetros de distancia de su pareja en estos momentos. No recordaba nada de lo que JunHyung le había hablado de la noche anterior, pero el pensamiento de alguien drogado le hacía temblar.
—JunHyung —dijo Jaehyo levantando la vista de su escritorio.
JunHyung jaló a Hyun Seung con él mientras se acercaba a la mesa del príncipe.
—¿Te acuerdas cuando te dije acerca del sitio web que mi pareja me había mostrado, ese de los cazadores de vampiros?
Jaehyo asintió.
—No es sólo un sitio de juegos de rol, y creo que me encontré con uno de los miembros anoche. El hombre era conocido como un cazador de vampiros. Ellos estaban planeando entrar a la mansión, pero el tipo que lastimó a Hyun Seung echó a perder sus planes.
Jaehyo se recargó y presionó sus dedos juntos mientras estudiaba a JunHyung y Hyun Seung. Odiaba que el Príncipe le hiciera un escrutinio de esa manera.
—Soy consciente de que los cazadores son reales —confesó Jaehyo—. O eso es lo que dicen que son. Pero no era consciente de que supieran dónde vivíamos.
—¿Sabías de ellos? —JunHyung le preguntó, sorprendido.
—Rumores.
—Bueno, te puedo decir que los rumores son ciertos y están sedientos de sangre. Uno de ellos tenía algo que presionó contra mi cabeza anoche, desafiándome a enojarlo.
Su pareja no le había contado esa parte. Hyun Seung sentía que se iba a desmayar ahí. Casi había perdido a su pareja anoche, porque estaba enojado y no pensó bien las cosas, saliendo de la mansión y poniéndose a si mismo y a su pareja en riesgo.
Sus rodillas se sentían débiles.
—Entonces es el momento en que mejoremos la seguridad — dijo Jaehyo, con el aspecto que tener el peso del mundo sobre sus hombros. Hyun Seung se sentía mal por el hombre. No cambiaría lugar con el hombre ni por todo el dinero del mundo. La carga del Príncipe era demasiado grande.
—Voy a llamar a Jongin y Changjo para ver si conocen a algunos shifter de su confianza que puedan cuidar nuestro Aquelarre mientras dormimos.
—¿Hablas de shifters sin manada? —JunHyung preguntó. Hyun Seung se había perdido.
—Sí —asintió Jaehyo—. Vigilantes de día. Ve a trabajar. Tengo muchos planes que hacer.
—Quería preguntar sobre los vampiros que bebieron la droga — dijo JunHyung—. ¿Cómo están?
Jaehyo suspiró mientras dejaba caer la pluma sobre la mesa.
—Mejorando. Ellos la usaron por primera vez por lo que la droga no los había infectado de la forma en que hace a los que la usan por mucho tiempo. Están en la casa con instrucciones de no salir hasta que se me ocurra qué hacer con ellos.
¿Qué hacer con ellos? ¿El Príncipe iba a dejarlos al sol? Hyun Seung esperaba que no. La gente cometía errores, hacía malas decisiones de juicio, pero los hombres ya habían sufrido bastante.
—¿Los… los vas a quemar? —Hyun Seung le preguntó y luego dio un paso atrás de JunHyung.
—No —dijo mientras le sonreía a Hyun Seung—. Ellos han sufrido bastante.
El Príncipe dijo lo que Hyun Seung había estado pensando. —Ahora ve a trabajar.
Hyun Seung siguió a su pareja fuera de la oficina, sin saber qué iba a suceder después. Había pasado de vivir en una granja, a los refugios para gente sin hogar en la ciudad, y ahora se encontraba viviendo en un Aquelarre de vampiros que estaban siendo cazados por los humanos. Incluso había una droga por ahí que podría matarlo si bebía un poco.
Ya nada parecía real para él.
Tan enojado como JunHyung estaba con Hyun Seung por ponerse en riesgo por segunda vez, podía ver la rigidez de su pareja al caminar. Sabía que lo había jodido apropiadamente, pero había un cambio en su pareja que no tenía nada que ver con el fuerte sexo de esta noche.
JunHyung esperó a pasar de entre la multitud y encontrarse en la entrada trasera. Hyun Seung lo vio y luego a la silla alta como si le pidiera permiso a JunHyung para tomar asiento. JunHyung asintió y Hyun Seung se sentó.
—Ahora dime, ¿por qué estás tan tranquilo?
Hyun Seung vio alrededor del oscuro pasillo viendo los paneles oscuros y los cuadros con escenas varias en la pared, como si nunca hubiera estado ahí antes. —Nada parece real —le confesó a su pareja.
—¿Cómo es eso?
Hyun Seung hizo un gesto con la mano a la multitud, tomando una profunda respiración. —Pensé que había manejado todo esto. La gente, el lugar, pero después de todo lo que ha sucedido, no estoy seguro de nada. Los vampiros existen, los shifter son reales y hay humanos por ahí que quieren destruirlos.
—Tomará tiempo para que entiendas cómo funciona nuestro mundo, Hyun Seung. No trates de entender todo esto ahora.
Hyun Seung sacudió la cabeza. —No, después de escuchar cómo estuviste a punto de morir...
«Y ahora llegamos a la raíz del problema». JunHyung levantó la cabeza de su pareja viendo fijamente sus ojos azul cobalto. —Así exactamente es como me sentí las dos veces que desapareciste. Esa sensación de opresión en el pecho que te hace pensar que nunca volverás a respirar. La preocupación que es una constante ahora y no te deja olvidar lo que pasó.
Hyun Seung asintió. —Esa es la sensación que tengo.
JunHyung abrazó a su pareja, apoyando su mentón sobre el suave cabello de Hyun Seung. —Pero no puedes dejar que te gobierne. Si dejas que tu temor dicte la forma en que vives, entonces ya no vives, sólo existes. Tienes que aprender a controlar tus miedos sin dejar que te rijan.
Hyun Seung lo vio, sus bonitos ojos fijos en los de JunHyung. —Pero tú eres tan fuerte, JunHyung. Pero ¿cómo lo haces?
JunHyung se rio. —Si yo supiera la respuesta a eso niño granjero, no me asustaría cada vez que estás lejos de mí.
Su pareja sonrió, y eso era algo tan hermoso que JunHyung sintió que su corazón se saltaba un latido. —¿Haces eso?
Ambos se giraron cuando Hong Bin llegó por el pasillo.
No parecía muy contento cuando se detuvo frente a la pareja. Se apoyó en la pared de enfrente, cruzando los brazos sobre el pecho.
—He oído que tendremos niñeras cuando estemos dormidos.
JunHyung asintió. —Sí, es verdad. Descubrimos que los cazadores de vampiros son reales. Me encontré con uno anoche.
Hong Bin bufó. —Por supuesto que son reales.
—¿Cómo sabes? —Hyun Seung intervino.
—Los rumores —respondió Hong Bin—. He oído hablar de ellos durante años, pero nunca me he encontrado a uno, así que no estaba seguro de si eran reales o no.
—¿Vivo debajo de una jodida roca o algo así? —JunHyung gruñó—. ¿Por qué todo el mundo escucha rumores, menos yo?
—No, sólo en el pasillo trasero —Hyun Seung se rio—. Creo que podrías oír más aquí con el ir y venir de tantos.
JunHyung rodó los ojos hacia su pareja. Eso era la cosa más lejana de la realidad. Estar aquí era tan interesante como ver la pintura secarse.
—No oigo nada, excepto los látigos, gritos y gruñidos. ¿Crees que estas personas hablan de cualquier cosa que valga la pena escuchar?
—Bueno —dijo Hong Bin apartándose de la pared. JunHyung había olvidado por completo que el hombre estaba ahí—. Jaehyo me ha dicho que encontró unos shifter que custodiarán la mansión mientras dormimos durante el día. Sólo espero que los bastardos no sean rebeldes ni nos maten mientras estemos en el jodido sueño.
Ese era un pensamiento morboso.
Hong Bin desapareció por el pasillo y JunHyung se giró hacia Hyun Seung.
—¿Los vampiros realmente son tan débiles cuando sale el sol?
—Todo depende de su edad. La edad de un vampiro influye en un montón de factores —JunHyung respondió—. Como la frecuencia con que se alimenta o lo débil que está cuando el sol está alto.
Hyun Seung jadeó hacia él. —¿Cuántos años tienes?
JunHyung no iría por ahí. Tenían muchos años por delante para hablar de su edad y lo que había visto en la vida. —Lo suficientemente viejo como para necesitar sangre solo una vez por semana.
—¿Entonces por qué infiernos me muerdes cada vez que jodes conmigo? —Hyun Seung le preguntó con un puchero.
—Debido a que tu sabor es tan condenadamente bueno — respondió JunHyung mientras acariciaba el cuello de Hyun Seung. Respiró profundamente, disfrutando del hecho de que Hyun Seung era de él y sería para toda la eternidad.
Si el malcriado dejaba de ponerse en riesgo.
Aún le sorprendía que el destino le hubiera dado a alguien como Hyun Seung. El hombre era demasiado inocente para la vida de un vampiro. Su pequeño cazador de vampiros era una sorpresa inesperada, y JunHyung planeaba mantenerlo para siempre.
Incluso aunque Hyun Seung había tratado de estacarlo cuando se enteró de que JunHyung era un vampiro, su pareja había recorrido un largo camino aceptando esta forma de vida.
Ahora bien, si él sólo pudiera evitar que Hyun Seung saliera de la mansión durante el día, su vida sería perfecta.
Dong Woon estacionó su moto en un espacio vacío, pasó la pierna por encima y se quedó viendo el edificio de ladrillo. ¿Aquí era donde JunHyung trabajaba? Esperaba algún club en el que los niños universitarios se iban de fiesta y se desmayaban.
Pero The Manacle se veía oscuro y acogedor, llamando a Dong Woon de una extraña manera. Se acercó al guardia de la puerta, viendo la fila que rodeaba el edificio. —Estoy aquí para ver a JunHyung. Somos viejos amigos.
El portero asintió y le indicó a Dong Woon con la mano que entrara al edificio. Vio alrededor a los hombres medio desnudos bailando al ritmo de la música. Dong Woon vio una barra y se dirigió hacia allá. Le hizo una seña al barman mientras se sentaba en una de las sillas altas vacías.
—Estoy aquí para ver JunHyung. ¿Puedes decirle que Tiny está aquí?
El hombre asintió y luego habló en voz baja con alguien detrás de la barra, viendo cómo el hombre fue a buscar a JunHyung por él.
—¿Qué quieres tomar? —el barman le preguntó mientras sacaba unas cuantas botellas de cerveza del refrigerador y se las entregaba a un tipo.
—Agua helada por ahora —dijo Dong Woon dando la vuelta y revisando a la multitud. No estaba seguro de lo que esperaba aquí, pero cuando sus ojos se posaron en el pequeño hombre bailando como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo, Dong Woon se recargó y lo observó.
El chico era tentador, extraño, musculoso y fascinante como el infierno. Cuando JunHyung le preguntó a Dong Woon si tenía algún problema con los gays, pocos hombres sabían lo pervertido que Dong Woon era. Él no lo anunciaba como JunHyung lo había hecho, pero el caliente pequeño bailarín frente a él estaba haciéndole agua la boca.
—Hey —dijo JunHyung mientras palmeaba el hombro de Dong Woon—. ¡Viniste!
Dong Woon apartó la mirada del pequeño hombre y asintió hacia JunHyung. —Se me ocurrió revisar el lugar.
—Fiesta, diversión, y hay un lugar para dormir arriba, si te emborrachas demasiado —dijo JunHyung con una sonrisa.
—Gracias —respondió Dong Woon viendo de nuevo al hombre que ahora estaba ahí de pie mirándolo con los más grandes ojos negros que jamás hubiera visto.
—¿Eres gay? —JunHyung le preguntó con incredulidad mientras veía entre Dong Woon y el pequeño hombre.
—Así sucede —dijo Dong Woon cuando el chico que había estado de pie mirándolo echó a correr entre la multitud. Era una pena, hubieran pasado un buen momento.
—Él es KiKwang —dijo JunHyung bajando la voz hasta casi un susurro—. Yo lo tacharía de tu radar. Está bien protegido aquí.
A Dong Woon no le importaba que el pequeño hombre estuviera protegido. Una voz en su interior le susurró que KiKwang podía correr todo lo que quisiera, pero Dong Woon era el que iba a atrapar al hombre.
Era sólo una cuestión de tiempo.
Fin