Capitulo 2. ¡¡¡Huida!!!r03;
Mis lágrimas no paraban de salir, estaba mostrándome de la manera más vulnerable ante Rosse, la acababa de conocer ¿Cómo era posible?, pero con ella me podía desahogar mi tristeza, entre sus brazos me sentía segura, protegida, me hubiera gustado que Rosse nunca me soltara. Poco a poco mi llanto se fue calmando hasta que este cesó. En ese instante suavemente me libero de su abrazo, la mire con los ojos llorosos y sin razón alguna salí huyendo.
Ella al instante salió corriendo detrás de mí, corrí por varias cuadras y en cuanto di la vuelta en una esquina donde había una camioneta estacionada, utilizando mi gran agilidad me escondí debajo de ella, deseando que Rosse no me encontrara.
Rosse me busco por toda la calle, entre los autos, miro por las esquinas a los lados pero no logro encontrarme, se detuvo justo a un lado de la camioneta donde estaba oculta y por un instante creí que me había descubierto, no obstante regreso a su búsqueda. Cuando ya no había peligro de que me encontrara, salí de mi escondite y fui directo a mi casa.
A la mañana siguiente no tenía suficientes ánimos ni energía para asistir a la escuela y mucho menos el valor para enfrentarme a Rosse pues ni yo misma estaba segura del porque hui de su lado. Ya iría más tarde a justificar mi falta de cualquier modo nadie extrañaría mi ausencia, de echo incluso algunos profesores se alegran de esta.
Horas más tarde fui a la escuela, hable con la profesora a cargo sobre la “razón” por la cual no había podido asistir ese día a la escuela y sorprendentemente hasta me dio el permiso para tomarme el día.
Cuando iba a la salida se me acerco una chica pelirroja saludándome – Hola Anael o ¿Debería decir bruja? -
- ¿Quien eres tu? – pregunte algo confundida, no recordaba a la chica que estaba frente a mí
- Veo que no recuerdas a tu mejor amiga Anael – sonrió con un aire de sarcasmo
- Si, así fuera te recordaría – dije por inercia
- ¿Acaso no recuerdas a la persona que arruino tu vida? – Grito burlonamente
- Eres tú, ¿Venus? – la mire con cierta nostalgia y a la vez con ira, no era que no la recordara realmente, simplemente no deseaba hacerlo.
- Al fin te acuerdas de mí- mostro una sonrisa - Eso me alegra mucho – dijo satisfactoriamente
- ¿Tu que quieres de mi? ¿Acaso no estas satisfecha con lo que me hiciste? – Grite llena de ira
- Pero porque te enojas si yo solo dije la verdad – rió burlonamente
- Sabes perfectamente que lo que dijiste era mentira –
- ¿Si? todo era mentira, entonces explícame ¿porque estuviste encarcelada cierto tiempo? – Pregunto retadoramente
- Se demostró mi inocencia y salí libre – Grite me sentía llena de rabia
- ¿Y Quien dice lo dice? ¿Tu abogado?, déjame decirte que yo no creo en las pruebas que le mostro tu abogado al juez, seguro eran falsas y logro engañar, nadie estuvo cerca del lugar donde se dice que intentaste asesinar a tu abuela y además tu ni nadie vio al supuesto asesino ¿cierto? – Dijo en tono acusador
- Si… yo no vi nada – baje mi vista y me di por vencida ya no tenía caso seguir discutiendo; cualquier cosa que dijera seria usada en mi contra, Venus parecía un agente policiaco en busca de la verdad.
- ¿No dirás mas a tu favor? creo que volví a ganar – rió victoriosa – sígueme - agarro mi mano y sin oportunidad de negarme me arrastro hasta uno de los jardines que había dentro de la escuela, el jardín estaba lleno de varios árboles, era muy parecido a un pequeño bosque.
- Aquí nadie nos vera ¡siéntate! – Pronuncio imperativamente, no me pude negar a tal orden
- ya no tenemos de que hablar ¿para que me trajiste aquí? – Dije con la esperanza de poder levantarme y irme sin parecer que estaba huyendo.
- tal vez tu no tengas nada que hablar conmigo pero yo si contigo –
- ¿sobre que? – Tenia que admitirlo tenia un poco de curiosidad
- Escuche que llego una chica muy hermosa a tu salón -
- ¡Rosse! – Pronuncie bastante sorprendida
- Con que se llama Rosse – Dijo para si misma - Bueno también supe que no te ha dejado de seguir y por lo que veo en tu tonta cara, tienes la esperanza de que sea una buena amiga para ti. Me pregunto ¿Qué haría si se enterara de todo lo que has echo? ó mejor dicho ¿Que haría si se enterara que fuiste acusada de asesinar a tu propia abuela? Probablemente pensaría que eres una asquerosa homicida –
- ¿La llenaste de mentiras en contra de mi? – pregunte mientras una indescriptible tristeza se apoderaba de mi.
- Tal vez se me pudo escapar algo cuando hable con ella – Dijo fingiendo un tono inocente
Me levante del lugar donde permanecía sentada, me arroje llena de rabia hacía Venus con la intención de golpearla, pero no pude golpearla – ¿Porque me odias tanto?, ¿Qué es lo que quieres de mi? – Dije con la voz entre cortada, en ese instante unas cuantas lagrimas cayeron sobre el rostro de Venus.
Venus aprovecho el momento para cambiar de lugares, ahora era yo la que estaba atrapada contra la tierra del jardín – Anael yo no te odio, lo que yo quiero de ti, es justo eso, yo quiero todo de ti, todo lo que hice es por que yo ¡TE AMO! – Me miro tiernamente, me sujeto fuertemente contra el suelo y poco a poco acerco sus labios a los míos para terminar en un suave y forzado beso.
Continuara……r03;