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I. Sun
Desde que su padre le dijo que podía conocer a alguien interesante en la Aldea de la Hoja tuvo una ligera sensación de emoción dentro su ser, había crecido entrenando y aprendiendo nuevas técnicas para ser un ninja de élite desde que tiene uso de razón y al final muchas cosas le llevaban a la misión de ir a dicha aldea para encontrarse con el hijo de séptimo hokage e investigarlo informando diariamente a Orochimaru sobre sus ninjutsu entre otras cosas más que por el momento eran secretas.
Es Sol y la Luna, Mitsuki creció sabiendo que era un ente perfecto, alguien poderoso que ya era considerado la “Luna”, fue creado con objetivos grandes, él podía crecer más y ser uno de los mejores y después de encontrar a su “Sol” y luego lo harían juntos, complementándose cada pequeño instante, volviéndose uno solo en cada momento. Nunca supo la razón por la que su progenitor estaba tan interesado en que lograra ser la mitad de un poder tan gigantesco, aunque tampoco le importaba mucho, solo debía acatar órdenes y seguir haciéndose fuerte, aprender, estudiar y mejorar.
La conclusión a la que llego Mitsuki después de conocer a Boruto por primera vez era concisa y en cinco simplespalabras:
“Soynormal a su lado”, Él se dio cuenta de lo casi común que era su existencia, pero a diferencia de todas sus anteriores experiencias esta era la primera vez que se sentía tan lleno de emociones, aunque Boruto no fuera tan fuerte él tenía algo que el no y no sabía qué.
Como esa vez que peleo con Iwabee un uno contra uno, su sed de sangre hubiera hecho que este muriera pero ahí apareció el niño maravilla del que todos hablaban.
—¡Mitsuki! —levanto la vista. —¡Se acabó! —grito mientras corría en dirección hacia su persona, en ese momento sintió como sus sentidos volvían a su lugar reaccionando a la voz del rubio y soltando a su oponente, cosa que no hizo cuando se lo pidió el profesor o vio como Iwabee se retorcía a punto de perder la conciencia.
— ¿Por qué me paraste? Ya iba a ganar. —Boruto se sorprendió dejándolo sin palabras.
—De cualquier forma, solo discúlpate con Iwabee.—Insistió luego de unos segundos de silencio.
— ¿Por qué? Fui en serio, como el me lo pidió... —se acercó para estar frente a frente, Boruto se quedóahí algo desconcertado.
—¡Pero te excediste! —Le grito tratando de igualar la altura del otro acortando más la distancia.—¡No me gusta ese estilo de pelea!
— ¿No te gusta? —susurro más para sí mismo intentando procesar las palabras del ojiazul.
— Claro que no.
— Ya veo. —Soltófinalmente. —No quiero que me odies. —y este fue un impulso, las palabras salieron naturalmente mientras en sus ojos dorados se reflejaba la seriedad de esa persona tan intrigante para su persona.
En ese momento pensó que BorutoUzumaki era más interesante de lo que lo su padre le había dicho, la misión quedo en segundo plano pero ahí estaba presente esa ansiedad que casi no podía controlar, en definitiva muy pronto sabría si ese muchacho era el Sol de su Luna.
Los días en la academia pasaban, le dieron una bienvenida desastrosa, convivio con algunos compañeros entre otras cosas.
Mitsuki era un ser muy serio, tranquilo y demasiado lógico y desde que logro conocer a Boruto en persona, supo instantáneamente que el seria lo que tanto estaba buscando, verlo hacer diferentes caras, percibir sus emociones, escuchar sus palabras que le quemaban hasta lo más hondo de su ser, lo hacían sentir diferente, inquieto, sorprendido.
Boruto era lo contrario a sí mismo, era algo escandaloso, muy hiperactivo pero a al mismo tiempo iba en serio cuando se trataba de sus amigos y compañeros, el no hacía caso de probabilidades o la lógica, siempre se las arreglaba para encontrar la solución más descabellada posible, como con el ninja que estaba arreglando la academia destruida y se puso a atacar a los demás siendo controlado por ese extraño ninjutsu, Boruto siempre tenía una loca idea que compartir con los demás y hacer hasta lo imposible por lograr su objetivo sin importarle su integridad física.
Luego el profesor Shino intento matarlos, Mitsuki pensando en que la manera más lógica y sencilla de salvarse y salvar a Boruto era matar a su atacante, aunque estaba algo decepcionado del nivel de lucha del rubio pero este aun así lo sorprendió nuevamente.
— Yo seré la carnada.—Dijo sonriente. —Debo hacerme responsable de mis errores. —y ahí estaba lo que descolocaba a todo el mundo, ese chico podía ser un desastre pero era el más serio de todos cuando ameritaba el momento. —Para salvarlos a todos.
— ¿A todos? —El peliceleste trataba de romper la voluntad de su compañero. —¿No sería yo el más adecuado? Si algo pasa… —Fue interrumpido mientras la mano de Boruto tocaba su hombro, sintió una corriente eléctrica recorrerle en ese lugar en ese mismo instante.
— No te confundas, con “todos” me refiero a ti y a al profesor. —Mitsuki se quedó sin palabras. —No me rendiré. —Boruto le sonrió con una confianza inquebrantable. —No dejare que nadie muera. —Ahora estaba más seguro, aunque aún no fuera lo suficientemente fuerte ahora, él brillaba radiante como el sol.
Por primera vez desde que tiene uso de razón arriesgo su propia vida para salvar a otra sin hacerle caso a las consecuencias, de alguna forma cuando Boruto le decía algo este lo escuchaba, dejando que sus palabras invadieran cada parte de su cuerpo y mente, ese niño impertinente tenía el poder de hacerle dejar su rutina y hacer locuras.
Mientras se hundía después de lanzar a su profesor fuera del agua, pensaba en lo tonto que había sido al gastar todo su chackra sin pensarlo dos veces, quizá su instinto le dicto que debía salvar a Boruto como fuera, que más daba. Su conciencia se desvanecía y vio como el sol que aun brillaba en las profundidades de repente se transformaba en un rubio muy desesperado intentando salvarlo a toda costa, se volvió a sorprender.
“¡No te rindas!”, le había gritado, aunque era solo un pensamientoMitsuki pudo escuchar sus gritos bajo el agua y solo desfalleció llamando su nombre ydibujando una sonrisa en su rostro.
“Boruto, eres un tonto muy valiente” pensó.
Después de ser rescatados despertó primero y se dio cuenta de que el chico a su lado aún seguía inconsciente, dedujo que los habían salvado, miro detenidamente sus facciones, cada parte de su rostro, sus marquitas de gato, sus labios, sus pestañas que eran un poco largas, su rostro mojado, su piel acanelada… y aunque no tuviera una expresión extraña en su rostro Shikadai se dio cuenta de que aparte de ocultar algo, Mitsuki era raro solo por hacerle caso a Boruto.
Mitsuki se sentía extraño luego de ese acontecimiento y a partir de esa vez solo quiso estar al lado de Boruto, compartir, hablar, comer juntos, hacer una que otra travesura.
Todos se dieron cuenta.
Con el tiempo Mitsuki se dio por enterado de que ese rubio sin lógica se le pegaba mucho también, a veces le enseñaba algunas materias en los que no era bueno, comían juntos y siempre se enfrentaban a la lucha los dos, complementándose, él sabíacuándo y cuando no debía ser de apoyo.
Eran un equipo y todos lo sabían.
“Boruto es mi Sol”, y aunque no lo fuera, para él en definitiva si lo era, aunque su padre le dijera que podría morir estando a su lado no le importaba, Mitsuki seguiría siendo su Luna y jamás se apartaría, jamás lo dejaría.
A su corta edad estaba experimentando por primera vez una cantidad de sentimientos y emociones, vio como un chico se enamora de una chica hasta el punto de llegar a la obsesión, vio el amor fraternal entre padres e hijos, pero este sentimiento que ahora sentía era muy diferente a los que conocía.
Los días pasaban y muy aparte de ese poder que teníaBoruto de ver ese ninjutsu que manipulaba jounins, su curiosidad lo llevaba a vigilarlo casi muy seguido, ese niño imprudente al final de cuentas era una buena persona, demasiado buena para este mundo.
De un momento a otro, Mitsuki tuvo una inquietud enorme, esas cosas que picaban su alma y cada centímetro de su cuerpo no lo dejaban tranquilo, lo sintió cuando como Boruto abrazaba “cariñosamente” a Denki mientras se dirigían a la academia, era extraño, no le gustaba este sentimiento, se sentía entre angustiado, preocupado y algo que jamás tuvo, envidia.
Ese mocoso que era hijo del hokage, no era más que un dolor de cabeza para él, pero aun así sentía que a quien debía ir a golpear eran a sus amigos y no a ese imprudente chico, seguro si lo hacia Boruto se enojaría con él y lo último que quería era que lo odiaran.
Eran amigos, lo sabía, eran compañeros cercanos, siempre hacían grupo de dos, Boruto confiaba en él, Boruto se aferró a él, pero ¿por qué no era suficiente?, ¿qué faltaba?, era un revoltijo de dudas.
Ya habían pasado horas después de que decidió desaparecer, no asistió a clases y el sol se ponía, su estómagocrujió por el hambre. Al final termino saliendo de su escondite y mirar el atardecer, esto no era como él era.
— ¡Mitsuki! —escucho que lo llamaban a lo lejos.
Levanto la vista y dio un giro hacia atrás para darse cuenta de que ahí venia el causante de todas sus molestias.
—Boruto—dijo algo inquieto.
— ¿Dónde te metiste? – se agacho tomando un respiro, había corrido por toda la aldea. — Te busque por todas partes, creí que esa sombra oscura estaba sobre ti…
— Necesitaba tiempo a solas —le dio una media sonrisa. —Perdón por preocuparte.
— ¡Idiota! —lo encaro. — Si te molesta algo, solo dilo. —grito.—Somos amigos ¿no?
Y ahí estaba esa inquietud otra vez, ¿Por qué ser su amigo no era suficiente? ¿Qué era lo que quería?
— No quiero ser tu amigo. —dijo calmadamente mientras evitaba la mirada de sorpresa de Boruto.
— ¿Por qué? ¿Hice algo malo? —Puso una cara de tristeza que jamás había visto Mitsuki, sus ojos celestes eran muy lindos, pensó.
— Es extraño, me gusta estar a tu lado pero de alguna forma no es suficiente, necesito algo más… algo más profundo. —Dijo mientras se ponía pensativo. —Pero por más que lo pienso no séqué es.
El rubio estaba algo ruborizado, Mitsukitendía a ser tan honesto que le avergonzaba.
— ¿Q-Qué?… ¡¿Pero qué dices?! —se alarmo.
— ¿Uh? —Inclino su cabeza hacia la derecha confundido. — ¿Por qué te pusiste rojo? —se acercó para tocar su frente. —¿Tienes temperatura? —Instintivamente Borutocerró los ojos.
— No seas idiota ¿no te escuchas?, parece como si te me estuvieras confesando —Se alejó retrocediendo unos pasos, pero Mitsuki se acercómás mientras intentaba comprender esas palabras.
— ¡Oh! Ya veo, creo que tienes razón. —Boruto quería morirse. —Creo que lo que sentí fueron celos de que abrazaras a Denki. —el rubio se protegió con ambas manos ocultando su rostro ardiente.
— ¡D-deja de decir esas cosas! —seguía intentando poner una línea imaginaria entre ambos.—¡N-no me gusta que bromeen con ese tipo de cosas!—se sentó ocultando su rostro entre sus piernas.
— Solo digo lo que siento. —Sonrioimpasiblemente como si todo lo que acabara de decir fuera lo más normal del mundo. — ¿Puedes abrazarme también? —su voz saliómás suave de lo normal mientras se ponía a la altura de Boruto acercándose a su oído. —Porfavor. —le susurro.
En ese momento Boruto callo de sentadillas por la sorpresa e intentaba por todos los medios alejarse de ese tipo que al parecer no era el amigo que conocía.
— ¡¿Quién eres y que le has hecho a Mitsuki?! —grito con el corazón en la boca y sentiendo su rostro arder ante el tacto.
— Soy yo —dijo Mitsuki levantándose y acercándose a donde se había escapado el rubio y ofreciéndole una mano para ayudarlo a ponerse de pie. —Solo quiero calmar estas emociones que me están molestando, no me gusta sentirme así, si no lo haces golpeare a Denki porque lo abrazaste. — sentencio.
Boruto pensó que era la amenaza más estúpida e infantil que había escuchado en toda su vida, ni siquiera había abrazado a Denki, solo paso un brazo alrededor de su cuello, pero sabiendo lo rudo y fuerte que era Mitsuki, no quería que el su amigo fuera lastimado sin haber hecho nada, simplemente respiro hondo y se acercó lentamente temblando y abriendo sus brazos, mientras cerraba fuertemente sus ojos y salía humo de sus orejas.
El de ojos dorados sonrió complacido y enredo delicadamente sus brazos en Boruto mientras sentía su calor corporal invadirle en cada poro de su piel, lo apretó hacia su cuerpo y siguió un poco más mientras el ojiceleste dejaba de temblar, calmándose y poco a poco correspondiendo el abrazo mientras contenía la respiración.
Mitsukihundió su rostro en el cuello de Boruto haciendo sobresaltar y soltar un grito ahogado en el aire, empezó a olfatear un poco, percibiendo más el olor a sudor que traía consigo el otro luego de buscarlo tanto.
— M-Mi-Mitsuki, ¿ya me puedes soltar? —su voz salió un poco chillona por los nervios.
Aflojo el abrazo y finalmente cedió, se alejó un poco sintiéndose más calmado, Mitsukiaún no comprendía que era lo que quería ser de Boruto pero estaba más tranquilo y esas cosas que picaban en todas partes ya no estaban.
— Y-Y-ya es muy tarde, debo ir a casa. —Boruto salto a un poste y huyo del lugar aun con la cara sonrojada y el corazón latiéndole a mil.
El peliceleste lo miro alejarse y luego dirigió su vista a sus manos, sentía como si aún lo tuviera en brazos, por el momento estaba satisfecho, Boruto era su Sol y aunque ahora se encontrara alejado de este podía sentir el calor recorrer cada parte de su cuerpo, giro sobre sus pies y fue hacia las cabezas esculpidas de los hokages mientras miraba detenidamente como el sol se ponía y el cielo se tornaba oscuro dando lugar a un millón de estrellas y claro a la Luna que brillaba como nunca había visto antes.
Era suficiente por el momento, estaba tranquilo y rebosante de energía, creía que podía sonreír toda la noche y no se cansaría.
Mañana lo descubriría, mañana sabría qué era lo que quería que Boruto fuera para él.
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