Un ruido le desplazó los pensamientos de su mente. El ruido provenía de unos de los bolsillos del chaquetón del vocalista.
-Humm...Hyde, tu bolsillo está vibrando -le anunció Ken con cautela.
Hyde metió la mano en su bolsillo izquierdo y sacó su teléfono móvil. Acto seguido, extendió su mano hacia Ken y le dijo:
-Tenlo tú. No quiero hablar con nadie.
Ken lo cogió extrañado; no sabía si descolgar o dejar que siguiera sonando. Hyde no le daba ninguna indicación sobre lo que hacer pero, tras esa musiquilla, que ya se había tornado infernal, insistentemente, y repetidas veces, el guitarrista decidió descolgar.
-¿Diga? No, no soy el señor Takarai, pero ahora mismo no puede ponerse...¿desea que le de algún mensaje? No...no, ya le dije que ahora no está disponible...no insista...¿Urgente? ¿Sakura? ¿Qué le ocurre? -inmeditamente, Hyde, al oir el nombre del baterista, miró con preocupación en dirección a Ken- ¡Ya le he dicho que no puede ponerse! Yo también soy amigo de Sakura...¡así que dígame qué le ocurre! -Ken se ponía cada vez más nervioso, ya que la persona al otro lado del hilo telefónico le había mencionado algo de Sakura, pero sólo sabía decirle insistentemente que quería hablar con el señor Takarai Hideto- No haga que me ponga nervioso y dígame de una vez qué le ocurre a mi amigo... -silencio- ...¿qué...?... -Ken se quedó blanco ante la noticia, totalmente inesperada y, de la impresión, el teléfono cayó sobre la alfombra de la sala.
Hyde, asustado ante la mirada de pánico de su amigo, se lanzó a coger el teléfono... <<...lo lamento mucho...el señor Sakurazawa iban tan bien en su recuperación...y justo ahora se suicida...de verdad que lo siento terribl...>>
No existen palabras en el mundo para describir la expresión del rostro de Hyde. Incredulidad. Pánico. Confusión. Miedo. ¿Que Sakura había muerto? Eso es imposible, Hyde había estado con él por la mañana...y aún vivía.
-No...no...no es cierto...¡no es cierto, maldita sea! ¡NO ES CIERTO! -Hyde se había acercado de nuevo al teléfono y ahora estaba fuera de sí, lleno de pánico- Esta clase de bromas no hacen gracia, ¿¡lo sabía!? -al vocalista volvían a caerle mil lágrimas de sus ya enrojecidos ojos.
<<¿Señor Takarai? Lo lamento, siento tener que darle una noticia tan terrible...>>
-¡No mienta! ¿¡Por qué lo hace!?...Sakura no ha muerto...yo le vi esta mañana... -Hyde hablaba entre sollozos.
-¡No, no, no! ¡Es imposible! -empezó a sentir un dolor en el pecho, un dolor más de lo que había sentido antes.
-¡Nada! ¿¡Por qué miente!? ¿Cómo se atreve a mentir sobre Sakura? -Hyde estaba exaltado, no se podía creer lo que le contaba aquella voz. Iría a verle, eso es. Iría a ver a Sakura, y le perdonaría todo y así, volverían a estar como antes- Exijo verle...¿dónde está?
-¡A usted le da igual mi estado! ¡Yo estoy perfectamente! -mentira, y lo sabía. Le dolía...le dolía la respirar y tenía la vista borrosa por las lágrimas- Le he dicho...¡que me diga dónde está!
Tras darle un dirección y Hyde grabársela en la memoria, intentó salir del apartamento de Ken pero, cuando se disponía a abrir la puerta, Ken le asió del brazo. El vocalista pensaba que éste iba a impedirle que fuera pero, para su sorpresa, Ken le dijo:
-Espera, Hyde...deja...deja que coja una camisa y una chaqueta para ponerme -Ken fue como zombi en busca de esas dos prendas.
Ken condujo todo el camino hacia el hospital bastante rápido, incluso saltándose algunos semáforos; pero no conducía todo lo rápido que a Hyde le hubiera gustado. Los dos estaban tan nerviosos que, al llegar al aparcamiento del hospital, Hyde ni siquiera esperó a que su compañero aparcase el coche y se bajó de él de un salto, mientras que Ken, no le puso el seguro al coche y salió corriendo detrás del pequeño vocalista, el cual, dicho sea de paso, corría más rápido de lo que el guitarrista pensaba.
Hyde estaba tan desesperado por ver a Sakura y comprobar que aquella voz del teléfono le mentía, que no esperó la llegada del ascensor y subió corriendo las escaleras de dos en dos, sin saber muy bien hacia qué planta dirigirse; mientras Ken le seguía a menos de un metro de distancia.
Hyde entró por la primera puerta que se encontró y fue hasta un mostrador, donde empezó a hablar con dificultad a causa del nerviosismo y del esfuerzo. Ken llegó al momento junto a Hyde y, un poco más pausado que el vocalista, le preguntó a aquella mujer al otro lado del mostrador.
-Disculpe...estamos...estamos bucando...a un amigo...
-Sí, señor, por favor, dígame el nombre del paciente.
-Sakura...Sakurazawa Yasunori... -Ken iba recuperando poco a poco el aliento, mientras que Hyde lo único que hacía era intentar ver la pantalla del ordenador de aquella mujer, quien empezaba a mirarle de forma extraña.
-El señor Sakurazawa entró en el hospital hará dos horas...
-¡Eso no es lo que le pedimos! -saltó Hyde ante la absoluta ineptitud de la mujer.
-¡Hyde, cálmate!...Por favor, señorita, díganos en qué habitación se encuentra -Ken intentaba disimular, con poco éxito, la desesperación y el miedo que empezaban a apoderarse de él.
-Lo siento, señor, creo que está equivocado, los fallecidos que entran en el hospital van a la sala de autopsias...
-¡No, no, no! ¡No vuelva a decir eso! -Hyde miraba con furia a aquella asustada mujer- ¡Sakura no está muerto! ¡Miente! ¡MIENTE!
-¡Hyde, tranquilízate!
-Yo...yo... -la mujer no sabía cómo reaccionar ante aquel chico que parecía que, de un momento a otro, iba a saltarle encima- ...señor, cálmese...yo...sólo le digo...lo...lo que pone en la base de datos...
-¡NO! -Hyde había dado un puñetazo en el mostrador, haciendo que aquella mujer, cada vez más asustada y casi con lágrimas en los ojos, se echara dos metros hacia atrás.
Ante tanto revuelo, un médico y otros dos hombre con batas blancas, pero que no tenían pinta de ser médicos, llegaron hasta el mostrador en el que se encontraba Ken intentando tranquilizar a Hyde.
-¿Se puede saber qué ocurre aquí? -preguntó aquel médico, dirigiéndose después a la mujer del mostrador- Señorita Niimura, ¿qué ha pasado?
-Es mentira...no ha muerto...¡exijo verle! -Hyde estaba sujeto por Ken y parecía algo más calmado, pero su tono no admitía réplica.
-Se...¿señor Takarai Hideto? -el vocalista reaccionó y miró hacia donde se encontraba la voz del teléfono- Señor Takarai, no creo que sea conveniente ahora mismo que lo vea...
-He dicho que quiero verle -le contestaba Hyde muy lentamente- y voy a verle...ahora.
-Pero, señor Takarai...
-¿¡Es que está usted sordo!? -Ken ya no aguantaba más esa situación y había saltado- ¿No le está diciendo que queremos verle? Pues entonces llévenos hasta él.
Hyde miraba a Ken con su mirada acuosa, pero que quería decir "gracias". Aquel hombre del teléfono finalmente se rindió y les condujo hasta la sala de autopsias, donde se encontraba el cuerpo sin vida de Sakura..."su" Sakura.
Llegaron a la sala. Ahí estaba. Era Sakura en verdad. Ni Ken ni Hyde podían creerlo, sobre todo éste último. Era él. Era Sakura. No, no podía ser...mentira...sólo era alguien que se parecía la baterista...no, no era él...imposible.
Ken cayó de rodillas al suelo por la impresión que tuvo al ver el cuerpo sin vida de su amigo en aquella fría camilla. Hyde tomó el pomo de la puerta con su mano izquierda para abrirlo. Nadie se lo impidió. Necesitaba aceptar la verdad. Entró lentamente en la sala donde se encontraba aquel hombre tan parecido a Sakura. Se acercó con mucha cautela hacia el cuerpo inerte que yacía en la camilla. Cuando estuvo a apenas veinte centrímetros de su cara, la realidad le golpeó...no se parecía a Sakura...ese hombre era...era Sakura. Sin darse cuenta, las lágrimas brotaron nuevamente de sus cansados ojos. Acarició su frío rostro, pasando la mano por sus mejillas; sus ojos, cerrados pos los párpados; sus labios, aquellos labios que ya nunca volverían a pronunciar su nombre, tan dulce como él lo hacía..."Haido-chan". Sin ser consciente de ello, Hyde empezó a hablarle a Sakura, susurrando, mientras recorría el rostro de éste con las manos.
-Sakura...despierta...vamos, a mí no puedes engañarme...sabes que me sé todos tus trucos después de tantos años...y la verdad es que...cada día mientes mejor... -las lágrimas caían hasta el rostro de Sakura- Lo siento, otra vez estoy llorando...lloro porque no despiertas...venga, despierta...Sakura, abre los ojos. Yo...te perdono. Te perdono por todo lo que has hecho...por las drogas...por esto...esta broma tan cruel de no querer despertar. Te perdono...ahora, por favor, abre los ojos y di que tú también me perdonas a mí...porque yo...lo que te dije esta mañana...era todo mentira, Sakura...no te odio...no me he olvidado de ti...aún te amo -Hyde esbozó una triste sonrisa- Por favor, quiero abrazarte de nuevo...por favor...por favor...no te vayas, no me dejes...por favor...despierta...me estás matando de dolor... -Hyde se agachó y apoyó su cabeza en el pecho de su amante fallecido- ...qué cruel...ni siquiera mueves tu pecho...¿por qué me dejas, Sakura? ¿Por qué lo hiciste? Yo te amo...te amo...pero, aún así, no vas a despertar, ¿verdad? -Hyde miró el rostro de Sakura, como esprando una respuesta- Lo sabía...éste es mi castigo por haberte tratado tan mal...con tanta frialdad...y justo cuando más me necesitabas...me lo merezco...ahora, sin tí, no tengo nada por lo que seguir adelante...al irte, te llevas mi alma...mi amor...mi vida... -acercó sus labios a los de Sakura y le dio un tierno y dulce beso- Aún así, aunque me hayas abandonado, no te odio...no, no te odio...te amo, Sakura...te amo...te amo...
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No me odian, verdad? Espero que si alguna fan de Sakura leyéndome, me perdone, porque si yo misma me perdoné (y no hay mayor fan de Sakura que yo^^), de seguro me sabrán perdonar por haberle matado^^' No me odien fans de Hyde tampoco, es que me gusta hacerles sufrir.
Bueno, pero acá no termina la cosa, porque la siguente pregunta es: y qué pasó con Hyde después de todo esto?...esperen el siguiente capítulo.
Ja ne! Kissu!!