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Una noche para olvidar (CHERIK) por AlatheaMorwellan

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Notas del capitulo:

Perdón la demora! Gracias por leer! :)

Charles se sentía como hacía  doce años atrás, en el consultorio de Hank, con el gel frío cubriéndolo y una noticia que volvía a cambiarle la vida.

- Charles...? - Raven acarició su brazo. - Estás bien, cariño? -

- Sí... no me lo esperaba, pero estoy bien... es decir, ya pasé por esto y no puede ser tan terrible. Excepto por Erik, como siempre. Pero no es grave, no es nada grave...- Charles murmuraba nerviosamente y Raven tomó su mano.

- Tranquilo... Esta vez es distinto. Él te ama, y es tu oportunidad de cambiar las cosas. Aprendiste de tus errores y él de los suyos.- Su hermana le sonrió dulcemente.

- Y si no siempre podemos obligarlo...- Agregó Hank, intentando poner una gota de humor.

Charles sonrió débilmente y Raven lo fulminó.

- Hank... podrías volver a mostrarme... - Charles inquirió timidamente.

- Por supuesto! - Hank volvió a utilizar el ecógrafo para mostrarle las imágenes a su cuñado.

- Es... tan pequeño...- Charles estaba emocionado. - No creí que volvería a pasar por esto... - Se secó las lágrimas que empañaban su vista, mientras Hank guardaba su equipo.

Raven lo rodeó entre sus brazos. 
- Felicidades, cariño! Es una buena noticia! Además... seré madre y tía otra vez, al mismo tiempo!!-

Charles rió y Hank se acercó tendiéndole la imágen de la ecografia. Otra vez la vida volvía a ponerlo en la misma situación, pero esta vez trataría de obrar de manera correcta.

Luego de almorzar con su hermana y cuñado, o fingir que lo hacía porque los nervios apenas lo habían dejado probar bocado, se marchó a buscar a David a la casa de Erik. 
No sabía cómo decírselo, ni tampoco como iría a tomarse la noticia Erik. Y David?... y también estaban los gemelos. 
Su cabeza daba vueltas, pero decidió que lo mejor seria decírselo primero a Erik. A solas. Luego entre ambos decidirían como decírselo a los niños.

- En qué estoy pensando? No somos una pareja. Sólo una familia disfuncional como tantas otras. Sólo tengo que decírselo en un momento donde no estén los niños... y ya. No espero nada de él, sólo decirle la verdad. Sólo eso...- Charles suspiró y se sentó en un banco del parque. Necesitaba un poco de aire antes de ir a buscar a David.

Observó a la gente que pasaba, pero rápidamente se perdió viendo a los niños jugando, mientras sus padres los observaban de cerca. Tal y como solían hacer él y Erik cuando estaban juntos y llevaban a sus hijos al parque.

¿Por qué la felicidad duraba tan poco? Esos meses junto a Erik ciertamente habían sido los más felices de su vida. Se secó las pocas lágrimas solitarias que se le habían escapado y posó por primera vez las manos en su vientre. 
- Prometo hacer lo correcto esta vez...- Cerró los ojos y tomó aire.
Se disponía a levantarse cuando una ráfaga de pelo plateado lo alcanzó, sentándosele encima.

- Papá  Charles! - Pietro lo abrazó con fuerza y él le devolvió el abrazo cariñosamente.- Pietro... qué haces aquí? Estas sólo?-

- No! Papá nos trajo un rato al parque, y justo te vi! - Sonrió mostrando todos sus dientes y Charles se enterneció.

- Bueno, pero se preocupará si no te ve. Vamos a buscarlo, si? - Pietro se acurrucó aún más encima de Charles.

- Te extrañamos mucho, papá. Wanda y yo también queremos estar contigo.- La voz del pequeño sonaba triste y Charles tuvo que contenerse enormemente para no llorar. Lo estrechó aún más contra su pecho y suspiró.

- Pietro... Wanda y tú tienen un enorme lugar en mi corazón. Saben que los adoro y aunque no nos veamos todo el tiempo, siempre están en mi mente...-

- Pietro...- La voz de Erik sonó a sus espaldas y el niño dio un respingo.

- Papá! - Pietro se acercó a su padre. - Encontré a papi Charles, y vine a saludarlo.- El pequeño explicó seriamente.

- Ya veo, pero me preocupaste. No vuelvas a hacer eso, ya te lo he dicho! - Erik fijó su vista en Charles. Estaba pálido y se veía triste, o eso le pareció. - Ve a buscar a tus hermanos, están en las hamacas.-

- Si, papi.- El niño miró a Charles. - Y tú papi Charles, no te vayas tan pronto!  Así Wanda y David también pueden verte! - Sonrió alegremente y salió corriendo.

Charles se puso de pie. - L-lo lamento, Erik. Estábamos por ir a buscarte. Le dije que estarías preocupado...-

- Lo sé, Charles. Conozco a mi hijo, ama escaparse. Qué hacías aquí? - Erik lo miró con curiosidad.

- Yo... estaba haciendo tiempo hasta ir a buscar a David a tu casa.- Charles se pasó los dedos por el pelo, nerviosamente. 
-E-Erik... Tengo algo que decirte, pero sin los niños...-

- Qué sucede?...- Erik se acercó instintivamente y lo miró con el ceño fruncido.

- No creo que sea un buen momento, Erik. Tal vez podríamos encontrarnos...-

- Charles, detesto los juegos. Habla ya, no tengo paciencia!- Erik lo miró fastidiado. Odiaba cuando la gente daba vueltas, prefería que le dijeran las cosas de manera directa. Y esperaba que no tuviera nada que ver con la borrachera porque ni él habia definido para que había ido a su casa en ese estado. 

- No es tan simple Erik! - Su voz sonó más brusca que lo usual, pero Erik lo alteraba.

- Charles, si no escupes lo que sea que tengas que decir ahora, juro que...-

- Estoy esperando un hijo tuyo.- Charles sintió sus piernas no lo sostendrían, pero se esforzó para mantenerse recto. Su corazón iba a mil por hora, pero sintió un leve alivio al decirle.

- Qué tu qué?...- Erik palideció. 

- Que estoy embarazado, en cinta, que estoy esperando un bebé...- 

- Entendí eso! pero cómo? Nosotros siempre nos hemos cuidado...- Erik hablaba atropelladamente. - Espera... y cómo sé que no es del estúpido de Logan? - Se sentía fatal de tan sólo preguntarlo, pero tenía que...

Charles sintió que algo se quebraba dentro suyo pero no lo demostró. Si Erik no pensaba creerle, no le importaba. Al menos había cumplido con decirle la verdad.

- Piensa lo que quieras, Erik. Te lo oculté una vez, no quería hacerlo de nuevo, pero si no quieres creerme, allá tu. No me interesa.- 

- Charles...- Erik no sabía que decir, la noticia lo había tomado por completo de sorpresa. 

- Papi Charles! - Wanda apareció al instante y se echó a los brazos de Charles. - Te extrañé! -

- Y yo a ti, pequeña! - Charles se agachó a la altura de Wanda y la rodeó entre sus brazos. - Cómo has estado?- Decidió ignorar la mirada de Erik, no se sentía con fuerzas de mirarlo, ni de discutir con él.

- Muy bien! Vendrás a casa con nosotros? podríamos merendar! - Wanda sonrió alegremente.

- No... yo... tal vez en otro momento, cariño. Tengo demasiados exámenes que corregir.- Charles se sintió mal al ver como el rostro de la niña se apagaba, pero realmente no podía aceptar. - Pero... si tu padre les da permiso, podrían venir un día de la semana a merendar a casa.- Wanda volvió a sonreír y se acercó corriendo a su padre.

- Papi, nos das permiso?? - Wanda le hizo ojitos y Erik no pudo evitar sonreír. 

- Sí, les doy permiso.- Erik suspiró. - Ahora ve a alcanzar a tus hermanos, necesito hablar algo más con Charles.- El mencionado se estremeció y la pequeña salió corriendo animadamente.

Erik se acercó hasta estar completamente en frente de Charles y lo miró fijamente.

- Charles... yo... -

- No tienes que decir nada, Erik. No espero nada de tí, y no te necesito. Sólo decidí decirte la verdad para que estuvieras al tanto.- Su voz sonaba fría, pero estaba dolido. No quería que Erik notase lo increíblemente vulnerable que se sentía por dentro.

- Por supuesto que me necesitas! - Erik bramó enfurecido y lo tomó por el brazo. - Estás esperando un hijo mío, Charles! No pienses que me desentenderé del tema! -

- Hasta hace unos minutos atrás era de Logan. Seguro no deseas desentenderte? - Charles sabía que lo estaba provocando, pero lo había lastimado tanto sugiriendo eso.

- No es mi culpa que andes pavonéandote con ese imbécil! - Erik gruñó con furia.

- Ahorrate tus escenas de celos, Erik. Esto es serio.- El nombrado apretó los puños, pero no lo refutó. Charles tenía razón, estaban esperando un hijo, era demasiado serio.

- Los niños estan viniendo, tendremos que hablarlo en otro momento Charles. Mañana le diré a Jean que vaya por ellos a la escuela, y luego de que salgamos de la universidad iremos a tu casa-

- No, Erik. No tenemos nada más que hablar. Por los próximos siete meses estará dentro mío, tú no tienes que encargarte nada. Y cuando te sientas seguro, se lo diremos a los niños. Es la única cosa que me preocupa verdaderamente.- Charles lo miró fijamente y Erik lo tomó de la barbilla.

- No pasarás por esto solo, no seremos más una pareja pero tendremos un hijo. Y vivirás conmigo, donde pueda estar al pendiente de ti y de mi hijo. No volveré a perderme otra vez eso, lo entiendes? - La voz de Erik era glaciar, y Charles se estremeció.

Charles intentó hablar pero no pudo reproducir sonido. No estaba seguro si la idea de Erik era una entrada al cielo, o al mismísimo infierno.


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