Capitulo 5.Trato
- ¿Sabes por cuanto tiempo te he buscado? – Dijo severamente
- ahora quiero que me respondas ¿por que no fuiste a clases, si te encontrabas en la escuela? No, mejor responde ¿Por que huiste de mí? – Exigió las respuestas
- Lo siento…- Dije torpemente sin saber porque me disculpaba para luego agregar – Nadie te pidió que me buscaras – Recupere el carácter de siempre
- Bueno, no tienes que disculparte, al final tienes razón no pediste que te buscara – Dijo algo enojada – pero ya que me tome la molestia al menos ¿Podrías decirme porque huiste de mi? – Pregunto amablemente
- Es bastante tarde, tengo que irme hablamos luego – Mire mi reloj con cierta preocupación
- ¡Espera, no es justo! Te he buscado por bastante tiempo y cuando te encuentro simplemente buscas un pretexto para irte, por lo menos deberías responderme o ¿vas huir de nuevo? –
- ¿Te lo repito de nuevo? yo no te pedí que me buscaras, en esta ocasión no tengo tiempo para tus tonterías pero me molesta que insinúes que estoy huyendo de ti – Mostré una cara sombría, llena de orgullo y una expresión de molestia
- Bueno te dejare ir sin más interrupciones, si aceptas que mañana responderás a mis preguntas –La mire con cierto recelo - ¿Mañana? ¿Por qué tendría que responder a tus preguntas?, no te incumbe así que déjame en paz –
- Pero… yo quiero ser tu amiga –
- ¿Mi amiga? ¿Acaso eres estúpida? ¿Por qué querría ser tu amiga? Admito que ayer lo llegue a pensar pero hoy no quiero que estés en mi vida, déjame explicarlo de una manera mas sencilla, no quiero cerca de mi a una entrometida como tu –
- Estoy de acuerdo me estoy entrometiendo en cosas que no me conciernen y se muy bien que al final soy estúpida porque me deje llevar por las palabras de otros y de alguna manera les creí sin siquiera oír tu propia versión de lo sucedido, además indague con otras personas, pero eso fue porque yo realmente quiero ser tu amiga –
- ¿Acaso no lo entiendes?¡ Lo voy a dejar claro! lo que necesito es estar sola por eso aleje a todos aprovechando el rumor sobre mi –
- ¡Anael! – Grito – ¡yo quiero estar junto a ti! Y sanar tu alma –
- ¿Alma?- sonreí divertida - La perdí hace tiempo – Dije fríamente con una sonrisa sarcástica
-¿Quieres estar junto a mí y saber historia? ¿Harías lo que fuera para conseguirlo? –
- Si haré lo que sea para conocerte mejor –
Al escuchar esas palabras comencé a sentirme enojada y confundida como era posible que una extraña que acababa prácticamente de conocer hace unas horas podía tener tanta confianza en que ella podría sacarme del hoyo oscuro al que había sido confinada por mi misma. Ella no seria capaz de hacer algo por mi, era imposible después de todo lo único que podría sacarme de esta obscuridad es cumplir mi venganza hacia esa persona y verla con tanta fe me hacia enfurecer aun mas.
Pensé en jugarle una broma, me acerque a ella poco a poco acercando mis labios a los de ella y dándole un profundo y largo beso, sosteniéndola suavemente de la cintura y la cabeza, baje suavemente hacia su cuello dándole otro suave beso mientras la mano que sostenía su cabeza acariciaba suavemente su cabello y espalda, luego regrese a sus suaves labios y le di otro profundo y largo beso, fue cuando sentí como el cuerpo de Rose perdía las fuerzas, la sostuve un poco para que cayera suavemente al pasto y no se lastimara, mientras veía como utilizaba todas sus fuerzas para mantenerse de rodillas sobre el pasto y apoyándose en mi cuerpo pues todavía la estaba abrazando .
- Esto es lo que yo quiero de ti, no tu amistad ni siquiera tu amor, yo quiero tu cuerpo para hacer lo que me plazca con el cuando lo desee, ¿sabes a que me refiero verdad? – murmure suavemente a su oído, la solté de mis brazos para luego sonreír maliciosamente.
A Rose se le subieron los colores al rostro y después termino de desplomarse mientras me miraba.
- Anael… yo…- sus ojos se pusieron llorosos al verla no pude evitar pensar que realmente era linda
- Eso es lo que quiero ¿aceptas el trato si o no? Si no quieres no importa solo déjame en paz, aunque para ser sincera no entiendo porque te preocupas por mi – La mire fríamente
-¡Si acepto! – dijo temblorosa pero con decisión
-Interesante – sonreí complacida, sin aclarar que solo bromeaba me parecía interesante jugar con Rose, tal vez seria interesante romperla pero prefiero descubrir hasta donde llegaría por inmiscuirse en mis asuntos
- Entonces seré cariñosa, viéndote claramente puedo notar que aun eres una niña ingenua, tendremos una cita romántica para que te acostumbres a estar conmigo en plan “novias” –Sonreí
- ¿En que lugar? – Pregunto algo curiosa y aun con un poco de miedo
- Nos veremos en la cafetería que se encuentra en frente del cementerio a las 7 PM, es imposible perderse pero por las dudas se llama “La cripta”–
- Esta bien, pero ¿No podría ser en otro lugar? –
- No, es el único lugar donde puedo relajarme y disfrutar de una buena taza de café sin ser insultada. Esa cafetería es el único lugar sin tanto supersticioso y religiosos extremos de todo este maldito lugar – Guarde silencio durante unos segundos
- Además nadie te vera conmigo, nadie te atacara y no arruinare tu vida –me marche sin decir mas riendo burlonamente.
Desperté a las 10 de la mañana algo aturdida por la charla que había tenido con rose era una broma y no fui capaz de decirle la verdad y al verla tan seria me dieron aun mas ganas de lastimarla y hacer que sufra debe aprender a no meterse en la vida de los demás. Yo tengo que enseñarle tan valiosa lección, no es que sea mala y realmente lo voy a disfrutar después de todo no soy una santa y quiero lastimarla pero solo para que me deje en paz. Rose tiene que aprender esto aunque sea doloroso pues en este pueblo si Rose sigue de curiosa y indagando sobre el pasado podría encontrarse con la muerte, yo tengo que protegerla aunque termine como villana después de todo ella me mostro amabilidad aun sin conocerme y lo que hace por mi bien, al final del día tengo que agradecerle su sincera preocupación – Soy alguien contradictoria – murmure para mi misma y sonreí.
Me levante de la cama me bañe, saliendo arregle mi cabello, me puse mis pasadores de rosa, me puse un hermoso vestido negro de manga larga, corto y con varios adornos plateados de cruces, unas botas morado oscuro largas con varias cadenas; pinte mis labios de un tono morado, delinee mis ojos de negro y los pinte de rojo, me puse unos pendientes de murciélagos, me perfume y salí de mi habitación.
- Anael ¿A dónde vas? –
- ¿Abuela que haces aquí? creí que hoy tenías cita médica -
- Anael eso es mañana y no me cambies el tema ¿A dónde vas? –
- Voy a una cita – Me ruborice un poco, mi abuela era única a pesar de saber que me gustaban las lindas señoritas siempre me apoyo, incluso en contra de la voluntad de mis padres razón por la que vivo con ella
- ¿De verdad Anael? ¿Aceptaste salir con Eri otra vez? Estoy feliz por ustedes pero apenas es la una de la tarde, ¿no es muy temprano para una cita? Tomando en cuenta que Eri tarda 5 horas en llegar hasta aquí, pobre muchacha tuvo que levantarse muy temprano para verte – Dijo mostrando alegria
- ¡NO! Nunca volvería a salir con ella ¿porque insistes tanto? –
- ¡Ay! Anael por que no eres honesta, tú la amas y eso debería bastar –
- Admito que la amo pero… no puedo amarla y ella tampoco puede amarme, lo tenemos prohibido y no hay mas que decir–
- Anael, ¡solo estas siendo ilógica y testaruda! –
- Abuela, se que no estoy siendo ilógica y mucho menos testaruda, mi corazón no me lo permite enserio la amo pero… sabes bien que a pesar de amarla con locura, no la puedo perdonar – comencé a sentirme triste y la dulce viejita que siempre cuida de mi lo noto, sonrió y después dijo
- Anael, diviértete mucho hoy. Ya no diré mas, se que no quieres hablar de ello –
- Gracias – le di un beso en la frente a la dulce anciana de cabello blanco y esponjado, tez blanca y ojos marrones que me miraba con mucha dulzura.
Salí de mi casa, camine por las calles desiertas del pueblo, hasta una pequeña pradera a las afueras del pueblo llena de flores, me acosté sobre el pasto viendo hacia el cielo, las formas que se dibujaban en el cielo y pensando en lo que había hecho a Rose, me auto convencí de que era necesario si quería evitar que corriera peligro su vida, estuve acostada durante varias horas, mire el reloj marcaba la 5 de la tarde en punto, me levante arregle mi cabello y mi ropa dirigiéndome hacia la cafetería.
Llegando al frente puede ver a Rose que iba vestida con una falda color azul cielo, una blusa de botones blanca, unas botas negras; iba peinada con una coleta y sin maquillaje realmente se veía bonita parecía que se había esforzado en ponerse linda lo cual era un problema ya que Claire la gerente de la cafetería era una pervertida y solo veía chicas para cazarlas.
Entramos ala cafetería, la cafetería, era una casa pequeña parecida a una cabaña con varios adornos mortuorios que le hacían honor al su nombre como lo pensé Claire se la paso todo el día pegándose a Rose después de una larga platica llena de intentos de Rose para que le contara mi pasado y mis desviaciones del tema el reloj marco las 9 de la noche, me marche de la cafetería.
Camine por el cementerio pasando varias tumbas hasta llegar al mausoleo de Lidia Monsieur y Temis Clutterbuck bueno en realidad solo sus cenizas, fue lo único que quedo de ellas después de ser quemadas vivas, este lugar para la mayoría de las personas era tetitrico ya que era donde yacían los restos de la bruja de Clutterbuck o mi bisabuela.
Ese mausoleo desde que llegue a este pueblo había sido mi lugar favorito aquí había vivido los momentos mas felices de mi vida y a la vez los mas dolorosos, también este lugar era mi consuelo, siempre que me sentía triste y aquí era capaz de llorar ó si no encontraba la respuesta a mis problemas aquí siempre encontraba la solución. Es algo extraño nunca las conocí pero por alguna razón sentía cierta tranquilidad al hablarlo con mi bisabuela y con Lidia.
Cerca del mausoleo me pareció escuchar la voz de Rose altamente asustada y la voz de Claire amenazante, guiada por sus voces detrás de algunas lapidas mas allá del mausoleo de la bisabuela pude ver una escena en donde Claire trataba de violar a Rose, rápidamente corrí a través de las lapidas y le di un fuerte golpe en la cara a Claire.
- ¡Acaso no lo entendiste! cuando me fui te dije que la dejaras en paz –
- Pero Anael, como es posible que todavía no le hayas echo nada a esta inocente princesita –
- No te debe importar el porque, solo se que tu no debes agarrar mis pertenencias y Rose me pertece, es solo mía –
- ¿Quién dice que te pertenece a ti? –
- Ella me dio su cuerpo a cambio de un favor que la ayudara a satisfacer su gusanito chismoso – Lo dije bastante seria y a la vez algo burlona por lo estúpido del trato
- No te creo que me lo diga ella misma – Mire a Rose exigiendo que hablara
- Si, solo le pertenezco a An…ana…el – dijo Rose con la cara tan roja como un tomate
- Veo que la domaste muy bien Aní, ¿cual es esa información? –
- ¡No me vuelvas a llamar así! – Grite furiosa - soy Anael entiéndelo, si no quieres morir a golpes – amenacé a Claire
- ¿Anael porque eres tan mala conmigo?, ¿acaso no te acuerdas del juramento que hicimos en la iglesia del pueblo ante dios? En la salud y en la enfermedad, en la vida y la muerte, en las buenas y en las malas y en todo lo demás siempre estaríamos juntas – Bromeo un poco
- Claro como si creyeras en dios – Reí
- Sigues siendo la misma, esa chica que siempre tenia una hermosa sonrisa que alegraba a todos, esa sonrisa en la que se notaba cuanto te alegraba estar viva, en verdad solo pude ver a esa Anael solo unos segundos pero me doy cuenta que tal vez puedas volver a ser la que fuiste de antaño – Se oyó una voz a lo lejos y entre las tumbas, apareció mi hermana mayor; su cabello era bastante largo negro, estaba agarrado en una coleta con 2 mechones de cabello suelto a los lados, sus ojos eran de un azul zafiro, sus labios estaban pintados de color cereza lo cual hacia resaltar su blanca piel, traía un vestido negro sin mangas y unas botas largas, rojas y por ultimo su fiel guitarra.
- ¡Érica regresaste! – Dije totalmente alegre, sin hacer caso a sus palabras anteriores – La abuela estaba muy preocupada por ti – Corrí a abrazarla
- ¿Te sentiste triste sin mi hermanita? ¿Cuantas veces has llorado en mi ausencia? – La solté y baje la mirada al suelo
- Eso quiere decir que has llorado, acaso es por ella – Dijo con una voz de hermana sobre protectora
- No…- trate de disimular un poco, al notarlo mi hermana extendió su mano y con una sonrisa me entrego una carta - Ten te la manda Cherry, léela cuando estés sola – Agarro a Rose y Claire – Yo me llevo a estas 2 a sus casas, tu mientras camina y piensa tranquilamente si quieres o no leer esa carta, no te voy a obligar a leerla pero, ella dijo que seria su ultima carta –
Érica, Claire y Rose se marcharon del cementerio dejándome sola, camine de regreso al mausoleo y después de algunos minutos de pensarlo decidí leer la carta que me había enviado Cherry era hora de enfrentar una parte de mi pasado, la carta decía…
Continuara…
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