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42. El cazador de vampiros de Junhyung (04) por dayanstyle

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—¿Sabías que hay un sitio en la web sobre cazadores de vampiros? —JunHyung le preguntó a Hong Bin la noche siguiente, mientras todos estaban sentados alrededor de la oficina de Jaehyo.

 

—¿Dónde infiernos has estado escondido? Hay cientos de ellos.

Esa era una novedad para JunHyung. Él no creía que los humanos supieran sobre ellos. —¿Acerca de cazadores de vampiros?

—Acerca de vampiros, y punto.

Maldición, ¿dónde infiernos había estado JunHyung todo este tiempo? Él no tenía ni idea. Probablemente habría ayudado si se hubiera conseguido una computadora hace tiempo. La cosa de más alta tecnología que JunHyung tenía era su teléfono celular.

—¿Entonces por qué infierno nos molestamos en limpiar las mentes de los humanos cuando salen del club?

—Porque —dijo Jaehyo mientras se recargaba—, los humanos suponen de nuestra existencia, todo es humo y espejos, nada importante, y queremos que siga siendo así. Ellos nos colocan entre las cosas inexplicables, que no tienen respuestas o no pueden resolver.

—Eso es estúpido —dijo JunHyung—. Ese maldito sitio web de vampiros llenó la cabeza de mi pareja de toda clase de tonterías. Pensó que tenía que estacarme en el corazón cuando vio a SiYoung salir de una de las habitaciones de atrás lamiendo sus colmillos.

Todo el mundo en la mesa se quedó con la boca abierta. — ¿De verdad? —Jun preguntó.

—Él vio mis colmillos y trató de estacarme con el abrecartas de Jaehyo y estaba buscando en la oficina ajo. —JunHyung torció los labios molesto cuando la sala entera estalló en carcajadas.

 

No era tan gracioso.

 

—¿En serio?

—¿Tu niño granjero intentó estacarte? —Tae Yong preguntó incrédulo.

—¿Esta reunión se ha terminado? —JunHyung preguntó mientras veía hacia el Príncipe.

 

Lástima que el Príncipe no podía contestar. El hombre se estaba riendo muy duro. JunHyung se recargó, preguntándose por qué en primer lugar les había dicho algo.

—Lo siento —dijo Jaehyo mientras se aclaraba la garganta y luego esperó a que todos en la sala recuperaran la compostura—. Llamé a esta reunión porque Jung Min vino con una noticia inquietante.

 

—¿Qué, hay una venta en masa de abrecartas? —Hong Bin levantó la mano, riéndose hasta que se volvió de un cómico color rojo.

 

JunHyung gruñó.

 

—No —continuó Jaehyo, pero JunHyung podía ver la alegría en los ojos de Jaehyo. El príncipe hizo un segundo intento de limpiar su garganta. La sala guardó silencio—. El problema es doble. En primer lugar, ha captado en el viento que algunos vampiros no están muy contentos de que Lee Geon haya matado a sus hermanos.

—Pero los pendejos estaban matando a otros vampiros — argumentó Hong Bin.

—¿Por qué se enojan con Lee Geon?

—Nadie dijo que fueran inteligentes —ofreció Jaehyo—. Nunca los hombres con poder o codiciosos piensan racionalmente.

 

—¿Cuál es el segundo problema? —JunHyung preguntó.

Jaehyo suspiró. —Ya no es un secreto que yo soy el vampiro original. —El Príncipe vio a cada hombre en la sala antes de continuar—. Lo que voy a decir se queda en esta sala.

JunHyung no estaba seguro de querer escuchar esto. Cada vez que alguien decía eso una mala mierda sucedía. Nadie decía un buen secreto. No en su experiencia.

 

—Los Ancianos sintieron la necesidad de despertar a los Antiguos. Ellos piensan que es el momento de que los dos gobiernen el mundo de los vampiros.

JunHyung se quedó atónito. Se rumoraba de los Antiguos pero en realidad nadie los había visto. Ellos eran cada vez más un mito que una realidad con el paso de los años. —¿Realmente existen?

Jaehyo asintió solemnemente. —Ellos existen. Pero los Ancianos no son los que deben despertarlos. KwangMin y YoungMin sólo escuchan a una persona, razonan solo con una persona.

—¿Y quién es ése? —preguntó SiYoung.

—Su hermano.

JunHyung  odiaba  cuando  el  Príncipe  hablaba   crípticamente.

¿Por qué no podía el hombre terminar de decir quién era? Era como tratar de sacar los dientes de un león. ¡Imposible! —¿Y quién es su hermano?

Jaehyo se recargó viéndose más viejo que cinco minutos antes. Había líneas de preocupación alrededor de los ojos, y parecía estar agotado.

—Yo.

Podría oírse un alfiler si caía en la sala ahora. —Ellos son mis hermanos menores. Son gemelos, y son despiadados. Maldición, ellos estuvieron malditamente cerca de aniquilar a la población cuando estuvieron en la cima del poder. Yo los empujé dentro de un profundo sueño. Estuve cerca de asesinarlos. Mis hermanos son demasiado poderosos para ser rebeldes. Hasta que pueda encontrar una manera de frenar su deseo de aniquilar a la escoria de la tierra, no deben ser despertados.

—Pero eso es la mitad del planeta.

—Sí, lo es, JunHyung. ¿Entiendes ahora mi dilema? Mi intento de la unión de los Aquelarres no sale según lo planeado. Parece que la brecha es demasiado grande entre los Aquelarres. Todos y cada uno de ellos siente que son superiores a los otros. Hasta que pueda llegar a una solución, el número de vampiros rebeldes seguirá aumentando.

—Hasta que no haya más remedio que despertar a KwangMin y YoungMin —finalizó JunHyung por el príncipe.

Jaehyo asintió.

 

JunHyung dejó la oficina de Jaehyo sintiéndose aturdido. Todo se estaba yendo al infierno rápidamente. Ahora no solo los rebeldes se estaban uniendo sino que los Ancianos estaban en una descerebrada misión para despertar a los hermanos de Jaehyo.

Todo el mundo estaba perdiendo la cabeza por aquí.

 

Mientras subía las escaleras, JunHyung vio a Hyun Seung en el lugar en donde lo había dejado. Solamente que Lee Geon y Heo Jun estaban con él. Ese no era su día.

Simplemente no era su día.

 

Esto no podía ser bueno. Esos hermanos eran del Aquelarre del norte. Los dos habían causado más estragos por aquí de lo que ellos valían la pena. Cuando Jaehyo los trajo aquí para protegerlos de su Aquelarre, poco hizo el Príncipe conociendo a esos dos terrores.

SiYoung fue asignado a vigilarlos, pero los dos se habían salido de sus manos por lo que pusieron a Hong Bin a cargo de ellos.

Algo bueno salió de eso.

 

Él justo acababa de sacar a Hyun Seung de todo ese escenario de ‘cazador de vampiros’. JunHyung no necesitaba que esos dos le llenaran la cabeza de mierda a su pareja.

 

—¿Listo? —le preguntó a su pareja cuando se acercó a la mesa.

 

Lee Geon y Heo Jun lo veían inocentemente. Eso le dijo a JunHyung que tenía algunos problemas por delante.

Hyun Seung se deslizó de la banca. —Claro.

—Nos vemos, Hyun Seung —dijo Lee Geon un poco demasiado amable.

—Encantado de conocerlos a ambos —respondió Hyun Seung mientras seguía a JunHyung por el club. Cuando JunHyung salió de The Manacle tomó una respiración profunda. Le encantaba la noche, pero  también  quería  limpiar  su  cabeza  antes  de  que  Hyun Seung le contara la basura que los hermanos habían tratado de verter en él.

—¿Qué te dijeron?

Cuando Hyun Seung siguió caminando, JunHyung rudamente colocó su mano en el delgado cuello de Hyun Seung y lo jaló para que se detuviera. No había forma de que dejara que su pareja arruinara su noche de diversión enojándose por lo que esos dos le dijeron.

—Te hice una pregunta.

Hyun Seung levantó el mentón dándole a JunHyung una directa y helada mirada. —Queman a los vampiros cuando los enojan. ¿Qué tipo de gente son?

—¿De qué demonios estás hablando? —JunHyung tuvo visiones de antorchas en la calle, una cacería de castigo. Eso había sido hace décadas. Cazar ya no era más la manera en que los vampiros manejaban las cosas. Estaba perdido.

Lee Geon me dijo que Yohan fue dejado afuera para que se quemara, porque al Aquelarre de Jaehyo no le agradaba Yohan.

 

JunHyung quería golpear algo —preferiblemente a Lee Geon y Heo Jun— pero eran tan pequeños como Hyun Seung, y JunHyung no era un aprovechado. —Te puedo decir la verdadera razón por la que Yohan fue castigado.

 

—¿Castigado? Oh, amigo. Creo que estoy volviendo a pensar todo eso del cazador de vampiros. ¡Son bárbaros! —Hyun Seung le gritó y se alejó. JunHyung podía sentir su temperamento ir en aumento. Su pequeño niño granjero estaba creciendo un infierno. Eso sólo le mostraba a JunHyung que las apariencias engañaban.

 

Su pareja podría verse inocente, pero era todo lo contrario. — Ven aquí.

 

JunHyung gruñó cuando Hyun Seung lo ignoró. Con lo enojado que estaba JunHyung, estaba tentado a dejar que Hyun Seung siguiera caminando solo, pero no podía. Por un lado, el barrio no era el mejor lugar para que su pareja caminara solo.

Y en segundo lugar, a JunHyung no le gustaba el hecho de que Hyun Seung lo viera como un hombre bárbaro. Podría tener más de setecientos años pero fue criado como un hombre justo. Su madre lo había educado mejor que eso.

JunHyung atrapó a Hyun Seung y le impidió que escapara.

 

—¿Sabes lo que Yohan hizo?

—No importa. Atar a alguien y quemarlo es cruel —respondió Hyun Seung, dándole una mirada hostil.

 

JunHyung estaba empezando a pensar que había más en la historia de lo que pensaba. —¿Qué fue exactamente lo que Lee Geon te dijo?

—Que estaban de visita de su Aquelarre a tú Aquelarre y que al Príncipe no le agradó Yohan, así que lo llevó atrás, lo ató y dejó que se quemara.

JunHyung gruñó. Iba a tener una charla con esos dos a su regreso. —Yohan forzó a KiKwang a ir a una de las habitaciones del fondo y trató de atarlo. Sólo Dios sabe lo que él iba a hacer con el chico después de eso —dijo con los dientes apretados—. El Príncipe permitió que KiKwang  el castigo de Yohan. Un vampiro no se quema hasta desaparecer por la luz del sol, pero seguro como la mierda que se ampolla tanto que desearía morir.

—Oh —dijo Hyun Seung dándole a JunHyung una mirada de disculpa.

—Él no me dijo esa parte.

—No, Lee Geon no lo haría. Él y su hermano son un problema, y realmente me gustaría que te mantengas alejado de ellos.

 

—¿A dónde me llevas? —dijo Hyun Seung, cambiando rápidamente de tema. JunHyung lo dejó pasar. No estaba de humor para discutir esta noche. Él exhaló profundamente y luego señaló a su carro—. Sólo entra.

Él preferiría mucho más difuminarse hacia donde iban, pero ya que en el lugar había humanos, no era posible. JunHyung subió y arrancó el carro alejándose de The Manacle.

 

 

 

Hyun Seung se sentía como un completo idiota. Le había creído a los hermanos. «Justo le acababan de demostrar que hay idiotas en todas las malditas razas». No estaba seguro de lo que había hecho a los hermanos para que lo jodieran de esa manera, pero ahora Hyun Seung estaba enojado con ambos.

Mientras JunHyung conducía por la ciudad, Hyun Seung veía por la ventana, viendo la vida nocturna pasar de cerca, sintiéndose tan perdido y solo. Él tenía a JunHyung junto a él, pero el hombre sólo lo había jodido y afirmando que era su pareja.

Aun así no estaba muy seguro de lo que eso significaba. JunHyung acababa de decir algo acerca de creer en el destino. JunHyung no le había pedido que se mudara o que fueran novios.

Nada sólido, ningún compromiso.

 

Hyun Seung no estaba seguro de dónde iba a dormir esta noche. Sabía que su cama del refugio había sido entregada, y también sabía que tenía que ir a buscar su mochila. Su padre solía decir que la ciudad estaba llena de malditos y Hyun Seung estaba empezando a creer en él. En todas partes se veía, Hyun Seung vio los azotes de la vida.

Y ahora él era parte de esa vida.

 

Hyun Seung extrañaba la granja. No extrañaba los gritos de su padre o el llanto de su madre, pero extrañaba la vida sencilla que solía tener. No había nada de simple en la ciudad. Era agotador y llena de gente que ni siquiera parpadeaba si oía a alguien gritar.

 

Vio cómo JunHyung entraba a un estacionamiento y aparcaba el carro junto a una fila de motocicletas. El letrero sobre la puerta decía ‘La cueva del zorro’ y Hyun Seung creía que era irónico ya que un vampiro estaba a punto de entrar en ese lugar.

—¿Por qué estamos aquí? —Hyun Seung preguntó mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad.

 

JunHyung giró la cabeza hacia Hyun Seung, el comienzo de una sonrisa elevaba las comisuras de la boca. —Debido a que es uno de los pocos lugares en los que no se me ha prohibido entrar.

Hyun Seung no estaba seguro de si eso era un pensamiento tranquilizador o no mientras salía del carro. —Eso todavía no me dice por qué estamos aquí.

JunHyung sacó un bandana del asiento trasero y se lo ató, cubriendo toda la cabeza. Hyun Seung vio con asombro. El trozo de tela sólo hacía que el hombre se viera más caliente, pero también  hacía que Hyun Seung estuviera aún más curioso. —Paciencia, mi pareja, paciencia —dijo JunHyung con un tono de diversión mientras tomaba la mano de Hyun Seung y lo llevaba adentro.

 

La música estaba muy alta, alguna canción de rock a todo volumen, y se oían bolas de billar chocando en algún lugar detrás de la barra. A medida que entraban al lugar, Hyun Seung vio que había muchos tipos vestidos de motociclista. Bandanas en la cabeza, chaquetas de cuero con algún tipo de parches de motociclista en ellas. Algunos hombres llevaban jeans con cadenas colgando de los bolsillos, mientras que otros usaban pantalones de cuero.

Todos ellos se veían rudos.

 

—Yo solía montar con ellos —dijo JunHyung mientras se acercaba a uno de los motociclistas y golpeaba al tipo en el hombro juguetonamente—. ¿No es cierto, Tiny?

¿Tiny? No había nada de tiny en ese individuo. El tipo era tan grande como JunHyung. ¿En dónde infiernos estaba lo tiny?

 

—No te he visto por aquí en mucho tiempo, idiota. —El tipo se rio mientras él y JunHyung se abrazaban—. Hay un juego esta noche atrás. ¿Entras?

 

La cara de JunHyung se iluminó. —Joder, sí. Mi novio va a unirse a nosotros.

 

Tiny vio a Hyun Seung, recorriéndolo con la mirada de arriba abajo como si evaluara a Hyun Seung. —No sabía que bateabas de ese lado.

«Oh, Dios, estamos muertos». Hyun Seung estaba listo para llevar su culo hacia la puerta y correr por su vida. Estos hombres no eran para nada despreciables. Todos ellos parecía que podrían romper a Hyun Seung a la mitad. Se quedó allí con su corazón latiendo acelerado en su pecho.

Agresión descendió sobre la cara de JunHyung mientras emitía un gruñido. Se enfrentó a Tiny, fijándolo con la mirada. —¿Tienes un jodido problema con eso?

Tiny se rio mientras echaba un brazo sobre los hombros de JunHyung. —Me importa una mierda con quien jodes. Ven, vamos a jugar.

Hyun Seung se quedó ahí por un momento, sin saber lo que debería de hacer hasta que JunHyung llegó por detrás y tomó la mano de Hyun Seung, jalándolo. El cuarto de atrás no era mucho mejor. Había una gran mesa redonda con al menos media docena de hombres sentados ahí, todos luciendo atuendo de motociclista.

Hyun Seung se sentía muy fuera de lugar.

 

JunHyung tomó asiento, jalando a Hyun Seung a su regazo. —Entro, muchachos —dijo mientras golpeaba la mesa.

—Hace un jodido tiempo que no muestras tu fea cara por aquí —dijo uno de los hombres mientras repartía las cartas. A Hyun Seung no le gustaba que alguien le dijera feo a su amante. JunHyung era el hombre más caliente que Hyun Seung hubiera visto. El que habló debería de verse en el espejo.

Bastardo.

 

Una mesera se acercó, preguntándoles sus órdenes. —¿Qué quieren tomar?

 

JunHyung veía a Hyun Seung. —Pide, bebé.

—Quiero una Coca-Cola —dijo Hyun Seung y oyó risas alrededor de la mesa. Él no era un bebedor, gran cosa. Se había emborrachado una vez con Jamie, y no fue un bonito espectáculo. El alcohol fue derecho a la cabeza de Hyun Seung y le hizo vomitar violentamente.  Era algo que no quería repetir.

Por supuesto, que el alcohol hubiera sido destilado ilegalmente fue un factor decisivo en sus vómitos.

—Dame lo mismo. —JunHyung se rio entre dientes mientras apretaba el culo de Hyun Seung—. Sólo agrégale un poco de Jack.

—¿Un poco, dulzura? —La camarera sonrió.

—Sí, sí, está bien, me convenciste. Dame lo de costumbre.

—Jack con una gota de Coca-Cola —respondió ella mientras salía de la habitación.

 

Hyun Seung se acercó a JunHyung para que sólo su amante lo oyera.

—¿Pensé que sólo bebías sangre?

JunHyung estalló en risas mientras tomaba sus cartas de la mesa.

—Eso es cierto la mayor parte del tiempo, pequeño hombre —dijo JunHyung y luego bajó la voz solo para los oídos de Hyun Seung—. Pero algunos de nosotros podemos adquirir el gusto por otras cosas. Se necesitan años de práctica, pero se puede hacer.

Descansando la espalda en el amplio pecho de JunHyung, Hyun Seung se recargó y el juego comenzó. Los chicos eran fuertes, ruidosos, y maldición, si no tienen unas bocas vulgares. JunHyung había ordenado al menos cinco bebidas más durante el curso del juego. No estaba seguro si los vampiros podían emborracharse, pero JunHyung seguro que se reía como ellos.

 

—Eres un tramposo hijo de puta —gritó uno de los motociclistas, golpeando al hombre a su lado. JunHyung siguió sentado ahí como si nada estuviera pasando, mientras que Hyun Seung estaba al borde de la locura mientras se apretaba más hacia el pecho de JunHyung.   Nunca había visto a hombres tan grandes antes y lo atemorizaban.

 

JunHyung se echó a reír cuando el otro hombre devolvió el golpe.

 

—¿Qué es tan gracioso de esto? Se están peleando.

JunHyung arqueó una de sus gruesas cejas y tomó otra carta y suspiró, volviéndose hacia los dos hombres que peleaban. —Cálmense con una jodida. Me gustaría terminar el maldito juego que acabamos de empezar —gritó en la mesa—, sin ustedes tratando de desgarrarse uno al otro.

—Jódeme, JunHyung —dijo el que lanzó el golpe, haciendo reír al amante de Hyun Seung.

—Te gustaría que lo hiciera.

El hombre se rio de JunHyung con una mirada de malestar en su rostro. —No, me gustan mis perras. Tú puedes quedarte con los niños.

Hyun Seung podía sentir a JunHyung tensarse por debajo de él. La tensión lentamente se formó en la sala. —Una palabra más, Randy, y mi puño va a atravesar tu cráneo. ¿Quedó claro? —dijo JunHyung tan tranquilo, tan letal que Hyun Seung estaba dispuesto a responder que sí.

Randy se le quedó mirando, dándole a JunHyung una mirada de odio puro, pero asintió.

—Ahora terminemos este maldito juego, señoras —dijo JunHyung, el tono letal había sido remplazado por una sonrisa divertida.

 

¡El hombre estaba totalmente loco!

 

Hyun Seung no se relajó durante el resto de la noche. Podía ver a Randy mirando a JunHyung de vez en cuando. Sabía que probablemente JunHyung podría drenar a todos en el cuarto en cuestión de segundos —después de todo era un vampiro. Pero aun así las miradas que Randy le lanzaba a JunHyung seguían preocupándolo.

 

Ni siquiera podía estar tranquilo, cuando de vez en cuando JunHyung pasaba la mano sobre la cadera o el muslo de Hyun Seung. Él normalmente tendría una erección, pero Hyun Seung no podía relajarse. Tenía la sospecha de que acababa de hacer de Randy un enemigo.

Y ni siquiera estaba seguro por qué.

 

—Correcto niñas, terminó —dijo JunHyung y se puso de pie, colocando a Hyun Seung de pie—. Tengo una mierda de cosas que hacer, además de pasar tiempo con un grupo de hombres feos.

 

—Oh, vamos, JunHyung. Sabes que me quieres —bromeó Tiny mientras se ponía de pie y le daba una palmada rápida en la espalda a JunHyung.

JunHyung bufó. —Sueña, cara de niña.

—Nos vemos después, JunHyung —dijeron un par de hombres, pero Hyun Seung se dio cuenta que Randy no dijo ni una palabra. El hombre parecía que estaba de mal humor mientras estaba ahí sentado, y Hyun Seung no podía estar más feliz de salir de un lugar como ese ahora.

 

Mientras caminaban hacia la puerta principal del bar, JunHyung se desvió hacia el mostrador y dejó sus fichas. —¿Te vas, JunHyung? —el barman preguntó.

—Sí, llámala una noche temprana.

—No esperes tanto tiempo para venir a vernos la próxima vez. JunHyung saludó a unos pocos hombres mientras salían del bar. — ¿No pasaste un buen momento? —preguntó mientras sacaba las llaves de su bolsillo.

—Si llamas un buen momento el ver a hombres adultos discutir, pelear, y emborracharse, entonces sí. —Hyun Seung sonrió por encima a su amante—. Tuve un buen rato con ustedes —agregó.

—Vas a tener un tiempo aún mejor una vez que vuelvas a mi casa. —JunHyung movió las cejas, cuando ya estaban dentro del carro, Hyun Seung le hizo a su amante la pregunta que se había estado muriendo por hacer toda la noche.

 

—¿Acabas de salir ahí dentro?

JunHyung aun con la mano en el encendido se giró para ver a Hyun Seung. —No le llamaría precisamente salir. El tema de con quién jodo nunca salió antes.

—Pero lo hiciste porque yo estoy contigo —dijo Hyun Seung en voz baja, sintiéndose como un idiota por hacer que JunHyung declarara su sexualidad frente a sus duros amigos.

JunHyung tomó el mentón de Hyun Seung y lo vio fijamente con esos ojos de color chocolate-café. —¿Crees que me importa lo que esos hombres piensan de mí? Si son mis amigos, lo van a aceptar. Si no, pueden chupar mis bolas.

Hyun Seung arrugó su nariz. —Eres tan burdo. Además, esas son mis bolas. Nadie las chupará excepto yo.

 

JunHyung sonrió mientras se apartaba y encendía el carro. — Vamos a ver si sostienes esa declaración cuando estemos de regreso en casa.

Por lo menos Hyun Seung sabía dónde iba a dormir esta noche. Justo cuando salieron al estacionamiento, de regreso a The Manacle, Hyun Seung vio a Randy salir del bar, encendiendo un cigarrillo y viendo a Hyun Seung con una sonrisa maligna mientras se alejaba.

 

continuara...


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